domingo, 9 de marzo de 2025

Pobres y niños, con la cabeza en el tabernáculo

En la actual situación eclesial, en la cual el ministerio del sacerdote aparece innaturalmente dividido en dos roles parciales entre sí contrapuestos, por una parte una sacralidad sin sociabilidad (manifiesta en el filo-lefebvrismo) y por otra una sociabilidad sin sacralidad (patente en el neo-modernismo), es urgente que el sacerdote por un lado vuelva a mostrarse como el hombre de lo Sagrado, que eleva el espíritu de los fieles hacia Dios, el Sacrum-dans, y por otro sea siervo del Pueblo de Dios según las palabras del Señor: "yo estoy entre vosotros como aquel que sirve", es decir, muestre que Dios está entre el pueblo para servirlo en lo que más importa: las necesidades de su salvación eterna. [En la imagen: fragmento de "Capilla del Rosario de las Lagunas", pintura de Fidel Roig Matons, que representa la antigua Capilla Nuestra Señora del Rosario de Lagunas del Guanache, hoy restaurada y siendo Monumento Histórico Nacional, en Lavalle, Mendoza, Argentina].

Un escrito del padre Negrelli sobre el carisma del padre Lorgna
   
----------Una gracia concedida a nosotros los católicos, desconocida para los otros hermanos cristianos, es la posibilidad que se nos da sobre la base del conocimiento de la verdad completa del misterio de la Eucaristía, de permanecer también durante mucho tiempo ante el tabernáculo en actitud de adoración y de confiado coloquio con el Señor presente en el tabernáculo.
----------Nuestra necesidad de tener ante nosotros al divino Interlocutor está ampliamente satisfecha, porque sabemos que nos encontramos delante de Dios mediante la relación espacial con el sacramento de la Sacratísima Eucaristía. Por lo tanto, al dirigirnos al tabernáculo nos dirigimos físicamente hacia Cristo y Él está físicamente delante de nosotros en el tabernáculo.
----------Ante el tabernáculo nosotros abrimos nuestro corazón; a Cristo eucarístico le manifestamos nuestras preocupaciones, le dirigimos nuestras peticiones, le pedimos perdón de nuestros pecados, le consultamos en nuestras dudas, lo contemplamos en sus atributos divinos, le manifestamos nuestros proyectos.
----------Del tabernáculo siempre nos alejamos consolados, iluminados, confortados, aconsejados, alentados, tranquilizados, con nuevas ideas, nuevos proyectos, dispuestos a aceptar pruebas y sufrimientos, cargados de esperanza y ganas de actuar por Cristo.
----------A propósito de la devoción al Santísimo Sacramento conservado en los Sagrarios de todos los templos católicos dispersos por el mundo entero, quisiera recordar aquí al fraile dominico, padre Giocondo Pío Lorgna [1870-1928], quien vivió profundamente este aspecto de la piedad eucarística siguiendo las huellas de santo Tomás de Aquino, que, cuando se sentía perdido o desorientado ante un arduo interrogativo teológico, apoyaba la cabeza en el tabernáculo como el apóstol Juan sobre el pecho del Señor.
----------El padre Massimo Negrelli OP (de quien he hecho referencia en un artículo anterior dedicado a la figura del padre Girotti), profundo conocedor del Venerable padre Lorgna, nos habla de él en su libro Amar y hacer amar a Jesús en el Sacramento. El carisma del padre Giocondo Pio Lorgna (Ediciones ESD, Bologna, setiembre 2024). A este santo fraile dominico, cuya causa de beatificación fue iniciada en 1950, recientemente le ha sido conferido por el Dicasterio para las Causas de los Santos el título de Venerable, escalón que inmediatamente precede a su proclamación como Beato, para la que se espera el reconocimiento del milagro.
----------El padre Lorgna tuvo en los primeros años del siglo XX, en el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fontanellato, la inspiración para fundar un Instituto de Hermanas Dominicas dedicadas al culto eucarístico y a la educación de los niños, oficio que entonces le pareció particularmente cónsone al sello eucarístico de las Hermanas, considerando que en aquellos años san Pío X se hacía promotor de la Santa Comunión a los niños. El Instituto habría de comenzar luego canónicamente su actividad en 1922.
----------El padre Giocondo quiso poner a las Hermanas bajo la protección de la Beata Imelda Lambertini, doncella boloñesa del siglo XIV, muerta en un éxtasis después de haber recibido milagrosamente la Santa Comunión.
----------A decir verdad, la combinación de la piedad eucarística con la educación de los niños, es una fórmula muy feliz para expresar un rasgo esencial de la espiritualidad dominicana: su enfoque encarnacionista que conduce al culto eucarístico. Y de hecho santo Tomás de Aquino, quien es el máximo Doctor de la Orden de Frailes Predicadores, además de Doctor común de la Iglesia, es famoso entre otros como Doctor de la Eucaristía, autor del espléndido y sublime Oficio del Corpus Christi.
----------Particularmente edificante era la manera con que el padre Giocondo Lorgna celebraba la Santa Misa, su intensísima y conmovedora participación en el misterio que celebraba, sin nada de inútiles énfasis ni mucho menos personales arbitrios, sino con digna sobriedad, dejando traslucir a nuestro Señor Jesucristo más allá del ministro, también aquí semejante a santo Domingo de Guzmán, el cual sabía hacer percibir la presencia del Misterio, mientras llegaba a conmoverse hasta las lágrimas.
   
Dejad que los niños vengan a mí
   
----------En cuanto al tema de la infancia, éste resuena claramente como representación del carisma de la sabiduría, ideal eminentemente dominico, esa sabiduría que, al decir de Cristo, viene concedida a los pequeños (Mt 11,26). Naturalmente, la estima de Jesús y su amor preferente por los niños debe ser entendidos en el sentido correcto. No se debe confundir el ideal de la infancia evangélica con el infantilismo o la chiquilinada. Está claro que el niño es un sujeto que tiene necesidad de ser educado.
----------Para entender el sentido de la estima de Jesús por los niños, y lo que Él entiende con el término "niño", cuando propone al niño como modelo de perfección, es necesario asociar el término "niño" con el de "pobre", término que también aquí se debe entender en un cierto sentido, como cuando Jesús dice que el Evangelio es anunciado a los pobres y expresa su amor preferencial por los pobres.
----------Jesús al hablar de niños y de pobres como predilectos del Señor no excluye en absoluto el sentido inmediato de "niño" como sujeto menor y de "pobre" como económicamente indigente o necesitado. Pero está claro que al mismo tiempo esos dos términos son el símbolo del humilde, es decir de aquel que se siente mísero, pequeño y pobre delante de Dios. En este sentido nada impide que el pobre disponga de grandes riquezas, si las emplea en favor de los pobres y nada impide que el niño sea un anciano, si practica un confiado abandono en manos de la providencia, similar a la confianza con la cual el niño se abandona en los brazos de su madre.
----------En base a estas consideraciones comprendemos entonces el discurso de san Pablo Apóstol, que parece ir al revés del discurso de Cristo, allí donde Pablo presenta al anciano y no al niño como modelo de sabiduría y de prudencia. Recordamos su recomendación:
----------"No os comportéis como niños en los juicios; sed como niños en cuanto a malicia, pero hombres maduros en cuanto a los juicios" (1 Cor 14,20). Pablo, en efecto, exhorta a los discípulos "a llegar al estado de hombre perfecto en la medida que conviene a la plena madurez de Cristo. Esto a fin de que ya no seamos como niños sacudidos por las olas y llevados aquí y allá por cualquier viento de doctrina, según el engaño de los hombres, con esa su astucia que tiende a llevar al error" (Ef 4,13-14).
----------En esta visión de las cosas, el Apóstol san Pablo llega a comparar la relación hombre carnal - hombre espiritual con la relación entre niño y adulto:
----------"No pude hablarles como a hombres espirituales, sino como a hombres carnales, como a quienes todavía son niños en Cristo. Los alimenté con leche y no con alimento sólido, porque aún no podían tolerarlo, como tampoco ahora, ya que siguen siendo carnales. Los celos y discordias que hay entre ustedes, ¿no prueban acaso, que todavía son carnales y se comportan de una manera puramente humana?" (1 Cor 3,1-3).
----------Cristo resuelve esta aparente antinomia niño-adulto, sabio-necio, con la famosa recomendación: "simples como las palomas, prudentes como las serpientes". La perfección espiritual implica la conjunción de la apertura realista a la verdad y a la realidad con la reflexión crítica, que sabe en base a las primeras evidencias del saber velar sobre los propios juicios, y valorar su valor a la luz de esas evidencias. La infancia y la simplicidad evangélica se pierden cuando surgen los razonamientos tortuosos, sofistas o capciosos o surgen la astucia, la doblez, el fingimiento, la ambigüedad y la hipocresía.
   
Modelo de sacerdote
   
----------El padre Giocondo Lorgna encarna una espléndida figura de sacerdote. Advirtió esta vocación desde niño y tuvo inicialmente la idea de ingresar al seminario. Pero luego, habiendo tomado conciencia de la eminente valorización del sacerdocio típica del carisma dominicano, decidió hacerse Dominico.
----------Aspiraba a dedicarse de lleno a la predicación sobre la base del estudio de la sagrada doctrina, pero los Superiores se dieron cuenta, sin que él fuera consciente de ello, sus cualidades pastorales de sacerdote y por ello lo hicieron párroco en Venecia, algo que a él inicialmente le costó mucho, pero que aceptó con plena obediencia, obteniendo un excelente éxito en los veintitrés años que fue párroco allí. Él mismo, pues, habiendo experimentado los beneficios de la obediencia, hubo de cantar: "vir oboediens loquetur victorias".
----------En efecto, más tarde se dio cuenta de cuán sabios habían sido los Superiores en esa decisión, porque le dieron la oportunidad de explicitar y valorizar sus cualidades de pastor y de guía de almas hasta el punto de sentir florecer en su mente y en su corazón el carisma del Fundador. En esto era ciertamente una imagen extraordinaria del mismo Santo Padre Domingo.
---------Pero las cosas no terminan aquí. El padre Giocondo Lorgna se benefició de modo extraordinario de otra dote de la personalidad del Santo Patriarca Fundador de la Orden Dominicana: la estima por la mujer como compañera del hombre querida por Dios en la propagación de la vida de gracia y de la Palabra de Dios, así como para el crecimiento y la difusión de la Iglesia en recíproca acción de complementariedad espiritual sobre un plano de igual dignidad de persona y de naturaleza.
----------Lejos de esa actitud de superioridad, de la tendencia a subestimar o incluso precisamente de despreciar a la mujer, a burlarse o a ironizar de su conducta, a mostrar recelo y desconfianza, al juicio sarcástico y amargo, con el tono malicioso y astuto de quien no se deja engañar y sabe defenderse de sujetos traicioneros y peligrosos, miserias que aún hoy desgraciadamente se encuentran en ciertas personas de mentalidad indietrista, el padre Giocondo, anticipando los tiempos actuales de afirmación en la Iglesia de la dignidad de la mujer, también aquí estupendo imitador de santo Domingo de Guzmán, a la luz de Nuestra Señora, supo ver en la mujer, sobre todo en la mujer consagrada, aquella que llena la soledad del hombre y con la cual Dios quiere que el hombre sea una sola cosa. De este modo, tanto más florecieron en el alma del padre Giocondo las amistades femeninas cuanto más su conducta llana y austera pero ardiente de santos afectos irradiaba alegrías sublimes y resplandecía de una limpiísima pureza de costumbres conforme a su estado de Religioso.
----------Y el padre Giocondo fue ampliamente recompensado en esta actitud con la atracción hacia sí de almas elegidas del sexo femenino, entusiasmadas por sus propuestas espirituales, educativas y pastorales. Esto le permitió darse cuenta en un cierto punto de que Dios lo había llamado a fundar la que sería la Congregación de las Hermanas Dominicas de la Beata Imelda, las llamadas Imeldinas, activas hoy en día en varios países del mundo, además de Italia, en Albania, Camerún, Filipinas, Indonesia, Vietnam, Bolivia, México, Brasil, con múltiples actividades educativas, escolares y asistenciales en favor de los niños pobres y necesitados.
----------En la actual situación eclesial, en la cual el ministerio del sacerdote aparece innaturalmente dividido en dos roles parciales entre ellos contrapuestos, por una parte una sacralidad sin sociabilidad y por otra una sociabilidad sin sacralidad, es urgente que el sacerdote por un lado vuelva a mostrarse como el hombre de lo Sagrado, que eleva nuestro espíritu a Dios, el Sacrum-dans, y por otro sea nuestro siervo según las palabras del Señor: "yo estoy entre vosotros como aquel que sirve", es decir, muestre que Dios está con nosotros para servirnos en lo que más importa: las necesidades de nuestra salvación eterna.

2 comentarios:

  1. He encontrado una síntesis muy eficaz, que es la expresada en el último párrafo donde se destaca que debe haber un equilibrio y la presencia simultánea del rol sagrado y del rol social en el ministerio del sacerdote.

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    1. Estimado Anónimo,
      le agradezco por este reconocimiento, que me alegra y confirma mi opinión.
      Aprovecho su intervención para expresar mi opinión o impresión de que la Causa del padre Giocondo Lorgna parece tener dificultades para avanzar, a pesar del título de Venerable, probablemente por la oposición que comprensiblemente puede venir de los modernistas, quienes, notoriamente, tienen un concepto del sacerdocio que ciertamente contrasta con ese sacerdocio ejemplar del cual el padre Giocondo nos ha dado un espléndido testimonio.

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