En Rahner juega una concepción de Iglesia, que la resuelve en una comunidad de tipo vago, ondulante, fluido, espontaneísta y libertario, sin estructuras precisas, que fueran fijas e inmutables, concepción que se acerca a la concepción protestante. Distinta es la concepción genuinamente católica. [En la imagen: fragmento de "Ruinas del Monasterio de Walkenrie", óleo sobre lienzo, 1841, obra de Carl Georg Adolph Hasenpflug].
Una concepción de Iglesia que se acerca a la concepción protestante
----------De tal modo, "el ministerio episcopal no debe ser legitimado a través de una fundación por parte de Jesús, expresa y precisamente refiriéndose a él, fundación históricamente no demostrable" (Nuevos ensayos, vol. V, op.cit, p.547). Para Rahner, por tanto, simplemente en un cierto momento, siempre en el intento de realizar el proyecto de Jesús, se ha tomado en cuenta que era conveniente instituirlo, pero no que el ministerio episcopal se deba hacer remontar directamente a la voluntad de Jesús.
----------En esta visual, instituciones como el sacerdocio o los sacramentos, por ejemplo, no podemos vincularlas a disposiciones precisas de Jesús, que hoy nosotros habríamos conservado después que, habiendo sido recogidas de sus propios labios por los Apóstoles, luego se habrían transmitido a través de los siglos hasta llegar a nosotros. En este sentido, Jesús no ha fundado la Iglesia.
----------Esta interpretación que hago del pensamiento de Karl Rahner está confirmada, como lo veremos, por los siguientes pasajes, donde Rahner parece hacer caer en la vaguedad y en lo indeterminado estructuras e instituciones que, por el contrario, sobre todo según la enseñanza del Concilio de Trento, se remontan directamente a formales disposiciones de Cristo.
----------En sustancia están en juego aquí dos conceptos o concepciones de Iglesia: una concepción, que resuelve la realidad eclesial en una comunidad de tipo vago, ondulante, fluido, espontaneísta y libertario, sin estructuras precisas, que fueran fijas e inmutables, y otra concepción, que en cambio ve en Cristo también la figura de un sabio y providente legislador e instituidor en sentido jurídico y organizativo, sin por ello en absoluto excluir libertad, pluralidad, creatividad y espontaneidad, las cuales también vienen precisamente garantizadas, disciplinadas y potenciadas por las directivas positivas. La primera concepción es la de Rahner, que se acerca a la concepción protestante; la segunda en cambio es la genuinamente católica.
----------Veamos por tanto algún ejemplo de la impostación rahneriana: "Dada la situación de ese tiempo, es evidente que no podemos trazar fronteras claras y por tanto reflejamente conscientes entre oficio y oficios en sentido estrictamente jurídico del término, por una parte, y, por otra, libres carismas entonces presentes en la Iglesia, reconocidos como necesarios para su vida y que en la ocasión no estaban privados de una cierta institucionalización [...]. No somos capaces de demostrar para el tiempo del Nuevo Testamento la existencia de un poder especial para celebrar la Eucaristía, reservado sólo a algunos y transmitido a través de la imposición de las manos" (Nuevos ensayos, vol. V, op.cit., p.574).
----------Hago la observación que la distinción entre ministerios ordenados y libres carismas emerge ya de san Pablo (1 Co 12). Luego, por cuanto respecta a la celebración de la Eucaristía, según toda la Tradición católica, basada sobre las palabras mismas del Señor, es bien sabido que Jesús ha confiado su celebración sólo a los Apóstoles durante el desarrollo de la última Cena. En cuanto a la imposición de las manos, es un rito de consagración ya presente en el Antiguo Testamento, y no existe ninguna dificultad para considerar que también Jesús haya ordenado de tal modo a los Apóstoles, aunque, también si ese rito hubiera estado ausente, ello no invalidaría la realidad del ministerio a ellos conferido.
----------"La común distinción entre 'gratia gratum faciens' -gracia ordenada a la propia santificación- y 'gratia gratis data' -gracia ordenada a la santificación de los otros-, distinción que supone que un poder del Espíritu Santo, conferido para la edificación del Cuerpo del Señor, pueda ser irrelevante para la santificación de quien lo recibe, es en nuestro caso [Rahner habla del sacerdocio] demasiado simplista y está en desacuerdo con la concepción de la Sagrada Escritura" (Ensayos sobre los Sacramentos, op.cit., p.299).
----------Hago la observación que la Escritura presenta por una parte una gracia necesaria a todos para la propia salvación; y ésta es la gracia santificante, la gratia gratum faciens; y luego, sobre todo en las Cartas de san Pablo, presenta las gracias ministeriales, ligadas a particulares oficios o particulares carismas, de los cuales no todos están investidos, y estas son las gracias gratis datae.
----------"No es un dogma [...] que sólo la consagración episcopal y la ordenación presbiteral y diaconal puedan ser sacramentos [...]. Se puede pensar [...] que puedan darse, junto al sacerdocio, otras funciones 'fundamentales' (por ejemplo, las de maestro o de dirigente de una comunidad, etc.), transmitidas sacramentalmente" (Nuevos ensayos, vol. IV, op.cit., p.448). "El conferir el oficio mediante la imposición de las manos no es ciertamente de derecho divino" (Teología de la experiencia del Espíritu, op.cit., p.623).
----------Respecto a este pasaje de Rahner, hago notar que la esencia del sacramento del Orden con sus tres grados, es verdad de fe. No es, por tanto, pensable el agregado de otros oficios diferentes de aquellos que son descriptos en el dogma del sacramento del Orden.
No es clara en Rahner la relación entre Obispo y presbíteros
----------No está clara para Rahner la distinción entre presbítero y Obispo: "Tampoco hoy somos capaces de trazar de manera clara y comprensible un límite absoluto, de veras preciso, entre presbítero y obispo por cuanto respecta al poder de Orden" (ibid., p.627). Pero di es de fe que son dos grados distintos, será bien posible captar la distinción al menos en lo esencial, ¿porque de lo contrario, dónde iría a terminar la distinción?
----------Sobre esta cuestión el Concilio ha aportado nuevas luces, también si ve que son cuestiones secundarias que efectivamente presentan aspectos no claros. Pero, por lo demás, se trata de misterios de fe y no hay que asombrarse de ello. Pero a Rahner no le cae bien ni siquiera la doctrina del Vaticano II: "El Vaticano II ha desarrollado una teología del episcopado [...] como el 'primum analogatum' del 'ordo', con la consecuencia de que el presbiterado aparece un poco unilateralmente casi un simple órgano auxiliar del episcopado. Yo pienso que esta visual [...] carezca de una posible y legítima teología y está caracterizada por una cierta unilateralidad 'ideológica episcopal'" (Nuevos ensayos, vol. V, op.cit., p.588).
----------Acerca de este pasaje, hago la observación que no es para nada deshonroso o humillante, sino que es título de orgullo y de honor, para el presbítero participar del sacerdocio episcopal y ser de ayuda al Obispo. El Episcopado como supremo analogado del sacerdocio ("plenitud del sacerdocio") no conlleva ninguna "unilateralidad ideológica", sino que, como siempre ha enseñado la Iglesia, y como el Concilio Vaticano II no podía no confirmar, constituye precisamente la esencia del episcopado, porque por encima de él no existen otros grados, mientras que los demás le son inferiores.
----------Entonces, aparece a todas luces extraña y totalmente anormal la idea de Rahner según la cual el "Obispo regional" sería creado como tal mediante una específica ordenación episcopal: "Un Obispo regional viene constituido mediante un conferimiento sacramental del oficio porque y en cuanto él viene cooptado en el episcopado universal [...] y porque y en cuanto el nombramiento a su oficio, [...] por razón de la novedad e importancia de éste, [...] es 'eo ipso' un sacramento: concretamente una ordenación episcopal" (Teología de la experiencia del Espíritu, op.cit., p.626).
----------La idea de Rahner no tiene ningún fundamento. La ordenación episcopal no conlleva en sí misma ninguna relación con una región eclesiástica, sino sólo con la Iglesia universal y más bien es hecha, en la mayor parte de los casos, en vista de conferir al Obispo la guía de una diócesis. El sacerdocio dice de por sí universalidad, sin límites regionales o geográficos de ningún tipo, por más que sean respetables, como pueden ser las fronteras de una nación. La idea de Rahner parece favorecer una idea nacionalista del episcopado, que siempre ha sido una plaga en la Iglesia. Por otra parte, parece romper la universalidad del episcopado y, por tanto, parece comprometer la relación de dependencia al Sumo Pontífice, el cual es precisamente el custodio y el garante de la universalidad del mismo episcopado.
No es clara en Rahner la relación Iglesia local e Iglesia universal
----------Error similar al precedente se encuentra en Rahner a propósito de la relación Iglesia local e Iglesia universal, donde se revela su nominalismo existencialista o particularista, que reduce lo universal a lo particular, y además pretende remitirse al Concilio: "El Concilio dice de la comunidad local todo aquello que puede ser atribuido a la Iglesia universal [...]. También la más pequeña entre estas comunidades y la concretez de la Iglesia, su realización perfecta, es la presencia de Cristo" (Nuevos ensayos, vol. III, op.cit., p.405).
----------Sin embargo, es necesario señalar que el Concilio dice lo opuesto, recordando la doctrina tradicional de la distinción entre Iglesia local (guiada por el Obispo) e Iglesia universal (guiada por el Papa), aún cuando indudablemente insiste sobre el hecho de que la Iglesia universal está presente en la local y que la Iglesia universal resulta del conjunto de las Iglesias locales. Por otra parte, el Concilio recuerda cómo tanto el Obispo como el Papa tienen la plenitud del sacerdocio.
----------El Concilio Vaticano II, igualmente, muestra la colegialidad episcopal junto con el Papa y bajo el Papa, y a la vez muestra la correcta autonomía de los Obispos frente al Papa, pero al mismo tiempo recuerda que todo católico tiene el deber de inmediata obediencia al Papa, mientras que éste tiene el derecho de dar órdenes inmediatamente a todo fiel. Una Iglesia local no unida a Roma, degenera; en cambio la Iglesia Romana es la depositaria de la promesa del Señor cuando dijo: portae inferi non praevalebunt. En la Iglesia local está ciertamente presente la Iglesia universal, pero en la modalidad limitada de la Iglesia local. La Iglesia universal resulta, sí, materialmente del conjunto de las Iglesias locales; pero no son éstas las que la constituyen formalmente, de hecho sólo la Iglesia Romana otorga y asegura la unión de las Iglesias locales.
----------Por "realización perfecta de la Iglesia" podemos entender tres cosas: 1. Perfección de la esencia; 2. Perfección como completamiento complexivo; 3. Perfección como santidad.
----------La perfección de la esencia de la Iglesia radica en el hecho de que ella posee todos los sacramentos. Desde este punto de vista toda Iglesia local es Iglesia como la Iglesia de Roma. Por otra parte, la mencionada perfección conlleva dos grados: o la presencia en una comunidad eclesial de la plenitud del sacerdocio (episcopado) o la presencia de la plenitud del gobierno (papado). Donde está ésta, está aquella, pero no a la inversa. Por eso la parroquia, donde falta el episcopado, es una Iglesia imperfecta. En cambio, el grado máximo de la perfección pertenece sólo a la Iglesia de Roma, porque está gobernada por el Sumo Pontífice.
----------Respecto al segundo tipo de realización perfecta de la Iglesia, la perfección de completez complexiva, ella pertenece evidentemente a la Iglesia universal como conjunto de todas las Iglesias.
----------Respecto al tercer tipo de realización perfecta de la Iglesia, la perfección en la santidad, pertenece a la Iglesia universal y, en diversas formas y grados, puede pertenecer a la Iglesia local.
Concepción rahneriana de clero, religiosos y laicos
----------No es clara en Rahner la diferencia entre vida religiosa y vida laical: "La diferencia [...] entre vida en sentido estricto religiosa y 'laica' no conlleva diferencias en el grado de cercanía del hombre a Dios, en el amor a él y al prójimo en la santidad" (ibid., p.425). Respondo afirmando que es cierto que un laico puede ser más santo que un religioso, pero esto no quita que en línea de principio -y esta es una enseñanza constante de la Iglesia, que ella hace remontar a Cristo-, la regla religiosa, si es actuada con empeño, es un medio de santificación más eficaz para aquellos que son llamados a ese estado.
----------No es clara para Rahner la distinción entre clero y laicos: "Dónde pase el límite verdadero y propio entre clero y laicos, dónde él debería pasar en base a una inteligencia teológicamente iluminada del oficio, es una cuestión sobre la cual estamos todavía muy lejos de conocer con claridad la respuesta bajo todo aspecto" (Nuevos ensayos, vol. VIII, op.cit., p.153).
----------Es necesario recordar que existe una distinción fundamental, y ella consiste en el hecho de que el clero está revestido de los grados del sacramento del Orden, mientras que el laico, por definición, no está revestido de tal sacramento, incluso sí, sobre todo hoy, siguiendo las enseñanzas del Concilio y siguiendo las disposiciones postconciliares, el laico (varón o mujer) puede desarrollar algunos ministerios eclesiales o litúrgicos, que lo vuelven más estrecho colaborador del sacerdote en la edificación de la Iglesia y en la salvación de las almas.
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