viernes, 27 de diciembre de 2024

San Juan Apóstol y Evangelista

San Juan Apóstol, el Teólogo, entre los Evangelistas es aquel que se eleva más alto, pero al mismo tiempo es aquel más atento a la concretez de la temporalidad, del detalle y de las particularidades, testimonio en su espiritualidad de cuánto era lo que Juan había absorbido en su vida el misterio de la Encarnación que conjuga lo infinitamente grande con lo inmensamente pequeño, el cielo con la tierra, el espíritu con la materia, el hombre con Dios. [En la imagen: fragmento de "San Juan el Evangelista", óleo sobre cartón, de Vladimir Lukič Borovikovskij entre 1804 y 1809, ícono de la puerta real del iconostasio central de la catedral de Kazán, actualmente conservado y expuesto en el Museo Estatal Ruso, San Petersburgo].

"El discípulo al que Jesús amaba"
(Jn 21,7.20)
   
Dios es libre de preferir a quien quiera
   
----------Un buen maestro ama a todos sus discípulos, pero entre ellos ama más a aquellos que más lo escuchan, entienden, aprecian y profundizan su doctrina y lo aman más que a los demás. Así ha hecho Jesús: dotó a Juan hijo de Zebedeo de un eminente don de inteligencia y de amor, que le ha permitido comprender y apreciar los secretos más recónditos de la doctrina del Maestro, los datos más sublimes de la Revelación, las exigencias más altas del Evangelio, el aspecto más profundo de la personalidad de Cristo.
----------En su Evangelio, en sus Cartas y en el Apocalipsis, el apóstol Juan ha tomado nota de determinadas enseñanzas del Maestro que a los otros Evangelistas habían escapado o habían parecido incomprensibles o en todo caso no dignas de especial interés, un poco como sucede para muchos en la vida ordinaria, incluso personas buenas y amantes de Dios, los cuales sin embargo no se sienten atraídos por ciertas ciencias como la filosofía, la metafísica o la teología, no sienten la necesidad o no tienen la capacidad de ascender a ese difícil y abstracto nivel especulativo, porque a ellos les parece que son suficientes las nociones morales y religiosas más comunes, ordinarias, elementales y de base, que están más a su alcance.
----------El apóstol Juan, en su Evangelio, no se presenta en primera persona con su propio nombre, sino que habla de sí mismo y se nombra a sí mismo (uno de los "hijos de Zebedeo") en tercera persona, cualificándose como el "discípulo al que Jesús amaba". Algunos han pensado que este discípulo fuera Lázaro, por el hecho de que cuando Jesús llega a su sepulcro, se pone a llorar, por lo cual algunos exclamaron: "¡mira cómo le amaba!" (Jn 11,36). Ahora bien, debemos preguntarnos qué es lo que significa en realidad la expresión "el discípulo al que Jesús amaba". Está claro que Jesús amaba a todos, por lo cual debería estar igualmente claro que esa expresión significa que le amaba de manera especial, es decir, le prefería.
----------Con todo mi respeto por Lázaro, me parece totalmente inverosímil que Jesús amase a Lázaro más que al apóstol Juan, aquel que nos revela los secretos más íntimos de Nuestro Señor, mientras que de Lázaro no parece resultar otra cosa más que era un amigo del Señor. Juan es Apóstol y Evangelista; Lázaro es ciertamente una buena persona, pero no es más que un común discípulo de Cristo.
----------Las señales de la predilección que Jesús tenía por Juan son el hecho de que, junto con Santiago y Pedro, Jesús lo acompaña entre los otros apóstoles para asistir a su transfiguración en el monte Tabor, y también el hecho de que Juan, junto con Santiago y Pedro, asisten a Jesús en Getsemaní (Mc 24,32).
----------Muy famoso ciertamente es el momento en el cual Juan, en la última Cena, apoyándose sobre el pecho de Jesús, le pregunta quién es aquel que lo iba a traicionar.
----------A Juan, Jesús moribundo en la cruz, le confía su Madre para que la cuide después de su muerte, y Juan la acoge en su casa. Con las palabras dirigidas a Juan: "he aquí tu Madre", Jesús quiere constituir a Juan como símbolo, modelo y representante de todos los devotos de la Virgen María.
----------Después de la resurrección de Jesús, Juan, que llegó al sepulcro antes que Pedro, lo deja entrar primero por respeto, pero una vez que ha entrado y viendo las vendas dobladas a un lado, Juan es quien entiende que Jesús ha resucitado, mientras que Pedro aún no lo ha entendido.
   
Juan y los Sinópticos
   
----------Los tres Evangelios Sinópticos confirman y completan la narración joannea, el cuarto Evangelio, con los datos básicos y elementales de la divina Revelación, accesibles a todos los fieles. Juan añade un conocimiento más profundo y sublime del misterio de Cristo, que no es obligatorio para todos, sino solo para aquellos en la Iglesia que deben ser maestros, doctores y pastores y aún más para aquellos pocos que están llamados a la vida mística, como los monjes y los contemplativos. 
----------Solo la cristología paulina está a la altura de la cristología joannea por la riqueza y profundidad de los temas tratados. La mística cristiana encuentra fundamento no en los Sinópticos sino en las cristologías de Juan y Pablo que se complementan mutuamente. Es solo aquí donde encontramos la doctrina mística de la unión del cristiano y de la Iglesia con Cristo en el Espíritu.
----------En Juan encontramos explícitamente la culminación de aquel conocimiento salvífico esencial y necesario, común y suficiente, del misterio de Cristo ya presente implícitamente en los Sinópticos, hecho para los fieles que no poseen especiales dones místicos o no se sienten interesados en la teología especulativa y ni siquiera capaces de penetrar o indagar así a fondo el misterio de Cristo, sintiéndose satisfechos por cuanto llegan a recibir y a gustar. Así como de modo similar se puede tener el alimento cotidiano en un comedor popular o en una fonda de barrio, sin necesidad de acceder a un restaurante de primera clase.
----------Es importante tratar de evitar el error de aquellos que dan preferencia a los Evangelios Sinópticos creyendo que ellos tienen un carácter más histórico e interesante desde el punto de vista práctico, mientras que consideran al Evangelio de Juan como una serie de elucubraciones personales de Juan, eventualmente intoxicadas de gnosticismo, sobre la base de abstractos principios a priori o ideas metafísicas griegas. Nada más falso que esto. Los exegetas más serios han mostrado cómo la especulación joannea parte de la experiencia del contacto físico con Cristo y con su ambiente humano histórico y concreto.
----------Notemos también que entre los cuatro Evangelistas, el apóstol Juan es el que más insiste en el carácter agápico o convivial de la ética cristiana. Vale decir, que debemos amarnos no solo como hermanos, sino que, siguiendo el ejemplo de Cristo que ha dado su vida por nosotros, debemos dar nuestra vida los unos para los otros. Todos los mandamientos se resumen en la ley del amor. Amar es conocer y conocer es amar. Juan elabora en la escuela de Cristo una ética de la verdad y una teología del amor.
----------Ahora bien, a diferencia de su Evangelio, donde, aunque hablando mucho de sí mismo y nombrándose a sí mismo en tercera persona, Juan nunca se presenta en primera persona con su nombre, en cambio, Juan se presenta y se nombra a sí mismo en el Apocalipsis. ¿Por qué esta diferencia? Probablemente porque en el Evangelio quiere narrar los beneficios espirituales eminentes recibidos de Cristo y por lo tanto quiere parecer un simple discípulo y testigo; no quiere ponerse en la vidriera nombrándose a sí mismo.
----------En cambio, en el Apocalipsis, Juan ya tiene la autoridad del Apóstol y Evangelista que ha padecido por Cristo el exilio, por lo cual considera oportuno, e incluso obligado, nombrarse a sí mismo como hace cualquier autoridad constituida con respecto a los súbditos, habiendo adquirido ya un prestigio que hace creíble su testimonio y vinculante en conciencia ante los fieles el mensaje divino que transmite.
----------De hecho, tengamos presente que el contenido del Apocalipsis no es de género histórico-narrativo acerca de la vida, de la doctrina y de las obras de Cristo, como lo son los Evangelios, sino que es sustantivo lo que Cristo mismo en Persona, que se le ha aparecido y le habla, revela a Juan con el mandato de transmitirlo a la Iglesia, como sucede en las revelaciones proféticas.
----------Esto no quita que el contenido del Apocalipsis sea al mismo tiempo una síntesis de la historia sagrada y una profundización operada por Juan mismo de su conocimiento del misterio de Cristo, una visión última y definitiva, que Cristo mismo concede a Juan para comunicarla a la Iglesia. Estemos atentos y tengamos cuidado, por lo tanto, de no considerar esta teología de Juan como la simple obra de un teólogo escolástico que extrae deductivamente conclusiones, a su propio riesgo y peligro, de las premisas de fe en su posesión.
----------Las cosas no son así. Juan simplemente nos refiere lo que ha visto, oído y entendido, aunque es cierto que reviste sus visiones teológicas de un rico aparato imaginario y simbólico, tomado de su creatividad o cultura personal, aparato que a veces puede parecer extraño, incomprensible o incluso fastidioso.
----------Pero esto no es más que la parte humana que el hagiógrafo, por la fuerza de las cosas, utiliza y une o conjuga, a modo de mediación, de la expresión conceptual del mensaje divino. Lo importante es entender los conceptos de fe y nadie ni nada nos impide considerar antipáticas o inaceptables la simbología, las metáforas, las figuras o las imágenes usadas por Juan, porque ellas no tienen nada que ver con la Palabra de Dios.
----------Esto quiere decir que Juan, más que un teólogo, es un vidente, un profeta y un místico. Si queremos, es también poeta en el expresar con imágenes fantásticas o figuras paradojales la Palabra de Dios. Así, en el Apocalipsis, Juan no narra como en su Evangelio lo que Cristo ha hecho y enseñado en el mundo delante de todos, sino que relata lo que le ha sucedido: Cristo se le ha aparecido y le ha hablado. Algo similar, aunque en el plano de las revelaciones privadas, ocurre en las apariciones marianas.
----------Es necesario prestar atención y tener cuidado de que Juan, en el Apocalipsis, pone en la parte del futuro lo que ya ha pasado (por ejemplo la batalla entre los ángeles en los orígenes del mundo: c.12,7-9) y en la parte del pasado lo que es futuro (la victoria de Cristo sobre Satanás: c.17). Esto significa que para Juan la historia sagrada no es un simple sucederse de hechos contingentes en el tiempo, sino la visión de estos hechos a la luz de lo Eterno y en su relación con lo Eterno, donde pasado y futuro no se suceden sino que están juntos e incluso, por motivos especulativos, pueden ser intercambiados.
   
Peculiaridades de la cristología joannea respecto a los Sinópticos
   
----------En la cristología expuesta por el apóstol san Juan encontramos los atributos más elevados del misterio cristiano de Cristo y del cristianismo, que no encontramos ciertamente en los otros Evangelistas, mientras que solo el apóstol san Pablo, con una temática diferente, se pone a la altura de Juan.
----------Solamente Juan tiene la doctrina del Logos, vale decir, el Verbo del Padre, haciéndonos con esa doctrina entender la relación del Padre con el Hijo en lo íntimo de Dios: así como la mente humana concibe una cosa, así el Padre genera al Hijo. El generar o engendrar del divino Padre, por tanto, no tiene nada que ver con un acto sexual, como ocurre en las divinidades paganas, sino que es un acto espiritual similar a aquel con el cual nosotros producimos en nuestra mente el pensamiento o proyecto de alguna cosa.
----------Solo Juan tiene la doctrina de la Encarnación: καὶ ὁ λόγος σὰρξ ἐγένετο (kai o Logos sarx eghéneto), expresión que puede ser mal entendida, porque parece implicar un devenir en Dios. Por eso, esa expresión solo puede ser entendida en confrontación comparativa con san Pablo, quien aclara diciendo que Cristo "asumió la condición de siervo" (Fil 2,7), de modo que esa expresión prepara lo que será el dogma niceno de la divinidad de Cristo y el calcedoniano de las dos naturalezas en la unidad de la Persona del Hijo.
----------Solo san Juan Apóstol tiene la doctrina del "Yo Soy", según la cual nuestro Señor Jesucristo se atribuye a Sí mismo ese nombre que Dios se atribuye a Sí al momento de revelarse a Moisés (Ex 3,14), nombre que santo Tomás de Aquino explica diciendo que Dios es el ipsum Esse per se subsistens.
----------Solo el Cristo que nos presenta el Evangelio de san Juan afirma ser la Verdad (Jn 24,6), suponiendo en ello la idea de una verdad subsistente, hecha persona, que no puede ser más que Dios, por lo cual, atribuyéndose a sí mismo esta verdad, Cristo por consecuencia afirma ser Dios.
----------A esta percepción vivísima que san Juan tiene de la importancia de la verdad, corresponde una oposición fortísima al peligro del error y a sus dañosas consecuencias. Ante la cuestión de la verdad no se puede hacer el doble juego; es necesario pronunciarse: o por sí, y entonces se elige a Cristo, el "Veraz" (Ap 3,7) o por el no, y entonces se va con el demonio, que es el mentiroso y el embustero por excelencia. Este es el significado del "sí, sí, no, no" que nos prescribe Cristo. A esta oposición entre verdad y herejía corresponde en san Juan la oposición entre los "hijos de Dios" y los "hijos del diablo". Así también Cristo, en la imagen del caballero apocalíptico (Ap 19,12-16), combate contra el anticristo, colaborador de Satanás.
----------Por otra parte, a diferencia de los Sinópticos que dan mucha importancia a los posesos y no en cambio al influjo de Satanás en las herejías, Juan, a semejanza de san Pablo, sabe que el peligro de la acción demoníaca, más que ser el de las posesiones, es la astucia con la cual el demonio hace desviar de la verdad las mentes también de los doctos (2 Jn 7).
----------Solo el Jesús joanneo declara haber salido del Padre, afirma ser una sola cosa con el Padre, afirma haber venido al mundo y retornar al Padre (Jn 16,28) y que quien lo ve a Él ve al Padre (Jn 14,9).
----------Solo el Cristo joanneo anuncia que para que sus seguidores puedan tener la vida eterna es necesario comer su carne y beber su sangre.
----------Solo el Jesús joanneo declara ser el Mesías (Jn 4,29).
----------Solo Juan refiere que Jesús se hacía igual a Dios (Jn 5,29).
----------Solo el Cristo joanneo presenta el sacrificio de la cruz como gloria de Cristo y don de amor que el Padre ha hecho al mundo para su salvación.
----------Solo el Cristo joanneo dice que la vida eterna consiste en el conocimiento del Padre y de Aquel a quien el Padre ha enviado (Jn 17, 3).
----------Solo el Cristo joanneo dice poseer una gloria precedente a la fundación del mundo (Jn 17,5).
----------Solo Juan anuncia que nosotros en Cristo somos hijos de Dios destinados en el cielo a ver a Dios tal como Él es (1 Jn 3,1-2).
----------Solo a Juan Cristo revela en detalle su victoria al fin del mundo en una batalla contra todas las potencias del mal (Ap 19,12-21; 20,7-10).
----------Juan entre los Evangelistas es aquel que se eleva más alto, pero al mismo tiempo es aquel más atento a la concretez de la temporalidad, del detalle y de las particularidades, testimonio en su espiritualidad de cuanto Juan había absorbido en su vida el misterio de la Encarnación que conjuga lo infinitamente grande con lo inmensamente pequeño, el cielo con la tierra, el espíritu con la materia, el hombre con Dios.

5 comentarios:

  1. Ud. ha hecho un cuadro descriptivo del Amor de Jesús hacia aquellos que lo escuchan y siguen, como por ejemplo lo hizo Juan, al cual regaló el secreto de los últimos tiempos, que todos dicen ser esos, ¿Usted cree en la Reina de la Paz de Medjugorje? ¿Qué ha dado las Revelaciones que se harán realidad?? ¿Como Juan ha recibido de Jesús el Apocalipsis?

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    1. Estimado Anónimo,
      podemos decir que el Apóstol Juan es un alma verdaderamente privilegiada, por no decir precisamente que ha recibido de Dios una misión única en toda la humanidad.
      En efecto, es el único hagiógrafo de la Sagrada Escritura que ha tenido la experiencia de un largo coloquio directo con Cristo Resucitado, recibiendo de Él una revelación que la Iglesia ha juzgado como revelación pública para toda la humanidad en orden a la salvación.
      Otras manifestaciones de Cristo a almas privilegiadas han existido, pero solo en el plano de las revelaciones privadas, como por ejemplo a santa Faustina, a santa Catalina de Siena, a san Francisco de Asís, a santo Tomás de Aquino, a santa Teresa de Ávila, o a santa Margarita María Alacoque.
      Por cuanto respecta a los mensajes marianos de Medjugorje, desde hace tiempo se habla de los llamados "Diez Secretos". El reciente Documento de la Santa Sede sobre Medjugorje no hace ninguna mención al respecto. Yo, por las informaciones que he conseguido obtener, me he formado la opinión de que tales "Diez Secretos" suscitan graves problemas de carácter doctrinal. He publicado un artículo sobre este tema, como usted sabrá, y puede encontrarlo fácilmente en este blog, en el que también he respondido a muchas preguntas de los lectores.

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  2. Apocalipsis, del griego, significa revelación, ... para leer y entender el último libro de la Biblia es necesario no interpretarlo literalmente: no anuncia catástrofes, no predice el futuro, etc.etc. Con mucha humildad y dedicación, necesarias para acercarse a la palabra de Dios, hay que interpretarla con reglas precisas en cuanto a los caracteres literarios, históricos, culturales.... y aún no es suficiente, en cuanto Palabra de Dios es fundamental también la interpretación teológica.... No basta una vida entera para entender realmente el Apocalipsis... por lo tanto es inútil y engañoso ir detrás de las revelaciones privadas, con todo respeto, cuando tenemos a nuestra disposición una obra maestra inspirada por Dios y escrita por el genio de San Juan.

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    1. Rosa Luisa, disculpe, pero las revelaciones privadas, y hablemos de aquellas que la Iglesia ha controlado y avalado, son una aclaración más que Dios nos da. Si Dios nos la da, considerando que no ha puesto ni una coma sin razón, cree que tiene sentido dárnosla. Y cuando nos habla eligiendo a algunos, que luego tienen la tarea de divulgar a los demás, lo hace para darnos explicaciones y ayudas. Si nos acercamos a esta información, nos damos cuenta de que ayuda a profundizar, a cambiar y que es toda la información relacionada. Por tanto, tirar a la basura esta ayuda de Dios, llamarlo engañoso, me parece un modo precipitado de expresarse. También porque no hay Palabra en el Evangelio que se pueda comprender bien con solo esfuerzo humano , nos sirve siempre la ayuda de Dios.

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    2. Estimada Rosa Luisa,
      el Apocalipsis es anuncio de los últimos acontecimientos de la historia sagrada. Recuerde que un artículo del Credo dice "et iterum venturus est iudicare vivos et mortuos". La idea de que el Apocalipsis se limita al presente es una herejía de Rahner.
      El valor del Apocalipsis consiste en revelarnos lo que nos espera respecto a nuestro destino final. Alimenta la esperanza en la salvación futura, infunde el temor de Dios recordándonos sus castigos saludables, nos conforta sabiendo que, si por ahora la justicia humana es falible, la justicia de Dios remediará los errores de la justicia humana y obtendrá justicia para aquellos que ahora son maltratados, consolará a los que lloran. Por lo tanto, en sustancia, el contenido del Apocalipsis es la realización plena de las bienaventuranzas evangélicas.
      Por cuanto respecta a la forma literaria, sin duda su comprensión requiere una preparación especial. Sin embargo, la esencia del mensaje del Apocalipsis es accesible a todos los fieles, porque se refiere al futuro de cada fiel.
      Por cuanto respecta a la cuestión de las revelaciones privadas, la Iglesia nos dice que ellas, cuando son auténticas, tienen la utilidad de ayudarnos a vivir el Evangelio, aunque puedan contener errores. Por eso, por un lado no se debe despreciarlas, pero por otro no se debe exagerar su valor hasta el punto de pretender equipararlas a la revelación pública o para impugnar el magisterio de la Iglesia.

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