Rusia y Ucrania, no obstante el colapso de la Unión Soviética, no han aprendido todavía el valor de esa libertad religiosa que en Occidente es practicada desde hace ya tres siglos, libertad religiosa que tiene raíces evangélicas y que nada tiene que ver con el liberalismo o el indiferentismo. Rusos y Ucranianos se obstinan en identificar su identidad étnica con la fe ortodoxa, por lo cual la profesión de una religión no ortodoxa asume el rostro de una ofensa a la patria. [En la imagen: una de las pinturas del malagueño Francisco Peinado, perteneciente a su serie Invasión de Ucrania, recientemente expuesta en la Casa Museo Gerald Brenan de Churriana].
¿Por qué Rusia ha invadido Ucrania?
----------Datos estadísticos muy recientes y fiables concernientes a la guerra en Ucrania hablan de 950.000 Rusos muertos por los Ucranianos y 46.000 Ucranianos muertos por los Rusos. He quedado sorprendido. Desde el inicio de la guerra, la Unión Europea y los Estados Unidos de Norteamérica se han interesado con razón en socorrer a Ucrania, continuamente agredida y necesitada de ayuda, y proporcionándole recursos militares útiles para repeler la agresión rusa, mientras que sabemos de los continuos bombardeos sobre ciudades, de las crueldades, de las matanzas y violencias cometidas por los Rusos invasores.
----------A la noticia de esos datos, sin embargo, hice un simple razonamiento: por las noticias que nos llegan desde hace tres años de continuas acciones militares rusas contra Ucrania y al escuchar de parte de Ucrania una continua llamada de socorro a Occidente, como si estuviera abrumada por los Rusos, me esperaba que las cifras fueran muy diferentes, imaginando que fueran poquísimos muertos rusos y muchísimos ucranianos.
----------¿Qué debo deducir, en cambio, de las citadas cifras? Que evidentemente los Ucranianos han llevado a cabo contra los Rusos una potentísima y letal campaña bélica, si han sido capaces de causar tantas muertes, mientras que los invasores Rusos, sobre los cuales tenemos desde hace tres años noticias de asesinatos, violencias y estragos, han matado -se dice- apenas 46.000 ucranianos.
----------En toda guerra el hombre de alguna manera toma posición ante Dios, como sucede en todos los grandes acontecimientos de nuestra vida, donde la vida está en peligro; y es clara la relación de Dios con la vida. En toda guerra, por lo tanto, hay intereses vitales en juego; solo a este precio un hombre está dispuesto a matar y se plantea la eventualidad de ser asesinado.
----------Ciertamente estos intereses pueden ser puramente económicos o políticos o nacionales; pero es imposible que detrás de ellos no esté Dios, ya que el hombre no es la simple bestia que lucha por la comida y por el sexo, sino que está siempre delante del Absoluto, incluso si hace de una creatura o de sí mismo el Absoluto.
----------Esto no quiere decir que sea lícito asesinar en nombre de Dios. Vale decir, el asesinar al enemigo por una justa causa no es quebrantar el Quinto Mandamiento. El amor por el enemigo que nos ordena nuestro Señor Jesucristo no se opone a los deberes militares, sino que pretende poner en luz -cosa importantísima- que también el enemigo tiene lados buenos, para amar.
----------Pero eso no significa que Dios no quiera que combatamos para vencer a sus enemigos o defendernos de ellos. En este sentido se puede decir que todas las guerras, si no son bestiales desfogues de odio y de pasiones, son siempre guerras de religión, aunque Dios no sea nombrado. Las guerras -basta ver las narraciones bíblicas- nacen entre hombres que tienen concepciones opuestas de la divinidad y de la voluntad de Dios. Y la guerra en Ucrania no hace excepción.
----------Por eso, para obtener la paz en Ucrania, más que el rearme propuesto por Von der Leyen, es necesario comprender las raíces espirituales de esta guerra y eliminar estas raíces. Sustancialmente, es la obra del ecumenismo católico-ortodoxo. Las tratativas para la paz, sin excluir los aspectos político-territoriales, deben situarse sobre todo en este plano. De ahí la gran responsabilidad que en esta situación tenemos los cristianos, tanto católicos como ortodoxos.
----------Creo que sea bueno recordar que el Tribunal Internacional de La Haya, que es una Corte penal internacional, no sin embargo como órgano de la ONU y que por lo tanto no debe ser confundida con la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas, también ella con sede en La Haya y dependiente de la ONU, ha emitido una orden de captura y detención contra Putin por "crímenes contra la humanidad". Será necesario demostrar que esos crímenes han sido cometidos por orden de Putin o por iniciativa autónoma de ciertos departamentos o individuales miembros del ejército.
----------Por cuanto respecta a la operación militar en su conjunto, ella ha sido ordenada por Putin no como persona privada, sino como jefe de Estado. Esta acción puede y debe ciertamente ser objeto de un juicio moral de reprobación, pero desde el punto de vista jurídico, al ser decidida por un Estado soberano, aunque miembro de la ONU y por tanto sujeto a la Corte de la ONU, no puede ser juzgada en base al derecho internacional, porque no existe un Código supranacional en la materia, dotado de sanción penal, que prohíba en principio a un Estado soberano declarar y hacer guerra a otro Estado.
----------El Tribunal, sin embargo, elenca una serie de crímenes de guerra en el ámbito de los cuales se extiende su competencia. Pero una simple operación militar como tal no está elencada entre los crímenes de guerra, ni podría estarlo, dada la posibilidad de que sea justa, a menos que en su curso no se cometan acciones previstas como crímenes de guerra.
----------Como mencionaré en este artículo y como voy diciendo desde hace tiempo, las raíces históricas de la guerra en Ucrania se encuentran en un pasado lejano, cuando la Europa cristiana se partió en dos a causa del cisma del 1054. Para lograr la paz, es necesario eliminar estas raíces.
----------Una pregunta que inmediatamente me viene a la mente al oír de los muertos en esta guerra es la siguiente: ¿cómo y por qué los Rusos hasta ahora han podido aceptar sufrir tantas pérdidas, pagar a tan alto precio la ocupación de territorios ucranianos, cuya posesión por otra parte no siempre está claro si pertenecen a Rusia o a Ucrania? ¿Se trata de ucranianos oprimidos por los Rusos o de Rusos oprimidos por los Ucranianos? Ucrania está sí martirizada, ¿pero es completamente sin culpa respecto a Rusia? ¿Los rusos han invadido Ucrania por el gusto de apoderarse de ella? ¿O han tenido alguna razón, quizás insuficiente?
----------Lo que nos cuesta entender es el porqué de tanto odio recíproco entre dos pueblos, el ruso y el ucraniano, de los cuales el segundo está en el origen del primero. Admitiendo su diferenciación desde el siglo XIV hasta nuestros días, nos preguntamos: ¿por qué los dos pueblos no se han reconocido y respetado recíprocamente en su diversidad mutua, como debería ocurrir normalmente, como por ejemplo ocurre en Europa en que los Italianos conviven tranquilamente con los Franceses, con los Españoles o con los Alemanes, aunque sean tan diferentes entre sí?
----------¿De qué depende esta hostilidad recíproca entre Rusos y Ucranianos que ha desembocado en una inmunda guerra de la cual no se alcanza a ver su solución? ¿Por qué motivo un pueblo hoy advierte al otro como hostil y peligroso a su propia identidad y libertad y seguridad nacional, cuando en el medioevo cristiano eran un solo pueblo y un solo cristianismo?
----------Una causa de la guerra, que es posible notar inmediatamente es la tendencia en los Rusos como en los Ucranianos a ver al que es diferente no como amigo, sino como enemigo. El hecho es que tanto los Rusos como los Ucranianos están encerrados en su nacionalismo, y han olvidado su común origen étnico y cristiano, su común pertenencia a la Iglesia de Cristo.
----------Los Ucranianos nutren viejos rencores por el terrible sufrimiento causado a Ucrania por el régimen estalinista. Los ortodoxos rusos soportan mal o no soportan a los católicos ucranianos unidos, creyendo que son enemigos de los rusos porque los rusos son ortodoxos.
----------En Ucrania existen acérrimos grupos nacionalistas anti-rusos, anticomunistas y anti-ortodoxos, que se inspiran en el católico Stepan Bandera, a quien consideran héroe nacional, en recuerdo del hecho de que Bandera durante la segunda guerra mundial, llamó a los nazis para liberar a Ucrania del yugo soviético.
----------Por eso estos grupos se declaran abiertamente nazis y actualmente maltratan a los ruso-parlantes residentes en Ucrania, sobre todo si son nostálgicos comunistas u ortodoxos, tanto que a partir del 2014 entre estos grupos y los Ucranianos católicos filo-occidentales se han producido muchos enfrentamientos sangrientos con miles de muertos.
----------También se podría decir que la hostilidad en Ucrania entre Rusos y Ucranianos es un triste legado de las violencias y de los abusos perpetrados por el difunto régimen soviético, por lo cual Putin, al intervenir en Ucrania, ha debido tratar de remediar un problema causado por el precedente régimen soviético.
----------Sin embargo, cuando en febrero de 2022 Putin anunció la operación militar en Ucrania, no ha mentido cuando dijo que el motivo de la expedición era el de eliminar los centros militares nazis anti-rusos, que hostigaban a la población rusa residente en ese territorio.
----------Lo que nos preguntamos es si era precisamente el caso de emprender una acción tan destructiva y de insistir aún después de tres años, cuando ésta ha tenido como resultado que el ejército ucraniano, ayudado por Occidente, haya provocado entre los soldados rusos 950.000 muertos sin ningún resultado, mientras que los Rusos se han apoderado de territorios ucranianos.
----------Por otra parte, como sabemos, con la disolución de la Unión Soviética los Rusos han abandonado el comunismo, pero continúan en cuanto ortodoxos queriendo dominar a los ortodoxos ucranianos, como es, por desgracia, la costumbre de un país ortodoxo con respecto a otro políticamente más débil, y esto debido al hecho de que, faltando a los ortodoxos ese centro y garante supremo en la tierra de unidad y disciplina eclesial que para nosotros católicos es el Papa, y aun así teniendo que organizarse entre ellos, para conseguir este fin, recurren a los gobernantes políticos, cosa del todo ajena a la voluntad de Cristo, y residuo de mentalidad pagana. Es el frecuente y bien conocido cesaropapismo bizantino heredado pos los ortodoxos rusos y ucranianos.
----------Los Ucranianos ortodoxos y los Rusos no entienden que no es la ortodoxia sino el catolicismo el que permite la verdadera realización de la identidad nacional y la convivencia pacífica de los diversos pueblos, en el respeto de las diversidades y en la complementariedad recíproca, porque el católico confía la custodia suprema de la recta fe y de la disciplina eclesiástica al Papa y no a las individuales Iglesias nacionales, con la invaluable ventaja de que mientras la universalidad de la fe y de la disciplina están garantizadas, al mismo tiempo no se crean conflictos entre los pueblos en nombre de la fe.
----------Rusia y Ucrania, no obstante el colapso de la Unión Soviética, no han aprendido todavía el valor de esa libertad religiosa que en Occidente es practicada desde hace ya tres siglos, libertad religiosa que tiene raíces evangélicas y que nada tiene que ver con el liberalismo o el indiferentismo, obstinándose en identificar su identidad étnica con la fe ortodoxa, por lo cual la profesión de una religión no ortodoxa asume el rostro de una ofensa a la patria.
----------Los Ucranianos en particular no entienden por tanto que los verdaderos Ucranianos, respetuosos de la identidad del pueblo ucraniano, son precisamente los tan despreciados católicos uniatas, mientras que los Rusos, por su parte, no tienen nada que temer de la penetración del catolicismo en Rusia, porque eso, lejos de constituir un peligro para la identidad del pueblo ruso, constituye de ella su plena realización, porque la espiritualidad rusa tiene sus orígenes precisamente en la escucha de la predicación de los Santos Metodio y Cirilo, que el Papa de Roma envió a evangelizar a los pueblos eslavos, como nos ha recordado vigorosamente e insistentemente el Papa eslavo, san Juan Pablo II.
950.000 rusos... ¡pero por favor!... Debe ser exactamente lo opuesto.
ResponderEliminarEstimada Roxi,
Eliminarhe citado unas cifras aproximadas. Sin embargo las he extraído de fuentes, acerca de las cuales usted misma puede hacer referencia.
La BBC informa de 95.000 muertos en febrero, el periódico británico más confiable. Los medios de guerra siempre tratan de difundir datos falsos para disuadir al enemigo. En cambio, 500 mil millones de euros es la cantidad que asignará Alemania para el rearme, para sí sola...
ResponderEliminarEstimado Sandro,
Eliminarme pregunto si el rearme de Europa será suficiente para hacer desistir a los Rusos de su expansionismo. En efecto, como es sabido, disponen de un armamento nuclear formidable, por lo que están preparados para responder a cualquier ataque. Solo que aquí se propone de nuevo esa maldita escalada que constituye nuestra angustia ya desde hace sesenta años, denunciada en su tiempo por el Concilio Vaticano II. Por tanto, como salida no queda más que el diálogo ecuménico, que el mismo Concilio ha propuesto, y que los Papas desde entonces hasta hoy han propuesto continuamente, acompañando esta exhortación al llamamiento a un inmediato desarme nuclear bilateral.
Estimado Padre Filemón,
ResponderEliminar¿Podría darme la fuente de los datos que ha mencionado? Tengo suma curiosidad.
Permítanme, por tanto, recordar la sentencia de Benedicto XVI sobre los medios de comunicación (y las finanzas): también en esta ocasión, de la guerra entre Rusia y Ucrania, parece haber presenciado, a la luz de los datos que usted nos comunica, una nueva distorsión de la realidad.
Muchas gracias por su artículo.
Estimado Luis,
Eliminarle indico el enlace: https://www.msn.com/it-it/notizie/other/le-vittime-russe-si-avvicinano-a-un-nuovo-terribile-record/ss-AA1Eeqvv#image=1, que le proporciona la fuente de la cual he recabado. Lamento no haber hablado de los heridos. Estamos ante varias estadísticas, donde es difícil saber cuál es la correcta. He tomado estos datos extremos, precisamente para documentar en cualquier caso la impresionante cifra de muertos de esta horrible guerra. Dejemos a investigaciones más precisas la tarea de determinar mejor estos datos.
Aprovecho la ocasión para hacer algunas consideraciones sobre las informaciones acerca de esta dramática situación. Aquí necesitaríamos más que nunca conocer cuáles son las posiciones de las dos partes en conflicto. Está claro que aquí en Occidente conocemos bien las posiciones de los occidentales.
En cambio, por desgracia, tengo la clara impresión de que, por ejemplo, un periódico como el diario italiano Avvenire se limita a dar noticia casi todos los días de acciones bélicas rusas en Ucrania, sin informarnos nunca sobre lo que son las informaciones oficiales procedentes de los rusos.
Ahora bien, este modo de actuar conlleva consecuencias muy desagradables, porque suscita en nosotros un sentimiento de rencor hacia los Rusos por la impresión de encontrarnos ante un enemigo monstruoso, que casi se deleita en destruir lo que ya el papa Francisco había llamado varias veces la "martirizada Ucrania".
Esta situación intolerable es un llamamiento a todos, tanto europeos como rusos, para recordar sus raíces cristianas, porque cuanto más trágica y humanamente insoluble es una situación histórica, tanto más necesario es que las dos partes en conflicto, ambas vinculadas al cristianismo, recurran a la ayuda de fuerzas espirituales sobrenaturales.
Pienso, por ejemplo, en lo que se refiere a Rusia, en su tradición de santidad y en los santos a los que está dedicada: San Pantelemón, San Vladimiro, San Basilio, San Nicolás, San Alejandro Nevsky, San Sergio y, finalmente, la Virgen de Vladimir. Oremos pues a estos santos, para que inspiren a los rusos pensamientos de paz.
Por último, mi deseo es que pueda haber un encuentro entre el papa León XIV y los Patriarcas Cirilo y Bartolomé (por cuanto respecta a Bartolomé individualmente, ya ha habido varios encuentros de León, incluso hoy mismo).