En la Iglesia, o mejor dicho en los márgenes del cauce de la Iglesia, tanto el modernismo como el pasadismo son corrientes ideológicas, vale decir, que en su aproximación a la Sagrada Escritura, antes de todo priman en estas corrientes sus propias ideas, sus propias construcciones gnósticas, sus racionalismos, no importa que sean modernistas o pasadistas, y en tal sentido, ora interpretan la Biblia en sentido literalístico, ora la interpretan en sentido alegorístico (que no es lo mismo que sentido literal y alegórico), conforme les venga bien a sus propias construcciones ideológicas, sin tener jamás en cuenta, a menos que les venga cómoda, la interpretación dogmática del Magisterio de la Iglesia. [En la imagen: fragmento de "Procesión en la Catedral de Burgos", óleo sobre lienzo, 1890, obra de Joaquín Sorolla y Bastida, perteneciente a una colección particular].
----------p.N.C: Estimado Filemón, decías que se impone la exigencia de una interpretación alegórica. Creo que esta es una formulación correcta, y en mi opinión muy significativa, porque la alegoría se convierte en una necesidad sobre todo frente a aquella que a mí me parece ser ya una adquisición fundamental, desde el punto de vista histórico crítico. Me explico: el autor material de la Escritura no tenía en vista un sentido que fuera diferente del literal. Además, el pasaje de Isaías al que te has referido es paradigmático, en mi opinión, desde este punto de vista, porque precisamente la Biblia masorética, el texto masorético, el texto hebreo de referencia, es un texto bastante problemático desde el punto de vista de sus posibilidades de funcionar como apoyo para una lectura de tipo alegórico, porque "almáh", como bien decías, era la niña en edad núbil, y las niñas llegaban vírgenes al matrimonio. Vale lo mismo, entre otras cosas, para el término "parthénos". En el antiguo Israel, como es sabido, "almáh" significa al mismo tiempo virgen y niña, porque en el mundo antiguo, en las sociedades antiguas en general, las dos cosas eran solidarias la una a la otra. El problema, sin embargo, no es tanto el término "almáh", sino "parthénos", dará a luz, que en hebreo es un participio presente, es decir, "está encinta".
----------Tanto es así, que la lectura alegórica, como has aclarado, es posible solo a partir del texto de los Setenta. Y abro aquí un pequeña paréntesis: yo no entiendo bien qué es lo que ha impulsado a las Conferencias Episcopales en todo el mundo a abandonar el texto de los Setenta y a producir traducciones a partir directamente del texto masorético, porque a mí, desde el punto de vista de la impostación del discurso teológico, esto me parece un poco contraproducente. Pero como seguramente sabrás, Filemón, la Conferencia episcopal alemana ha modificado el texto de la Escritura en aleman, en particular el texto de ese pasaje de Isaías, y ha acogido una traducción literal, por lo cual la virgen se ha convertido en "una niña" y dará a luz se ha convertido en "está encinta". Lo mismo ha ocurrido en la versión de la Conferencia Episcopal Argentina (Libro del Pueblo de Dios), en que se ha traducido: "la joven está embarazada".
----------Entonces, hemos llegado a tal extremo de literalismo, que me animo a decir, por lo cual, de hecho, al menos para un católico alemán o argentino que se acerque a la Biblia oficial en su país, esta profecía deja de existir, al menos desde el punto de vista de su anclaje bíblico. No sé si quieres decirme algo a este propósito, porque aquí, digamos que se inserta un discurso muy interesante sobre el empleo del método histórico crítico en la lectura de la Escritura, que, repito, desde un punto de vista cristiano-católico, inevitablemente presenta problemas. ¿Qué piensas, querido Filemón, acerca de esta cuestión?
----------Respondo: Te estás refiriendo al problema de las traducciones directamente del hebreo. Es el caso, por ejemplo, de Martín Lutero, quien tradujo la Biblia directamente desde el hebreo. Pues bien, se trata de una cuestión delicada, porque en realidad, históricamente hablando, no debería hacerse así. Decimos que se debe usar el método "histórico-crítico". Pero aquí está el aspecto problemático, porque cuando se dice en español "histórico", es necesario ante todo aclarar qué significa "histórico".
----------Cuando decimos interpretación "histórica" se hace referencia a la interpretación literal o material, pero la interpretación literal comporta un desarrollo. Lo que quiero decir es esto: que la comprensión de la Sagrada Escritura, en la luz de la fe cristiana, está sujeta a una maduración. Con ello quiero subrayar la importancia del texto de los Setenta; y luego la importancia del texto del Evangelio; y he aquí el sentido "histórico" de la exégesis. ¿Pero "histórico" en qué sentido? En que existe una profundización.
----------Por consiguiente, hoy, como bien sabemos, en el ámbito de la exégesis, este deseo o esta voluntad de traducir directamente desde el hebreo está bastante extendida, y se toma como ejemplo al respecto a Lutero. Y no es que Lutero haya tenido una mala idea. ¿Pero cuál ha sido en el campo de la exégesis el error de Lutero? Ha sido el de reducirse a una exégesis histórica; porque la exégesis histórica, como dice la misma palabra, requiere el conocimiento de la historia de la interpretación, lo que los alemanes llaman la historia de la redacción, la historia de las formas, vale decir, la historia de los significados. Lo que quiere decir es que en la historia la comunidad creyente, primero el pueblo hebreo, luego nosotros los cristianos, al leer la Escritura, hemos profundizado (y volvemos aquí a tratar de la alegoría) el significado alegórico, lo que se llama el significado espiritual, lo cual es sumamente importante.
----------Ahora bien, volviendo al tema de esta operación de traducir directamente desde el hebreo de modo literal el texto de Isaías del capítulo 7, ¿por qué hoy no podemos aceptar una traducción en este sentido? Precisamente porque, como he dicho, una traducción así: "la joven está embarazada" (Levoratti), nosotros actualmente leemos "la joven mujer", "la muchacha", "la niña", "la doncella", simplemente desde el punto de vista sociológico, o sea desde un punto de vista muy humano, sabiendo que hoy tantas jóvenes tienen relaciones prematrimoniales, y por eso quedamos un poco perplejos o nos impulsa a la risa, pues en éste que es nuestro contexto sociológico, tal traducción no nos hace pensar en la virginidad de Nuestra Señora.
----------Ahora bien, ¿cuál es entonces la exégesis correcta? Pues bien, la exégesis correcta emerge cuando se parte de la exégesis histórico-crítica, vale decir, determinamos su significado histórico, pero al decir exégesis crítica, cuando se dice "crítica" se quiere decir que hay una búsqueda del significado de fe, el cual conduce al dogma. "Crítica" viene del griego κρίνω, krinein, que significa juzgar, evaluar, discriminar. Por ende, se hace referencia a la sabiduria, al discernimiento, lo cual es fundamental para la exégesis.
----------Entonces, llego a mi conclusión, y es ésta: que el método de Lutero es erróneo, porque supone haber hecho una traducción independiente de la historia de las formas, de la historia de la redacción, vale decir, ha sido una traducción independiente de la tradición exegética eclesial. Esto es fundamental: el exégeta no es un individuo que trabaja por su cuenta. Este ha sido el defecto de Lutero, pues ha hecho un trabajo individualista, aún con todas las dotes que tenía para ello (y esto no lo negamos). Esta es una forma equivocada de exégesis.
----------Concluyendo con otras palabras, el método de la exégesis es un método que supone, primero de todo, una actitud creyente, además supone un conocedor del método histórico-crítico, que incluye también el uso de la alegoría y del significado literal en el interior de la exégesis tradicional, la cual, a lo largo de los siglos, profundiza cada vez más el contenido de la Sagrada Escritura, como Cristo lo ha prometido.
----------p.N.C.: Te has explicado muy bien. Y me parece interesante tu lectura, o tal vez relectura, del significado del adjetivo "crítico" en el sintagma "histórico-crítico", porque como bien sabrás, el sentido de la "crítica" actual, desde el punto de vista de quien usa este método, que es el método filológico, es muy diferente. Tú Filemón estás hablando desde un punto de vista cristiano-católico, confesional, de una crítica que sea discernimiento a la luz de las verdades de fe. Pero sabes bien que quien desarrolla hoy el método histórico-crítico habla más bien de una reconstrucción objetiva o que se acerca a la objetividad del dato histórico.
----------Ahora bien, para ir cerrando ya esta conversación, que realmente ha sido para mí muy estimulante, me permito proponerte una pequeña provocación. Cuando se habla de la lectura alegórica de las Escrituras, a mí siempre me viene a la mente un cierto pasaje de una obra de un autor cristiano de los primeros siglos, que es Arnobio de Sicca, autor de un texto apologético, el Adversus Nationes, contra los paganos.
----------Pues bien, en el quinto libro, Arnobio de Sicca, entre los argumentos a los que recurre en este su discurso realmente fascinante, militante, anti-pagano, existe también una crítica a los paganos que usaban el método alegórico para explicar y defender sus mitos. Y me gustaría transcribirte algunos brevísimos pasajes del quinto libro del Adversus Nationes. Por ejemplo, en el capítulo 33, Arnobio escribe así: "En realidad, ya que es vergonzoso e indecoroso, de hecho indecente, acoger en sentido literal lo que se lee, se ha recurrido como reemplazo, en estos detalles, de sustituir una cosa con otra".
----------Aquí Arnobio está hablando obviamente de la lectura de tipo alegórico. Ahora bien, desde el punto de vista de Arnobio, sería un método al cual los paganos, en su época, habrían recurrido para evitar la infamia de ciertas situaciones de las que abundaba el mito griego, y en general la mitología pagana, situaciones escabrosas o inmorales. En el capítulo 33, en los parágrafos 4 y 5, Arnobio escribe: "¿Dónde habéis aprendido, o de quién os ha sido sugerido, que estas historias han sido escritas en sentido alegórico? ¿Puede que los autores os han sugerido, o incluso vosotros estábais escondidos en sus mentes?".
----------Arnobio incluso incrementa la dosis de su ataque a los paganos en el capítulo 34, cuando les dice: "¿Cómo sabéis que dais a las cosas la misma interpretación y el mismo significado a los que miraban bajo sus pensamientos inexpresos los escritores mismos?". Y aún más, en el capítulo 36, siempre del quinto libro, escribe: "Porque para vosotros es extremadamente difícil poder dar otro sentido, cambiáis el significado. Para transmitir todo lo que ha sido escrito, escogéis sólo los elementos que sean cómodos para vuestro asunto. ¿De qué manera conocéis, o de qué fuente sabéis cuál parte de la fábula ha sido compuesta en su propio sentido, y cuál, en cambio, ha sido cubierta con significados deformes y diversos?".
----------Esta serie de pasajes, que son críticas explícitas contra la práctica del alegorismo, que un cristiano dirige a los autores paganos, yo la encuentro particularmente interesante. Pues bien, querido Filemón, esperando que me disculpes esta pequeña provocación, ¿qué podemos responder?
----------Respondo: Pues bien, podemos decir que aquí se plantea el problema de la filosofía, del cual todavía no habíamos hablado. De hecho, tú repetidamente has hablado de una teología especulativa. Pues bien, ésta es una nota doliente. Cuando hoy se escucha hablar de "método histórico-crítico", es necesario preguntarse qué es lo que con ello se quiere decir. Porque, por desgracia, ha sucedido, sobre todo en el ámbito protestante, que se han usado filosofías como la de Kant, y por eso se habla del "criticismo kantiano". Pero no existe ninguna hay duda de que si usamos la filosofía kantiana para interpretar la Escritura, la cambiamos.
----------Y ahora es el momento de agregar otra cosa, de la que hasta ahora no hemos hablado. Hasta ahora no he introducido dos categorías que son fundamentales y que se relacionan con la filosofía. E incluso aún no he usado la palabra metafísica. Porque como bien sabes, yo he enseñado metafísica durante muchos años y, si me lo permites, quisiera exponer una palabra a este respecto; porque como repetidamente he dicho en mi blog, no se puede hacer exégesis sin dominar la metafísica. ¿Qué es lo que quiero decir?
----------Quiero decir que la divina Revelación es una Revelación hecha por Dios a la razón humana. Por consiguiente, para poder interpretar el dato bíblico, se necesita usar una razón humana bien educada, bien formada, sistemáticamente ordenada, estructurada lógicamente. Se necesita una buena filosofía. El drama de los protestantes es precisamente éste. No es el hecho de su pasión por la Sagrada Escritura, pues en ello son encomiables, porque usan muchas ciencias bíblicas, pero, ¿dónde se equivocan? A menudo, en la filosofía. Por ejemplo, en usar a Heidegger, en usar a Hegel, en usar a Kant, que no lleva a la verdad.
----------Iré concluyendo entonces mi discurso. Me preguntas: ¿qué sentido tiene el discurso de Arnobio? Es muy importante. Entonces, ¿qué es lo que intenta decir Arnobio? Intenta decir esto: que ustedes -les dice a los paganos-, con la excusa de la alegoría, nos conducen fuera del camino, quieren sacarnos del camino, nos desorientan, tratan de marearnos la perdiz. Entonces, el problema es éste: la alegoría tiene un trasfondo "crítico", pero crítico en el buen sentido, es decir, el sustrato de una buena filosofía que introduce algunos métodos fundamentales, que son fundamentalmente dos. Y entonces me explico.
----------El primero de los métodos fundamentales es la relación causal, vale decir, la interpretación alegórica. Con esta interpretación nosotros conocemos una cosa para llegar a otra, pero esa cosa a la que llegamos no es una cosa casual, sino que puede ser muy bien una causa. Es decir, se trata de operar filosóficamente, estamos en plena filosofía, en plena lógica, y podemos pensar en Aristóteles. No hay que temer decirlo, hay que nombrarlo tranquilamente a Aristóteles, que fue usado por santo Tomás de Aquino.
----------En Aristóteles, como sabemos, existe el proceso inductivo, la relacion causal, del efecto a la causa. ¿Qué es lo que sucede? Sucede que la razón, de un dato material, pasa a la causa espiritual. Y doy un ejemplo muy simple. La famosa parábola de los operarios que recibían todos la misma paga, recibían todos la misma moneda. Ahora bien, la moneda es un hecho material, pero en este punto es necesario un proceso racional, es decir, Jesús nos hace entender que de esa moneda hay que elevarse, y está aquí la analogía, y para esta elevación es necesaria la aplicación del proceso de causalidad, es decir, pasamos del efecto a la causa, de la creatura al Creador. Ahora bien, ¿qué es esa moneda? No es una simple moneda, sino que representa a Dios mismo, el Beneficio. Este es uno de los dos principios fundamentales para la exégesis, y se trata entonces de la relación causal, el pasaje inductivo del efecto a la causa, de la creatura al Creador.
----------Luego, el otro principio filosófico fundamental, importantísimo, para la exégesis, es un concepto metafísico, y se trata del concepto de la analogía. Entonces, para realizar una alegoría honesta, digámoslo también con toda franqueza, porque los paganos eran impostores, Arnobio tenía razón. Y por eso les dice: ustedes, con la excusa de la analogía, quieren introducir en la Biblia vuestras ideas erradas. Es así nomás.
----------Ahora bien, para realizar correctamente la analogía, se necesita en definitiva el discurso, la razón filosófica, la razón metafísica, o sea, se necesita la lógica, y, por cierto, está el simpático san Jerónimo, que nos dice que Cristo es maestro de lógica. ¿Quién diría eso hoy? Y sin embargo, eso que dice san Jerónimo es verdaderísimo. Sobre la metafísica de Jesús ya he escrito algo en mi blog.
----------Termino mi discurso. El primer principio es el de la relación causal, y el otro principio que se usa en la exégesis es el de la analogía. En la analogía, nosotros vemos la semejanza, por lo que, por ejemplo, el hombre se asemeja a Dios. He aquí la interpretación alegórica que aplica la analogía. En la alegoría podemos encontrar verdaderas analogías, por lo cual abordamos el misterio de nuestro Señor Jesucristo en la humanidad de nuestro Señor Jesucristo, y nosotros llegamos a conocer su divinidad por analogía. ¿Por qué? Porque la naturaleza humana es creada a imagen de Dios. Cuando se dice imagen de semejanza, se dice analogía. Y entonces, del efecto, de la imagen, se asciende. He aquí la analogía. Está todo conectado. Es una maravilla. Analógicamente, se asciende y se comprende la divinidad de Cristo.
----------p.N.C.: ¡Gracias Filemón! Te has mostrado de cuerpo entero, y aquí he visto emerger al teólogo tomista de siempre. Es la síntesis gnoseológica aristotélica de sentido e intelecto, o mejor dicho, del sentido al intelecto.
----------Yo diría que nuestra conversación nos ha llevado a explorar un ámbito que, debo decirlo, hoy no se observa con la debida atención. O se lo ignora o se lo liquida muy frecuentemente como algo irrelevante o, a veces, se lo aborda desde un punto de vista estrictamente filológico.
----------Pero antes, me gustaría decir que este capítulo de la historia de la exégesis bíblica tiene un extremo interés desde el punto de vista de la historia de la cultura. Y probablemente también podemos decir de los presupuestos teóricos que se basan en una dignidad filosófica que en tus respuestas has restituido de manera muy clara. No me queda más que agradecerte, Filemón, por tu generosa disponibilidad.
----------Gracias a ti también, y mis mejores deseos, para que puedas seguir progresando en la sabiduría.
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----------Ciertamente ha sido una muy agradable conversación con un buen amigo, que me ha servido también a mí, porque me ha obligado a recordar conocimientos, a reflexionarlos un poco más, a reformularlos teniendo en cuenta el contexto del diálogo, y enriqueciendo lo sabido con los aportes de mi amigo.
----------Por cierto, el tema de la exégesis e interpretación bíblica es de vital importancia para ayudar a aquellos católicos que son, digamos, católicos extremistas, ora de derecha ora de izquierda, tanto pasadistas como modernistas, vale decir, que se ubican en las orillas marginales del ancho río de la Iglesia católica, y que obstaculizan el curso de la vida eclesial; en otras palabras: aquellos católicos que no se encuentran (formal o materialmente hablando) en plena comunión católica.
----------En este blog se han producido no pocas veces dificultades en el diálogo con lectores que manifiestan su indietrismo también en la interpretación de la Biblia. Y disculpen si es que hablo insistentemente de los lectores pasadistas que aparecen con frecuencia en el foro de comentarios del blog; pero es que los modernistas casi no se notan (probablemente porque no tienen argumentos para refutar las frecuentes críticas que hago a esa otra corriente extremista en mis artículos). En cambio los pasadistas, frecuentemente gente que se manifiesta con pocas luces, con su fe y doctrina poco iluminada, no suelen callarse en el foro de comentarios, y dado que están apegados al pasado (casi siempre, por no decir siempre, en lo que respecta al ámbito de la liturgia) pretenden seguir defendiendo tal apego al pasado aferrándose también a algunas exégesis bíblicas del pasado que ya han sido corregidas, mejoradas o superadas por la exégesis actual.
----------Dado que el depósito de la divina Revelación fielmente custodiada y cada vez mejor explicitada por la Iglesia tiene su anclaje en la Tradición y en la Escritura, la interpretación del texto bíblico genera dificultades para las dos corrientes rebeldes que, como obstáculos, se ubican al margen del cauce de la plena comunión eclesial: los modernistas pretenden amoldar la Escritura a sus cambiantes esquemas racionalistas, mientras que los pasadistas, encerrados en su burbuja fundamentalista, le niegan al Espíritu Santo su acción de hacer entender cada vez mejor la Palabra de Nuestro Señor.
----------Y lo repito, porque esto es importante: en la Iglesia, o mejor dicho en los márgenes del cauce de la Iglesia, tanto el modernismo como el pasadismo son corrientes ideológicas, vale decir, que en su aproximación a la Sagrada Escritura, antes de todo priman en estas corrientes sus propias ideas, sus propias construcciones gnósticas, sus racionalismos, no importa que sean modernistas o pasadistas, y en tal sentido, ora interpretan la Biblia en sentido literalístico, ora la interpretan en sentido alegorístico (que no es lo mismo que sentido literal y alegórico), conforme les venga bien a sus propias construcciones ideológicas, sin tener jamás en cuenta, a menos que les venga cómoda, la interpretación dogmática del Magisterio de la Iglesia.
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