domingo, 9 de noviembre de 2025

La cuestión de la redención y la corredención (2/2)

Debate en torno a María Santísima Corredentora: voces, réplicas y discernimiento. En esta segunda entrega reunimos las intervenciones de los lectores y las respuestas que buscan iluminar, con fidelidad al Magisterio de la Iglesia y en espíritu de plena comunión, un tema que sigue suscitando pasión y controversia. Porque el dogma no es fósil ni ocurrencia, sino verdad viva que se custodia en la Iglesia y se celebra en comunión. [En la imagen: fragmento de "La Crucifixión", óleo sobre tabla, pintado entre 1509-1518, obra de Juan de Flandes, conservado y expuesto en el Museo del Prado, Madrid, España].

“Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos,
porque ellos velan por vuestras almas
como quienes han de dar cuenta”
Carta a los Hebreos 13,17
   
----------En los últimos días, el debate en torno al título mariano de Corredentora ha suscitado numerosas intervenciones de lectores, tanto en esta entrada como en otra anterior, referida a la naturaleza del dogma en la Iglesia. Opiniones diversas, réplicas irónicas, comentarios preocupados y aportes serenos se han ido entrelazando en un verdadero coro de voces. Para favorecer la claridad y la comunión, he decidido reunir aquí esas intervenciones junto con mis correspondientes respuestas, de modo que el lector pueda seguir el hilo completo y apreciar cómo la enseñanza del Magisterio ilumina y ordena la discusión.
----------Como habitualmente lo hago, ordeno al azar las intervenciones (ya sin indicar el nombre o el alias del lector, aunque reuniendo los comentarios que corresponden a un mismo hilo en el foro) indicándolas con letra cursiva, a las que añado en letra normal mi respectivas respuestas.
----------1Mil gracias por esta publicación, sumamente explicativa acerca del dogma católico, el cual, como queda claro, no puede reducirse a las definiciones dogmáticas solemnes, la última de las cuales ha sido la de Pío XII en 1950, de la Asunción de María en cuerpo y alma al cielo. Sobre esto hay mucha ignorancia. Y a la par mucha soberbia, porque hoy, con las redes sociales, hay laicos y sacerdotes que, incluso conscientes de que no están debidamente preparados para tratar en profundidad de estas cosas, propalan su ignorancia y sus tonterías por internet, y hacen enorme daño a sus seguidores. Un ejemplo es la reciente declaración del Dicasterio de la Fe acerca del veo de indicar a María como corredentora. Se trata de Magisterio Ordinario del Papa. Sin embargo, he encontrado que un sacerdote, argentino, que actúa en redes sociales, ha escrito en X: «"Es siempre inoportuno el uso del título de Corredentora para definir la cooperación de María... se vuelve inconveniente" (nro 22). La nota tiene carácter orientativo-magisterial del Dicasterio; no aparece como declaración dogmática de fe o definición de un dogma. Gracias.» Queda claro que este sacerdote sigue la misma idea de los lefebvrianos: todo lo que el Papa dice pero sin definir solemnemente no es vinculante, por no ser infalible. Ese sacerdote sabe que está equivocado, y sabe que la Iglesia ha aclarado una y mil veces su error, y sin embargo lo sigue propalando. Y como él, hay muchos. Gracias, Padre, por su labor, y le animo a seguir adelante con su tarea de esclarecimiento en comunión con la Iglesia y el Papa.
----------Respondo: Le agradezco sus buenas palabras de ánimo y la lectura atenta que usted ha hecho de mi artículo. Usted ha señalado con acierto que el dogma católico no se reduce únicamente a las definiciones solemnes, como la de la Asunción proclamada por Pío XII en 1950, sino que se sostiene también en el Magisterio ordinario, que es verdadero magisterio y vinculante para los fieles.
----------En este sentido, la Nota del Dicasterio de la Fe pertenece al Magisterio ordinario del Papa y, por tanto, merece acogida y respeto. El título de Corredentora, ya utilizado por varios Pontífices, expresa una verdad próxima a la fe: la cooperación singular de María en la obra redentora de Cristo. El documento no niega esa verdad, sino que advierte sobre la conveniencia pastoral y terminológica de emplear el término, para evitar equívocos en el diálogo ecuménico y en la catequesis.
----------Por eso, no es correcto afirmar que lo que no está definido solemnemente carece de valor o de obligatoriedad. La Iglesia ha aclarado muchas veces este error. El Magisterio ordinario, aunque no sea definición dogmática, sigue siendo enseñanza auténtica y debe ser recibido con docilidad.
----------Le agradezco nuevamente su apoyo y su deseo de comunión con la Iglesia y el Papa. Esa actitud es la que verdaderamente edifica al Pueblo de Dios.
----------2Ese comentario en X ha sido del padre Javier Olivera Ravasi. Literal.
----------Respondo: Le agradezco la precisión. En efecto, he podido constatar que la frase citada corresponde al padre Javier Olivera Ravasi en la red X.
----------Ahora bien, más allá de la autoría, lo esencial es recordar que la Nota del Dicasterio de la Fe pertenece al Magisterio ordinario del Papa y, por tanto, comporta un valor doctrinal propio, aunque su propósito principal es de orden pastoral y, en ambos sentidos, doctrinal y pastoral, merece acogida.
----------Como ya he recalcado a otros lectores, el título de Corredentora, ya utilizado por varios Pontífices, expresa una verdad próxima a la fe: la cooperación singular de María en la obra redentora de Cristo. El documento del DDF no niega esa verdad, sino que invita a discernir la conveniencia pastoral y terminológica de su empleo, para evitar equívocos y favorecer el diálogo.
----------3O sea que estos son los que siguen esa idea de los lefebvrianos... de que el Papa sólo es infalible cuando define solemnemente... Pero sabemos que eso es una mentira... Y a los lefebvrianos hace rato que les ha crecido la naríz... Ahora yo veo que a varios que se llaman "católicos"... también les ha crecido la naríz...
----------Respondo: Le agradezco su intervención. En efecto, uno de los errores más difundidos es pensar que el Papa sólo es infalible cuando define solemnemente un dogma. En tal caso, la última vez que eso ha ocurrido sería en 1950, con el papa Pío XII, definiendo la Asunción de María en cuerpo y alma al cielo.
----------Pero ese error es un argumento falaz de nuestros hermanos cristianos lefebvrianos para pretender quedar eximidos de seguir la enseñanza del Papa. Y lamentablemente, esa misma argucia lefebvriana parece ser la seguida por el padre Olivera, a juzgar por su intervención en X (y no sólo en esa intervención, sino en otras muchas ocasiones).
----------La Iglesia ha enseñado repetidas veces que también el Magisterio ordinario del Papa, y el de los Obispos en comunión con él, es auténtico, infalible y vinculante para los fieles.
----------Por eso, la Nota del Dicasterio de la Fe, firmada por el Papa, pertenece al Magisterio ordinario y merece acogida dócil tanto en sus aspectos doctrinales como pastorales. Si bien en ella no se hace referencia a que el título de Corredentora, ya utilizado por varios Pontífices, expresa una verdad próxima a la fe, podemos afirmar con fundamento que efectivamente lo es: se trata de la cooperación singular de María en la obra redentora de Cristo. El documento no niega esa verdad, sino que invita a discernir la conveniencia pastoral y terminológica de su uso, para evitar equívocos y favorecer el diálogo ecuménico.
----------4Curioso espectáculo el de algunos clérigos digitales: se indignan contra el “dogma inexistente” y, al mismo tiempo, se erigen en jueces de lo que es vinculante o no, como si el Magisterio necesitara su sello de aprobación en X para ser válido. El argumento es siempre el mismo: “si no es definición solemne, no obliga”. Como si la Iglesia fuese un notario que sólo trabaja en sesiones extraordinarias, y el resto del tiempo se dedicara a emitir opiniones de sobremesa. El problema no es la ignorancia —que sería disculpable— sino la obstinación en propalarla con entusiasmo apostólico. Y así, mientras el Papa enseña en continuidad con la Tradición, ellos reparten certificados de infalibilidad como quien reparte estampitas en la feria. En fin, que algunos confunden el Magisterio con un menú degustación: “esto sí me gusta, esto no me obliga”. Pero la fe no se cocina al gusto del comensal.
----------Respondo: Su comentario refleja con agudeza un problema real: la tentación de reducir la enseñanza de la Iglesia a un catálogo de definiciones solemnes, como si todo lo demás fuese opinión libre. Pero la fe no se cocina al gusto del comensal, como usted bien señala.
----------La Iglesia ha enseñado repetidas veces que también el Magisterio ordinario del Papa y de los Obispos en comunión con él es auténtico, infalible y vinculante para los fieles. Por eso, la Nota del Dicasterio de la Fe, firmada por el Papa, pertenece al Magisterio ordinario y merece acogida dócil tanto en sus aspectos doctrinales como pastorales.
----------En cuanto al título de Corredentora, ya utilizado por varios Pontífices, expresa una verdad próxima a la fe: la cooperación singular de María en la obra redentora de Cristo. El documento no niega esa verdad, sino que invita a discernir la conveniencia pastoral y terminológica de su uso, para evitar equívocos y favorecer el diálogo.
----------5Ese ¨clérigo digital¨ tiene la naríz muy, pero muy larga...
----------Respondo: Comprendo la ironía de su comentario. Sin embargo, más allá de las expresiones que puedan circular en las redes, lo esencial es recordar que la enseñanza de la Iglesia no depende de la opinión de un “clérigo digital”, sino del Magisterio vivo del Papa y de los Obispos en comunión con él.
Ahora bien, ya que usted, al igual que anteriores lectores, ha hecho referencia a lo escrito en X por el padre Javier Olivera Ravasi, creo conveniente hacer alguna aclaración.
----------El padre Olivera expresó lo siguiente: «"Es siempre inoportuno el uso del título de Corredentora para definir la cooperación de María... se vuelve inconveniente" (nro 22). La nota tiene carácter orientativo-magisterial del Dicasterio; no aparece como declaración dogmática de fe o definición de un dogma. Gracias.»
----------Pues bien, esta intervención de Olivera, en su brevedad, que deja lugar a interpretaciones diversas, tiene aspectos verdaderos y aspectos que podrían ser interpretados como errores:
----------1. Es cierto lo que dice el padre Olivera de que "la nota tiene carácter orientativo-magisterial del Dicasterio". Lo que dice es cierto si lo entendemos en el sentido de que la Nota del DDF, con la autoridad del Papa, es prioritariamente de carácter pastoral, aunque no por ello deja de contar con aspectos doctrinales (y por eso está bien llamarla Nota doctrinal y decir, como ha dicho el Prefecto, que pertenece al Magisterio ordinario del Papa).
----------2. Es cierto lo que dice el padre Olivera acerca de que no se trata de una "definición" de un dogma en sentido estricto.
----------3. Sin embargo, el que Olivera diga también que "no aparece como declaración dogmática de fe", podría entenderse en sentido minimalista lefebvriano, lo cual es erróneo, vale decir, en el sentido de que, al no contener definición de dogma, no sería vinculante por no ser infalible. Este es un error lefebvriano, al cual el padre Ravasi ha seguido en muchas ocasiones; por eso no es extraño que su frase pueda ser interpretada en esa clave errónea. Sabemos, por el contrario, que la Iglesia ha enseñado repetidas veces que el Magisterio ordinario es auténtico, infalible y vinculante.
----------6. El Papa es infalible no solamente cuando define alguna verdad de fe ex cathedra. San Juan Pablo II pronunció estas palabras: "Los Evangelios no nos dicen si Cristo resucitado se le apareció a María. Sin embargo, como ella estaba de manera especial cerca de la cruz de su Hijo, también ella tuvo que haber tenido la privilegiada experiencia de su Resurrección. De hecho, el rol de María como Corredentora no terminó con la glorificación de su Hijo". Así que está claro que lo es, porque el Papa no puede tener errores respecto a la fe y allí afirma que la Virgen es Corredentora.
----------Respondo: Por cuanto respecta al título de Corredentora, ciertamente ese título no ha sido definido en el I° grado de autoridad de las doctrinas. Sin embargo, es un título tradicional, que puede corresponder a los grados inferiores, o al II° o al III°, según la clasificación establecida por San Juan Pablo II con la Carta Apostólica Ad tuendam fidem de 1998.
----------Por lo tanto, se trata de una verdad próxima a la fe, que algún día podría elevarse al I° grado y convertirse en dogma definido. Sin embargo, el Papa León, hoy por hoy, cree que los tiempos no están maduros para una intervención tan solemne, que la Iglesia normalmente hace cuando hay un acuerdo generalizado.
----------Ahora bien, sabemos que nuestros hermanos protestantes y modernistas se muestran reticentes al uso de este término. Por eso creo que el Papa prefiere no tocar por ahora este tema, en espera de que el verdadero sentido de la Corredentora pueda ser comprendido más ampliamente, de modo que una eventual definición sea acogida como un verdadero día de alegría y comunión para todo el Pueblo de Dios.
----------Por cuanto respecta a su primera afirmación, cuando usted dice que "El Papa es infalible no solamente cuando define alguna verdad de fe ex cathedra", me alegra que lo tenga bien en claro. Pero le hago observación que el Papa habla "ex cathedra" en toda ocasión en que se dirige a la Iglesia universal sobre temas de Fe y de moral, aunque no defina una verdad de fe como dogma en sentido estricto.
----------7El problema no es la cita de Juan Pablo II, sino la gimnasia que se hace con ella. Una palabra aislada se convierte en dogma instantáneo, como si la infalibilidad papal funcionara al modo de un micrófono abierto: todo lo que el Papa dice, incluso en una homilía o catequesis, sería automáticamente irreformable. Pero la Iglesia distingue entre concepto y término. La doctrina es clara: María coopera de manera singular en la obra redentora de su Hijo. Eso es fe católica. El término “corredentora”, en cambio, ha mostrado límites y equívocos, y el mismo Juan Pablo II dejó de usarlo. Pretender que cada palabra papal sea dogma es como confundir el menú con la comida: el contenido es verdadero, pero la forma puede necesitar ajuste. El Magisterio no canoniza vocablos, sino verdades. Y si la Iglesia decide que un término oscurece más de lo que ilumina, lo deja de lado sin que la doctrina pierda nada. Así que menos entusiasmo por coleccionar frases papales como estampitas dogmáticas, y más atención a lo que la Iglesia enseña en su conjunto. El dogma no se improvisa en titulares, se custodia en comunión.
----------Respondo: Le agradezco su aporte, que subraya con acierto la distinción entre concepto y término. En efecto, la doctrina es clara: María coopera de manera singular en la obra redentora de su Hijo, y eso pertenece a la fe católica. El término Corredentora, en cambio, si bien tiene un sentido correcto y próximo a la fe como verdad católica, ha mostrado límites y equívocos en aquellos cristianos (como los protestantes y modernistas) que no alcanzan a comprenderlo plenamente, y por eso la Iglesia invita a discernir su uso pastoral y terminológico.
----------La Nota del Dicasterio de la Fe, firmada por el Papa, pertenece al Magisterio ordinario y, por tanto, merece acogida dócil tanto en sus aspectos doctrinales como pastorales. No se trata de improvisar dogmas a partir de frases aisladas, sino de custodiar la verdad en comunión con la Iglesia.
----------Por eso, como usted bien señala, lo importante no es coleccionar palabras papales como estampitas, sino recibir con fe, obediencia y comunión lo que la Iglesia enseña en su conjunto, distinguiendo siempre entre la verdad doctrinal y la conveniencia pastoral de los términos.
----------8Claro. Lo de San Juan Pablo II fue infalible en su momento. Ahora es lo de Tucho. Mañana será lo de el Papa de turno. Un magisterio hegeliano. Todo un devenir. La verdad HOY es éste. Mañana veremos. No importa cuál.
----------Respondo: Le agradezco su intervención, aunque debo señalar con claridad que la acusación de “magisterio hegeliano” o historicista aplicada al Papa es un error grave y, en cuanto niega la asistencia del Espíritu Santo al Magisterio, constituye en sí mismo una herejía.
----------El Magisterio de la Iglesia no es un devenir cambiante según la filosofía de turno, sino la custodia fiel de la Revelación confiada por Cristo. La doctrina permanece, aunque el lenguaje y el acento pastoral puedan variar según las necesidades de cada tiempo.
----------San Juan Pablo II, como usted recuerda, habló de la cooperación singular de María en la obra redentora de su Hijo. El título de Corredentora, ya utilizado por varios Pontífices, expresa esa verdad próxima a la fe. La Nota del Dicasterio de la Fe, firmada por el Papa, no niega esa verdad, sino que invita a discernir la conveniencia pastoral y terminológica de su uso, para evitar equívocos y favorecer el diálogo.
----------Por eso, no se trata de un “magisterio hegeliano”, sino del Magisterio vivo de la Iglesia, que en continuidad con la Tradición custodia la misma verdad de siempre, expresándola de modo que pueda ser comprendida y acogida por el Pueblo de Dios.
----------9. Ay, Anónimo querido..., lo suyo es un curioso ejercicio de lógica: si un Papa usa una palabra, es dogma; si otro Papa la matiza, es hegelianismo. Como si la Iglesia fuera un laboratorio de dialéctica y no la custodia de la Revelación. La verdad revelada no se mueve al compás de la moda ni del Papa “de turno”. Lo que cambia es el vocabulario, no la sustancia. Juan Pablo II habló de cooperación de María en la Redención, y eso es doctrina segura. El término “corredentora” fue usado, luego desaconsejado, porque oscurece más de lo que ilumina. Confundir el ajuste de palabras con el devenir de la verdad es como pensar que el sol cambia de naturaleza porque lo llamamos “astro rey” o “bola de fuego”. La sustancia permanece, aunque el lenguaje se afine. Así que menos filosofía improvisada y más atención a lo que la Iglesia enseña: el Magisterio no es hegeliano, es fiel. Y la fidelidad no consiste en coleccionar frases papales, sino en escuchar la voz de la Iglesia en comunión.
----------Respondo: Le agradezco su respuesta al Anónimo, pues usted ha puesto de relieve con acierto la diferencia entre la sustancia de la doctrina y el ajuste del vocabulario. En efecto, la verdad revelada no cambia: María coopera de manera singular en la obra redentora de su Hijo, y eso pertenece a la fe católica. El término Corredentora, aunque verdadero en sí mismo y a mi entender verdad "fide proxima", ha mostrado límites y equívocos para quienes aún no logran comprenderla (como los protestantes y los modernistas), y por eso la Iglesia invita a discernir su uso pastoral y terminológico, a fin de que llegue el ansiado día en que esta verdad sea comprendida por una gran mayoría del Pueblo de Dios, como para poder ser definida como dogma por el Papa.
----------El Magisterio no es hegeliano ni historicista, sino fiel custodio de la Revelación. Lo que varía es el modo de expresar las inmutables verdades de nuestra fe, para que sean comprendidas y acogidas por el Pueblo de Dios. Por eso, como usted bien señala, la fidelidad no consiste en coleccionar frases papales, sino en escuchar la voz de la Iglesia en comunión.
----------10Estimado padre Filemón: Leyendo el artículo y este hilo me queda claro que el problema no es sólo la ignorancia, sino la tentación de los extremos: unos reducen el dogma a fósiles de museo, otros lo convierten en ocurrencia opinable según el viento ideológico. Yo, modestamente, sólo quiero recordar que la fe católica no se sostiene ni en el progresismo que relativiza todo, ni en el tradicionalismo que absolutiza sus propias lecturas. La fe católica se sostiene en la comunión con el Papa y con la Iglesia entera. En cuanto al título “corredentora”, conviene atenerse a lo que la Iglesia ha señalado en el reciente documento del Dicasterio de la Fe, que constituye magisterio ordinario, como lo explicó su prefecto. Por lo tanto: Roma locuta, causa finita, como suele decirse. Gracias, Padre Filemón, por recordarnos que el dogma es verdad viva, y no arma de facción.
----------Respondo: Le agradezco profundamente su comentario, que refleja con lucidez el verdadero centro de la fe católica: no en los extremos que reducen o absolutizan, sino en la comunión con el Papa y con toda la Iglesia.
----------En efecto, el dogma no es fósil de museo ni ocurrencia opinable, sino verdad viva que se custodia en fidelidad a la Revelación. Por eso, como usted bien recuerda, el reciente documento del Dicasterio de la Fe pertenece al Magisterio ordinario y merece acogida dócil tanto en sus aspectos doctrinales como pastorales.
----------En cuanto al título de Corredentora, ya utilizado por varios Pontífices, expresa una verdad próxima a la fe: la cooperación singular de María en la obra redentora de Cristo. El documento no niega esa verdad, sino que invita a discernir la conveniencia pastoral y terminológica de su uso, para que pueda ser comprendido más ampliamente y favorecer la comunión.
----------Le agradezco nuevamente sus palabras, que ayudan a recordar que el dogma es verdad viva y no arma de facción, como usted bien ha señalado.
----------11. Hace pocos días el Cardenal argentino Víctor Manuel Fernández publicó un documento en el que se explica las dificultades, inconvenientes y peligros que pueden suscitar ciertos títulos atribuidos a la Virgen. Pero hoy, 7 de noviembre, en todas las parroquias y capillas de la República Argentina se producirá un hecho curioso. Se celebrará la memoria obligatoria de la Bienaventurada Virgen María, Madre y Medianera de la Gracia. Ironías que suceden.
----------Respondo: Le agradezco su observación. En efecto, el Cardenal Fernández, en su Nota Doctrinal, con la autoridad del Papa, ha recordado recientemente las dificultades que pueden suscitar ciertos títulos marianos (sin negar su vigencia como doctrina de fe), y al mismo tiempo la liturgia en Argentina celebra a la Virgen como Madre y Medianera de la Gracia.
----------No hay contradicción en ello: la liturgia reconoce títulos tradicionales que expresan la cooperación singular de María en la obra de Cristo, mientras que el Magisterio invita a discernir su uso pastoral y terminológico, para que sean comprendidos en su verdadero sentido por todo el Pueblo de Dios. María es medianera, sí, pero siempre subordinada al único Mediador, Jesucristo.
----------12Ironías, dice usted Anónimo… la única ironía es pensar que la liturgia contradice al Magisterio. La Iglesia celebra a María como Medianera, sí… pero siempre subordinada a Cristo, única fuente de gracia. Confundir vocablos con dogmas es como creer que el menú es la comida… y al final, los que se ríen de Roma terminan haciendo el ridículo.
----------Respondo: Le agradezco su intervención, que subraya con acierto que la liturgia no contradice al Magisterio. La Iglesia celebra a María como Medianera, pero siempre en dependencia de Cristo, única fuente de gracia.
----------El Magisterio ordinario del Papa, que se ha expresado en esta Nota del DDF, no niega esa verdad, sino que advierte sobre la conveniencia pastoral de ciertos términos, para evitar equívocos y favorecer el diálogo. Por eso, como usted bien señala, lo importante es no confundir vocablos con dogmas, sino acoger en comunión la enseñanza de la Iglesia, que custodia la misma verdad revelada en formas diversas de expresión.
----------13Estimado Padre: constato una vez más algo que parece de todos los días en este foro y en muchos más: hoy cualquier se pone a enseñar la doctrina católica sin tener la mínima competencia para ello. Y lo peor del caso es que parecieran pretender ser más católicos que el Papa. Hablan de temas particulares de la teología (como de los títulos de María) sin siquiera creer en la infalibilidad del Papa y, por ende, acaban criticando un documento del Papa como el que recientemente se ha publicado. Dicen que la Iglesia se ha protestantizado. Pero ¿no son ellos los que se han vuelto protestantes al querer reglar su vida cristiana sin escuchar al Papa? Hice algunos cursos de teología para laicos, con buenos profesores, y lo primero que te enseñan es Teología fundamental: el Magisterio como primera regla de la fe. Pero lamentablemente hoy hay una total ignorancia de esto.
----------Respondo: Le agradezco su nueva intervención, que recuerda con claridad lo que la Teología fundamental enseña desde el inicio: el Magisterio es la primera regla de la fe, y no puede ser relativizado ni sustituido por opiniones personales.
----------En efecto, resulta contradictorio criticar un documento del Papa en nombre de la “tradición” y, al mismo tiempo, negar la infalibilidad del Magisterio ordinario. Esa actitud termina siendo más cercana al espíritu protestante —que se guía por la interpretación privada— que a la fe católica, que se sostiene en la comunión con el Papa y con la Iglesia entera.
----------Le agradezco nuevamente su aporte, que ayuda a recordar que la fidelidad católica no consiste en ser “más papistas que el Papa”, sino en acoger con fe y obediencia el Magisterio vivo de la Iglesia.
----------14Lamentablemente tengo que darle la razón al lector anterior. Y lo digo con dolor, porque verlo cada día es una espina: muchos hablan de la fe como si fuera cosa de opinión personal, sin la menor noción de Teología fundamental. El Magisterio no es consejo opcional ni catálogo de títulos: es la primera regla de la fe. Negar esto es deslizarse en un protestantismo práctico, aunque se lo disfrace con sotana o con latinajos. Si el Papa, enseñando la doctrina verdadera que la Iglesia siempre ha custodiado, ha dicho ahora que el título “corredentora” no debe usarse, ¿qué vamos a hacer nosotros? ¿Discutirle al Papa? ¿Eso es ser católicos? El problema no es la palabra, sino la actitud: creerse más católico que el Papa y más sabio que la Iglesia entera. Esa soberbia intelectual termina envenenando a muchos fieles sencillos, que quizá son bien intencionados, pero se dejan arrastrar. Volvamos al Evangelio, a Mateo 16: ahí está la roca, ahí está la fe de Pedro, y ahí está la Iglesia.
----------Respondo: Le agradezco profundamente su intervención, que recuerda con claridad lo que la Teología fundamental enseña desde el inicio: el Magisterio no es consejo opcional ni catálogo de títulos, sino la primera regla de la fe. Negar esto es deslizarse en un protestantismo práctico, como usted bien señala.
----------En efecto, el problema no es la palabra en sí misma, sino la actitud de quienes pretenden ser más católicos que el Papa y más sabios que la Iglesia entera. Esa soberbia intelectual termina confundiendo a muchos fieles sencillos, que necesitan ser confirmados en la fe y, por ende, en la comunión eclesial.
----------Por lo que respecta al título de Corredentora, ya utilizado por varios Pontífices, expresa una verdad próxima a la fe: la cooperación singular de María en la obra redentora de Cristo. El reciente documento del Dicasterio de la Fe no niega esa verdad, sino que invita a discernir la conveniencia pastoral y terminológica de su uso, para evitar equívocos y favorecer el diálogo.
----------Como usted bien recuerda, volvamos siempre al Evangelio y a la roca de Pedro: ahí está la fe de la Iglesia, ahí está la comunión que nos sostiene.
----------15Muchos hablan demasiado... y piensan con su propia cabecita... pero al Papa hay que escucharlo primero... antes de ponerse a inventar doctrinas en las redes... el Magisterio no es un accesorio... es la voz que guía la fe... y cuando se olvida esto... lo que queda es soberbia disfrazada de celo... y los sencillos son los que terminan confundidos...
----------Respondo: Le agradezco sus palabras, que recuerdan con fuerza lo esencial: el Magisterio no es un accesorio, sino la voz que guía la fe y sostiene la comunión de la Iglesia.
----------En efecto, cuando se olvida esto y se pretende inventar doctrinas en las redes, lo que queda es soberbia disfrazada de celo, y los sencillos terminan confundidos. Por eso es tan importante escuchar primero al Papa y acoger con obediencia y comunión lo que la Iglesia enseña.
----------El reciente documento del Dicasterio de la Fe, firmado por el Papa, pertenece al Magisterio ordinario y merece acogida dócil tanto en sus aspectos doctrinales como pastorales. En él se recuerda que el título de Corredentora, aunque verdadero en sí mismo y próximo a la fe, requiere discernimiento pastoral y terminológico para evitar equívocos y favorecer el diálogo.
----------Gracias nuevamente por su aporte, que ayuda a mantener el hilo en la fidelidad al Magisterio y en la comunión eclesial.
----------16Estimado padre Filemón, usted dice que: "La cuestión de la Corredentora no es si sea verdadero o falso que María es Corredentora, no es una cuestión doctrinal, sino que se trata exclusivamente de una cuestión de lenguaje, por tanto pastoral, es decir, si sea o no conveniente, oportuno o apropiado hablar de ello desde el punto de vista pastoral o del diálogo ecuménico usar el término corredentora." Sin embargo, en la presentación que hizo el Prefecto del Dicasterio de la Fe, expresó que: "Presentamos hoy una nota doctrinal. Y conviene precisar que la expresión "doctrinal" en el título de la Nota indica que este documento tiene un valor especial, superior a los otros documentos que hemos publicado en los dos últimos años. Firmada por el Papa, pertenece al Magisterio ordinario de la Iglesia y deberá ser considerada en relación con el estudio y la profundización de temas mariológicos." Por lo tanto, ¿es asunto de doctrina o de pastoral? Le agradecería me lo explique.
----------Respondo: El Prefecto, entre sus diversas referencias, se refiere también al título de Corredentora, un título que define la acción propia de la Santísima Virgen en colaboración con Jesucristo. En este sentido, efectivamente, el cardenal Fernández tiene toda la razón, y estamos ante una Nota doctrinal.
----------Sin embargo, el propósito de esta Nota no es tanto ofrecer una enseñanza doctrinal para aclarar lo que significa Corredentora, ni mucho menos poner en duda la verdad de este título mariano, ya utilizado por los Papas anteriores; y si lo han empleado, no debemos dudar de que se trata de una cualidad real del actuar cristiano de Nuestra Señora.
----------Pero, como vemos por las palabras de la Nota, suponiendo la verdad de este título, el problema es de conveniencia o de oportunidad pastoral y, en el límite, un problema de tipo lingüístico o terminológico. Sabemos bien que las palabras son muy importantes en la comunicación con nuestro prójimo, porque, si se usan de forma inapropiada o imprudentemente, pueden generar equívocos, malentendidos e incluso conflictos.
----------Por eso, cuando se corre este riesgo, conviene discernir cuándo y cómo emplear un término, incluso si en sí mismo expresa una verdad de fe, para que ilumine la fe en lugar de convertirse en motivo de confusión o división.
----------17Estimado Padre, usted ha resumido de forma muy concisa y completa lo que yo pensaba. Decir que María no puede ser corredentora es absurdo. Todos sabemos que el único Redentor es Nuestro Señor Jesucristo y que nadie puede ser como Él. Pero corredentora, y esto es lo que yo pensaba, no es solo María, sino también todos los sacerdotes que intentan mostrarnos el camino. Y también todos los santos. Así que, a su vez, nosotros también, y yo también, quién sabe, quizás unas palabras mías a mis amigos para defender la fe les hayan sido útiles. Y aquí usted simplemente escribe: «corredentor es el cristiano». ¡Es perfecto! ¡Y Ave María!, la mejor de todos nosotros, ¡que es nuestra maestra al señalarnos a Jesús! «¡Haced lo que él os diga!».
----------Respondo: Su lectura refleja con precisión el núcleo de lo que intenté exponer. El equívoco en torno al título mariano de Corredentora proviene de separarlo de la condición misma del ser cristiano. En verdad, todo discípulo, en cuanto instrumento y ministro de Cristo, coopera subordinadamente en la obra de la salvación. La corredención no disminuye la primacía del Redentor, sino que la manifiesta, pues solo en Él y por Él podemos ser partícipes de su obra redentora.
----------18Juan Pablo II había usado por lo menos siete veces la expresión María Corredentora, para después abandonarla desde la Redemptoris Mater en adelante, mientras que Benedicto XIV, ya como prefecto, había dado una opinión negativa a este título, por ser portador de malentendidos.
----------Respondo: El uso del término corredentora, como muchos otros términos teológicos, dada la delicadeza intrínseca a la conceptualidad teológica, es un término que requiere oportunas explicaciones. Pero esta no es una excepción, porque no existe casi ningún término de la teología que no pueda ser equívoco o malinterpretado. Al final, la misma palabra Dios se entiende en sentidos diferentes. Y entonces, ¿qué hacemos? ¿Eliminamos la palabra Dios?
----------Entonces se entiende que, si tuviéramos que tener en cuenta este hecho, al final el lenguaje teológico debería desaparecer. Pero la tarea del pastor y del teólogo es precisamente explicar los términos de la teología y del catecismo, precisamente porque su significado no es intuitivo, sino que supone un dato revelado, que nos es entregado por la Tradición apostólica.
----------En cuanto a San Juan Pablo II, si en un momento dado no habló más de la Corredentora, esto no sucedió porque el Papa se haya dado cuenta de que María no lo fuera, sino simplemente porque consideró que el término no era necesario en relación con las circunstancias pastorales en las que trabajaba.
----------La disidencia del Papa Francisco tiene el mismo significado. No ha pretendido decir que es falso que María sea corredentora, sino que ha pretendido actuar simplemente una elección pastoral.
----------19Aunque las explicaciones pueden ser exhaustivas, el término en sí mismo siempre ha creado enormes problemas. El uso que han hecho los santos no excluye, por ejemplo, las disputas entre franciscanos y dominicos. De hecho, el término exacto aparece solo en el siglo XV y luego será sancionado por el Santo Oficio. Por lo tanto, referirse a épocas anteriores, citando incluso a los santos, como hacen los aficionados del "V dogma mariano" no tiene mucho sentido. Después de esta fase los papas, incluso aquellos profundamente devotos a la Virgen, nunca han reconocido la necesidad de ese V dogma mariano. Y así llegamos a nuestros días donde la petición sería llevada adelante directamente por María (sic), ya no la humilde esclava del Señor , sino el ídolo protagonista de las falsas apariciones. Así pues, he aquí la petición de la 'Virgen de todos los pueblos' (ya sancionada por la entonces CDF), la omnipresente Medjugorje (el más grande falso jamás puesto en práctica contra María Santísima), Valtorta etc. La falta de fe se colma con el circo emocional detrás del cual giran enormes intereses , que pretenden representar la verdadera devoción.
----------Respondo: El concepto de Corredentora, tal como lo he explicado, nacido en el siglo XV, no solo no presenta ninguna dificultad dogmática, sino que hace comprender mejor qué es la vida cristiana, la cual es una colaboración a la redención de Cristo y por tanto una corredención.
----------María no hace más que encontrarse en la cumbre de este aspecto de la vida cristiana, gracias a su santidad inalcanzable resultante de su misión de Madre de Dios y de la Iglesia.
----------Que luego este título pueda ser instrumentalizado o sea efectivamente instrumentalizado en falsas revelaciones privadas con el fin de destruir la reforma del Concilio Vaticano II y rebelarse contra la autoridad de los Papas del postconcilio, esto también puede ser cierto. Pero esto no quita la verdad mariana de este título, que, como es sabido, ha sido citado también por algunos Papas.
----------Que otros Papas y el mismo Concilio hayan evitado usar este título, la cosa es comprensible por los riesgos de que este título puede ser equivocado en el sentido de un aumento exagerado de la dignidad de la Virgen, hasta casi hacerla aparecer no una simple criatura, ministra del Señor, sino una especie de semidiosa, que comparte la obra divina de su Hijo. Sería un caso de panteísmo mariológico.
----------20. Ningún católico teme exagerar la dignidad de la Santísima Virgen.
Eso es una actitud temerosa y culposamente protestantoide.
Las apariciones son otra cosa. En teología y en la liturgia se habla de la mediación de la Santísima Virgen María bastante antes de esa aparición.
Una cosa es discernir si conviene declarar ese dogma. También uno puede preguntarse las causas de proclamar el dogma de la Asunción de la S. Virgen. Pero eso es otro tema.
----------Respondo: Agradezco su comentario, aunque debo precisar algunos puntos de su intervención, que requieren ser clarificados desde la doctrina católica.
----------Es cierto que la verdadera devoción mariana nunca teme reconocer la dignidad excelsa de la Santísima Virgen, pero tampoco confunde su condición de criatura con la divinidad de su Hijo. La prudencia de la Iglesia al discernir ciertos títulos no es “protestantoide”, sino profundamente católica: se trata de custodiar la verdad cristológica y evitar que un término pueda ser malinterpretado como si María compartiera la obra divina de Cristo en igualdad de condiciones.
----------En efecto, la teología y la liturgia han hablado desde antiguo de la mediación de María, siempre subordinada al único Mediador, Jesucristo. El título de Corredentora expresa correctamente su cooperación singular en la obra redentora, pero puede ser malentendido si se lo usa sin las debidas aclaraciones. Por eso el Magisterio de la Iglesia, hoy en el magisterio ordinario del Papa León, nos invita a discernir su conveniencia pastoral y terminológica, sin negar la verdad que el título contiene.
----------La proclamación de dogmas, como el de la Asunción, responde siempre a un discernimiento profundo de la Iglesia, que busca iluminar la fe de los fieles y custodiar la comunión. En este caso, la cuestión no es la verdad mariana —que permanece firme—, sino la oportunidad y claridad del lenguaje que la expresa.
   
Fr Filemón de la Trinidad
Mendoza, 9 de noviembre de 2025

14 comentarios:

  1. Estimado Padre:
    Usted bien destaca:
    "El documento no niega esa verdad, sino que invita a discernir la conveniencia pastoral y terminológica de su uso, para evitar equívocos y favorecer el diálogo ecuménico".
    Es claro que así es lo que expresa el documento.
    Pero lo que ha suscitado equívocos no fue el concepto de Corredentora o Medianera sino ese documento. Algunos Obispos y numerosos párrocos han debido aclarar el documento, no los supuestos actos de "maximalismo" mariológico.

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    1. Estimado Anónimo,
      le agradezco su comentario. Sin embargo, para poder comprender mejor su objeción, necesitaría que me aclare qué aspecto del documento considera usted que requiere explicación o precisión. Del mismo modo, le agradecería que concretara qué han debido aclarar esos que usted menciona como “algunos obispos y numerosos párrocos”.
      Por mi parte, sólo conozco lo que ha dicho mi propio Obispo y he conversado con un par de párrocos sobre el tema. Usted parece disponer de más información que yo; por eso, todo lo que pueda indicar será bienvenido y ayudará a enriquecer el diálogo.

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    2. Estimado Padre:
      El documento causó perplejidades y confusión en numerosos fieles y aún en sacerdotes.
      Por ejemplo, se puede escuchar al P. Matías Jurado decir: "María no es corredentora", cuando el documento no dice eso. Luego lo que dice es bueno. Pero empieza con ese error.
      Este padre, párroco en Buenos Aires, es experto en comunicación y en este caso es difundido por un Legionario de Cristo.

      https://x.com/aar7z/status/1987391906439983234

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    3. Estimado Anónimo,
      advierto que, sin responder a mis preguntas, usted simplemente me envía un enlace donde un sacerdote parece no haber leído atentamente la Nota del DDF, o bien la ha interpretado de manera parcial y errónea.
      Observo además que usted no ha señalado objeciones concretas al documento ni ha indicado qué aspectos necesitarían aclaración. Usted menciona que “el documento causó perplejidades y confusión”, pero supongo que para usted es fácil distinguir entre lo que el texto enseña y las interpretaciones que algunos difunden.
      Vuelvo entonces a hacerle las mismas preguntas: ¿qué aspecto del documento considera usted que requiere explicación o precisión? ¿qué han debido aclarar esos que usted menciona como “algunos obispos y numerosos párrocos”, sin indicar quiénes son ni dónde lo ha constatado?
      La Nota de los colaboradores del Papa es clara en sus expresiones, y además están las dos conferencias publicadas donde el Prefecto Fernández y uno de sus asesores, el padre Gronchi, explican el alcance doctrinal y pastoral del texto.
      Por lo tanto, vuelvo a preguntarle: ¿qué es lo que no entiende usted ni entienden los “numerosos” que usted dice que no entienden? ¿Cuáles son las objeciones que usted plantea a la Nota?

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    4. Estimado Padre:
      No puedo creer que usted tenga cura de almas y no entienda el problema que suscita.
      Los fieles están perplejos. Claro que esto da un buen impulso para explicar los alcances de la Mariología.
      El magisterio de la Iglesia es primordialmente enseñar la Revelación. En este caso se pone a buscar excusas para ver el alcance de las palabras. Claro que eso es algo importante. Pero incluso busca el pelo en la leche preguntándose si María fue mediadora de la gracia que ella recibió.
      Que el UNICO mediador es Cristo ya lo sabemos. Lo dice la S. Escritura. Que el misterio de la Santísima Virgen está asociado al orden hipostático es clarísimo. No se resuelve con la concepción y el alumbramiento del Salvador, en ese caso sería una cuestión biológica. Su sí responde a TODA la obra de la Redención, porque así lo estableció Dios.
      Querer reducir el papel que Dios le dio a "discípula", parece bastante pobre y fuera de consonancia con el Magisterio.
      El problema es que aunque sea una nota orientativa lleva también la firma del Papa.
      Como diálogo y análisis teológico puede ser. Para ser publicado, me parece que no. Era preferible no decir nada.

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    5. le agradezco su comentario, aunque observo que sigue sin responder a las preguntas concretas que le he planteado. Permítame aclararle algunos puntos:
      1. Sobre la perplejidad de los fieles:
      Usted afirma que “los fieles están perplejos”. ¿A qué fieles se refiere? En mi parroquia, como siempre hacemos cuando se publica un documento importante, hemos ofrecido una charla explicativa. Y puedo asegurarle que todos los que participaron salieron conformes y agradecidos por la claridad de las explicaciones. La perplejidad se disipa con estudio y acompañamiento pastoral, no con silencio.
      2. Sobre el Magisterio y la Revelación:
      El Magisterio enseña la Revelación, y parte de esa misión es custodiar el lenguaje teológico para que no oscurezca la verdad revelada. No se trata de “buscar excusas”, sino de evitar expresiones que puedan inducir a error o dificultar el diálogo ecuménico.
      3. Sobre la asociación de María a la Redención:
      Nadie niega que María esté asociada íntimamente a la obra de la Redención. La Nota reconoce explícitamente su cooperación singular. Lo que se desaconseja es el título Corredentora, no la verdad de su asociación con Cristo.
      4. Sobre el término “discípula”:
      El Magisterio no reduce a María, sino que la presenta en su verdad evangélica: la primera discípula de Cristo, modelo de fe y obediencia. Precisamente en esa condición se manifiesta su grandeza.
      5. Sobre la autoridad del documento:
      El documento lleva la firma del Papa, y por eso tiene autoridad magisterial. Se trata de magisterio ordinario del Papa y, en cuanto a su aspecto doctrinal infalible (no sus directrices pastorales, que pueden ser respetuosamente discutidas). No es un simple diálogo teológico, sino una Nota doctrinal y pastoral que orienta a toda la Iglesia.
      6. Sobre la competencia en el debate:
      En las actuales circunstancias de redes telemáticas cualquiera se siente autorizado a opinar de cualquier tema, aunque no tenga la debida competencia. Yo mismo, si no tuviera especialización en enfermedades hepáticas, no podría discutir con un médico especialista en esa materia. Por eso le recuerdo, con sencillez, que está dialogando con un sacerdote doctor en filosofía y teología, con cincuenta años de docencia en universidades y seminarios, y que ha colaborado también en la Curia Romana al servicio del Papa. Mi tarea es precisamente ayudar a los fieles a comprender los documentos del Magisterio con rigor y fidelidad.
      En conclusión, lo fundamental que deseo transmitirle es que la verdad doctrinal permanece: María cooperó de modo único en la obra de la Redención. El Magisterio, sin embargo, aconseja prudencia en el uso de ciertos títulos, no por negar la verdad, sino por custodiarla mejor. La perplejidad se resuelve con explicación y acompañamiento pastoral, no con polémicas ni con silencio. Por el momento el Papa León prefiere que el título de "Corredentora" no se emplee, y nos impulsa a un mayor discernimiento teológico sobre ese título, para que quizás llegue el ansiado día en que, cuando ese título pueda ser aceptado por una gran mayoría del Pueblo de Dios, pueda incluso ser proclamado dogmáticamente en sentido estricto.

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    6. Mi duda no fue sobre su competencia académica, sino sobre la cura de almas.
      Sabemos que va a Misa en torno al 4% de los fieles y a esas charlas -ciertamente muy útiles- va un pequeño porcentaje de ese 4%.
      Me alegro que haya obtenido buenos resultados de esa charla.
      Distinto es darle crédito y más aún crédito teológico a las apariciones que piden la proclamación del dogma. Eso no está en discusión.
      Lo que reseña el documento es la feria IV en la que el entonces cardenal Ratzinger no era favorable al pedido de proclamación del dogma. Pero no lo habían publicado (hasta ahora).
      La Santa Sede mantuvo un prudente silencio.
      Publicar esto ahora me pareció innecesario.

      Por mi parte no dejo de rezar esta oración que, según me parece, aunque no sería de la preferencia del Santo Padre, no está prohibida:

      Vergine benedetta, Madre di Dio, volgete benigna lo sguardo dal cielo, ove sedete regina, su questo misero peccatore, vostro servo. Esso, benché consapevole della sua indegnità, a risarcimento delle offese a voi fatte da lingue empie e blasfeme, dall'intimo del suo cuore vi benedice ed esalta come la più pura, la più bella e la più santa di tutte le creature. Benedice il vostro santo nome, benedice le vostre sublimi prerogative di vera Madre di Dio, sempre Vergine, concepita senza macchia di peccato, di del genere umano. Benedice l'eterno Padre, che vi scelse in modo particolare per Figlia, benedice il Verbo incarnato, che vestendosi dell'umana natura nel vostro purissimo seno vi fece sua Madre; benedice il divino Spirito che vi volle sua Sposa. Benedice, esalta e ringrazia la Trinità augusta che vi prescelse e predilesse tanto da innalzarvi su tutte le creature alla più sublime altezza. O Vergine santa e misericordiosa, impetrate il ravvedimento ai vostri offensori e gradite questo piccolo ossequio dal vostro servo, ottenendo anche a lui, dal vostro divin Figlio, il perdono dei propri peccati. Amen.

      Die 22 ianuarii 1914.

      Ssmus Dominus noster D. Pius div. prov. Pp. X, in audientia R. P. D. Adsessori S. Officii impertita, benigne concedere dignatus est ut christifideles, qui corde saltem contrito ac devote supra relatam orationem recitaverint, indulgentiam centum dierum, defunctis quoque applicabilem, quoties id egerint, lucrari valeant. Praesenti in perpetuum valituro, absque ulla Brevis expeditione. Contrariis quibuscumque non obstantibus.
      D. CARD. FERRATA, Secretarius

      AAS 1914, pág. 108-109

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    7. Estimado Anónimo,
      veo que, pese a mi paciente insistencia, usted sigue sin responder a las preguntas que le planteé: ¿qué aspecto del documento considera usted que requiere explicación o precisión? ¿qué objeciones concretas han planteado esos “numerosos” fieles y sacerdotes que menciona?
      Entiendo su referencia a estadísticas de práctica religiosa (de cuya veracidad la certeza es suya) y a oraciones indulgenciadas del pasado, pero eso no responde al núcleo de la cuestión planteada en nuestro diálogo, que, al fin de cuentas, ha iniciado usted y en los términos que ha señalado en su primera intervención.
      La Nota del Dicasterio no niega la cooperación singular de María en la obra de la Redención; lo que hace es orientar sobre el uso de un título que puede prestarse a equívocos. La verdad doctrinal permanece, pero la Iglesia, en su discernimiento pastoral, aconseja prudencia en el lenguaje.
      Las devociones privadas, como la oración que usted cita, son legítimas y pueden enriquecer la piedad de los fieles. Sin embargo, no sustituyen al Magisterio ordinario de la Iglesia, que tiene la misión de custodiar la fe y de clarificar los términos para que no se oscurezca la centralidad de Cristo.
      Por eso vuelvo a insistir: si usted considera que el documento es “innecesario”, dígame qué parte concreta le parece problemática o confusa. Mientras tanto, lo que tenemos es un texto claro, aprobado por el Papa, que ayuda a los fieles a comprender mejor la relación entre María y Cristo en la obra de la salvación.
      Incluso si no hubiera estado firmado por el Papa, el documento igualmente pertenecería al magisterio ordinario y auténtico del Papa, que goza de la asistencia indefectible del Espíritu Santo en materia de fe, porque precisamente esa es la competencia del DDF: asistir al Sucesor de Pedro en el infalible ámbito de la fe.

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  2. Gracias por su claridad Padre. El argumento de que "genera confusión" es como mínimo débil. Y la unión hipostatica entonces? ¿Esa no genera confusión? Y creo que una buena parte de los católicos caerían en disparates tratando de explicar el mismo dogma trinitario.
    Mi pregunta Padre es si esta línea de pensamiento podría ir en el futuro a afectar otras nomenclaturas teológicas .

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    1. Estimado Anónimo,
      el término “Corredentora” posee una tradición secular, aunque principalmente en el ámbito de la piedad popular. Por lo que conozco, ningún gran teólogo ha desarrollado sistemáticamente este concepto, lo que ha favorecido ciertas exageraciones; en ese sentido, se comprende la protesta de los hermanos Luteranos ante posibles malentendidos.
      Lo que está en juego, ante todo, es el Misterio de la Redención. A mi juicio, rara vez se ha considerado con seriedad la relación intrínseca entre Redención y corredención. El secreto para entender lo que realmente expresa la corredención es situarla dentro de la economía de la Redención: participación subordinada, instrumental y dependiente, no paridad ni coprincipio. Es lo que, modestamente, he intentado delinear en mi artículo.
      En esta línea, el Papa nos indica que la reflexión sobre este título debe madurar. Es cierto que la terminología teológica, por su densidad, está expuesta a equívocos y exige explicación; el riesgo de renunciar por “confusión” a vocablos clásicos es real, y el efecto —muy deseado por los enemigos de la Iglesia— sería empobrecer el depósito de la fe y su lenguaje.
      Además, para comprender la corredención se requieren bases metafísicas: causalidad instrumental, participación, analogía del ser, subordinación de la mediación creada a la única mediación de Cristo. Solo a la luz de estas claves se evita tanto el maximalismo impropio como el minimalismo reductivo.
      Respecto a su pregunta: sí, existe el peligro de que una apelación genérica a la “confusión” termine afectando otras nomenclaturas teológicas (p. ej., “unión hipostática” o las fórmulas trinitarias). Por eso la respuesta no es abandonar los términos, sino explicarlos con rigor doctrinal y prudencia pastoral, manteniendo la precisión conceptual y la jerarquía de verdades.

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  3. Personalmente entiendo el término corredención como participación y cooperación en la acción salvífica de Cristo y pienso que se puede referir a la participación activa de los creyentes, y de modo particular de la Virgen María, en la obra de salvación realizada por Cristo. La salvación ya está cumplida por el sacrificio de Cristo, y la corredención se centra en la colaboración activa de los fieles y de la Virgen para aplicar los beneficios de la redención al mundo.
    La cooperación de María, desde el punto de vista del Concilio, es singular, activa y se basa en los méritos sobreabundantes de Cristo. La «única mediación del Redentor no excluye, sino que suscita en las criaturas una diversa cooperación, que es participación de la única fuente» (Lumen gentium 62b). Por eso la Madre de Dios es llamada también, con una expresión muy querida al papa Pío XII, socia Redemptoris.
    Desde el punto de vista metafísico-teológico, el término corredención está estrechamente ligado al término participación que en Santo Tomás significa que todo ser finito, el ser humano de modo particular, recibe el ser, o esse, de Dios, que es su fuente y participante. Por consiguiente, tanto Santo Tomás como San Agustín utilizan este término para indicar las relaciones de dependencia de las criaturas del Creador: toda la creación, toda bondad, verdad, belleza, vida finita, no son más que participaciones de la bondad, verdad, belleza, vida divina infinita.

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    1. Estimado padre Serafín,
      usted ha ofrecido una excelente síntesis teológica, a la que solo faltaría añadir explícitamente el término corredentora. Usted considera que puede emplearse, y yo comparto esa opinión, al menos cuando se dan las circunstancias adecuadas.
      Al mismo tiempo, comprendo la resistencia de quienes, por razones fundadas, prefieren no utilizar ese título. La riqueza de la tradición nos ofrece otros vocablos igualmente válidos y fecundos: colaboración, cooperación, ayuda, participación, imitación, mediación, ministerio, servicio. Todos ellos expresan, en diverso grado, la singular cooperación de la Virgen María en la obra redentora de su Hijo, siempre subordinada a la única mediación de Cristo.

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    2. Estimado Padre:
      A lo largo de más de un siglo, diversos Papas han reconocido la cooperación singular de la Virgen María en la obra de la Redención, empleando en ocasiones el título de Corredentora y siempre subrayando su papel como Mediadora subordinada a Cristo.
      - Pío VII y Pío IX: destacan la presencia de María al pie de la Cruz y su unión inseparable con Cristo en la lucha contra el pecado y el demonio.
      - León XIII: en múltiples encíclicas sobre el Rosario y la devoción mariana, la llama Corredentrice del mondo y Mediadora de nuestra salvación, reconociendo su participación en la expiación y su poder de intercesión.
      - Pío X: en decretos y en la encíclica Ad diem illum laetissimum, afirma que María es Corredentrice del género humano, por su comunión de vida y sufrimiento con Cristo.
      - Benedicto XV (Inter solacidia, 1918): enseña que María “redimió con Cristo el género humano”, al ofrecer a su Hijo por la salvación de los hombres.
      - Pío XI: en Explorata res y en discursos públicos (1933, 1934, 1935), usa explícitamente el título de Corredentrice, subrayando su maternidad universal y su participación en la obra redentora.
      - Pío XII: en Mystici Corporis Christi, Munificentissimus Deus y Ad caeli reginam, la presenta como “noble colaboradora del Redentor” y “Nueva Eva”, asociada íntimamente a Cristo en la victoria sobre el pecado y la muerte.
      - Juan Pablo II: en varias ocasiones (1980–1990), llama a María Corredentrice, destacando que su “sí” al anuncio del ángel significó una colaboración real y efectiva en toda la obra de reconciliación de la humanidad con Dios, y que su papel corredentor no cesó con la glorificación de Cristo.

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    3. Estimado padre Serafín,
      aprecio el gran trabajo que ha hecho en recoger tantos testimonios de los Papas y de Santos del pasado.
      Ciertamente lo que salta a la vista es el giro que ya tuvo lugar durante el pontificado de San Juan Pablo II, quien, después de la intervención del prefecto de la CDF, dejó de usar el título.
      Desde entonces no solo ningún Papa lo ha usado, sino que hemos tenido el caso del Papa Francisco que ha desaprobado claramente el uso del término. ¿Qué significa todo esto? Ciertamente no se trata de una cuestión doctrinal, porque es impensable que los Papas durante siglos se hayan equivocado al atribuir a María un título que no le conviene.
      En el caso de las costumbres jurídicas o disciplinarias, sabemos por la historia de la Iglesia como ha habido algunas que, a la luz de un mejor conocimiento de las exigencias de la justicia y de la caridad, han sido abandonadas definitivamente. Pensemos por ejemplo en la pena de muerte para los herejes. Del mismo modo, durante muchos siglos la mujer estuvo ausente del altar; hoy en cambio, como sabemos, hay mujeres que realizan actos relacionados con la celebración de la Santa Misa.
      Digo todo esto, porque hay que prestar mucha atención al diferente comportamiento de la Iglesia en los temas de la doctrina y en los de la pastoral. En el primer caso se produce una maduración, que puede llegar hasta la definición dogmática. Este es el caso de la Corredentora. Por el contrario, en el campo pastoral las cosas son diferentes: después de mucho tiempo desde la fundación de la Iglesia puede suceder que la Iglesia introduzca una nueva praxis debido a un progreso de las exigencias del Evangelio o viceversa que abandone una praxis, también secular, siempre en virtud de un mejor conocimiento del Evangelio.
      En cuanto al término Corredención, hace referencia a una verdad doctrinal, pero la Iglesia hoy desaconseja el uso del término por motivos de carácter pastoral.

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