La escatología para Rahner no es previsión de un futuro, sino "algo ya presente como futuro". ¿Qué quiere decir esta extraña expresión? Rahner continúa hablando de "futuro", pero en sustancia le interesa el presente, salvo para hablar luego en muchas ocasiones del futuro de la Iglesia, o del futuro de la teología y del futuro de otras cosas. Pero el futuro del cual hablan la Biblia y el Magisterio de la Iglesia, no parece interesarle. [En la imagen: fragmento del vitral "Résurrection des morts", de alrededor del 1200, proveniente de la Sainte-Chapelle, conservado y expuesto en el Musée de Cluny-Musée National du Moyen Âge, París, Francia].
Malabarismos retóricos que acaban contradiciendo el Magisterio
----------Tomemos inspiración y arranque de cuanto hemos dicho de la concepción rahneriana de la resurrección, para hablar no de los individuales temas de la escatología, que encontramos esparcidos en esta serie de artículos, sino del modo como Rahner concibe el método de esta disciplina teológica. De manera conforme a su agnosticismo conceptual y a su enfoque inmanentista, él ve sustancialmente en la escatología no tanto una investigación sobre el futuro cuanto en primer lugar una simbología del presente.
----------"Quien leyera las aserciones escatológicas, como si se tratara de una recopilación de noticias singulares y fragmentarias con las cuales construir, a través de su combinación un mosaico, un acontecimiento del pasado de manera lo más plástica posible [...], esto supone [...] un cuadro equivocado del hombre y de su situación" (Ensayos sobre los sacramentos y sobre la escatología, op.cit., p.408).
----------"El hombre, a través de una concepción de las afirmaciones escatológicas como noticias anticipadas de acontecimientos futuros, viene desescatologizado, es decir, deviene un ser que en su presente en cuanto tal no es captado por el futuro, porque el futuro es algo que no es todavía presente y no ya algo ya presente como futuro; en consecuencia, el mensaje escatológico deviene una aserción que por ahora no nos interesa, porque se refiere sólo a un tiempo que está todavía por venir y nada más" (ibid., p.409).
----------La escatología para Rahner no es previsión de un futuro, sino "algo ya presente como futuro". ¿Qué quiere decir esta extraña expresión? Rahner continúa hablando de "futuro", pero en sustancia le interesa el presente, salvo para hablar luego en muchas ocasiones del futuro de la Iglesia, o del futuro de la teología y del futuro de otras cosas. Pero el futuro del cual hablan la Biblia y el Magisterio de la Iglesia, no parece interesarle.
----------Por nuestra parte, sabemos bien que la revelación cristiana no solo nos revela acontecimientos pasados y presentes, sino también acontecimientos futuros. Ahora bien, ciertamente el futuro es por su esencia algo que no está todavía presente y si se hace presente se podrá decir de alguna manera que está "presente como futuro"; pero ya no es un verdadero futuro. A nosotros nos interesa el futuro no en cuanto tal, sino por sus contenidos, porque la historia y el actuar van hacia él.
----------Ciertamente, como bien lo sabemos, la vida cristiana es pregustación del porvenir o futuro: pero si no conocemos este futuro ¿cómo hacemos para saber que la vida cristiana es su pregustación? Y además la parte principal de esta manera sigue siendo por ahora futura.
----------Está en el futuro la plenitud de la existencia humana y su destino final. Es el futuro el que nos dice qué es lo que debemos hacer en el presente. Es del futuro que nosotros esperamos nuestra felicidad. La salvación está en el futuro, no en el presente. Por tanto, el poder saber por anticipado qué es lo que acontecerá y hacia qué cosa estamos dirigidos, nos hace entender en qué sentido camina la historia, nos sirve para prepararnos para este futuro y nos ofrece las metas del actuar.
----------Rahner se detiene a considerar el porvenir como futuro y olvida considerar la importancia de conocer cuanto la Revelación nos dice acerca de sus antes mencionados contenidos. Él por tanto descarta de antemano el conocimiento de una parte esencial, la conclusiva, de la historia de la salvación y de las metas finales del actuar del hombre y de Dios. En consecuencia, la ética rahneriana tiene ante sí no la luz sino la oscuridad y sigue estando privada de la dirección fundamental y de la esperanza de la vida humana y cristiana.
----------Sigue diciendo Rahner en el mismo citado libro: "La manifestabilidad de los ésjata y su carácter de secreto no pueden ser conciliados, diciendo saber de ellos algo a través de la revelación y algo no. No es posible obrar una separación material entre realidades reveladas y realidades escondidas. Precisamente la realidad escatológica anunciada es esto que permanece escondido y viceversa [...]. La realidad escatológica está presente en la revelación precisamente como el misterio" (ibid., pp.410-411).
----------Aquí Rahner se exhibe en un juego dialéctico que desafía al buen sentido común: ¿cómo hace una verdad para ser contemporáneamente revelada y escondida? El juego no convence. En realidad la revelación cristiana nos desvela algunas verdades, mientras que a otras las deja ocultas. Por ejemplo, sabemos que Cristo retornará, pero no sabemos cuándo. Sabemos que este mundo terminará y será transformado, pero no sabemos cómo. Sabemos que existen los condenados, pero no sabemos quiénes y cuántos son. Sabemos que el hombre resucitará varón y mujer, pero no conocemos cómo será la diferencia de los sexos. Sabemos que resucitarán todos los niveles ontológicos de lo creado pero no conocemos de ellos cómo será su configuración, y así sucesivamente. Rahner confunde todo con su juego de parchís o ludo.
----------Sigue diciendo Rahner en el mismo lugar: "La escatología no es un servicio anticipador de informaciones acerca de acontecimientos que se efectuarán más tarde, [...] informaciones tomadas de acontecimientos futuros, [...] sino la mirada precursora, necesaria para el hombre, [...] mirada que va desde su situación histórico-salvífica determinada por el acontecimiento de Cristo [...] hacia el cumplimiento definitivo de esta única situación existencial ya escatológica" (ibid., p.419; cf. pp.420-421).
----------La situación presente, nos dice Rahner, es ya escatológica; el futuro es ya ahora. Por tanto, para Rahner no existe un futuro distinto del presente. Sin embargo, ello no corresponde a la fe, la cual tiene en cambio expresiones que implican un verdadero y propio futuro temporal, como por ejemplo: "et iterum venturus est" y "expecto resurrectionem mortuorum".
----------Ciertamente, "la mirada va desde la situación histórico-salvífica determinada por el advenimiento de Cristo hacia el cumplimiento definitivo"; pero es que precisamente la escatología nos revela, si bien en los contornos esfumados del misterio y sin descender a detalles, cuál será este cumplimiento definitivo, de modo que podemos prepararnos para ello, gozar anticipadamente de ello, actuar en vista de ello. Pero si ignoramos todo esto, la acción está bloqueada, falta la preparación, la esperanza es anulada, la alegría se desvanece.
----------"La naturalidad con la cual la Escritura, sin tanta consideración de las afirmaciones individuales, utiliza los más variados esquemas representativos de orígenes más dispares, demuestra que ella no piensa en absoluto en describir la fenomenalidad de los ésjata mismos" (ibid., p.422). Es cierto; existen símbolos contrastantes. Por ejemplo, en Rm 14,17 se dice que "el Reino de Dios no es cuestión de comida y bebida"; pero a la inversa Isaías prevé un fabuloso banquete (Is 25,6ss. Al respecto, tentamos presente que el banquete es imagen escatológica, en cuanto representa la alegría de la conviabilidad; en cambio es extraño a la escatología en cuanto representa la satisfacción de una necesidad). Sin embargo, como frecuentemente le sucede, también aquí a Rahner le falta el equilibrio, haciendo, como se suele decir, de todas las hierbas un paquete. El Concilio dice que en el mundo futuro rencontraremos renovados todos los buenos frutos de la tierra. Y dice también que el progreso humano presente prepara como la "materia" de la vida de la resurrección.
----------Extraña es la distinción entre "escatología" y "apocalíptica", cuando una fuente primaria de la escatología es precisamente el Apocalipsis: "La expresión proveniente del presente, proyectada en el futuro, es escatológica; la proveniente del futuro y dirigida al presente es apolíptica", con un indigno disparo final contra la apocalíptica: "La proposición apocalíptica o es fantasía o lo es casi" (ibid., p.425).
----------¿Cómo poder entender tales rebuscados malabarismos retóricos que dicen y no dicen? Queriendo encontrar algún sentido a estos juegos de palabras y considerando el contexto de la interpretación rahneriana de la escatología, probablemente Rahner se las agarra contra el libro del Apocalipsis en cuanto habla sin rodeos y auténticamente del futuro, mientras que la escatología sería la doctrina del futuro-presente.
----------Me gustaría preguntar a Rahner: ¿cómo hace la acción para estar proyectada al futuro si no lo conoce? Queriendo mantener la distinción rahneriana, se debería decir entonces que la apocalíptica, muy lejos de ser una inútil fantasía, es el fundamento y la justificación de la escatología. Es cierto que Abraham "partió sin saber a dónde iba". Pero esto no quiere decir que partió con la cabeza en la bolsa, porque sabía lo esencial, y esto es, que estaba en las manos de Dios y que, en definitiva, había recibido de Él óptimas promesas.
----------La misma doctrina sobre escatología y apocalíptica se rencuentra en el siguiente pasaje, donde Rahner se arriesga a presentar como "comprensión vulgar" la doctrina misma del Magisterio de la Iglesia: "En una dogmática católica no pueden existir aserciones escatológicas que no puedan ser reducidas a las aserciones sobre la existencia cristiana, tal como es ahora. Pero un tal conocimiento no significa desescatologización, sino desapocalípticación. Ésta naturalmente [...] es necesaria hoy en no pocos casos de comprensión vulgar de las aserciones escatológicas bíblicas y del Magisterio eclesiástico" (ibid., pp.424-425).
----------Conclusión clarísima de Rahner sin tantos giros de palabras ni contrasentidos es la siguiente: "las afirmaciones escatológicas son la traducción al futuro de lo que el hombre como cristiano experimenta en la gracia como su presente" (Curso fundamental, op.cit., p.497). Un momento: en la doctrina escatológica se habla de victoria sobre la muerte. Pero ahora la vida se concluye con la muerte. No hay ninguna contradicción, nos respondería el hegeliano Rahner, como hemos visto: ninguna vida sin muerte; ninguna muerte sin vida.
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