miércoles, 3 de diciembre de 2025

Jacques Maritain: brújula para una nueva cristiandad (3/3)

El proyecto de una nueva cristiandad inspirada en las enseñanzas de Jacques Maritain sigue siendo brújula para nuestro tiempo. Sin ir más lejos el concepto maritainiano de "humanismo integral" se ha convertido en clave del Magisterio. El papa León XIV habla con voz maritainiana al insistir en la persona, la dignidad y la comunión como centro de toda acción cristiana. Pan y Palabra, caridad y anuncio, se presentan como unidad inseparable que transforma la historia. Y en medio de las crisis culturales y tecnológicas, se nos ofrecen mapas de esperanza para educar, evangelizar y sanar las heridas del tiempo. [En la imagen: fragmento de una fotografía de Jacques Maritain durante una conferencia, fecha y lugar desconocidos].

“Vivir es cambiar, y ser perfecto
es haber cambiado a menudo”
San John Henry Newman,
An Essay on the Development
of Christian Doctrine, p.I, c.1, s.7
   
----------Tras haber recorrido en las dos primeras entregas los fundamentos de la propuesta maritainiana de una nueva cristiandad y las críticas que recibió, esta tercera y última entrada busca dar un paso más: ofrecer un balance y una proyección. La nueva cristiandad no se entiende sólo como respuesta a objeciones del pasado, sino como horizonte que sigue iluminando el presente y el futuro. Desde Pío XI y Pío XII, pasando por san Paulo VI, san Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, hasta llegar a León XIV, el Magisterio ha retomado y confirmado categorías centrales de Maritain: la distinción de órdenes, la dignidad trascendente de la persona, el diálogo entre fe y cultura, y la necesidad de un humanismo integral. En este marco, la propuesta maritainiana se revela no como un recuerdo histórico, sino como una brújula para afrontar los desafíos contemporáneos: globalización, crisis ecológica, fragmentación cultural y misión digital.
   
Confirmación magisterial (de Pío XI a san Juan Pablo II)
   
----------La propuesta de Jacques Maritain acerca de la nueva cristiandad encontró, ya desde los pontificados de la primera mitad del siglo XX, una resonancia significativa en el Magisterio de la Iglesia. Aunque no siempre de manera explícita, varios Papas asumieron categorías que él había sistematizado y que se convirtieron en claves para la vida de la Iglesia en el seno de la modernidad.
----------Pío XI, en Quadragesimo anno, de 1931, subrayó la necesidad de una organización social fundada en la justicia y en la dignidad de la persona humana. Aunque no cita a Maritain, su insistencia en superar tanto el individualismo liberal como el colectivismo totalitario coincide con el horizonte personalista que Maritain defendía. La idea de una “reconstrucción cristiana de la sociedad” resuena con la búsqueda de una cristiandad nueva, capaz de encarnarse en las condiciones históricas de su tiempo.
----------Por su parte, el papa Pío XII profundizó en la distinción de órdenes, defendiendo la autonomía relativa de lo temporal y el papel de los laicos en la vida pública. En sus discursos sobre democracia y cultura, se advierte una sintonía con la propuesta maritainiana: la fe no debe confundirse con estructuras políticas sacralizadas, pero tampoco puede retirarse de la historia. La afirmación de que “la democracia, si se funda en la verdad y en la justicia, puede ser legítima” refleja un eco claro de la distinción que Maritain hacía entre democracia cristiana y democracia secularizada. Al mismo tiempo, durante su pontificado se consolidó en la Iglesia la recepción del concepto de dignidad inherente a la persona humana, que Maritain había defendido y que inspiró el prólogo y el primer artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Pío XII aplicó esta noción también al reconocimiento de la igual dignidad del varón y la mujer, en varios discursos en los que enseñó que la mujer participa plenamente de la misma dignidad que el varón, a despecho de concepciones anteriores más restrictivas. Este paso doctrinal, que el Concilio Vaticano II plasmó explícitamente en sus documentos, muestra cómo la intuición maritainiana sobre la dignidad personal encontró eco y desarrollo en el magisterio de Pío XII.
----------San Paulo VI fue el Papa que más explícitamente reconoció a Maritain. Lo llamó “maestro y colaborador” y mantuvo con él una relación de estima intelectual y personal. En Populorum progressio, de 1967, Paulo VI habló de un “humanismo pleno”, expresión que conecta directamente con el Humanismo integral de Maritain. Su visión de un desarrollo que sea “de todo el hombre y de todos los hombres” prolonga la intuición maritainiana de situar a la persona en el centro, vinculada a la ley natural y a su dignidad trascendente.
----------San Juan Pablo II citó expresamente a Maritain en la encíclica Fides et ratio, de 1998, reconociendo su aporte a la filosofía cristiana y al diálogo con la modernidad. En sus discursos sobre democracia y derechos humanos, se advierte la misma convicción de que la fe puede inspirar la vida pública sin caer en integrismos ni en secularismos radicales. Su insistencia en que “la democracia necesita valores” refleja la misma crítica que Maritain hacía al relativismo de la democracia secularizada.
----------En el Simposio Regional del Consejo Pontificio de la Cultura celebrado en Madrid en octubre de 1995, el Cardenal Paul Poupard, presidente del dicasterio y representante oficial de san Juan Pablo II, ofreció un discurso inaugural en el que citó expresamente a Jacques Maritain y recuperó la expresión “nueva cristiandad”. El contexto era significativo: se trataba de un encuentro continental sobre la fe cristiana como creadora de cultura en vísperas del tercer milenio. La mención de Maritain no fue incidental, sino programática: se subrayaba que la Iglesia necesitaba una nueva cristiandad capaz de dialogar con la modernidad y de generar cultura desde la fe, en continuidad con la intuición maritainiana. Esta referencia oficial, pronunciada en nombre del Papa, confirma que la categoría de “nueva cristiandad” no quedó como reliquia del siglo XX, sino que fue asumida como clave interpretativa para la evangelización cultural en tiempos recientes. Así, el arco histórico se prolonga: desde Pío XI y san Paulo VI, pasando por san Juan Pablo II, hasta llegar a León XIV, el Magisterio ha reconocido en Maritain un interlocutor válido para pensar la relación entre fe y cultura, y ha hecho de su propuesta una brújula para la misión de la Iglesia en la sociedad contemporánea.
----------En conjunto, estos pontificados muestran que la propuesta de la nueva cristiandad no fue una intuición aislada, sino una línea de pensamiento confirmada y prolongada por el Magisterio. La dignidad trascendente de la persona, la distinción de órdenes, la legitimidad de la democracia fundada en la verdad y la justicia, y la necesidad de un humanismo integral son categorías que pasaron de la obra de Maritain al lenguaje pontificio, consolidando su vigencia en la vida de la Iglesia.
   
Confirmación magisterial en el papa León XIV
   
----------Aunque el papa León no ha citado todavía —al menos que yo sepa— de manera explícita a Jacques Maritain, es el Papa que más intensamente se manifiesta en clave maritainiana. Su magisterio reciente está sorprendentemente atravesado por la categoría de humanismo integral —a veces calificado como humanismo pleno o nuevo humanismo— y por una antropología personalista que coloca a la persona en el centro frente a reduccionismos tecnocráticos, económicos o algorítmicos. En sus discursos y mensajes recientes, la reiteración de este vocabulario no es por cierto decorativa sino que constituye un criterio de discernimiento pastoral, educativo y cultural que prolonga la intuición de la nueva cristiandad.
----------En el encuentro con influencers y misioneros digitales (29 de julio de 2025), el Santo Padre advirtió que “la misión digital no puede reducirse a técnicas de comunicación: necesita una cultura de humanismo cristiano que sepa habitar las redes sin perder la fuente”. Añadió que “no basta con difundir contenidos religiosos; se trata de generar comunidades vivas, capaces de testimoniar un humanismo integral en el entorno digital”. Aquí se transparenta la distinción de órdenes maritainiana aplicada al ecosistema tecnológico: lo temporal (redes, algoritmos) debe estar ordenado al bien humano y espiritual, sin confusión ni ruptura.
----------En el mensaje a la Semana Social en Perú (4 de agosto de 2025), retomó las palabras de san Paulo VI sobre Juan Macías, quien “iba uniendo a todos en la caridad, trabajando en favor de un humanismo pleno”. El papa León comentó: “Comprendamos, al mismo tiempo, que toda acción social de la Iglesia ha de tener como centro y meta el anuncio del Evangelio de Cristo […] Pues si no damos a Cristo íntegro, estaremos siempre dando extremadamente poco”. Y añadió: “No son dos amores, sino uno solo y el mismo, el que nos mueve a dar tanto el pan material como el Pan de la Palabra”. La unidad de caridad y verdad, de asistencia y anuncio, refleja la misma lógica que Maritain defendía: la caridad política animada por la fe, sin integrismo ni secularismo.
----------En la Carta Apostólica Diseñar nuevos mapas de esperanza (27 de octubre de 2025), vinculada al aniversario de Gravissimum educationis, exhortó: “La educación cristiana hoy necesita atreverse con un humanismo integral que habite las preguntas de nuestro tiempo sin perder la fuente”. Y precisó: “El humanismo integral no es un concepto abstracto: es la tarea de formar personas capaces de pensar, amar y crear en libertad”. Aquí se prolonga la visión maritainiana de la educación como formación integral de la persona, abierta a la trascendencia y capaz de construir cultura. La metáfora de los “mapas de esperanza” traduce la nueva cristiandad como brújula, no como sistema cerrado.
----------En el discurso a la RCS Academy (7 de noviembre de 2025), insistió en la necesidad de una comunicación responsable: “La comunicación responsable necesita un nuevo humanismo en la era digital, capaz de poner en el centro a la persona y no a los algoritmos”. Y añadió: “Un humanismo nuevo significa aprender a usar las tecnologías sin dejar que ellas nos usen a nosotros”. La crítica a los “algoritmos sin alma” actualiza la denuncia maritainiana del tecnicismo deshumanizador. La persona, y no la técnica, es la medida de la cultura.
----------Finalmente, en el encuentro con los obispos italianos en Asís (20 de noviembre de 2025), exhortó: “La Iglesia en Italia está llamada a promover un humanismo integral que ayude y sostenga los caminos existenciales de las personas y de la sociedad”. Y definió: “Un humanismo integral no se reduce a programas pastorales: es la mirada que reconoce la dignidad de cada persona y la orienta hacia la comunión”. Concluyó que “el futuro de la evangelización pasa por comunidades capaces de vivir un humanismo integral, abierto a la trascendencia y atento a las heridas del tiempo”. Aquí la categoría maritainiana se convierte en horizonte pastoral: dignidad, comunión y curación de las heridas históricas.
----------En fin, el papa León, sin nombrar a Maritain, se revela como el más maritainiano de los Papas recientes y ello en tonos para nada grises, sino bien definidos y explícitos. Su insistencia en el humanismo integral, aplicado a la misión digital, la acción social, la educación, la comunicación y la pastoral, prolonga y actualiza la nueva cristiandad. La persona como centro, la unidad de caridad y verdad, la distinción de órdenes y el bien común como horizonte son las claves que atraviesan su magisterio. En él, la propuesta de Maritain deja de ser memoria del siglo XX y se convierte en brújula para el siglo XXI.
   
Aspectos abiertos o pendientes
   
----------La propuesta de Jacques Maritain sobre la nueva cristiandad fue luminosa y fecunda, pero no podía prever todos los desafíos que hoy interpelan a la Iglesia y a la cultura. Su horizonte sigue siendo válido, aunque requiere actualización frente a realidades inéditas. Señalar estos aspectos abiertos no significa calificar su intuición como débil, sino mostrar su fuerza como brújula que necesita nuevas coordenadas.
----------Ante todo la coordenada de la globalización y el pluralismo cultural. Maritain pensó en una cristiandad nueva en diálogo con la modernidad occidental. Hoy la Iglesia se enfrenta a un mundo globalizado, con pluralidad de culturas, religiones y cosmovisiones. El reto es cómo articular un humanismo integral que sea verdaderamente intercultural, capaz de dialogar con tradiciones diversas sin perder la identidad cristiana.
----------Una segunda coordenada es la de la crisis ecológica y el cuidado de la casa común. La cuestión ecológica no estaba en el horizonte de Maritain. Sin embargo, su antropología personalista puede iluminar la relación entre persona y creación. El Magisterio actual, especialmente con Laudato si’ y Laudate Deum, ha integrado la dimensión ecológica como parte del humanismo integral. Aquí se abre un campo de desarrollo que prolonga, sin contradecir, la intuición maritainiana.
----------Una tercera coordenada es la de la digitalización y cultura tecnológica. Maritain criticó el tecnicismo y el positivismo, pero no conoció la era digital. El papa León, como hemos visto, ha trasladado el humanismo integral al ámbito de las redes y los algoritmos. El desafío pendiente es cómo formar comunidades vivas en entornos digitales, evitando tanto el aislamiento virtual como la manipulación algorítmica.
----------Una cuarta coordenada es la de la fragmentación cultural y crisis de sentido. Maritain pensó en una nueva cristiandad como fermento cultural. Hoy la fragmentación y el relativismo radical hacen más difícil articular un horizonte común. El reto es cómo proponer un humanismo integral que sea convincente en sociedades donde los relatos compartidos parecen haberse roto.
----------Una última coordenada es la misión en clave de comunión. Maritain subrayó la distinción de órdenes y la caridad política. Hoy se requiere además una eclesiología de comunión que sostenga la misión en contextos de polarización. El Magisterio reciente insiste en comunidades capaces de curar heridas y tender puentes: aquí se abre un aspecto que prolonga la nueva cristiandad en clave sinodal.
----------En síntesis, la nueva cristiandad de Maritain no es un proyecto cerrado, sino un horizonte abierto. Sus categorías —persona, dignidad, bien común, distinción de órdenes, humanismo integral— siguen siendo fecundas, pero deben ser repensadas frente a la globalización, la crisis ecológica, la digitalización y la fragmentación cultural. León XIV, al retomar y actualizar el vocabulario del humanismo integral, muestra que la intuición maritainiana sigue viva y puede orientar la misión de la Iglesia en el siglo XXI.  
   
Proyección actual
   
----------La nueva cristiandad de Maritain no es un proyecto del pasado, sino una inspiración para la presencia cristiana en la sociedad de hoy. Sus categorías —persona, dignidad, bien común, distinción de órdenes, humanismo integral— se revelan fecundas en múltiples ámbitos contemporáneos:
----------Política: La democracia necesita valores. La visión maritainiana, prolongada por san Juan Pablo II y León XIV, recuerda que la política no puede reducirse a técnica de poder, sino que debe estar ordenada al bien común y a la dignidad de la persona.  
----------Cultura: La fe no se retira de la historia, sino que dialoga con las preguntas de cada tiempo. El papa León lo expresa al hablar de “mapas de esperanza” y de un humanismo integral capaz de habitar las preguntas de nuestro tiempo.  
----------Ética social: La acción social cristiana no se limita a asistencia material, sino que une pan y Palabra, como subrayó el Santo Padre en Lima. La caridad política se convierte en fermento de justicia y fraternidad.  
----------Ecología: Aunque Maritain no abordó la cuestión ecológica, su antropología personalista abre camino a una relación responsable con la creación. El Magisterio actual integra esta dimensión en el humanismo integral.  
----------Diálogo interreligioso: La nueva cristiandad no es hegemonía confesional, sino fermento de comunión. En un mundo plural, el humanismo integral se convierte en terreno común para el encuentro.  
----------Misión digital: León XIV ha trasladado la intuición maritainiana al entorno digital: “La misión digital necesita un humanismo cristiano que sepa habitar las redes sin perder la fuente”. Aquí la distinción de órdenes se traduce en técnica al servicio de la persona y de la verdad.
----------En todos estos ámbitos, el humanismo integral funciona como brújula: no ofrece un sistema cerrado, sino un horizonte que orienta la acción cristiana en la sociedad contemporánea.  
----------En conclusión, Jacques Maritain fue un pensador que abrió caminos. Su visión de la nueva cristiandad, prolongada por el Magisterio hasta el papa León, sigue siendo brújula para una cristiandad nueva, fiel y moderna. La nueva cristiandad no es nostalgia del pasado, sino mapa de esperanza para el futuro.
   
Fr Filemón de la Trinidad
Mendoza, 30 de noviembre de 2025

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