miércoles, 25 de junio de 2025

Los hechos de 1989 y la conversión de Rusia (3/3)

Hemos llegado a un punto en el que se impone a todos una elección radical: o recurrimos a Cristo o nos sometemos al diablo. O estamos por Dios o estamos contra Dios. La cuestión de la existencia de Dios y de quién es Dios se ha convertido en una cuestión vital. Quien no cree en el diablo, que siga un curso acelerado de demonología y entenderá qué está sucediendo y cómo podemos salir de ello. [En la imagen: fragmento de "Procesión religiosa en la Catedral de la Anunciación del Kremlin", óleo sobre lienzo, 1860, obra de Karl Beaudry, conservada y expuesta en la Galería Tretiakov, Moscú].

La lúcida visión de Soloviev
   
----------El gran filósofo y teólogo ruso del siglo XIX, Vladimir Soloviev, de formación ortodoxa, llegó a edad avanzada, después de una seria reflexión sobre la historia del cristianismo, a reconocer y acoger el primado del Romano Pontífice con un razonamiento de extrema honestidad y lucidez, que desearíamos pudiera ser el de los hermanos cristianos "ortodoxos". De hecho, él notó cómo Rusia ha cometido un abuso al arrogarse, con la famosa teoría de la Tercera Roma, la guía del cristianismo, que es una religión universal, negando al Papa esta tarea expresamente encomendada por Cristo por medio de Pedro.
----------Soloviev reconoce con franqueza el defecto histórico de la ortodoxia cristiana oriental de haber concebido y practicado un cristianismo interiorista demasiado separado del mundo, descuidando los problemas humanos y sociales de masas, permitiendo así que la administración de la justicia y el gobierno de la cosa pública cayeran en manos de los prepotentes, de los aprovechadores y de los opresores de los pobres, con la consecuencia de haber suscitado hacia ella entre los honestos una justificada indignación y desprecio, que lamentablemente se ha extendido también a la misma religión, que no tiene ninguna culpa.
----------Así, ya en el siglo XIX, Soloviev pudo prever el formarse de aquellos movimientos anarquistas y revolucionarios ateos y materialistas, que en el siglo siguiente habrían de producir la revolución bolchevique de 1917. Por esto es fuerte su llamado a la Iglesia ortodoxa a una mayor sensibilidad social e independencia del poder político, valores que él, en cambio, encuentra en la historia del catolicismo.
   
El misterio de Vladimir Putin
   
----------Desde hace tres años, el destino de la humanidad parece girar en torno a un hombre al mando de la gran nación rusa comprometida en una guerra incomprensible y cruel contra una nación limítrofe, Ucrania, que por los orígenes étnicos y religiosos comunes debería estarle estrechamente unida. Este hombre, todos lo han entendido, es Vladimir Putin. ¿Cómo interpretar la conducta de este hombre? Es necesario verdaderamente pedir luz a Dios, porque es extremadamente importante hacer una evaluación y actuar en consecuencia.
----------Quien acumula contra él acusaciones sin reconocer nada bueno, ya se descalifica a sí mismo, porque no es este el camino de la paz. En cambio, es necesario un estudio atento, desapasionado, objetivo, abierto a todas las noticias, positivas y negativas, para ver sobre qué hacer palanca y qué corregir.
----------Ahora bien, tengamos ante todo en cuenta que Putin es un hombre culto, abogado, ha escrito un libro para sostener que rusos y ucranianos son un solo pueblo. Como san Juan Pablo II recuerda el bautismo de san Vladimiro, del 988. Es un hombre capaz de tratar temas de ética y de filosofía, con una exposición pausada, clara, argumentada, o de hablar sobre valores universales o sobre el valor de la diversidad, con acentos que recuerdan incluso ciertos discursos del papa Francisco o Benedicto XVI.
----------No hay duda, y esto por muchas pruebas, de que Putin es un creyente ortodoxo. Entre las muchas que podríamos citar además de sus discursos, está el gesto delicado que ha hecho al regalar una estatua de San Nicolás al Santuario de San Nicolás de Bari, oficiado por frailes Dominicos, llegando en persona a rezar ante la tumba del Santo, veneradísimo desde hace siglos por los rusos. Existe una foto de Putin con el Patriarca en visita al Monte Athos. Son muchas las fotos que lo retratan presente en la liturgia. Tiene excelentes relaciones con el Patriarca Cirilo, quien ha tenido para él palabras de alta estima, presentándolo como un hombre enviado por Dios para el bien de Rusia y llamando "guerra santa" a la invasión de Ucrania.
----------Indudablemente, todos nos preguntamos dónde está en Putin la puesta en práctica de la fe, si luego desde hace tres años está al frente de una guerra cruel y devastadora, que le ha procurado la acusación de crímenes de guerra ante el Tribunal Internacional de La Haya. Sin embargo, no estaría mal hacer un esfuerzo por ponernos en su punto de vista, que representa el estado de ánimo del pueblo ruso hacia nosotros occidentales, salvo pensar que Putin sea un malhechor como lo han sido Hitler, Stalin o Mussolini. ¿Es Putin un instrumento de Satanás para engañar al pueblo ruso y empujarlo al odio contra Occidente? ¿Para empujar a Rusia a querer dominar el mundo, así como los nazis, fascistas y comunistas querían sustituirse a Cristo?
----------Ciertamente, considerando el enorme rol que ha alcanzado en la escena internacional, el favor popular que lo sostiene, en la apariencia de que él tenga en sus manos el destino de Rusia, no falta la duda de que se haya envanecido aspirando a una dictadura personal en la línea tradicional del despotismo ruso. Despótica es ciertamente la dureza con la cual reprime la oposición interna.
----------Putin considera una desgracia el colapso de la Unión Soviética, no sin embargo por cuanto la comandaba el marxismo, sino en cuanto Rusia era una gran potencia respetada y temida en todo el mundo. Aunque trabajó de joven en el KGB, Putin no es en absoluto un comunista, sino un cristiano practicante. Sin embargo, puede parecer extraña su amistad con China, un país comunista. Probablemente esto se pueda explicar con la teoría de Dugin sobre Eurasia como bloque multicultural salvífico ruso-indo-nipón-chino, que a la luz de la Tercera Roma debería desempeñar un papel purificador apocalíptico para toda la humanidad seducida por el Occidente moralmente corrupto, católico, racionalista, materialista y liberal.
----------A decir verdad, Vladimir Putin representa el drama de la actual incomprensión recíproca entre Occidente y Oriente, incomprensión por la cual tanto uno como el otro creen estar siendo agredidos y por eso hacen la guerra al otro. Tanto nosotros, los Occidentales, como los Rusos, creemos, en frentes opuestos, tener razón. Pero, ¿dónde está la verdad? Este es el punto.
----------¿Por qué este espantoso e irresoluble conflicto precisamente en la civilizadísima y progresista Europa, heredera de una cultura más que milenaria, formada por dos mil años de cristianismo, sede de la dirección de la Iglesia católica? Se trata, sustancialmente, de un problema ecuménico, de diálogo católico-protestante-ortodoxo, diálogo que ha sido sustituido, por ambas partes, por el odio, por la desconfianza y por la violencia.
----------¿Podemos nosotros, los occidentales, tanto americanos como europeos, católicos, decir con sinceridad que entendemos, apreciamos y amamos a Rusia? ¿Sabemos cómo corregirla de sus defectos? Para lograr ello, solamente bastaría con poner en práctica las directrices del Concilio Vaticano II sobre el ecumenismo. Pero el hecho es que el diablo se ha metido en medio, falseando el verdadero significado del ecumenismo e impidiendo así la aplicación de las directrices conciliares.
----------¿Por qué Putin sostiene que el objetivo de la invasión de Ucrania es eliminar las fuerzas nazis anti-rusas? ¿Existen realmente en Ucrania fuerzas anti-rusas? ¿Qué es lo que entiende Putin por "nazismo"? ¿Por qué Rusia tiene miedo de nosotros, los occidentales, y teme que queramos destruirla? ¿Rusia es sincera en esto o es un pretexto para su imperialismo?
----------Para entender qué es lo que quiere decir Putin con "nazis", es necesario remontarse en el tiempo a los años de la segunda guerra mundial, cuando Ucrania, aún bajo el yugo estalinista, fue liberada de los soviéticos gracias a la intervención del ejército nazi, favorecido por un patriota católico uniata, Stepan Bandera, quien luego fue elevado a la categoría de héroe nacional por aquella Ucrania que era favorable a la influencia de Occidente y enemiga de los rusos, ya que tenía el terrible recuerdo de la horrenda hambruna sufrida en los años 1932-33 debido a la crueldad con la que Stalin quiso castigar a aquellos campesinos, que eran millones, que no aceptaban la imposición forzada de los planes de colectivización de la producción y de la propiedad agrícola.
----------Sin embargo, lo sucedido fue que una vez derrotado el nazismo, el régimen soviético volvió a Ucrania y castigó a aquellos patriotas que, con la ayuda de los nazis, habían expulsado a los soviéticos. Ucrania tenía y tiene una parte considerable de su población, sobre todo en la parte oriental, de etnia y de lengua rusas y con dependencia religiosa del Patriarcado de Moscú.
----------Sucedió entonces que, por un lado, los ucranianos comunistas pro-rusos se ensañaron contra los ucranianos pro-occidentales, anti-soviéticos, católicos pero también ortodoxos, que de todos modos odiaban el régimen comunista y guardaban un grato recuerdo de aquellos nazis, quienes los habían liberado de los soviéticos en la segunda guerra mundial. Sin embargo, con el colapso de la Unión Soviética en 1990, resurgió el odio anti-ruso, que culminó en 2014 en revueltas revolucionarias en las que participaron los católicos, quienes promovían el ingreso de Ucrania en la UE. A esas revueltas reaccionaron violentamente los rusófonos ortodoxos vinculados al Patriarcado de Moscú, de modo que estalló una verdadera guerra civil con miles de muertos, llevándonos así a la situación de 2022, que indujo a Putin a intervenir.
----------Los fieles del Patriarca Cirilo en Ucrania, al principio, se alegraron por la intervención de las tropas rusas, pero posteriormente, al ver sus crueldades, abandonaron la obediencia a Cirilo y pasaron a la obediencia a Bartolomé, quien condenó duramente la invasión rusa.
----------Ciertamente, los grupos abiertamente nazis ucranianos eran exiguos, pero el odio anti-ruso estaba ampliamente difundido en el país, un odio aún no extinguido por el recuerdo aún vivo de los horrores del régimen estalinista. Los ataques aéreos a las ciudades ucranianas, incluida Kiev, pretendían y pretenden golpear núcleos armados anti-rusos que no pertenecen oficialmente al ejército ucraniano, y por ello Putin queda en una pésima posición al atacar objetivos civiles. ¿Tiene Putin alguna razón?
----------No es excluible, sino que es más bien una triste realidad, que así como existe entre los ucranianos el odio anti-ruso, también existe entre los rusos el odio anti-ucraniano, lo cual evidentemente no tiene nada que ver con el legítimo uso de la fuerza militar, sino que, como ha dicho repetidamente con indignación y dolor el papa Francisco, es puro crimen y pura locura.
----------Ahora bien, nos preguntamos: ¿Putin interpreta verdaderamente los sentimientos del pueblo ruso en esta voluntad de castigar a Ucrania, o es un seductor sediento de poder, que toma como pretexto la "desnazificación de Ucrania" para reafirmar el dominio soviético sobre Ucrania?
----------¿Por qué Putin dice querer garantizar la salvación de Rusia? ¿Es Rusia la que quiere dominar el mundo con sus armamentos atómicos o son los masones, los sionistas y modernistas de Occidente, igualmente armados con armas atómicas? ¿En Putin hay el viejo rencor de los ortodoxos hacia nosotros los católicos? ¿O quizás son nuestros modernistas los que sienten odio por la espiritualidad rusa? ¿Por qué el mundo islámico y la China comunista apoyan a Rusia? Para encontrar la paz, es necesario responder a todas estas preguntas.
----------Otra pregunta que podríamos muy bien plantearnos es: en este enfrentamiento entre Occidente y Oriente, ¿qué papel tienen para desarrollar el judaísmo y el mundo islámico? Parecen no estar involucrados, sino que permanecen al margen, abiertos tanto a Occidente como a Oriente, porque no se sienten parte del conflicto, ya que -lamentablemente hay que decirlo- es un conflicto entre dos cristiandades, la católico-protestante y la ortodoxa. Sin embargo, debemos decir como católicos que la paz vendrá de Roma, donde está la sede del sucesor de Pedro, Vicario de Cristo, Príncipe de la paz.
   
Una propuesta al Papa
   
----------Es necesario decir francamente hablando que, si no apelamos a la fe, si no ponemos en práctica las directrices del Concilio Vaticano II, si no nos confiamos al Espíritu Santo, a la Virgen Santísima y a los Santos occidentales y orientales, si no escuchamos al Papa, si no sabemos desenmascarar y combatir las acechanzas del demonio, no saldremos adelante y, más aún, será el final.
----------En mi opinión, tres son las figuras eminentes del mundo cristiano que hoy podrían tener un papel decisivo en el indicar a los beligerantes cuáles son los caminos de la paz, más allá de las operaciones políticas siempre necesarias y, digámoslo claramente, de una prudente gestión de las operaciones bélicas. No estoy totalmente en contra de Von der Leyen; solo me gustaría decirle: ¡sé prudente! Pero estas personalidades son el Papa y los Patriarcas Cirilo y Bartolomé.
----------Es necesario, por lo tanto, señalar ante todo que la ortodoxia griega es diferente de la ortodoxia rusa. Mientras que la ortodoxia griega ha conservado la cultura griega en su totalidad, como lo ha hecho la catolicidad, incluyendo no sólo a Platón sino también a Aristóteles, hasta el punto de que en el siglo XIV hubo en Constantinopla un bizantinismo tomista con los hermanos Cidone, en Rusia, cuando el monje Filoteo en el siglo XVI inventó la "Tercera Roma", dio lugar a una ortodoxia cristiana aún más alejada de la catolicidad y de Occidente, en cierto modo similar al luteranismo.
----------Se trató, de hecho, de un platonismo anti-aristotélico, por el cual el platonismo, sustraído a la moderación que proviene de Aristóteles, dio rienda suelta al aspecto menos simpático, de tipo sensual, del platonismo, generando así una mística equívoca que alcanzará su cénit en el siglo XIX con Rasputín.
----------Dadas estas circunstancias, es necesario que el Patriarca de Moscú se reconcilie con el Patriarca de Constantinopla, mientras que el Papa podría proponerse como mediador no en cuanto Vicario de Cristo, sino en nombre de la común fe cristiana, de la necesidad de una conversión común y compartida, del perdón recíproco, del común anuncio del Evangelio, de la caridad eclesial, de la paz y de la fraternidad y colegialidad episcopales, la cual, gracias a la sucesión apostólica, remonta hasta Pedro y de Pedro a Cristo.
----------Es necesario que los tres personajes se encuentren en un lugar neutral, que represente tanto a Occidente como a Oriente, pero que esté equidistante de ambos, por ejemplo, en Ravenna, o en Venecia, o Nicea, o Bari o Antioquía, y juntos lancen a las partes en conflicto un ferviente y apasionado llamado al diálogo, a la comprensión mutua y al mutuo perdón, en el nombre sacratísimo de Cristo y de María, y de nuestra hermandad en Él.
----------No importa si la cuestión del Filioque y del primado romano queda pendiente. ¡Dios quiera que el cisma fuera recompuesto! Pero será suficiente la conciencia de los valores comunes: la Santísima Trinidad, la Encarnación del Verbo, la Virgen María, la Escritura, la Tradición, la Iglesia, los Padres, los primeros siete Concilios, el Bautismo, los sacramentos y el episcopado.
----------En cuanto al problema de la guerra, estamos todos de acuerdo en decir: ¡basta con las guerras! Pero para la humanidad en esta vida terrena, dejar completamente de hacer la guerra o de entrar en conflictos no es tan simple como para un fumador dejar de fumar.
----------¡Ojalá bastara un simple acto de buena voluntad! La Biblia nos dice que sólo en la tierra de los resucitados ya no existirán más guerras; aquí abajo es lícito hacer uso de la fuerza si la persuasión no basta y las fuerzas son suficientes para vencer. La guerra justa -justum bellum, dice santo Tomás- no está contra, sino en la línea del Quinto Mandamiento.
----------No obstante todo esto, no niego en absoluto la oportunidad de lanzar un llamamiento común a los contendientes para que depongan inmediatamente las armas e inicien negociaciones para un desarme nuclear consensuado y bilateral bajo la supervisión de las Naciones Unidas. Es necesario que el Consejo de Seguridad de la ONU aboliera el derecho de veto, que actualmente hace imposibles las decisiones importantes verdaderamente eficaces y operativas.
----------La situación nos muestra claramente que los esfuerzos humanos por el entendimiento y por la paz no bastan. Las negociaciones diplomáticas basadas en cálculos políticos no son suficientes. Falta en los contendientes la percepción y el reconocimiento de los valores morales comunes. Hablar simplemente de voluntad de paz, repetir hasta el cansancio la palabra "paz" sin precisar en qué consiste, cómo, por qué y con qué medios alcanzarla, sin indicar las condiciones y los caminos, es una burla, una tomada de pelo, es un discurso hipócrita, vacío y privado de sentido, que favorece la guerra en lugar de extinguirla.
----------Por otro lado, no se puede esperar la paz como resultado del hecho de que uno obligue al otro con la fuerza a ceder y a rendirse. No es humano y no es justo querer arrebatar al otro con la fuerza aquello que es objeto de su propio deseo, si esto no está basado en el derecho. Y el derecho es un valor racional y objetivo que debe poder ser comprendido y apreciado por ambas partes en conflicto. Es el derecho y no la fuerza lo que debe resolver guerras y conflictos. La fuerza podrá estar al servicio del derecho, pero no es la fuente del derecho.
----------Hemos llegado a un punto en el que se impone a todos una elección radical: o recurrimos a Cristo o nos sometemos al diablo. O estamos por Dios o estamos contra Dios. La cuestión de la existencia de Dios y de quién es Dios se ha convertido en una cuestión vital. Quien no cree en el diablo, que siga un curso acelerado de demonología y entenderá qué está sucediendo y cómo podemos salir de ello.

2 comentarios:

  1. Estimado Padre, le felicito. Su artículo desarrolla una propuesta sumamente densa y provocadora: presenta el conflicto entre Rusia y Occidente como una crisis espiritual y ecuménica, más que meramente geopolítica. La figura de Soloviev es clave: su lúcida crítica a la ortodoxia rusa por su aislamiento social y político y su reconocimiento del primado petrino marcan un eje ecuménico fuerte. Además, el texto articula un llamado a un entendimiento entre las Iglesias, sin el cual no hay paz duradera. En esto concuerdo con usted.
    También resulta notable cómo se aborda la ambivalencia de Vladimir Putin, combinando gestos de fe con una lógica bélica difícil de reconciliar. Usted no cae en fáciles simplificaciones, sino que empuja al lector a considerar factores históricos, culturales y religiosos complejos. Nuevamente le felicito.
    En última instancia, la propuesta de un encuentro tripartito entre el Papa, Cirilo y Bartolomé, en nombre de los valores comunes antes que de las divisiones doctrinales, plantea un horizonte de reconciliación muy audaz. Pero también lo comparto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estimado Dino,
      agradezco sinceramente su lectura atenta y generosa. Me alegra saber que el texto logró interpelar en clave ecuménica y espiritual, y no sólo geopolítica. Usted ha captado con finura tanto la denuncia de los límites del aislamiento histórico de la ortodoxia rusa como el horizonte de reconciliación propuesto. Soloviev, efectivamente, es aquí una figura profética: no sólo por su reconocimiento del primado petrino, sino también por su denuncia de una espiritualidad desligada de la justicia y de lo social.
      Celebro también que destaque la complejidad del análisis sobre Putin. El intento era precisamente evitar un juicio simplista o demonizador, sin por ello obviar las graves sombras de su accionar.
      Gracias, de corazón, por animar con su comentario un diálogo que, sin pretensiones de exhaustividad, se propone ensanchar la mirada y recordar que la batalla más decisiva no es sólo entre Estados, sino en las profundidades del espíritu.

      Eliminar

Los comentarios que carezcan del debido respeto hacia la Iglesia y las personas, serán eliminados.
Se admiten hasta 200 comentarios por artículo.