jueves, 26 de enero de 2023

El católico y su obligado realismo (5/6)

El idealismo que se opone al realismo no es el idealismo de Platón, sino el de Descartes. Es el idealismo cartesiano el opuesto al realismo, pues las ideas de las cuales habla Descartes, en su interrogarse sobre la cuestión del fundamento del saber y de la certeza, son sus ideas, las ideas que tiene Descartes en su mente, producidas por él. Descartes parte de la convicción, de por sí falsa, de que no son las cosas sensibles, sino estas ideas, el objeto inmediato de su intelecto. [En la imagen: fragmento del retrato de René Descartes pintado en óleo sobre lienzo por Frans Hals y actualmente conservado en el Museo de Louvre, París].

De qué principios surge el idealismo
   
----------El idealismo que se opone al realismo no es el idealismo de Platón, sino el de Descartes. La idea platónica está, sí ciertamente, en la mente, pero es visión sublime y certísima de la suprema, universal, eterna y perfecta realidad, fuente y criterio de verdad y de valoración, luz y supremo bien del intelecto y estímulo entusiasmante para el amor práctico y contemplativo.
----------Por el contrario, es el idealismo cartesiano el opuesto al realismo, pues las ideas de las cuales habla Descartes, en su interrogarse sobre la cuestión del fundamento del saber y de la certeza, son sus ideas, las ideas que tiene Descartes en su mente, producidas por él. Descartes parte de la convicción, de por sí falsa, de que no son las cosas sensibles, sino estas ideas, el objeto inmediato de su intelecto.
----------Además de esto, Descartes expresa la convicción absolutamente inmotivada de que sea un "engaño" el creer que "hay cosas fuera de mí, de donde proceden esas ideas y a las cuales ellas son del todo similares" (Meditaciones metafísicas, Alianza, Madrid 2011, p.95). Surge así el falso problema de si existen verdaderamente las cosas externas y cómo demostrar que existen esas cosas, que las ideas parecen representar, si ellas las representan verdaderamente y cómo hacer para saber si estas supuestas cosas están afuera y yo no puedo alcanzarlas sino por medio de estas ideas.
----------¿Cómo fiarse de estas ideas? ¿Cómo hacer para alcanzar estas cosas y para verificar si las ideas corresponden a ellas? ¿Cómo llegar a la realidad? Este lío en el cual se mete Descartes y que le gustaría hacer pasar por agudeza crítica, nos hace comprender claramente que él no sabe para nada, no obstante los estudios filosóficos por él cumplidos, por qué y para qué tenemos ideas en nuestra mente.
----------Es como para preguntarse qué era lo que había aprendido Descartes en uno de los más importantes y prestigiosos colegios filosóficos de Europa dirigido por sacerdotes de la Compañía de Jesús, si manifiesta plantearse preguntas tan necias. Sin embargo, la hipótesis de Etienne Gilson de que Descartes había digerido mal la concepción suareziana del conocer es bastante probable.
----------Evidentemente Descartes no sabía que nosotros afirmamos la existencia de las ideas no por preguntarnos cómo y si por ellas podemos llegar a las cosas externas. El verdadero problema del conocimiento es completamente diferente: dado que nos damos cuenta de conocer las cosas y de tenerlas en mente mediante las ideas, para explicar este hecho, admitimos la producción por parte de nuestro intelecto, de representaciones mentales de las cosas, a las cuales llamamos ideas o conceptos.
----------El estudio filosófico de las ideas, ámbito de la gnoseología, no sirve por lo tanto para saber cómo y si podemos alcanzar las cosas externas, sino que sólo sirve para la lógica, con el propósito de ordenar nuestros conceptos y juicios, es decir, estas ideas, a fin de poder razonar correctamente y verazmente en nuestras afirmaciones y demostraciones del saber racional.
----------Nosotros estamos conscientes y ciertos de conocer las cosas fuera de nosotros. El problema no es si existen cosas fuera de nosotros. Esto es del todo evidente para una persona sana y lúcida de mente. No debe haber ninguna duda al respecto, y mucho menos existe motivo para sostener que nos equivoquemos.
----------El problema crítico del valor del saber es más bien saber cómo sucede esto. Es entonces que se elabora la doctrina de las ideas. Pero, ¿cuál es la base de todo el discurso distorsionado de Descartes? ¿Encontramos un sincero deseo de verdad? ¿Hay un atenerse a la evidencia? ¿O se quiere dudar por fuerza de lo que es indudable? ¿Y por qué esto? ¿Para qué propósito? ¿Para qué fin? ¿Con qué resultados?
   
¿Cómo se le ocurrió a Descartes una idea tan aberrante?
   
----------El idealismo cartesiano no nace de un sincero deseo de verdad, sino, como ha notado el padre Cornelio Fabro [1911-1995], de una decisión de la voluntad. El cogito, dice Fabro, es un volo. En Descartes no se trata de un acto necesitado o exigido por la realidad, sino de un querer que lo real sea como se quiere que sea. La realidad no es lo que tengo delante, el ob-jectum, sino lo que yo quiero que sea.
----------Por consiguiente, de esta manera el idealismo está ligado al voluntarismo. El intelecto por sí solo no es suficiente para establecer la verdad. Es necesario el aporte de la voluntad. La voluntad completa la obra del intelecto. Sin la contribución de la voluntad, el intelecto no sabría captar lo verdadero. Ahora bien, aquí tenemos que entendernos correctamente. Si con esto se entiende decir que no podemos captar la verdad sino porque somos impulsados por la voluntad, esto es ciertamente verdadero.
----------Por el contrario, si entendemos decir que el acto mismo del conocer o del captar lo verdadero es, parcialmente al menos, acto del querer, entonces esto es falso. En efecto, la voluntad quiere lo que el intelecto ha aprehendido con sus propias e insustituibles fuerzas, la voluntad quiere lo que el intelecto ha aceptado como verdadero. Por otra parte, la voluntad no se mueve sino hacia un fin precedentemente conocido. Si no hay ningún conocimiento, entonces no hay ninguna voluntad. Por consiguiente, no puede la voluntad por sí misma, independientemente del intelecto, determinar el fin querido.
----------El voluntarismo es, por consiguiente, el principio básico del idealismo cartesiano, el cual conducirá posteriormente al idealismo alemán. De esto existe ya un comienzo en el modo con el cual Duns Scoto concibe la voluntad divina. En el idealismo platónico, en cambio, yo me adecuo a la idea que me trasciende como realidad y no pongo como hace Descartes mi idea, producida por mí, como principio de realidad. Está aquí siempre en juego la idea como pensamiento, sólo que en el caso de Platón, este pensamiento es divino y subsistente, es decir, es regla de lo real y de nuestro pensamiento, mientras que en el idealismo que surgirá de Descartes es mi idea la que quiere ser principio del ser y de lo real.
----------El voluntarismo de Friedrich Nietzsche [1844-1900] se puede considerar como una expansión moderna del voluntarismo cartesiano. Como hace notar Heidegger en su estudio Nietzsche, ese voluntarismo se expresa en la metafísica propia de Nietzsche, para la cual el ser es la "voluntad de poder".
----------La actitud de Descartes nace indudablemente de un factor espiritual que no se refiere a la inteligencia, sino a la voluntad, aun cuando luego indudablemente en muchos casos individuales de idealistas lo que habría de jugar será precisamente un grave defecto de inteligencia, causado tal vez por factores inconscientes o involuntarios, dictados por límites mentales o por influencia de la imaginación. No es del todo para excluirse la influencia del demonio, tal como nos advierte el apóstol san Pablo (1 Tim 4,1).
----------De hecho, ¿de dónde nace el dudar de la evidencia? ¿O el juzgar como error lo que se muestra evidente? ¿De qué puede surgir sino de una enemistad frente a la verdad? ¿De qué se trata, entonces, sino de una impugnación de la verdad conocida? ¿Y qué verdad es mejor conocida que la verdad evidente?
----------Puede ser muy bien excusado aquel que no conoce una verdad y la confunde con otra, pero no quien la ve cara a cara y la rechaza. Esta actitud no nace de la humildad, no nace de un intelecto que falla involuntariamente en su propósito; no surge de un malentendido o de un equívoco inconsciente o de una mala interpretación involuntaria, sino de una precisa intención de la voluntad que no quiere someterse a lo real; nace de la soberbia. Surge del rechazo a someter el propio intelecto a la realidad creada por Dios. No acepta ninguna realidad externa, independiente del yo, sino que todo lo real debe ser deducido desde el yo, fundado en el yo y proveniente del yo, a favor del yo, el famoso cogito cartesiano.
----------Llegados a este punto, me gustaría preguntarle a Descartes: ¿cómo sabes que nos equivocamos al tomar las ideas como representaciones de la realidad, si no haces referencia a esa realidad que es la única que puede decirte que estás equivocado? Entonces, ¿cómo haces para dudar o incluso para ignorar esa realidad a la cual necesariamente tienes que hacer referencia para decir que estamos equivocados al creer conocer la realidad tal como es? Por lo tanto, Descartes con su tesis absurda, niega el principio, es decir, esa realidad que presupone para dar valor a cuanto afirma.
   
El idealismo hegeliano
   
----------El idealismo atacado por la Iglesia es ese idealismo alemán, el llamado "idealismo trascendental" (así lo definió Schelling en su tratado Sistema del idealismo trascendental), que así, sobre todo con Hegel, se definió a sí mismo, ese idealismo que concibe la Idea divina como absolutización de la idea humana, de modo que, dado que en Dios la idea coincide con el ser, lo ideal viene a coincidir con lo real o, según la famosa fórmula hegeliana, lo "racional", es decir, la idea, el concepto, lo lógico, "es lo real".
----------Hegel no vacila en declarar abiertamente su ascendencia filosófica cartesiana con estas palabras: "La simple inseparabilidad del pensamiento del ser está dada por el cogito, ergo sum: es del todo lo mismo que a mí en la conciencia me sea revelado inmediatamente el ser, la realidad, la existencia del yo (Descartes declara expresamente, Princ.Phil., I, 9 que él por la palabra pensamiento entiende conciencia in genere como tal) y que esa inseparabilidad sea sin duda el primer (no mediado, probado) y más cierto conocimiento" (cf. Enciclopedia de las ciencias filosóficas, en compendio, op.cit., p.83).
----------Sin embargo, Hegel ha podido valerse de una feliz triple distinción terminológica, propia de la lengua alemana, para expresar lo que en español llamamos realidad: Realitât, Wirklichkeit y Sachlichkeit, que dan a su idealismo un sabor de realismo, en cuanto que mientras Realitât dice esencia, por lo tanto lo abstracto, simple idea, y Sachlichkeit, dice cosa en el sentido de asunto o negocio, véase la res o el reus en el sentido jurídico, Wirklichkeit es la realidad efectiva, eficiente, eficaz, productiva, es la causalidad, realidad en sentido pleno y concreto. Véase el vocablo correspondiente en inglés, work, que quiere decir trabajo.
----------Además, conocemos la importancia que Hegel da al devenir y a la historia, identificándolos incluso con el ser al modo de Heráclito. Pues bien, la idea hegeliana no es tanto la Realität o la Sachlichkeit sino más bien la Wirklichkeit. Pero precisamente con esto el idealismo se agrava, cuanto más asume la apariencia del realismo.
----------Hegel ha comprendido bien que el principio de la identidad del pensar con el ser ya está presente en Descartes: "el concepto de la metafísica cartesiana es que ser y pensar son en sí la misma cosa; el ser, el puro ser no es una efectualidad concreta, sino que es la pura abstracción y viceversa puro pensar, es decir, autoigualdad o la esencia, por una parte es lo negativo de la autoconciencia y por lo tanto ser y por otra parte, como inmediata simplicidad, todavía otra vez no es más que ser; el pensar es realidad (Saclichkeit) o ​​realidad es el pensar" (Fenomenología del Espíritu, FCE, Mexico 1966, p. 120).
----------Veamos algunas aserciones fundamentales de Hegel. "Lo sustancial o real, aquello que reune y asume en sí todas las determinaciones abstractas y es su genuina y absolutamente concreta unidad, es precisamente la razón lógica" (Ciencia de la Lógica, Ediciones Solar, Buenos Aires 1968, p.29).
----------"La lógica es la ciencia del pensamiento puro, ciencia que tiene por su principio el puro saber, la unidad no abstracta, sino concreta y viviente, de modo que en ella es como superada la oposición, propia de la conciencia" [distinción entre intelecto y realidad, entre pensamiento y ser], "entre un subjetivo ser por sí y un segundo ser similar, un ser objetivo, y es conocido el ser como puro concepto en sí mismo y el puro concepto como verdadero ser" (Ibid., p.43).
----------"El concepto como tal aún no está completo, sino que debe ser elevado a la idea, que solamente eso es la unidad del concepto y de la realidad" (Ibid., p.663).
----------"El concepto es la absoluta unidad del ser y de la reflexión, que el ser en sí y por sí es es solo para esto que es a la vez reflexión o bien ser puesto" [el pensamiento o el yo o la conciencia pone el ser, es decir, es el cogito cartesiano interpretado por Fichte], "y que el ser puesto es el ser en sí y para sí" (Ibid., p.652).
----------"El concepto, en cuanto ha llegado a una tal existencia, que es precisamente libre, no es otra cosa que el Yo, es decir, pura conciencia de sí. Yo tengo, de hecho, conceptos, es decir, conceptos determinados; pero el Yo es el puro Concepto mismo que ha venido a ser-ahí como concepto" (Ibid., p.658).
----------"El concepto es, en relación con el ser y con la esencia, determinado así: que él es la esencia retornada como simple inmediatez al ser, cuya aparición tiene por tal modo realidad y la cual realidad es, al mismo tiempo, libre de aparecer en sí misma" (Ibid., p.143).
----------"El concepto es toda determinación, pero como esta es en su verdad. Y por tanto, aunque abstracto, él es precisamente esto que es concreto, el sujeto como tal" (Ibid., p.148).
----------"El ser ha alcanzado el significado de verdad en cuanto es la idea que sola es la unidad del concepto y de la realidad; es ya por lo tanto, aquello que es la idea" (Ibid., p.859).
----------"El pensamiento es también la cosa en sí misma o bien la cosa en sí misma es a la vez también el puro pensamiento" (Ibid., p.31).
----------"La infinita reflexión en sí misma" [la autoconciencia], "es decir, el ser en sí y para sí es sólo por esto que él es un ser puesto, es el cumplimiento de la sustancia. Sin embargo, este cumplimiento no es ya la sustancia misma, sino algo más alto, vale decir, el concepto, el sujeto" (Ibid., p.654).
----------"La idea no tiene solamente el sentido más general del verdadero ser, de la unidad de concepto y realidad, sino el más determinado de concepto subjetivo y de la objetividad. En otras palabras, el concepto como tal es ya él mismo la identidad suya con la realidad" (Ibid., p.860).
----------"La inteligencia conoce por sí en ella misma lo universal, su producto, el pensamiento, es la cosa, identidad simple de lo subjetivo y de lo objetivo. Ella sabe que lo que es pensado, es, y lo que es, es solamente en cuanto es pensado por sí" (Enciclopedia de las ciencias filosóficas, en compendio, op.cit., p.430).
----------"Por objeto no se suele entender sólo un ser abstracto o una cosa existente o en general cualquier cosa real, sino algo independiente, concreto y completo en sí: esto completo es la totalidad del concepto" (Ibid., p.167).

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