El error de Rahner en el tema que en este artículo abordaremos, está precisamente en el identificar el alma con el acto con el cual ella informa al cuerpo: ¡ésta es el alma de los animales y de las plantas, no la del hombre! Característica del alma humana es precisamente la de ser una forma que no agota su existencia en el dar forma al cuerpo, sino que, siendo inmaterial, subsiste por sí independientemente del cuerpo. En el alma humana, por tanto, el ser, es distinto y separable de la función de informar el cuerpo, exactamente lo opuesto de lo que cree Rahner. [En la imagen: fragmento de "Vanitas Still Life", óleo sobre tablero, obra de 1630 de Pieter Claesz, conservada y expuesta en la Koninklijk Kabinet van Schilderijen Mauritshuis, de La Haya, Países Bajos].
Una teoría anormal y fantasiosa acerca de la muerte
----------Es necesario decir, en primer lugar, que Karl Rahner no niega formalmente la inmortalidad del alma, de hecho reconoce que se trata de una verdad de fe; y sin embargo, tanto su modo de concebir el compuesto humano como su modo de ver la muerte, serían completamente inexplicables sin la idea de la mortalidad del alma, salvo por el hecho, como veremos enseguida, que el alma resucite inmediatamente después de la muerte o en la muerte misma. Es más probable, como veremos, la segunda interpretación.
----------En algunos pasajes, hablando de la muerte, Rahner la entiende, pretendiendo con esto interpretar la Escritura, como anulación total del hombre: "Si tenemos presentes los datos de la teología bíblica [...] debemos convenir que no estamos frente a un sujeto espiritual inmaterial, que en cuanto 'alma', supera la muerte biológica del cuerpo y 'continúa en el obrar', sino más bien frente a una concepción que considera al hombre golpeado de modo radical por la muerte en su unidad" (Dios y Revelación, op. cit., p.351).
----------Menciono dos reveladores pasajes de Rahner: "La realidad de la muerte vendría desconocida si, en virtud de una dicotomía antropológica, se pensara que ella concierne solamente al así llamado cuerpo del hombre, mientras que la así llamada alma [...] podría mirar desde lo alto, imperturbable y no afectada, el desarrollo del destino del llamado cuerpo [...]. Sin embargo, el hombre es uno en su ser y en su actuar y la muerte se refiere a todo. En ella el individuo ha llegado a un término de todo lo que él es [...]. En la muerte el hombre arriba a un fin radical, más allá del cual no puede extenderse con sus propias fuerzas [...]. La muerte es [...] el fin puro y simple" (Nuevos ensayos, Vol. V, op. cit., p.255). "La totalidad de nuestra existencia y de nuestra historia nos viene arrebatada y sustraída de un solo golpe a través de aquello que llamamos muerte, [...] viene dicho un no semejante que lo anula todo" (Teología de la experiencia del espíritu, op. cit., p. 446). ¿Podría expresarse mejor que de esta manera un perfecto materialista? Marx, Lenin, Stalin, Engels, Nietzsche, Freud, Le Dantec, La Mettrie, D'Holbach, Demócrito, estarían perfectamente de acuerdo.
----------Rahner retoma la falsa oposición, difundida entre biblistas protestantes, según la cual la Biblia no enseñaría la inmortalidad del alma sino la 'resurrección', para luego sostener que con la muerte todo el hombre muere e inmediatamente después todo el hombre resurge; en efecto, dice Rahner: "Ateniéndonos a su enfoque originario, la Escritura ve el único destino del único hombre en la resurrección de los muertos, que no viene a agregarse de modo suplementario, como destino del cuerpo a un destino del alma" (ibid., p.352). Dice luego: "Queremos hacer coincidir el aspecto colectivo de la escatología en la resurrección de los muertos con la beatitud escatológica individual de la singular alma sin este 'intermedio' en la cosa misma, es decir, sin un intermedio temporal" (ibid., p.563). "La doctrina del estado intermedio no es un dogma y puede ser dejada a la libre discusión de los teólogos" (ibid., p.558).
----------Pero recordemos que, contra lo afirmado por Rahner, esta doctrina de la futura resurrección ha sido definida por el papa Benedicto XII en 1336 ("ante resumptionem suorum corporum") en ocasión de la definición dogmática de la visión beatífica (Denz. 1000), y se encuentra también en la enseñanza del Concilio Lateranense IV del 1215 ("omnes con suis propriis resurgent corporibus, quae nunc gestant", Denz. 801).
----------Rahner quisiera apoyar su tesis sobre la idea evidentemente falsa de que el hombre, alma y cuerpo, formaría una "unidad absoluta", cuando en cambio es bajo la mirada de la más evidente y universal experiencia que con la muerte el cuerpo permanece inanimado, por lo cual es forzoso y necesario decir que el alma se ha separado del cuerpo, aún cuando indudablemente permanece la no fácil cuestión de si el alma sobrevive o no sobrevive a la muerte del cuerpo. Dice Rahner: "el hombre como espíritu y como ser corporal [...] constituye una unidad absoluta, que no puede desmembrarse simplemente en cuerpo y alma; [...] las afirmaciones escatológicas sobre la consumación del alma y la consumación del cuerpo no son tales que puedan separarse adecuadamente entre sí y distribuirse entre realidades diferentes [...]. Es superfluo preguntar qué hace el hombre mientras su cuerpo está en el sepulcro y su alma se halla ya junto a Dios" (Curso fundamental, op. cit., p.500).
----------Por eso, y en esos mismos texto, Rahner llega en definitiva a decir que "quien sostiene que el único cumplimiento total del hombre en cuanto al 'cuerpo' y en cuanto al 'alma' se produce inmediatamente con la muerte, que la 'resurrección de la carne' se produce 'a lo largo' de la historia temporal de mundo y que las dos cosas coinciden, no corre ningún peligro de sostener una herejía" (ibid).
----------Aquí Rahner se equivoca a lo grande, dado que, además del hecho de que la inmortalidad del alma se demuestra filosóficamente, se trata también de un dogma de fe, mientras que la distinción entre juicio particular en la muerte del individuo y juicio universal con la resurrección de los muertos son doctrinas de fe, muchas veces enseñadas por el Magisterio de la Iglesia también en años recientes, como por ejemplo en el Credo de san Paulo VI, en el Catecismo de la Iglesia Católica, en las Catequesis del Miércoles de san Juan Pablo II y en un documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe durante el pontificado de san Juan Pablo II: Carta sobre algunas cuestiones de escatología, Recentiores episcoporum Synodi (Epistola de quibusdam quaestionibus ad Eschatologiam spectantibus, del 17 de mayo de 1979). Además, que la resurrección de los muertos sea un evento futuro está proclamado en el mismo Símbolo de la Fe: "Expecto resurrecctionem mortuorum". La Iglesia entera, del cielo y de la tierra, espera la venida del Señor.
----------Contra la expresa y constante interpretación que la Iglesia da de lo que la Sagrada Escritura enseña acerca de la resurrección de los muertos, Rahner considera que la Biblia no hable del hecho de que el alma reasume su propio cuerpo, sino que se trate de la resurrección del hombre entero, alma y cuerpo. De aquí su idea de que el juicio particular coincida con el universal, ya que según Rahner también para los individuos sucede que cada uno resurge alma y cuerpo en el momento mismo de la muerte. Al respecto, viene a la mente el principio masónico "no hay vida sin muerte y no hay muerte sin vida". Para un esclarecimiento sobre la semejanza del pensamiento rahneriano con el pensamiento masónico, cf. el artículo del padre Paolo Siano Un nuovo approccio storico-ermeneutico: il pensiero di Karl Rahner e la cultura massonica a confronto, en las Actas del ya citado Congreso sobre Rahner, pp. 289-318.
----------Dice Rahner: "la 'resurrección' no es una afirmación adicional sobre el destino de una parte secundaria del hombre [...]. La resurrección de la 'carne', que es el hombre, no significa resurrección del cuerpo que el hombre tiene como parte [...]. La resurrección es el 'decir sí a la propia existencia permanentemente válida'. Resurrección es la palabra que, a partir de la concretez del hombre promete la validez permanente de la única total existencia del hombre" (Curso Fundamental, op. cit., pp. 315-316). "Damos ya de antemano un falso sentido a la 'resurrección' en general y a la de Jesús, si originariamente nos orientamos por la representación de una revivificación de un cuerpo material y físico" (Curso fundamental, op. cit., p.313).
----------Es cierto que el término "carne" (como también el término "alma") en la Escritura a veces significa el hombre entero; pero una cosa es el significado de un término, y aquí se trata de modo de decir o de sinécdoque; y otra cosa es el significado de un concepto, y aquí se trata de contenidos reales. Rahner confunde esto con aquello. Si se habla de una parroquia de cinco mil "almas" no quiere decir que se trate de almas separadas o que esto sobreentienda una antropología que identifica el alma con el cuerpo.
----------Hay que notar, sin embargo, que para Rahner este existir "permanentemente válido" no debe ser entendido como el perdurar de la existencia del alma después de la muerte, sino que es la validez definitiva de la vida terrena que termina con la muerte y es hecha definitivamente acepta a Dios por la muerte como acto supremo de libertad y cumplimiento definitivo de la persona. Dios se contenta con que seamos buenos aquí abajo, porque con la muerte todo está terminado y por lo demás aquí abajo somos todos buenos porque estamos todos en gracia y la vida eterna es generada por la temporalidad.
----------Todo lo que se le puede reconocer a Rahner en esta serie de despropósitos, queriendo ser generosos, es que la Biblia no sostiene la inmortalidad del alma en el sentido platónico, o sea como liberación del cuerpo por parte de un alma pre-existente y divina, sino que enseña que el alma al fin del mundo asumirá de nuevo el propio cuerpo. Pero evidentemente el dogma eclesial de la inmortalidad del alma no debe ser entendido en sentido platónico, sino que, si queremos hacer un parangón con la filosofía griega, se lo debe entender en sentido aristotélico en su reinterpretación por obra de santo Tomás de Aquino.
----------Por otra parte, un signo más de que de hecho Rahner niega la inmortalidad del alma es que él rechaza abiertamente la doctrina del alma separada, o sea, rechaza el perdurar de la condición del alma después de la muerte en estado de separación del cuerpo. Afirma en efecto el teólogo modernista: "Si tomamos de veras en serio la doctrina del 'alma' como 'forma corporis' por obra de su realidad substancial, el acto con el cual el alma informa al cuerpo no es una cualidad suplementaria y accidental a ella, sino de hecho es idéntico con ella [...]. Pero, en consecuencia, ¿cómo podría entonces existir un 'alma separada'?" (Teología de la experiencia del Espíritu, op. cit., p. 564). Rahner afirma que si el alma coincide con el acto con el cual informa al cuerpo, una vez que ella no informa ya el cuerpo, ella cae en la nada.
----------¡Bien! Pero el error de Rahner está precisamente en el identificar el alma con el acto con el cual ella informa al cuerpo: ¡ésta es el alma de los animales y de las plantas, no la del hombre! Característica del alma humana es precisamente la de ser una forma que no agota su existencia en el dar forma al cuerpo, sino que, siendo inmaterial, subsiste por sí independientemente del cuerpo. En el alma humana, por tanto, el ser, es distinto y separable de la función de informar el cuerpo, exactamente lo opuesto de lo que cree Rahner.
----------Dice todavía Rahner: "Con su muerte el hombre no desaparece, sino que alcanza su cumplimiento. Si, por el contrario, se afirmara la idea de que un alma pudiera continuar en el existir también de por sí sola, porque no tendría ya su cuerpo, entonces tal demostración -la única en el fondo que la escolástica presente- estaría basada sobre un presupuesto no demostrado" (Teología de la experiencia del Espíritu, op. cit., p. 567).
----------El caso es que en la muerte, Rahner ve, como "momento intrínseco a la muerte misma, la definitividad de la libre generación personal del hombre" (ibid., p.19). "La muerte es por naturaleza el cumplimiento personal de sí" (Sentido Teológico de la muerte, op. cit., p. 20). Aquí Rahner hace referencia a su anormal teoría según la cual la muerte no sería sólo anulación sino también "cumplimiento" (claro que no se entiende cómo) y cree que ésta su fantasía debería bastar para refutar las pruebas clásicas de la inmortalidad del alma y por tanto de su perdurar por sí después de la muerte del cuerpo.
----------Dice Rahner aún más: "Quien hace perdurar el tiempo más allá de la muerte [Hago la observación de que la duración del alma después de la muerte no debe ser entendida en sentido temporal, sino en sentido "eviterno", como explica santo Tomás], y en este tiempo al alma, quien piensa en un nuevo tiempo en lugar de admitir que el tiempo venga asumido en la definitividad, va al encuentro de una dificultad insuperable, que le impide entender la verdadera actitud cristiana existencial" (Ensayos sobre los sacramentos y sobre la escatología, Ediciones Paulinas, Cinisello Balsamo, 1969, p.442).
----------De modo parecido se expresa Rahner en otro texto más conocido: "Quien hace simplemente como si el tiempo durara más allá de la muerte del hombre y como si el 'alma' perdurara en este tiempo, de modo que surgiera un tiempo nuevo, en lugar de que los tiempos queden superados en lo definitivo, ése se enreda hoy en dificultades insuperables de pensamiento y de realización existencial en relación con lo significado realmente en el cristianismo" (Curso Fundamental, op.cit., p.501).
----------Y también dice Rahner: "La 'supervivencia' después de la muerte no debe ser pensada como una continuación del tiempo, como una prolongación de las realizaciones y de las experiencias sucesivas la una tras la otra de alguna cosa naturalmente sustancial que continuaría en el existir a través de espacios de tiempo siempre nuevos y en ellos realizaría siempre algo nuevo. En este sentido la muerte es simplemente el fin de la temporalidad de un existente como el hombre. Después de la muerte no sucede algo que sea temporalmente nuevo y siempre diferente" (Nuevos Ensayos, Vol. V, op.cit., pp. 247-248).
----------Por el contrario, se debe decir que después de la muerte las almas de los Santos cumplen en la duración eviterna una serie de acciones de intersección a favor de los vivos, que es el fundamento del culto de los Santos propio de la Iglesia católica.
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