Completan la serie de carismas extraordinarios, el don de comunión entre varón y mujer, y el don de comunión con Dios. Para concluir, intentaremos esbozar una conclusión de todo lo reflexionado. [En la imagen: fragmento de "Pentecostés", óleo sobre lienzo, obra de José Luis Linares].
Don de comunión entre varón y mujer. Jacques y Raissa Maritain
"Voy a hacerle una ayuda adecuada" (Gn 2,18)
----------Gran misterio de la creación es el de la creación del varón y la mujer, donde la bisexualidad de la vida animal se une misteriosamente con la vida del espíritu, de por sí asexuado en cuanto inmaterial; y sin embargo, en el caso del hombre, a diferencia del ángel, puro espíritu, en la especie humana el espíritu no es monádico, sino binario, es decir, subsiste en dos sujetos distintos, iguales e idénticos en la especificidad humana, de igual dignidad humana y personal, pero diversos o diferentes y mutuamente complementarios en el plano físico y en el espiritual (la pregunta que permanece es: ¿individualmente o específicamente? Sobre este tema publiqué en este blog un artículo con el título: ¿Qué diferencia hay entre el alma del varón y la de la mujer?).
----------Nuestra lógica humana, que hace uso de las categorías de género, especie, diferencia e individuo, no llega a catalogar esta realidad maravillosa y tan cautivadora, donde aparece evidentemente esa capacidad que solo Dios posee de unir espíritu y materia para formar una sola persona.
----------Pues bien, en el horizonte de esta realidad Dios se complace en rarísimos casos, más únicos que raros, de unir a un hombre y una mujer no solo en esta vida en el matrimonio, sino también en la futura resurrección, donde ya no se dará procreación. ¿Cómo? No lo sabemos. Ciertamente, estas uniones ultraterrenas no tendrán nada que ver con las uniones sexuales extramatrimoniales de esta tierra, que evidentemente son pecaminosas.
----------Don especialísimo en este sentido fue el recibido por Jacques et Raissa Maritain, un matrimonio virgen a imitación de aquel entre san José y María Santísima. Estas uniones son extraordinarias primicias del Espíritu, restauración de la unión edénica entre varón y mujer, recuperación del plan originario divino, aun en las condiciones de la presente naturaleza decaída, pregustación de la unión escatológica, unión fecundísima de frutos espirituales producidos por una cincuentenaria convivencia y colaboración, en el sendero de una común experiencia de Dios, en la puesta a disposición el uno a la otra de los dones recibidos, en la común participación en la vida eclesial y civil, al producir juntos un notable patrimonio doctrinal en la escuela de santo Tomás, ambos imbuidos de espiritualidad dominicana, al servicio conjunto de los pobres, en un camino común de santificación y de edificación recíproca de su propia eterna felicidad.
Don de comunión con Dios. Santa Teresa de Jesús
"El que se une al Señor se hace un solo espíritu con él" (1 Cor 6,17)
----------La mística cristiana es una mística de la Encarnación. No es, por consiguiente, una simple visión intelectual de lo espiritual, como en Platón, ni experiencia sensible como en la mística dionisíaca, sino que es fruto del sentido y del intelecto que fluyen en el amor y movidos por el amor. En efecto, no es una simple visión de Dios, para la cual bastan el intelecto y la voluntad, sino que implica también el sentido y el afecto porque concierne también al prójimo. Por consiguiente, mientras la virginidad concierne a la relación con Dios Espíritu, la unión sexual en el matrimonio concierne al amor al prójimo.
----------Ahora bien, ya Platón y Aristóteles habían comprendido que en la vida presente nuestra comunión con Dios se produce mediante un proceso abstractivo que es el culmen de la abstracción de lo universal desde lo particular, de la cual habla Aristóteles, en cuanto el sujeto no solamente trasciende lo sensible para acceder a lo inteligible, sino que la implicación emotiva en lo inteligible es de tal manera fuerte, atrayente y absorbente, que el sujeto abstrae de la misma sensibilidad, es decir, pierde la percepción de la realidad externa. Es lo que santo Tomás de Aquino llama abstractio a sensibus.
----------En esta experiencia la mente se ilumina y la voluntad se fortalece de una energía extraordinaria, de modo que el sujeto adquiere un grado y un impulso superior de caridad hacia Dios y hacia el prójimo, que lo inducen a realizar obras extraordinarias y adquirir un poder extraordinario sobre el prójimo al inducirlo a la búsqueda de Dios. Así, con su ejemplo y con su palabra estos místicos se convierten en guías entusiásticos, sapientísimos, confiabilísimos, cautivadores y extremadamente persuasivos y logran ejercer sobre el prójimo una influencia extraordinaria en orden al amor de Dios y a la búsqueda de la perfección.
----------Es necesario también señalar que la comunión mística con Dios aquí abajo puede tener dos formas: existe una comunión o experiencia mística escatológica, que implica una participación de la sensibilidad, y es un pregusto de la futura resurrección, más única que rara, y existe una comunión provisoria, que es aquella ligada a la condición de fragilidad de nuestra naturaleza en la vida presente.
----------La primera experiencia la encontramos en san Juan Apóstol y Evangelista y en san Pablo Apóstol. Juan nos habla de ello, cuando dice haber "tocado con las manos el Verbo de la Vida" (1 Jn 1,1). Aquí no hay abstractio a sensibus, sino que la sensibilidad está en funcionamiento porque -por una especialísima gracia divina- es superado el conflicto del espíritu con la carne, conflicto propio de la vida presente mortal. En cambio, la cumbre de la experiencia mística propia de la vida presente fue ya prefigurado por Platón cuando concibió la filosofía como deseo de morir y preparación a la muerte para ir a contemplar las Ideas.
----------Aquí tenemos la abstractio a sensibus. Claro que el defecto de Platón ha sido el de creer que, así como ahora el cuerpo es un obstáculo para la comunión con Dios, entonces el cuerpo no puede conducir a Dios. Pero bien sabemos que esto es falso, porque también el cuerpo ha sido creado por Dios y forma parte de la naturaleza humana, por lo cual el ideal de la comunión con Dios no está en el alma que se libera del cuerpo, sino en el alma que se libera en el cuerpo. Ahora bien, la mística teresiana no es escatológica, pero sin embargo es un caso extraordinario de la otra mística, la de la vida presente, mística provisoria.
----------Teresa parece, en efecto, un ejemplo extraordinario en el campo de la experiencia mística provisoria, típica de la vida presente, y decimos provisoria, porque en el cielo nosotros contemplaremos ciertamente a Dios con un puro acto del intelecto, pero en la comunión con el prójimo haremos uso de los sentidos.
----------Teresa, de hecho, nos narra cómo se sintió embargada por un amor tan fuerte, cautivador, entusiasmante y atrayente por Cristo, que llegó a perder el conocimiento y a desear la muerte, para estar con él: "muero porque no muero". Cristo la atrae hasta tal punto que parece desearlo solo a Él: "Dios basta".
----------Y sin embargo, santa Teresa de Jesús se declara dispuesta a dar su vida también por una sola alma. ¿Y cómo es esto posible? Precisamente por su extraordinaria capacidad de subordinar el amor del prójimo al amor de Dios y hacer brotar el amor al prójimo del mismo amor a Dios. De ahí su vida excepcionalmente contemplativa y extraordinariamente activa. En efecto, el carisma carmelitano es contemplationem aliis tradere: enseñar a los demás el camino de la contemplación.
----------Al respecto, sería interesante preguntarse qué es lo que encontró Edith Stein en la lectura de santa Teresa de Jesús, al final de la cual dijo: "esta es la verdad", casi como diciendo: no la que me había prometido Husserl. Y así fue que Edith abandonó a Husserl, del cual descubrió y denunció su peligrosidad, para hacerse monja carmelitana. ¿Pero verdad sobre qué? Pues bien, la verdad de nosotros mismos en cuanto hechos para Dios y no la "subjetividad" cerrada sobre sí misma de Husserl.
----------Por eso Teresa, narrándonos su extraordinaria experiencia mística, que ella llama "oración de quietud", nos dice que cuando esta forma de oración llega, "las potencias internas y externas están allí como aturdidas y el hombre exterior o, mejor dicho, el cuerpo se queda inmóvil. [...] Sus potencias están en reposo y no pueden moverse, pareciéndoles ver en todo un impedimento para amar mejor".
----------Sólo el intelecto y la voluntad están en acto. Las potencias inferiores están inertes o suspendidas, salvo sin embargo para entrar en función prepotentemente, sentidos y pasiones, en el momento de realizar a favor del prójimo cuanto el intelecto ha visto en la experiencia mística. De ahí la extraordinaria fecundidad de sus obras.
----------De hecho, de esta experiencia mística surge en santa Teresa de Ávila su intimidad con nuestro Señor Jesucristo, brota la certeza que alcanzaba al conocer su voluntad, y nace la prontitud y decisión en el ejecutarla en plena obediencia a la autoridad civil y eclesial, y sin embargo privada de respeto humano por la importancia de su doctrina inspirada, aunque Teresa careciera de estudios académicos, o sea, careciera de la doctrina concerniente al camino para llegar a la perfección, a la intimidad, unión y confianza con Cristo, por la extraordinariedad de sus éxtasis, y de sus raptos y conocimientos infusos, que sirven de contrapunto y sostén del reposo, de exultación y de pregustación del cielo, a una conducta cristiana perfectamente normal y equilibrada, plena de buen sentido común, prudente, razonable, persuasiva, laboriosa, paciente, emprendedora, infatigable, sacrificada, ascética, valiente, humilde, alegre y generosa, cautivadora y arrolladora.
----------Otra observación más. Sobre este delicado tema debemos observar que la mística moderna, en lo que se refiere a la mística femenina, aconseja abandonar la imagen de la "esposa" o "novia" y del "novio" o "esposo", aunque tenga a sus espaldas una larga tradición que tiene sus orígenes en el mismo lenguaje bíblico.
----------Pero nos damos cuenta de que tal imagen supone la idea de una inferioridad de la mujer respecto al varón, que no corresponde al verdadero plan divino de la creación. Porque es evidente que Cristo es superior a la mujer. Ahora bien, es cierto que existe una analogía entre las delicias espirituales y las sexuales, porque entrambas fueron creadas por Dios y expresan el amor.
----------Por otro lado, si no queremos vaciar de sentido la imagen del esposo y de la esposa, ¿cómo no mantener la imagen del placer sexual? Ahora bien, en el pasado no se hacía caso a esta anomalía o incongruencia semántica (un matrimonio sin placer sexual), considerando solo el aspecto del amor espiritual entre esposo y esposa, y al mismo tiempo era normal comparar la relación varón-mujer con la relación superior-inferior y por lo tanto con la relación Creador-creatura.
----------Pero en una cultura como la contemporánea, que ha descubierto la igual dignidad del varón y de la mujer, ya no es posible representar la unión mística de la mujer con Cristo con la imagen o comparación del amor de la esposa por el esposo, ligada a la vieja cultura de la superioridad del varón.
----------En efecto, hoy las consecuencias de semejante representación son dos: o bien continuar considerando al varón superior a la mujer, lo que ya no está permitido; o bien bajar a Cristo esposo al nivel de la mujer, lo cual es aún peor. Si, por lo tanto, la imagen de esposo-esposa funcionaba cuando se creía que el varón-marido era superior a la mujer y, por lo tanto, podía representar a Cristo para la mujer, hoy este parangón se convierte evidentemente en signo de anti-feminismo o incluso blasfemia en razón de abajar a Cristo al nivel de la creatura. Es necesario encontrar otras imágenes o comparaciones o símbolos para la condición de la Religiosa y para la mística femenina, como por ejemplo la de sierva de Dios, ministra de Dios, mujer de Dios, vidente de Dios, amiga de Dios, confidente de Dios, hija, apóstol o enviada de Dios, enamorada de Dios y similares.
Conclusión
----------Los privilegiados de Dios deben pagar un precio altísimo para evitar caer en la vanagloria. Ellos están destinados a una gloria excelsa, pero lo cierto es que aquí abajo Dios los prepara con sufrimientos y humillaciones extraordinarias, como ha sucedido con Jesucristo. Nosotros, fieles comunes, debemos tener cuidado y estar atentos de no nutrir envidia hacia ellos, porque Dios nos preguntaría: "¿Por qué miran con envidia, montañas escarpadas, a la Montaña que Dios prefirió como Morada?" (Sal 68,17).
----------¿Cuál es sustancialmente el odio que los hombres tienen hacia Cristo? Es la envidia. Se dan cuenta de la grandeza de Cristo, quisieran estar a su nivel, tener su misma gloria y, constatando que no lo consiguen, lo hostigan y lo denigran. La suerte de los grandes santos es la misma.
----------Pero, ¿qué importa tener dones excepcionales? ¿No es siempre una maravilla lo que Dios nos ha dado? ¡Debemos alabarlo y glorificarlo cuando llegamos a conocer una obra mayor de Su misericordia!
----------Por consiguiente, entonces, en vez de dejarnos roer por la envidia, disfrutemos de lo que Dios hace en sus santos, estudiemoslos tanto como nos sea posible, imitemos sus virtudes, pongámonos en su escuela, invoquémoslos, aprovechémonos de la riqueza que Dios ha dado a estos hermanos nuestros extraordinarios, humildísimos y generosos, porque ellos mismos desean hacernos partícipes de su perfección.
----------No debemos desear ser admirados y seguidos por muchos, sino que debemos anhelar servir a muchos y, siguiendo el ejemplo de Cristo, dar la vida por muchos. Esta es la verdadera gloria. Esto es corresponder a los dones de Dios. Esta es la pregustación de las primicias del Espíritu.
----------Ciertamente, incluso los dones o carismas excepcionales son primicias del Espíritu Santo. Pero también el recibirlos, y luego ensoberbecerse como le pasó al demonio, ¿de qué nos serviría? Mejor es abajarse y dejar que Dios mismo nos eleve. Solo así podremos recibir ya ahora y en plenitud en el futuro mucho más de cuanto de mejor podríamos imaginar y desear.
Estimado Padre, permítame hacerle una pregunta sobre esta maravillosa reflexión que nos ha ofrecido sobre los dones extraordinarios que a veces Dios nos concede a nosotros, sus pobres criaturas.
ResponderEliminarCreo que veo una incoherencia en su pensamiento sobre el matrimonio. Por un lado, me parece que aprecia el matrimonio virginal entre Jacques y Raissa Maritain. Pero por otro lado, explicando la espiritualidad de santa Teresa de Jesús y tocando el tema de la mística antigua basada en el tema del "esposo" y de la "esposa", dice que no parece posible separar la sexualidad del matrimonio.
Si tuviera de parte suya alguna explicación a esto que me parece contradictorio..., aunque quizás sólo sea mi impresión , y esté equivocado...
Estimado Padre Filemón..., a mi también me ha parecido ver la misma contradicción vista por el Sr. Horacio..., de modo que me sumo a la pregunta que él le hizo..., y espero ansiosa, p. Filemón, su respuesta.
EliminarEstimado Horacio,
Eliminara propósito de Santa Teresa, yo me refería a la antigua costumbre de origen bíblico y otras religiones de considerar a la virgen como esposa de Dios, y he puesto en luz el hecho de que este esquema suponía la inferioridad de la mujer con respecto al varón, precisamente por representar la inferioridad de la creatura respecto al Creador. Pero hoy, que tenemos clara la igualdad esposo-esposa, se ve cómo este esquema haya sido superado.
Por cuanto respecta a santa Teresa, no es que yo separe el matrimonio de la sexualidad. Solo digo que la imagen esposo-esposa no puede no hacer pensar en el deleite físico propio del matrimonio. Por eso usar este esquema para representar una relación puramente espiritual nos pone ante dos alternativas: o quitamos del esquema la referencia al placer físico, y entonces el esquema se vacía de significado. En efecto, ¿qué sentido tiene un matrimonio sin placer? ¿Se puede imaginar un matrimonio privado de amor y de placer? Si por otra parte se quiere hablar de virginidad, es mejor no usar el esquema del matrimonio.
A este propósito, la Sagrada Escritura proporciona para la mujer consagrada muchos títulos muy válidos, que tradicionalmente han sido utilizados solo para el varón, como por ejemplo "amiga de Dios", "sierva de Dios", "ministra de Dios", "profetisa de Dios", "confidente de Dios", "apóstol de Dios", "misionera de Dios", "instrumento de Dios", "combatiente de Dios", "mujer de Dios", "ángel de Dios".
Un discurso muy diferente es el que es necesario hacer sobre el matrimonio entre Jacques y Raissa Maritain. A diferencia de la imagen del matrimonio usada para la virgen consagrada, en los dos Maritain tenemos un verdadero y propio matrimonio, el cual, aunque virginal, hay que suponer que ha sido vivido en un normal contexto de emotividad sexual, naturalmente mantenida bajo control, de modo de observar la abstinencia sexual, y al mismo tiempo rico en colaboración en el plano espiritual y cultural con gran abundancia de frutos en el campo del apostolado y de la salvación de las almas.
Estimada Rosa Luisa,
Eliminarconfío en que mi respuesta al Sr. Horacio, haya sido satisfactoria para usted.
De todos modos, como usted es lectora habitual de este blog, le recuerdo que acerca de esta incoherencia de llamar a la Religiosa "esposa de Cristo", ya he tratado extensamente en otros varios artículos. Encontrarlos es relativamente fácil.
¿Igualdad del varón y la mujer?
ResponderEliminarPero... entonces, ¿cómo se entiende el pasaje de Efesios 5:22-24?
Disculpe, Padre, pero este pasaje de la Biblia es muy claro:
"Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor. Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él su Salvador. Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse a sus esposos en todo".
A menos que yo sea un fundamentalista sin remedio, que tomo de la Biblia lo que no es Palabra de Dios... Yo sé que hoy existen también fundamentalistas en la Iglesia católica (hace poco usted ha hablado del padre Olivera Ravasi), y los lefebvrianos están entre ellos,... bueno, no dentro de la Iglesia... pero no son pocos los que siguen las ideas de ls lefebvrianos...
Dígame algo al respecto.
Carlos: ¿También querés obligar a usar mantilla a las mujeres en la Misa o que vayan de faldas largas hasta el suelo?
EliminarHerminia,... a lo mejor el Sr. Carlos también quiere que nos prohíban leer en la liturgia de la Palabra... o servir al altar después... Que tenga cuidado... porque por ahí el Papa le prohíbe a él otras cosas...
EliminarEstimado Carlos,
Eliminarusted debe tener en cuenta que aquí Pablo no hace un discurso antropológico, es decir, no está hablando de la cuestión de la superioridad o no superioridad del hombre sobre la mujer. Hoy todos sabemos que Pablo, desde este punto de vista está superado, porque refleja la mentalidad rabínica tendida a subestimar la dignidad de la mujer, la cual ha surgido sobre todo a partir del siglo pasado, comenzando por las enseñanzas de Pío XII hasta llegar al actual Pontífice.
En efecto, la doctrina que hoy enseña la Iglesia es la igualdad de dignidad humana y personal entre hombre y mujer en una reciprocidad que toca todos los planos de la persona, tanto el físico como el espiritual.
Ahora bien, las palabras de san Pablo sobre el matrimonio no tienen nada que ver con este discurso antropológico, que vale también para el matrimonio, sino que se trata de expresiones simbólicas de carácter místico, que no tienen nada que ver con una supuesta superioridad del hombre sobre la mujer, sino que simplemente quieren expresar el valor cristiano del matrimonio como participación en el amor entre Cristo y la Iglesia.
Querido Padre, podría explicar en qué sentido dice que "...san Pablo... está superado..."?
EliminarPor supuesto, su comentario está perfectamente claro, pero un "paseador de perros" vomitó su mala educación haciendo esa pregunta e insultando. Borré su mensaje, pero le hago yo la pregunta, para que, si quiere, pueda explicarlo más detalladamente. Gracias.
Ludovicus: no insistás paseador de perros... Siempre te olvidás de la bolsita y nos dejás en la vereda de este blog lo que no corresponde... No te confundas, yo no tengo con vos diferencias que pueda "olvidar": mi diferencia con vos, es que yo creo en la Iglesia, en el Magisterio, tengo fe católica, y vos estás en la herejía y en el cisma... Esto no lo puedo olvidar,... salvo que vos te conviertas...
EliminarEstimado Paolo,
Eliminarno veo qué es lo que tengo que explicar, porque lo dije todo muy claro:
"Pablo no hace un discurso antropológico, es decir, no está hablando de la cuestión de la superioridad o no superioridad del varón sobre la mujer. Hoy todos sabemos que Pablo, desde este punto de vista está superado, porque refleja la mentalidad rabínica tendida a subestimar la dignidad de la mujer, la cual ha surgido sobre todo a partir del siglo pasado, comenzando por las enseñanzas de Pío XII hasta llegar al actual Pontífice."
Por lo tanto, yo no dije "Pablo está superado", sino: "Pablo, desde este punto de vista, está superado".
Ahora bien, ¿desde qué punto de vista? Precisamente del que acabé de decir antes, es decir, desde el punto de vista de la cuestión de la superioridad del varón sobre la mujer. Porque eso es cultura de su época, no Palabra de Dios. Este tema del error de Pablo en cuanto a la concepción de la superioridad del varón sobre la mujer, ya lo enseñaba Pío XII, mucho antes del Concilio Vaticano II.
Y así como ocurre en el caso de las enseñanzas del "hagiógrafo" Pablo, hay multitud de casos en la Sagrada Escritura.
Similarmente, se podría decir que "san Pío X está superado" desde el punto de vista, por ejemplo, de su prohibición de enseñar una pluralidad de autores para el libro de Isaías. Precisamente está superado porque san Pío X se equivocó en algo en lo que podía equivocarse, porque la ciencia exegética y de crítica histórica no entra dentro de la competencia de la infalibilidad pontificia.
Similarmente, se podría decir que "santo Tomás de Aquino está superado" desde el punto de vista de alguna afirmación suya que tuviera en cuenta la ciencia empírica hasta el siglo XIII, precisamente porque la ciencia experimental desde el siglo XIII hasta la actualidad se ha superado muchísimo.
Querido Paolo,
Eliminarrespecto a tus otros comentarios, soy del parecer que no pierdas el tiempo con estas personas (RPR, ASL, JOR, JHG, LPO, etc.). Ya conocemos quienes son, y los identificas cada vez que aparecen en el foro.
Mi conciencia me dice que he actuado correctamente hacia ellos, pues les he explicado una y otra vez sus errores y refutado sus intentos argumentales (nunca en realidad argumentan), y siempre ocurre lo mismo: o bien terminan el diálogo truncándolo con su silencio sin respuesta o bien lo terminan con los insultos. Y en ambos casos revelan su incapacidad filosófico-teológica, su carencia de respuestas lógicas, o a veces, incluso su negativa a usar el más simple buen sentido común.
Aún más, varios de ellos han dicho y repetido que no volverían a este foro... y sin embargo retornan... Por lo tanto, eso me indica que el Señor y su Espíritu de algún modo trabajan en sus conciencias, ablandándolas y disponiéndolas para la Fe y la comunión con la Iglesia y el Papa, cosas ambas de las que evidentemente carecen.
Sigamos rezando por ellos. Y limítate a borrar todos sus comentarios. Repito: todos. De todos modos, como habrás visto, a pesar de que algunos tú no los borras, al final termino borrándolos yo.
Ya hemos hecho lo bastante por ellos. Dejemos ahora que obre el Señor.
OK. Está visto que satanás también tiene sus apóstoles... Rezaremos por ellos, pero por aquí no pasarán...
EliminarEstimado padre Filemón..., temo no estar sabiendo del todo lo que ocurre... quiero decir: no conocer todos los detalles de lo ocurrido, ... con Paolo, con los lectores a los que no se le publican sus mensajes... pero puedo hacerme una idea de qué se trata... Por eso quisiera animarlo a seguir adelante en esta tarea. Tenemos la fuerza y la garantía que nos da Pedro, el Papa, el Vicario de Cristo... ¿Y los herejes y cismáticos, qué es lo que tienen? Su soberbia: la falsa seguridad en la que se instalan, pretendiendo fabricarse una Iglesia a su propia medida... un catolicismo sin el Papa, sin el propio Obispo, una falsa Iglesia, como la que se construyen los lefebvrianos y los que los imitan, recurriendo al argumento de "necesidad eclesial" y convirtiéndola en herramienta multiuso, para consagrarse nuevos Obispos, para fundar nuevas pseudo diócesis y parroquias entre ellos... y para seguir calmando a la propia tropa diciéndoles que no son cismáticos ni herejes,... como he leído recientemente... Viven en una burbuja... Nosotros, los católicos, vivimos en la realidad... con el Papa, rezando por este Papa anciano y enfermo, para que la divina Providencia disponga amorosa sobre su vida, y lo cuida hasta que él disponga... y siga con su Espíritu cuidando a la Iglesia de Cristo y de su Vicario..., viviendo el Año Santo de la Esperanza... ¿Y ellos, esas ínfimas porciúnculas que se autoproclaman católicos, pobres engañados por satanás, qué es lo que viven, sino sus propios sueños e ilusiones?... "Apartaos de mí... nunca los he conocido..."...
ResponderEliminarPor si hiciera falta, quiero hacer llegar al Autor de este blog mi reconocimiento y mi aliento en su valiosa tarea.
EliminarAcabo de conocer el blog, a partir de la recomendación de un amigo, sacerdote del presbiterio mendocino como yo, que me indicó su nota sobre mons Colombo y la Marcha. Clara, lúcida, explicativa, inobjetable.
He leído tres o cuatro posts más. Me han impresionado favorablemente, Y seguiré visitando el blog. Hacía falta algo como esto. En Mendoza sufrimos desde hace muchas décadas la presencia de la minoría integrista, insignificante públicamente, pero haciendo ruido en las redes. Opongámosle la verdad católica, el buen ejemplo, la caridad al pprójimo, y nuestra oración, sobre todo nuestra oración.
¡Adelante!
Totalmente de acuerdo, Mario.
EliminarUn abrazo!
Estimada Rosa Luisa,
Eliminarusted me ha dado a entender, repetidamente, su empeño por ser una buena católica, en comunión de recta fe con la Iglesia, con su Magisterio, y en filial comunión con el Papa. Persevere en estas actitudes, que son las correctas, y está en el recto sendero hacia la Patria del Cielo. Recemos juntos, también el Santo Padre, para Dios lo proteja, lo defienda de sus enemigos, y le haga perseverar en su misión hasta el momento en que la divina Providencia lo disponga.
Estimado Padre Mario,
Eliminarbienvenido a este blog, y le agradezco sus buenas palabras y su consenso hacia los artículos que ha leído.
Ciertamente los sacerdotes de Mendoza conocemos muy bien el problema que hoy aflige con hondura a la Iglesia: la obstinada lucha entre modernistas y pasadistas, en daño a la enorme mayoría y casi unanimidad de católicos sinceros que estamos en plena comunión con la Iglesia y con el Papa. No cejemos en brindar, cada vez que aparezca la ocasión, una palabra de paz, de luz, de claridad dogmática y de caridad sincera, que alivie en los fieles los daños que esta diabólica pelea entre modernistas y lefebvrianos produce.
He visto algunos de los comentarios de esos lectores de los que se habla.
ResponderEliminarModestamente, creo que no merecen la pena ni considerarlos. No argumentan, manifiestan una carencia absoluta en filosofía, Escritura y teología, e incluso ponen en evidencia que ni siquiera se toman cuidado de leer los articulos: toman una frase suelta escrita por Filemón, y la interpretan como se les antoja. Me hacen acordar a cierto charlatán que publica libros en internet en contra del Papa Francisco, que son una colección de frases sueltas del Papa, sin la menor referencia siquiera al contexto de lo que el Papa ha dicho. Un charlatán engreído, que me parece que ni siquiera ha leído el Catecismo de la Iglesia, y que supongo que ni siquiera será capaz de mirarse al espejo de la vergüenza que tendrá de sí mismo.
Sergio Villaflores (Valencia, España)
Estimado Sergio,
Eliminarel comentar demasiado acerca de estos instrumentos demoníacos, verdaderos satélites de Satanás, les otorga más importancia y relevancia de la que en sí mismos tienen. De modo que, sí, ciertamente como usted dice, no vale la pena ni siquiera considerarlos. Recemos por ellos, porque son personas humanas dignas de todo nuestro respeto por su capacidad aún de ser redimidos por la sangre de Cristo, y ofrezcamos nuestra penitencia precisamente para que la Sangre de Cristo en ellos no resulte vana.