En esta primera parte del artículo presentamos el contexto en el que Francisco retoma la antigua herejía del gnosticismo para alertar a la Iglesia de hoy. Analizaremos cómo Gaudete et Exsultate sitúa esta condena en el horizonte de la santidad cotidiana, reclamando una fe integral y encarnada. Desentrañaremos los antecedentes históricos y teológicos que revelan la urgencia de esta advertencia pontificia. Pondremos en valor la audacia de Francisco al enfrentar las corrientes que, bajo máscara espiritual, distorsionan el mensaje evangélico. [En la imagen: fragmento de "Santo Domingo y los albigenses", óleo sobre tablas, 1493 a 1499, obra de Pedro Berruguete, conservado y expuesto en el Museo Nacional del Prado, España].
"He aquí que los pones en un terreno resbaladizo
y los precipitas en la ruina" (Sal 73,18)
La cuestión del gnosticismo hoy
----------El papa Francisco, hace siete años, uniendo el gnosticismo y el pelagianismo en una misma condena común, observaba en su Exhortación apostólica Gaudete et exsultate, del 18 de marzo de 2018, que "son dos herejías surgidas en los primeros siglos cristianos, pero que continúan teniendo una alarmante actualidad. Incluso hoy los corazones de muchos cristianos, quizás sin ser conscientes, se dejan seducir por estas propuestas engañosas. En ellas se expresa un inmanentismo antropocéntrico disfrazado de verdad católica. […] Ellas dan lugar a un elitismo narcisista y autoritario" (GE 35), reduciendo "la enseñanza de Jesús a una lógica fría y dura que busca dominarlo todo" (GE 39). Y seguía diciendo el Pontífice acerca de esta ideología: "Por su propia naturaleza quiere domesticar el misterio" (GE 40). Es "un sistema cerrado, privado de dinámicas capaces de generar interrogantes, dudas, cuestionamientos" (GE 44). Desarrolla "un cierto sentimiento de superioridad respecto a los demás fieles" (GE 45). "Apaga el espíritu de oración y de devoción" (GE 46).
----------Algunas de estas citas retoman documentos pontificios precedentes (por ejemplo, la Exhortación apostólica Evangelii gaudium, del 24 de noviembre de 2013, n.94; o bien la Carta de Francisco al Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica Argentina, del 3 de marzo de 2015) y también un documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe (Carta Placuit Deo, del 22 de febrero de 2018, n.4), que demuestran claramente cómo el papa Francisco ha sido sensible a la problemática planteada por el gnosticismo desde el propio inicio de su pontificado. Se trata de un interés absolutamente nuevo en toda la historia del magisterio de la Iglesia, incluido el magisterio de aquellos siglos en los cuales surgió el gnosticismo.
----------Y ello puede sorprender, si se tiene en cuenta que, según el testimonio sobre todo de Tertuliano, san Ireneo de Lyon y Clemente de Alejandría, los gnósticos constituyeron realmente un grave peligro para la fe de los cristianos, por lo cual uno se pregunta por qué los Papas no habían intervenido hasta ahora. Se puede responder diciendo que en la historia de la Iglesia en muchas ocasiones hubo obispos, teólogos e incluso laicos que, en medio de errores, también tuvieron aportes valiosos. Fue precisamente el caso del gnosticismo.
----------La intuición gnóstica, según la cual la fe cristiana es sublime conocimiento de Dios y de sus misterios salvíficos, y la ocurrencia de los gnósticos de utilizar la especulación filosófica o la mitología paganas para interpretar y explicar las verdades cristianas fueron cosas en sí mismas correctas, hay que reconocerlo. Pero el error de los gnósticos consistió en acercarse al misterio cristiano no en confiada obediencia a la tradición apostólica y al magisterio pontificio, sino en la presuntuosa convicción de poseer una iluminación divina superior a la misma de la Iglesia y de la Sagrada Escritura, o movidos por fines de éxito, de ganancias o de prestigio mundanos, de modo que no se atuvieron, como habrían debido atenerse, a la interpretación de la Iglesia y a los dogmas y a los Símbolos de la fe, sino que contaminaron o recortaron el dato revelado con errores procedentes del platonismo, de los misterios paganos y del maniqueísmo.
----------Famosa sigue siendo la refutación de los errores gnósticos hecha por san Ireneo de Lyon, mientras que Clemente Alejandrino recogió la intención correcta del gnosticismo distinguiendo, sin embargo, el verdadero del falso gnóstico, siendo verdadero aquel que utiliza la filosofía pagana asumiendo solamente lo que concuerda con la fe, mientras que falso gnóstico es aquel que, bajo el pretexto de una mejor interpretación de la revelación, la estropea con la introducción de los errores de los paganos.
----------El mayor daño que el gnosticismo ha hecho a la dogmática cristiana ha sido el de oponer un Dios supremo, Padre bueno y creador de los espíritus elegidos, a un dios inferior malvado o un demiurgo, creador del mundo material y de los hombres carnales, con una prospectiva de salvación que preveía la liberación del alma del cuerpo. Esta gradualidad en lo divino aparecerá evidente en Arrio. O bien, como vemos en Marción, se da la oposición del Dios Padre del Antiguo Testamento, entendido como cruel castigador y vengador, al Dios Hijo del Nuevo Testamento, todo perdón, dulzura y misericordia.
----------Pues bien, viene de estos presupuestos teológicos una falsa concepción del hombre y de su actuar. Ciertamente, la distinción de los hombres en relación a una divinidad graduada destruye la igualdad humana e introduce un concepto de hombre a dos niveles, como si el común ser hombre no fuese más que el grado inferior de un sujeto suprahumano al cual le está reservada la gnosis. El varón, puro espíritu, es superior a la mujer tentadora. Esta concepción del hombre, originada por el gnóstico Valentín, se halla presente, según los estudios de René Guénon, en la masonería esotérica.
----------Cabe señalar la errónea concepción del gnosticismo en Rudolf Bultmann, quien considera como errores gnósticos verdades de fe o de razón, que están contenidas en la Escritura y en particular en el Evangelio de Juan, como por ejemplo la concepción graduada de la realidad, según la cual el reino de Dios está en lo alto, mientras el infierno está abajo, los ángeles y los demonios, el descenso y la ascensión del Logos, la encarnación, la redención, la distinción del espíritu del cuerpo, la oposición de la luz a las tinieblas, del bien al mal.
Caracteres generales del gnosticismo
----------El gnosticismo surgió como ambicioso movimiento espiritualista elitario y autorreferencial, promovido con intenso celo, copiosidad de medios, fingida austeridad y marcada altivez, por un poderoso e influyente grupo de pseudo-intelectuales, falsos católicos, convencidos de ser los hombres "espirituales" (pneumatikòi), "gnósticos", es decir conocedores, la estrecha y selecta aristocracia profética y cultural de la Iglesia, por encima del Papa y de los obispos, una pseudo-iglesia esotérica, depositaria y guardiana privilegiada no por fe en el dogma eclesial, sino por ciencia o por revelación interior, del conocimiento supremo y absoluto (gnosis) de los misterios divinos, de los máximos secretos y de las más antiguas tradiciones de la vida espiritual.
----------En particular, son considerados como objeto de la ciencia gnóstica: el misterio divino, el origen y el propósito del mundo, la creación del hombre y de los ángeles, la Trinidad, la oposición del bien al mal, la relación del espíritu con el cuerpo, el problema de la libertad, la naturaleza del pecado, la redención, la profecía, la revelación, la salvación, la comunidad de los elegidos y la escatología.
----------El gnóstico, en cuanto iniciado en los misterios, está convencido de que Dios sea para él gnostón, vale decir, perfectamente cognoscible, incluso hasta el punto de poder identificarse con él, mientras que Dios es ágnoston, incognoscible para los profanos, hombres psíquicos (psychikói) y materiales o ilicios (ylikói). El gnóstico, en cambio, mediante una especial iluminación profética, una oportuna disciplina e iniciación anagógica, alcanza una relación íntima, mística y experimental, privilegiada, mediadora y plenipotenciaria, por encima de la común y tosca colectividad humana, vista de arriba abajo, al representar el peligroso mundo material, creado por un demiurgo inferior a Dios, mundo corpóreo considerado como origen del mal y prisión del alma, llamada por tanto a liberarse del cuerpo para sumergirse en lo Absoluto.
----------El papa Francisco observa que los gnósticos "conciben una mente sin encarnación, incapaz de tocar la carne sufriente de Cristo en los otros, encorsetada en una enciclopedia de abstracciones. Al descarnar el misterio finalmente prefieren «un Dios sin Cristo, un Cristo sin Iglesia, una Iglesia sin pueblo" (GE 37).
----------El papa Francisco se refiere ciertamente a la filosofía idealista, la cual resuelve el ser en el pensamiento o en la conciencia, por lo que el sujeto, cerrado en sus abstracciones, descuida el contacto con la realidad social y eclesial, salvo el círculo, sea estrecho o amplio, de su claque o de sus admiradores.
----------Sigue diciendo el papa Francisco: "el equilibrio gnóstico es formal y supuestamente aséptico, y puede asumir el aspecto de una cierta armonía o de un orden que lo abarca todo" (GE 38).
----------Se trata siempre una polémica contra el holismo idealista-panteísta. La exigencia forzada de unidad o identidad, característica del panteísmo, concibe el conjunto de lo real o, como suelen llamarlo, el “entero”, como un “uno-todo”, donde toda multiplicidad y todo conflicto desaparecen o son considerados ilusorios, y todas las oposiciones coinciden, según la famosa fórmula del Cusano, por lo que todo es bien, orden y armonía, y el mal y el desorden se convierten en una simple apariencia.
----------Dice también la Gaudete et exsultate: "Típico de los gnósticos es creer que con sus explicaciones ellos pueden hacer perfectamente comprensible toda la fe y todo el Evangelio. Absolutizan sus propias teorías y obligan a los demás a someterse a los razonamientos que ellos usan. Una cosa es un sano y humilde uso de la razón para reflexionar sobre la enseñanza teológica y moral del Evangelio; otra es pretender reducir la enseñanza de Jesús a una lógica fría y dura que busca dominarlo todo" (GE 39).
----------Esta descripción del gnosticismo que hace Francisco en la Gaudete et exsultate se ajusta particularmente al gnosticismo hegeliano, como veremos, de la resolución del ser en el concepto. El ideal del gnóstico es el proceso del yo humano, por el cual en el yo acontece la comprensión exhaustiva de lo Absoluto, que sería la “Ciencia absoluta”. El Espíritu comienza por sí mismo y retorna sobre sí mismo. Nada queda fuera. No hay ningún aumento, porque lo Absoluto y el saber del Absoluto no pueden crecer.
----------El gnóstico considera su saber como dotado de las siguientes características:
----------- absoluto, porque no es relativo a otro, sino solo a sí mismo. Es un sistema cerrado, circular, que se resuelve en la autoconciencia; no está abierto a otro porque no hay un otro fuera de él;
----------- supremo, porque no se puede subir más alto que Dios;
----------- incontrovertible, porque es demostrable por absurdo;
----------- completo, porque no hay otro saber;
----------- inmutable, porque es saber de lo Eterno;
----------- infalible, porque en él el pensamiento coincide con el ser, esto es, el ser es el ser pensado, no hay discrepancia entre pensamiento y ser;
----------- inmanentístico: no admite un ser externo al pensamiento; el ser está en el pensamiento (panta eiso, como se expresaba Plotino);
----------- subjetivo: el sujeto coincide con el objeto;
----------- panteísta: el pensamiento humano se eleva al pensamiento divino;
----------- intrascendible: no puede aumentar, ser enriquecido o perfeccionado, porque es saber de la Totalidad. El gnóstico no sabe todo o de todo, pero ni siquiera le interesa. No es un erudito y no es una enciclopedia. Pero sabe lo Esencial, que es el Todo. En kai pan;
----------- salvífico, porque libera al gnóstico, que es puro espíritu, de la prisión del cuerpo o le permite usar del cuerpo libremente.
----------Naturalmente, el gnóstico reconoce la falibilidad, la caducidad, la relatividad y los límites de su saber humano empírico. Pero dado que su yo "trascendental" (Fichte) es consustancial al Yo divino absoluto, se consuela (cf. el consolamentum de los cátaros) con la toma de conciencia de su propia divinidad.
El gnosticismo desde la antigüedad hasta nuestros días
----------Tengamos presente que, después de haber sido combatido y refutado por los teólogos cristianos, el gnosticismo aparentemente desapareció, por el hecho de que la Iglesia, tras la paz constantiniana, se fue cada vez más reforzando y expandiendo territorialmente, mientras que el papado comenzó a ser cada vez más fuerte en su oponerse a las herejías, las cuales a su vez con creciente energía y sagacidad eran rechazadas por el pueblo fiel, pueblo que iba en continuo aumento.
----------Posteriormente, durante el siglo XIII hubo un retorno de gnosticismo con la secta de los cátaros, influenciados por las corrientes del maniqueísmo venido de Persia, heredero del antiguo zoroastrismo, que había influido en aquel gnosticismo de los primeros siglos.
----------Pero, a partir del Renacimiento, se asiste en Europa a un retorno gradual del antiguo gnosticismo bajo el pretexto de la valorización cristiana de la dignidad humana. El hombre renacentista, hecho más consciente de sus poderes sobre la naturaleza y en la sociedad, es tomado por el vértigo de su potencia, se ensoberbece y olvida su pecaminosidad y la necesidad que tiene de la gracia divina para salvarse. Así, junto con el gnosticismo renace también el pelagianismo, señalado por el documento pontificio.
----------Este fenómeno de corrupción del cristianismo sigue dos directrices aparentemente opuestas, pero en realidad recíprocamente conectadas, entrambas reconectables con Platón, el principal inspirador del gnosticismo: el Platón de la autoconciencia y de las ideas innatas, que dará origen al idealismo cartesiano, con su falso primado del espíritu, y el Platón del aisthetón y de la doxa, que dará origen al sensualismo empirista inglés del siglo XVII, todo aferrado a los placeres y a los intereses de la vida presente y olvidadizo del más allá.
----------La reacción anti-gnóstica y anti-pelagiana de Martín Lutero, en nombre de una recuperación de la pureza del Evangelio, para el castigo del orgullo gnóstico de la razón en nombre de la fe, así como en nombre de la conciencia de nuestra pecaminosidad y por tanto de la necesidad de la gracia para salvarnos, no estuvo, desgraciadamente, fundada en una auténtica rebelión contra la mentira del neopaganismo, que había infectado también la corte pontificia, sino en una excesiva autoconfianza, fuente de una exagerada polémica anti-pelagiana, negando incluso el libre albedrío y los méritos, y olvidando la otra trampa, que es la gnóstica, en nombre de un supuesto contacto inmediato interior del propio yo con Dios, independientemente de la mediación papal, eclesial y sacramental.
----------Y por ello Lutero, a pesar de su antihumanismo, permanece esencialmente atrapado en el individualismo renacentista. Lutero parecería unir conservación y progreso, pero en realidad fracasa al volver al Evangelio, porque no comprende que la reforma no se hace dando tijeretazos al Evangelio, sino haciéndolo germinar en su integralidad en la historia.
----------Hay una diferencia entre el gnosticismo antiguo y el moderno: el primero está orientado al pasado, a los orígenes celestiales. La consigna es: hay que volver a los orígenes, remontar al cielo del que hemos caído, reencontrar la tradición salvadora o, como se dice en la masonería esotérica, “reencontrar la palabra perdida”. El segundo, en cambio, es un pensamiento desarraigador, subversivo y revolucionario, nacido de Descartes. La consigna es: hay que borrar todo y rehacerlo todo desde cero, volviéndose activa y creativamente al futuro.
----------De esta manera y tras lo dicho, advertimos que existe un gnosticismo especulativo, nostálgico, austero, retrógrado y conservador; y existe un gnosticismo evolutivo, dinámico, gozoso, modernista y progresista. Este es más típico de la modernidad, pero aún hoy existe un gnosticismo orientado al pasado, como el tradicionalismo esotérico e iniciático de René Guénon, el pensamiento del Eterno de Emanuele Severino y el andenken o pensamiento “rememorante” de Martin Heidegger. Esto está en la línea de la anamnesis platónica, mientras que el otro toma impulso del progresismo heraclíteo.
----------Pero una decidida, explícita y declarada recuperación del gnosticismo antiguo en la época moderna se tiene con el surgimiento de la masonería esotérica en el siglo XVIII y del idealismo trascendental alemán, sobre todo con Friedrich Schelling y Friedrich Hegel. Según Hegel, "el gnosticismo nace del necesidad general y profunda de la razón de determinar e entender como concreto lo que es en sí y para sí". A este propósito, Jacques Maritain habla de "gnosis hegeliana". Un autor célebre que señaló la afinidad de la gnosis hegeliana con la antigua es el historiador Ferdinand Christian Baur.
El gnosticismo moderno: el Dios de Schelling y de Hegel
----------Schelling es el clarísimo representante del gnosticismo apofático de la indeterminación, que tal vez habría que denominar gnosticismo "agnóstico", si ello no pareciera una contradictio in terminis. Pero el hecho es que la antítesis saber-no saber está en el corazón mismo del gnosticismo. Vale decir, el gnóstico sabe lo que para el profano no se puede saber. Para el gnóstico, es luz aquello que para el hombre psíquico profano es tiniebla. Para él es gnostón aquello que para el no iniciado es ágnoston y ábysson.
----------Esto comporta una lucha entre la luz y las tinieblas de origen maniqueo, que reaparecerá en la dialéctica hegeliana de lo positivo-negativo. Mientras el Dios de Hegel es determinación absoluta y su esencia puede definirse rigurosamente en el concepto, en cambio, el Dios de Schelling es misterio impenetrable, no conceptualizable, indeterminado, innominable, incognoscible, indiferenciado, un nombre, coincidentia oppositorum, tras el cual no se sabe qué es lo que hay, es decir todo y su contrario, tanto que a Hegel le brotaron las famosas palabras: "una noche, donde todas las vacas son negras". Podríamos decir que también en Hegel existe la coincidentia oppositorum; sin embargo, no se trata de indiferencia frente a las diferencias, sino de oposición de las diferencias. Las diferencias no son quitadas, aunque coincidan.
----------El Siervo de Dios padre Tomáš Týn, OP [1950-1990], delinea de este modo la empresa filosófica hegeliana: "El idealismo hegeliano no pone en primer lugar el yo sino al Espíritu Absoluto, que en el yo llega a la toma de conciencia de sí mismo. El yo se presenta entonces como un momento del desarrollo dialéctico. El sistema hegeliano es el idealismo llevado al extremo. Ya no hay diferencia entre lo real y lo ideal, sino que el mismo ser es su idea" (de un borrador inédito de la tesis doctoral del Siervo de Dios padre Tomáš Týn, OP, del 1977/1978, 88, Archivo Týn en la Postulación de la Causa, Bologna).
----------En definitiva, lo que es dado en llamar la ciencia absoluta o gnosis nace de la experiencia del yo humano, en el cual el Yo absoluto toma conciencia de sí.
Estimado Padre Filemón: Supongo que Ud. recuerda que a principios de 2022, en un intercambio de cartas personales entre Francisco y el cardenal Müller, el Papa había agradecido al cardenal alemán por su carta con ocasión de la declaración de san Ireneo como Doctor de la Iglesia, y en esa carta también escribió: "Gracias también por tu claro juicio sobre el gnosticismo. Es cierto: el gnosticismo invade muchos ámbitos de la vida de la Iglesia, especialmente las 'escuelas' de espiritualidad que dicen querer renovar urgentemente los clásicos católicos". El Papa hizo una propuesta al cardenal Müller: "¿Por qué no escribes un libro sobre las diferentes expresiones del gnosticismo? Te aseguro que será muy bello".
ResponderEliminarEstimado Miguel,
Eliminarefectivamente, recuerdo muy bien aquel hecho, que en su momento me dió mucho placer al leer ese intercambio de cartas entre el Papa y el Card. Müller, por el hecho de que tratan la grave cuestión del gnosticismo, señalada el año anterior por el Papa en su exhortación apostólica Gaudete et exsultate.
Estas cartas son para mí de gran consuelo e incitación a continuar mi denuncia y mi crítica del gnosticismo, que caracteriza la forma principal y más peligrosa del modernismo actual, el cual a su vez retoma los temas principales del idealismo alemán, que encuentran su expresión en teólogos como Rahner y Küng.
Mire, padre Filemón, antes que del gnosticismo, el Papa Francisco debió haberse ocupado de la urgencia de regresar al Kerígma. Tuvo perfectamente la razón Vittorio Messori cuando expresó acerca del discurso de la Gasudete et Exsultatio: "Creo que la reevangelización del Occidente, pedida con sacrosanta insistencia por Juan Pablo II y por Benedicto XVI, no sea esto: no, en primer lugar, complejas doctrinas, sino el recomenzar desde el kérygma, de la base sobre la cual todo se sostiene. Volver a proclamar un simple y al mismo tiempo escandaloso: Jesús estì kyrios, Jesús es el Señor."
ResponderEliminarEstimado Pablo,
Eliminarel gnosticismo ciertamente no es un vicio que afecta al pueblo, sino a los intelectuales. Ahora bien, tenga presente que en una sociedad los intelectuales, aunque sean pocos, influyen sobre las masas y, si profesan doctrinas complejas y abstrusas, como el gnosticismo, saben muy bien cómo vulgarizarlas y de esta manera hacen un gran daño.
Por otra parte, la evangelización no puede limitarse al anuncio a las clases populares, sino que también es necesario evangelizar a las clases cultas, tanto para asegurar su salvación como para evitar que sus errores dañen a la gente común. Sobre la base de estas consideraciones debería quedar claro que la condena del gnosticismo hecha por el papa Francisco es más oportuna que nunca por el daño que hace, tanto a nivel de las clases cultas como de las populares.
El gnosticismo lo produce científicamente la ciencia
ResponderEliminarEstimado Anónimo,
Eliminarel gnosticismo es lo que ha sido condenado por San Pablo cuando advierte que la ciencia hincha, mientras que la caridad edifica (1 Cor 8,2).
Exactamente como hoy con todas estas mentiras que dice el gobierno.
EliminarLo desestabilizador es que estos pensamientos gnósticos..., que son elucubraciones mentales, son estudiados como conceptos geniales engendrados por mentes geniales.... Son de tal modo locos, en contra de toda evidencia y hecho..., ¡que deberían haber sido clasificados con muchas otras etiquetas, que no me animo a escribirlas aquí!...
ResponderEliminarEstimada Rosa Luisa,
Eliminarconcuerdo totalmente con su juicio.