Ideología es una palabra que hoy el Magisterio de la Iglesia suele usar para expresar lo mismo que se dice cuando se usa el término o categoría canónica de herejía: una verdad católica que se ha vuelto loca. Así, por ejemplo, el cristianismo implica una ética ecológica, pero esta ética existe también deformada en ideología: el ecologismo. Y similarmente, en la Iglesia existe y debe existir un sano tradicionalismo, pero existe también un pseudo tradicionalismo que es ideología: el indietrismo. De éste hablaremos, analizando el caso de uno de sus exponentes. Y hablaremos también de su núcleo herético: pensar que el Papa puede equivocarse en ámbito de doctrina. [En la imagen: fragmento de "Papa Francisco", acuarela del año 2016, obra de Ignacio Muñoz].
Existen fieles católicos cultos y piadosos pero atrapados en el pasado
----------Así como lo he hecho otras veces, hablaré hoy también -aunque con un enfoque distinto y desde un punto de vista más concreto- de aquellos fieles católicos, debemos pensar que siempre bien intencionados, con gran frecuencia cultos, preocupados por su formación doctrinal en la fe católica y a menudo muy piadosos, pero que lamentablemente han quedado atrapados en el pasado, y ello por diferentes motivos. Sobre estos pasadistas hablaré tomando por caso a uno de ellos: el padre Serafino Lanzetta.
----------Conozco desde hace muchos años el pensamiento del padre Serafino Lanzetta. Lo he conocido desde cuando formaba parte de los Franciscanos de la Inmaculada. Lo recuerdo como organizador de tres importantes congresos teológicos internacionales en los años 2007-2009, años en los que yo vivía en Italia, y que fueron congresos en los cuales se formularon excelentes críticas a la teología de Karl Rahner.
----------Frecuentando en aquellos años a los Franciscanos de la Inmaculada, en diversas de sus comunidades, tuve ocasión de hacer amistades entre los teólogos de aquel Instituto, como el padre Siano y el padre Apollonio y conocí al mismo Fundador, el padre Manelli, hijo espiritual de san Pío de Pietrelcina, Religioso que me causó una excelente impresión. Las malas noticias difundidas posteriormente con respecto a él me dejaron incrédulo y las he considerado calumnias de neo-modernistas. Noté que el Instituto, sin embargo, estaba demasiado ligado a la Misa vetus ordo y quizás era un tanto demasiado austero.
----------El padre Serafino sufrió mucho cuando el papa Francisco intervino, quizás de manera demasiado severa, para corregir el pasadismo de estos Franciscanos. Y así, hace más de diez años decidió dejar el Instituto, no aceptando el camino de renovación indicado por la Iglesia. Si hubiera aceptado al comisionado como una obra de purificación y no de persecución, el padre Serafino podría haberse quedado y haber contribuido desde adentro. En su lugar, optó por fundar una nueva realidad llamada "franciscanos marianos".
----------Tal vez disgustado por el cambio que su Instituto había sufrido como resultado de la intervención pontificia, comenzó a endurecerse en sus posiciones "tradicionalistas". Usemos benévolamente este calificativo, sabiendo de antemano que existe en la Iglesia un sano tradicionalismo, fiel a la Tradición que continúa vigente en el Concilio Vaticano II y en el magisterio de los Papas del postconcilio, y existe también en la Iglesia un pseudo-tradicionalismo, el de los pasadistas o indietristas o filo-lefebvrianos, que no terminan de aceptar las nuevas doctrinas del Concilio ni el magisterio de los últimos Papas.
----------Pues bien, el padre Lanzetta, quizás bajo la influencia de mons. Brunero Gherardini, comenzó a vivir un "tradicionalismo" más cercano al segundo tipo y a tomar una dirección de resistencia frente a la tendencia progresista del pontificado del papa Francisco. De alguna manera su derrotero personal en la última década ya estaba orientado desde antes, pues hay que tener en cuenta que se había doctorado en teología en la Universidad de Lugano, bajo la dirección de Manfred Hauke, con una tesis que, para poder criticar las nuevas doctrinas del Concilio Vaticano II, sostiene que este Concilio ha sido solamente pastoral.
----------Desde entonces, el padre Lanzetta ha tomado claras distancias de quienes, por el contrario, apoyamos plenamente, como corresponde, la renovación conciliar, sin que por ello se tenga que aprobar totalmente lo actuado por el papa Francisco. Varios teólogos conocidos y cercanos míos, en buenas o excelentes relaciones de amistad con Lanzetta, me han transmitido que notaron claramente la disminución de su estima hacia ellos, enfriando la relación que antes mantenía, cosa que les ha dolido.
----------Mucha confusión me generan las últimas noticias que me llegan de él. La pequeña comunidad iniciada por Lanzetta y por sus asociados, ya ha sufrido un traslado forzoso desde Portsmouth y recientemente desde Escocia. Las razones de estas expulsiones no están claras, pero la impresión que dan es que si su antiguo instituto religioso y varios Obispos diferentes se distancian, debe haber algún problema fundamental, y no parece plausible que se trate de una "persecución", sino de una gestión problemática en las cosas humanas, que con toda evidencia no ha dado los frutos de comunión esperados.
----------En el curso de estos diez años, desde su salida de los Franciscanos de la Inmaculada, el padre Serafino se ha consolidado aún más en esta posición indietrista, lo que ha aumentado el disgusto de quienes eran en el pasado sus colegas y amigos teólogos. Por mi parte, he querido mantener mi afecto por él, por su honestidad intelectual de antaño, y sigo admirando la nobleza de su visión cristiana. Y si en este artículo mi conciencia me empuja a desaprobar su hostilidad hacia el papa Francisco, quisiera más bien recordarlo nuevamente tal como lo conocí por sus publicaciones en aquella, llamemoslá, mi etapa italiana.
Ante todo se trata de un falso concepto de Tradición
----------Un defecto del área católica (marginalmente católica) a la que pertenece el padre Serafino es una manera de concebir la Tradición que ve en el Concilio Vaticano II y en los Papas del postconcilio, sobre todo el presente, una dirección eclesial filomodernista infiel a la tradición. Quiero entonces introducir mi discurso recordando ante todo a los lectores qué es la Sagrada Tradición según la Iglesia católica.
----------La sagrada Tradición es junto con la Sagrada Escritura, la fuente de la Revelación cristiana, es decir, es la fiel transmisión oral apostólica, a lo largo de los siglos hasta hoy, infaliblemente asistida por el Espíritu Santo, de las verdades enseñadas por nuestro Señor Jesucristo para predicar a todo el mundo hasta el fin de los siglos, con el fin de suscitar la fe en Cristo como Salvador del mundo.
----------El Papa tiene la tarea de custodiar, interpretar, explicar, transmitir y defender los contenidos de la Tradición a todos los hombres, y en ello infaliblemente asistido por el Espíritu Santo, a fin de que crean en Cristo salvador. Los fieles aprenden del Papa los contenidos de la Tradición, pero ellos a su vez ya los conocen del Papa precedente. Sucede así que entre el Papa y los fieles existe una doble relación respecto a la función de la Tradición. Sus contenidos son a la vez objeto de la fe del Papa y de la Iglesia.
----------Siendo así las cosas, sucede que por un lado los fieles en comunión con el Papa deben acoger la Tradición en la interpretación que de ella hace el Papa, pero por otro lado, dentro de ciertos límites, ellos pueden también hacer una evaluación crítica de la enseñanza del Papa a la luz de la Tradición que ellos conocen y ver si es o no es conforme con la Tradición.
----------Ha ocurrido entonces que el padre Lanzetta, impresionado por la actual difusión de herejías no denunciadas ni refutadas por los Obispos, hace un cuadro también exagerado de la situación y mira con aprensión la hipótesis del Papa herético, sin impedirnos pensar en el papa Francisco, dejándose influenciar por doctrinas medievales que son puramente académicas (véase las páginas 55-57 de su libro Super hanc petram. El Papa y la Iglesia en una hora dramática de la historia, ediciones Fiducia, Roma 2022), completamente ignoradas por el derecho canónico moderno y ya por el mismo santo Tomás de Aquino, doctrinas que no deben ser interpretadas como real posibilidad, porque si así fuera, habría que preguntarse cómo sería salvada la promesa de Cristo a Pedro de asistirle en el cumplimiento de su oficio.
----------El padre Lanzetta se equivoca cuando dice que: "Un Papa podría caer en herejía cuando no ejerce una plenitud de su autoridad, es decir, su oficio como pastor y doctor universal, dejando su enseñanza en el grado más bajo del magisterio ordinario auténtico (que, decíamos, puede contener errores)" (p.57).
----------En estos últimos años he tenido varias veces ocasión de explicar cómo el Papa no es infalible solamente en el máximo grado de su autoridad doctrinal, vale decir, cuando define solemnemente un nuevo dogma en forma extraordinaria (canon 749 del Código de Derecho Canónico), sino también en los dos grados inferiores previstos por la ley de la Iglesia, respectivamente en el can.750 y en el can.752.
----------Sobre la base de esta opinión el padre Lanzetta distingue la "fe del Papa" de la "fe de la Iglesia" y sostiene que el Papa debe mantenerse en la fe de la Iglesia, que parece ser para él la regla de la fe del Papa, por lo cual, si el Papa se aleja de esta fe, que sería la "fe objetiva", y que para él es la fe tradicional, caería en una "fe subjetiva", que el padre Lanzetta identifica con la herejía.
----------En realidad, debemos tener presente que la fe del Papa no está regulada por la fe de la Iglesia, sino que precisamente es lo contrario. Es la fe de la Iglesia la que está regulada por la fe del Papa. Si, en cambio, como cree el padre Lanzetta, la fe de la Iglesia estuviera por encima de la del Papa, parece totalmente plausible la posibilidad de un Papa herético, hasta el punto de que Lanzetta llega a insinuar, según parece, que el propio papa Francisco sea herético, como parece desprenderse de las siguientes palabras:
----------"Si el Papa está autorizado en razón de su oficio petrino, sin embargo no siempre es automáticamente infalible. De hecho, existen situaciones que plantean serias dudas sobre la autoridad de sus palabras, cuando, por ejemplo, su discurso es más político que teológico, aunque resulta difícil distinguir lo político de lo teológico. Es la misma autoridad la que se debilita cuando el Papa improvisa discursos o lanza opiniones como cualquier opinion maker. El hablar mucho (¿un giro típico del magisterio postconciliar?), que no exime del equivocarse (Pr 10,19) es una característica del interlocuar de los Papas desde hace varios años hasta la actualidad.
----------Comienza con entrevistas televisivas, entrevistas a modo de libros o libros mismos escritos por el Papa, y tiene su propio punto culminante en los encuentros a gran altura con los periodistas durante los viajes papales. ¿Es precisamente necesario que el Papa hable siempre y en situaciones como éstas, donde, si se entiende la conmoción de las breaking news, ¿no se ve sin embargo la necesidad de exponerse continuamente sin una preparación adecuada para ser contrarrestado incluso por los hechos? Si el Papa no es infalible cada vez que habla y si la mayoría de las veces no habla en conformidad con la fe de la Iglesia, no significa por eso mismo que no es Papa, que su elección no es válida" (op.cit., p.66).
----------De esta manera el padre Lanzetta parece aludir al papa Francisco cuando habla de un "Papa más obediente al Zeitgeist que a Cristo" observando que "la Iglesia no puede fallar aun cuando un Papa remara en contra enseñando doctrinas mundanas fruto de su intelecto no iluminado por la gracia. En ese caso sería su fe la que vacilaría, no la fe de Pedro, don del Padre", como si en el Papa pudieran coexistir simultáneamente una fe verdadera con una fe falsa.
Es necesario ser cautos y prudentes al hablar de herejía
----------Ahora bien, una cosa importante, cuando se habla de "herejía", es que nos entendamos sobre el significado de este término. Porque puede haber un doble riesgo: o el de caer en la excesiva facilidad en el uso de esta palabra, o bien el de no usarla cuando sería bueno usarla.
----------En el primer caso se da demasiada importancia a lo que puede ser un simple error filosófico o una opinión errónea o una decisión práctica imprudente o injusta. En el segundo caso se obstaculiza o se impide el llegar a darse cuenta del gravísimo daño que el alma sufre infravalorando o incluso ignorando la falsedad de la herejía tomando por verdadero lo que es falso en materia de fe.
----------La herejía en su esencia es en el fondo una cosa simple y clara: es la negación de una verdad de fe. Que tal negación sea consciente y deliberada o bien inconsciente e involuntaria es un simple hecho moral accidental, por lo que mientras en el primer caso hay culpa, en el segundo se permanece inocente.
----------Para poder juzgar de la herejía, es necesario saber cuáles son las proposiciones de fe. Ahora bien, es evidente que objeto de la fe son los misterios divinos sobrenaturales revelados por nuestro Señor Jesucristo. Pero como Cristo ha confiado a Pedro la tarea de comunicarnos e interpretarnos sus enseñanzas, he aquí que herejía por extensión no será solo el rechazo de las palabras del Señor contenidas en el Evangelio, sino también el rechazo de la doctrina o de los dogmas de la Iglesia.
----------A este propósito debemos hacer dos observaciones. La primera. Una proposición puede ser contra una verdad de fe tanto de modo explícito, inmediato y directo, como de modo indirecto, implícito o por consecuencia. Una cosa, en efecto, es la oposición a las palabras claras y formales del Señor o el rechazo de un dogma definido por la Iglesia -herejía explícita- y otra cosa es una verdad propuesta por la Iglesia como verdad de razón o verdad histórica, negando la cual se excluye una verdad de fe -herejía indirecta o implícita.
----------Negar las palabras del Señor o negar un dogma que ha sido definido en el supremo grado de autoridad del Papa en forma extraordinaria y solemne, es claramente herejía de modo explícito, formal e inmediata, en otros términos, es pecado contra la fe divina y teologal.
----------El Código de Derecho Canónico en los cann.749-752 presenta tres grados de autoridad doctrinal del Papa, en cada uno de los cuales el Papa es infalible, pero según modalidades y grados decrecientes que van desde una referencia inmediata a la Palabra de Dios, hasta una sola referencia implícita e indirecta. Oponerse al primer grado es herejía o pecado contra la fe teologal. Oponerse a los otros dos es error contra la doctrina de la Iglesia (II grado) o desobediencia al magisterio (III grado). Las proposiciones de los grados II y III, en virtud de una aclaración, pueden ascender de grado y ser promovidas al primero.
----------Rechazar una proposición en los grados inferiores de autoridad, como aquellos que son los grados propios del magisterio ordinario, o sostener una proposición que sea contraria a la fe de modo indirecto o implícito, quiere decir sostener una proposición próxima a la herejía y, en todo caso, una proposición errónea en la doctrina de la Iglesia y contraria a la fe en la Iglesia.
----------La segunda observación es que para formar la nota o la acusación de herejía hay que estar seguros de que esa determinada proposición que viene negada es de fe o conexa con la fe. Esta certeza puede ser dada por el hecho de que una determinada proposición o entra en las enseñanzas de Cristo mismo en el Evangelio o pertenece al depósito de la Tradición o es uno de los artículos de fe del Credo o es un dogma definido o definible o es enseñanza ordinaria de la Iglesia de segundo o tercer grado.
El papa Francisco crea problemas, pero ellos se resuelven. Debemos mirar lo positivo
----------Las preocupaciones del padre Lanzetta sobre las enseñanzas del Papa son comprensibles. Desde que el papa Francisco ha sido elegido Sucesor de Pedro, he seguido casi cotidianamente sus actos y sus enseñanzas, así como las frecuentísimas discusiones que han surgido acerca de cómo interpretar muchas de sus actitudes y discursos. He leído sobre él los comentarios y juicios expresados por los partidarios y por los contrarios.
----------El papa Francisco se siente cómodo encontrándose con los luteranos, ateos, masones, comunistas, musulmanes, budistas, genderistas, etc. Ahora bien, ¿por qué este hecho? Porque por una parte sabe acercarlos a la verdad, pero lamentablemente a veces se presta a ser malinterpretado. Con ello el Papa escandaliza y perturba a aquellos católicos que quieren recurrir a la tradición y no han comprendido el verdadero valor de la reforma del Concilio Vaticano II.
----------Los modernistas lo instrumentalizan interpretándolo a su uso y consumo. El Papa sale de vez en cuando con expresiones menos felices, impropias, ambiguas, imprudentes o de doble sentido. Y no siempre aclara lo que quería decir. Tratamos de hacerlo nosotros, los teólogos, y la empresa no siempre es fácil.
----------¿Un Papa hereje? Es cierto que algunas frases o ciertas bromas o chistes sorprenden, dejan a primera vista irritados o interpelados, pueden parecer expresiones heréticas, uno se pregunta si está bromeando, pero con un esfuerzo interpretativo, contextualizándolas, se logra interpretarlas en sentido ortodoxo. Sin embargo, una cosa es innegable en el Papa: la presencia de grandes valores pastorales y doctrinales, de novedades históricas inauditas. He hablado muchas veces de ello.
----------Ningún Papa como él se había mostrado tan abierto a los no cristianos, nadie hasta él había condenado el gnosticismo, nadie había hablado tanto como él del demonio, nadie había hablado como él de la importancia de la ecología y sus consecuencias éticas, nadie tan atento a los problemas de los más pobres y necesitados, nadie ha insistido tanto en la misericordia divina.
----------Por lo demás, cuando el papa quiere ser serio, se nota en él la acción del Espíritu Santo. Por lo tanto, tomémoslo como es. Existen temas importantes sobre los cuales calla, sin por ello negarlos, como por ejemplo el tema de la primacía del cristianismo respecto a las otras religiones, el de los méritos necesarios para la salvación, la existencia de los condenados, la distinción entre fraternidad universal y fraternidad cristiana. Creo que no estaría mal tratar estos temas, para frenar un cierto buenismo generalizado y mostrar que ser cristianos no es un viaje gratis, sino que es una cosa realmente seria.
----------Aprovechemos de todas formas el bien que el papa Francisco nos hace. Ayudémoslo en su difícil tarea. Sobrepasemos, es decir, dejemos correr, sus defectos, tengamos paciencia, esperemos, recemos por él y sobre todo amémosle como a nuestro Padre en Cristo.
Me agrada como habla Lanzetta. Siempre lo escucho con gusto.
ResponderEliminarJuan, qué quiere que le diga... Yo, en cambio, tomo las debidas distancias de ciertos predicadores...
EliminarRosa: cada uno hace lo que cree correcto, y para mí Lanzetta es un santo
EliminarPor esta razón Bergoglio lo ha comisariado sin piedad! ¡Solo porque estaba cerca del vetus ordo!! ¡Pero por favor!
ResponderEliminarArmando: me parece que el padre Mannelli era demasiado católico 😂😂😂
EliminarArmando: ¿A quién le pide por favor? No se entiende…😂🤣😂🤣😂🤣
EliminarEstimado Armando,
Eliminarya he expresado mi opinión sobre el tema al que usted se refiere. He conocido personalmente a los Franciscanos de la Inmaculada y también me he dado cuenta de que ellos estaban en contra del Novus Ordo Missae.
Por otra parte, el padre Serafino Lanzetta lamentablemente consideraba al Concilio Vaticano II como no conforme a la Tradición.
En cuanto a la decisión adoptada por Papa, tal vez ha sido demasiado severo, pero no es fácil juzgar sobre estas cosas desde nuestro punto de vista, siempre alejado de estos problemas y desconociendo todos los detalles de la situación.
Estimado Padre, es lamentablemente esta excesiva severidad la que ha despertado en no pocos fieles asombro y desconcierto. No contento con esto ha regañado, de manera poco misericordiosa, a numerosos prelados entre los cuales varios cardenales, solo porque están anclados a la liturgia tradicional y a la sana doctrina de la iglesia.
EliminarLa conciencia, sin embargo, me obliga a expresar pensamientos madurados en el tiempo. Ante todo, seré honesto: había depositado mi plena confianza en este Papa al inicio de su pontificado. Luego, en los años siguientes, tuve decepciones sobre decepciones, con acciones y gestos que no entendía, o que me dejaban sinceramente perplejo si no consternado. Como católico me quedé desconcertado por los actos, encíclicas, excomuniones, comisariamientos de órdenes religiosas y expresiones diversas (los "Dubia" todavía los recuerdo). La abdicación de Benedicto XVI, sin embargo, se refiere a un tema muy complejo y delicado, difícil de comprender a la luz de las normas canónicas relativas al caso. Y por mucho que me haya quedado ligado al Papa emérito, nunca he tenido posiciones a ultranza. Francisco es, creo, una persona bienintencionada, pero que ha surgido en un contexto en el que han salido soluciones erróneas a los problemas de la Iglesia y con sus limitaciones de carácter y de actitud. Sin embargo, hay que decir que el Papa Francisco ha tenido una actitud sorprendentemente equilibrada, prudente e irreprochable sobre varias cuestiones (por ejemplo, problemas sobre el aborto, la eutanasia, etc...) y en todas estas cosas hay que darle crédito. Por desgracia la piedad me obliga a afirmar que hablamos de un anciano enfermo, para confiar ciertamente a la misericordia de Dios. Y ante "la caída", es sabio y justo no herir, sino ser clemente, confiando siempre en la oración. La Iglesia está en las manos de Dios, ¡recordémoslo! Y lo único que le importa a Dios, es ¡cuán creyentes y creíbles somos en esta vida! Eso es lo importante! Mis más buenos deseos de una pronta y duradera curación para el Papa.
Hola padre Filemón... a mí me parece que de todos modos los franciscanos de la inmaculada celebran el Novus ordo missae
Eliminarpero probablemente también tenían algunos defectos
EliminarEstimado Armando,
Eliminarsus consideraciones, a la vez concienzudas y equilibradas, me encuentran de acuerdo. Este Papa quedará en la historia por algunos gestos importantes que ningún otro Papa había hecho nunca, mientras que al mismo tiempo estoy de acuerdo con usted en constatar cuántas veces ciertos otros gestos suyos nos han sorprendido y turbado, excepto luego para entender lo que pretendía hacer o decir, a través de una mayor reflexión.
Estimado Alex,
Eliminaren mi artículo me he referido a la situación del Instituto con precedencia al Comisionamiento pontificio.
Estimado Mauro,
Eliminartodos los institutos tienen claroscuros, así son nuestras realidades humanas. Respecto a los defectos de los Franciscano de la Inmaculada con anterioridad al Comisariamiento pontificio, ya he dado mi opinión en el artículo.
Buen día padre Filemón.
Eliminar¿Y a usted le parece que anteriormente en los Franciscanos de la Inmaculada la celebración del vetus prevalecía sobre la del novus?
Estimado Alex,
Eliminarlamentablemente sí. No solo eso, sino que consideraban la Misa Novus Ordo como inválida.
¿tenemos pruebas irrefutables?
EliminarEstimado Alex,
Eliminarlamentablemente no tengo modo de probarlo. Pero usted puede informarse con seguridad consultando los hechos ocurridos mediante una fuente creíble.
Lo que yo sé que el Papa Francisco cayó sobre ellos con mano dura e injusta. Una pregunta: ¿quiénes eran estos sacerdotes que celebraban solamente el Vetus Ordo missae?
EliminarEstimado Alex,
Eliminarcomo ya le he sugerido, usted puede consultar directamente a algún representante del Instituto.
Me parece un poco querer mantener el pie en dos lados. El padre Lanzetta al menos dice las cosas, aquí noto muchas justificaciones. El punto enorme es que los sacerdotes, y mucho menos el Papa, deben estar ligados al mandamiento del " que vuestro hablar sea sí, no no". No se puede pactar con el mundo, no se puede tratar de no chocar con el mundo haciendo blanda la palabra de Dios hasta hacerla insípida. Al mundo le gusta este Papa, porque según la lista que usted, Padre, ha hecho, precisamente ha puesto el cristianismo al igual que las otras religiones y ha dado pesadamente a entender que el pecado es poca cosa en muchas ocasiones. Pero no es así. Yo diría que se malinterpreta la verdad, pero esto es así porque los católicos tienen una formación casi inexistente en muchos casos, y porque las expresiones utilizadas son altamente ambiguas. No es posible que el Papa haga eso. Y no está bien. Y también es suficiente sentir la cruz de estar atado al pasado, ¡basta ya de atacar a los rigidos tradicionalistas! ¿Alguna vez ha visto usted una casa que se sostiene si no tiene una estructura rígida? ¿Usted sabe que hacemos casas con el mismo sistema que usamos para un castillo de cartas durante las fiestas, cuando jugamos en familia? Una sacudida en la mesa, un soplo enérgico y el castillo se derrumba. Siglos pasados, al parecer rígidos para muchos, han producido santos enormes y períodos felices en la historia cristiana. ¿Qué tenemos hoy? Evidentemente había algo bueno. A fuerza de hacernos los buenos con el mundo tenemos gente en desbandada, que de su fe no sabe nada, iglesias vacías y tantos problemas materiales y espirituales. Diría que este método no funciona. Consigue lo contrario. Además, ser sacerdote no significa navegar siempre bien. Judas quiso ser Apóstol, y todos sabemos cómo fue y dónde tiene ahora morada eterna. Por lo tanto, hay que tener cuidado de recorrer el camino de la justificación. El pecado es el equivalente espiritual de lo que es una enfermedad en el plano físico. Si no diagnosticas la enfermedad, no puedes sanar. ¿Queremos sanar o no ser curados, mientras nos estamos muriendo? Tenemos que volver al sí, sí, no. Tenemos que volver a darnos cuenta de que la enfermedad existe , y tenemos que querer librarnos de ella. Debemos tener médicos para nuestras almas que sean valientes. Y nosotros los laicos debemos orar en este sentido por los sacerdotes, para que recuperen el coraje.
ResponderEliminarEstimado Adolfo,
Eliminarsu polémica está completamente centrada si usted se refiere a los modernistas, pero yo la aplicaría también a los filo-lefebvrianos.
En efecto, tanto los unos como los otros no han comprendido el valor del Concilio Vaticano II, sino que lo han confundido con un mensaje modernista. Los primeros para alegrarse y los segundos para llorar. Pero también este modo de actuar no es, al fin de cuentas, la claridad del sí, sí, no, no, sino que es una claudicación al mundo: los modernistas idolatran el mundo de hoy, los filo-lefebvrianos idolatran el mundo de ayer.
En cuanto al problema de la rigidez no hay que confundirla con la firmeza. Cuando el Papa se la toma con los rígidos, no es que esté enfadado con la Tradición ni con los valores inmutables, sino que se refiere a ciertas actitudes demasiado duras y carentes de misericordia.
En cuanto a la comparación del sacerdote con el médico, tiene usted perfectamente la razón. Se necesitan médicos concienzudos, que se dediquen al cuidado de los enfermos, pero también se necesitan médicos comprensivos que eviten tratamientos que terminen haciendo más mal que bien.
Justifica a Bergoglio ... más bien lo defiende.
ResponderEliminarEstimado Arnaldo,
Eliminarestoy perfectamente tranquilo en mantener una actitud de filial respeto hacia el Vicario de Cristo, habiendo repetidas veces indicado en mis artículos aquello en lo que el Papa no puede ser criticado, y aquello en lo que el fiel católico puede tener un respetuoso disenso.
Me gustaría que me indicara el punto sobre el cual usted opina que estoy defendiendo al Papa de modo incorrecto.
¡Vivan los Franciscanos de la Inmaculada! ¡Viva el Padre Stefano! ¡Viva el Padre Lanzetta! ¡Viva su fidelidad al espíritu de los orígenes, del que habla incluso el último Concilio! ¡Otra que excesiva austeridad...!
ResponderEliminarEstimado Luciano,
Eliminar¿podría indicarme a qué se refiere usted con su expresión "espíritu de los orígenes"?
En el caso que me aclarara tal expresión suya, entonces posteriormente podría aclararle un poco más aquello que he dicho acerca de mi experiencia con los Franciscanos de la Inmaculada con anterioridad al Comisariamiento pontificio.
EliminarEstimado Padre... usted sabe que Lanzetta no me gusta para nada, en estos últimos dos años no ha hecho otra cosa que disparar a ráfaga de metralla pesada sobre el Concilio Vaticano II y sobre el Papa... Es sin duda una persona culta y preparada pero... prefiero no seguirlo,... no soy una de sus adeptas... Seguiré leyendo a teólogos fieles al Magisterio...
ResponderEliminarEstimada Rosa Luisa,
Eliminarcomprendo su disgusto por la oposición que el padre Lanzetta hace al Concilio y al Papa. Es algo que me entristece mucho cuando pienso en la hermosa obra de promoción teológica que él supo realizar en otros tiempos. Por otra parte mi amor por el Papa me ha inducido en conciencia a tomar una posición contraria a la de Lanzetta. Me ha costado mucho, pero he tenido que hacerlo. Conservo la esperanza de que Lanzetta se arrepentirá y que pueda reencontrarse a sí mismo como católico, en el seno de la Iglesia, y pueda continuar poniendo las riquezas de sus dones al servicio de la Iglesia, y no como ahora, al servicio de los enemigos de la Iglesia.
Siempre leo y escucho con gusto al padre Lanzetta y estaría feliz si hubiera muchos como él porque nos ayuda en la oración y a tener una fe verdaderamente fuerte.
ResponderEliminarEstimado Rodolfo,
Eliminarprobablemente el padre Serafino Lanzetta no ha sido capaz de superar la prueba sufrida. Lo doloroso es que se trata de un sacerdote y teólogo de profunda doctrina y gran piedad religiosa. Tiene un profundo sentido de los valores cristianos esenciales, una manera muy bien razonada de exponer la doctrina y nutre un profundo amor por Cristo.
Es doloroso tener que constatar cómo él y muchos otros de su misma tendencia no han podido apreciar la reforma conciliar con la consecuencia de colocarse en la Iglesia en una situación de malestar, que en algunos casos los ha llevado al cisma e incluso a la herejía.
El padre Serafino es una figura emblemática y dolorosa (quizás con un toque de orgullo) de la trágica división que existe hoy entre nosotros los católicos entre los pasadistas y los modernistas, las dos posiciones extremistas, minoritarias ambas, que hostigan a la masa enorme de simples católicos comunes y auténticos.
Existe una urgentísima necesidad de católicos equilibrados e imparciales, que sirvan de elemento de mediación entre estos opuestos extremismos que dan al mundo un pésimo ejemplo y hacen que la Iglesia no sea fiable a los ojos del mundo.
Estimado padre, en parte como católico también estoy de acuerdo pero ¿cómo es posible escuchar ciertas declaraciones de otros que ya no hablan de Jesús y parecen alimentados solo por un modernismo ideológico y al límite de la perversión?... que incluso son protagonistas responsables de las divisiones reales de lo que usted habla... Para mí estamos en una oscuridad particularmente dolorosa donde al menos por mi parte no alcanzo a ver una luz de esperanza si no recurriendo a una incesante oración y a seguir teniendo a nuestro Jesús al lado en el camino de fe y lejos de los halagos del mundo . Con el debido respeto, le deseo una próxima santa cuaresma.
EliminarEstimado Rodolfo,
Eliminarcomprendo su sufrimiento. Ciertamente es un deber esencial la oración. Sin embargo, estoy seguro de que si usted mira en su entorno con una mirada objetiva y benevolente, dispuesto a apreciar lo positivo y dispuesto a aceptar las actuales directrices de la Iglesia, será capaz de soportar a los desviados y encontrar buenos fieles y buenos sacerdotes, que también pueden ser un ejemplo.
Al mismo tiempo, siga usted dando un testimonio convincente de su amor a Cristo y a la Iglesia.
Es decir, ¿sacerdotes como usted? Yo encuentro mucho más coherente al padre Serafino Lanzetta, discúlpeme... Reconozco su buena fe pero usted, con sus escaladas por espejos, no me ayuda a amar la Iglesia que hoy se muestra en total desbande. Las divisiones no son creadas por sacerdotes santos como el padre Lanzetta, sino que en todo caso, ellos confortan a los fieles que se sienten marginados y perseguidos.
EliminarEstimada Roxi,
Eliminaryo sigo apreciando mucho al padre Serafino Lanzetta. Es él quien, por seguir la línea pasatista, ha abandonado su antigua relación con amigos teólogos, pero no por ser tales y cuales teólogos, sino porque representan a la Iglesia del postconcilio. Pero el caso es que hasta que el padre Serafino no se decida a entrar en plena comunión con la Iglesia, aquellos, sus viejos amigos teólogos, amigos de otros tiempos, no pueden seguirle en este punto.
Ahora bien, la consolación que a los fieles da el pdre Serafino no es la correcta, porque, aunque él tiene razón en oponerse a los modernistas, el remedio para esta situación no es la desobediencia al Papa, sino por el contrario es la plena obediencia como yo pretendo hacer.
En cuanto a mí no hago ningún doble juego, porque yo he dicho un sí decidido a la Iglesia de hoy y no hago como los modernistas que dicen sí y no al Papa, dicen sí mientras les sea posible instrumentalizar al Papa, dicen no cuando se dan cuenta de que el Papa es testigo de la Tradición.
Aún así, y con todo esto, yo no adulo ni idolatro a ninguna a criatura, incluido el Papa, y quien me conoce bien sabe que yo no tengo dificultad en valerme de la santa libertad de los hijos de Dios para criticar al Papa cuando se trata de una crítica constructiva, mientras me doy cuenta de que mi deber antes de criticar al Papa es el de criticarme a mí mismo, cuando no estoy plenamente en comunión con la Iglesia.
Padre, su obediencia ciega a Bergoglio para mí sigue siendo un misterio (precisamente por la estima que tengo hacia usted), buena suerte padre, me mantengo fiel a Cristo que es la cabeza de la Iglesia.
EliminarEstimada Roxi,
Eliminartengo la impresión de que aquí la que es ciega es usted.
En mis escritos he explicado infinidad de veces cómo hay que distinguir en el papa Francisco lo positivo de lo negativo. He explicado también repetidas veces cuál debe ser el criterio para hacer este discernimiento.
Yo siempre he obedecido al Papa en aquello en que, como Pastor de la Iglesia, había que obedecerle; al mismo tiempo no he evitado expresar mi disentimiento cuando era lícito.
Y usted, ¿puede jactarse de haber sido obediente al Papa? ¿O apela a Cristo para desobedecer al Papa? ¿Quiere hacer como Lutero? Quiere ser al mismo tiempo católica y luterana? Antes de criticarme, haga un examen de conciencia.
quien desprecia el V.O. y el rito dominicano es estructuralmente modernista...
ResponderEliminarEstimado Pascual,
Eliminarciertamente el desprecio es una cosa mala y en este sentido le doy la razón. Sin embargo, hay que prestar atención y tener cuidado también de no correr el riesgo de desobedecer a las disposiciones del actual Pontífice en la materia. Quien eventualmente pensara que el Papa desprecia al VO caería en el extremismo opuesto del filo-lefebvrismo.
Estimado padre Filemón, creo que se le puede perdonar todo al papa Francisco, menos la elección que ha hecho de los cardenales... pienso en Hollerich sobre todo, un modernista que votará al próximo papa y Dios no quiera que sea él.....
ResponderEliminarEstimado A.M,
Eliminarestamos en un momento en que quizás el Señor está a punto de llamar a Sí al Santo Padre y por lo tanto es bueno pensar en quién podría ser el próximo Papa. Es cierto que esta será la tarea de los Cardenales, sin embargo toda la Iglesia, sinodalmente, está llamada a reflexionar sobre este punto importantísimo de la vida eclesial y no nos está prohibido formar nuestros votos, nuestros deseos.
Ahora bien, en mi opinión hace falta un Papa que gire ligeramente el timón de la Iglesia hacia la Tradición después de que a mi juicio la dirección se ha acercado peligrosamente hacia un progresismo extraño al progresismo promovido por el Concilio. Se trata de acontecimientos de los cuales no hay que escandalizarse, porque si conocemos la historia del papado notaremos fácilmente estos movimientos oscilantes. Naturalmente no se tratará de volver al preconcilio, sino simplemente de recuperar una sabia disciplina que hoy hemos perdido por una tendencia buenista que ha malinterpretado la verdadera misericordia en detrimento de la justicia.
No creo padre que vayamos a tener un papa capaz de girar el timón hacia la tradición...temo en cambio que iremos hacia un progresismo mayor ...esperemos sea moderado y no radical como quisieran los Marx y los Hollerich de turno.... En mi opinión podría salvarnos un papa como Pizzaballa pero es joven respecto a la edad estándar del papa y es cardenal desde hace demasiado poco.... No nos queda más que rezar
EliminarEstimado A.M,
Eliminarsi usted estudia la historia del Papado se dará cuenta de ese movimiento oscilante que le he dicho. Esa oscilación depende del hecho de que es el Espíritu Santo quien corrige la ruta, por lo cual un Papa no puede ir a una cierta dirección de tal manera que comprometa la salud de la Iglesia.
Ahora bien, hoy en cuanto hoy, la tendencia modernista es de tal manera fuerte que está poniendo en peligro a toda la Iglesia. Por eso hay motivos fundados para esperar que el próximo Papa no agravará la situación, sino que remediará la tendencia modernista, reconduciendo a la Iglesia en la dirección correcta. Ciertamente, esta es una simple opinión mía. Puede ser que las cosas continúen como están ahora. En ese caso el Espíritu Santo ayudará a la Iglesia a tener paciencia, pero antes o después llegará ciertamente el Papa que tendrá la fuerza de llevar a la Iglesia en la dirección correcta.
Los Franciscanos de la Inmaculada son verdaderos hijos de San Francisco y a los modernistas les dan fastidio porque defienden la Fe Católica como deberían hacer todos los demás miembros de las Órdenes sobre todo las Órdenes mendicantes.
ResponderEliminarDaniel... 🌹😘🥰
EliminarEstimado Daniel,
Eliminarconservo hacia el padre Serafino Lanzetta una gran admiración y gratitud por la valiosísima y valiente empresa de organizar tres congresos teológicos internacionales en década pasada. El mérito de estos congresos, a los que fueron invitados teólogos de alto nivel, fue el abordar temas tan importantes como el caso de Rahner, el problema del sacerdocio y la cuestión del infierno. Tengo la impresión de que su ataque contra el modernismo (notorio en los tres congresos) ha provocado la venganza de los modernistas, que de alguna manera han influido en el papa Francisco.
¿Ya no forma parte de los Franciscanos de la Inmaculada?
ResponderEliminarEstimado Juan Carlos,
Eliminarsegún tengo entendido, el padre Serafino Lanzetta ejerce su ministerio sacerdotal en la diócesis de Portsmouth (Inglaterra). Si no me equivoco, dejó el Instituto de los Franciscanos de la Inmaculada hace ya unos diez años.
Existen los que están atascados en el pasado y luego están los modernistas.
ResponderEliminarEstimado Lucio,
Eliminargracias a Dios no existen solo estas, las corrientes presentes extremistas en la Iglesia, sino que todavía existen muchos buenos católicos (la enorme masa de católicos, casila unanimidad de católicos) que saben resistir la seducción procedente de esos dos extremismos opuestos, y que saben vivir en plena comunión con la Iglesia y con el Papa.
Un santo Instituto injustamente e inexplicablemente suprimido.
ResponderEliminarEstimada Marina,
Eliminarel Instituto no ha sido en absoluto suprimido, como usted puede comprobar consultando su sitio web, sino que ha sido reformado para corregir una dirección anticonciliar, que comprometía su comunión con la Iglesia.
Yo asistí a este Instituto antes de esta intervención del Papa hacia él. Y debo decir que hice una buena experiencia notando sobre todo el valor que tenía el Instituto en denunciar los errores del modernismo, así como la austeridad de su vida religiosa, tanto que tuve la impresión de que era también excesiva. Debo decir que tampoco aceptaban la Misa Novus Ordo. Puede consultar su sitio web en:
https://www.immacolata.com/
Estimado Padre, es verdad que se requiere el asentimiento no solo a las definiciones, sino que existen pronunciamientos connotados por notas teológicas no vinculantes.
ResponderEliminarAdemás, la posibilidad de un Papa hereje es también contemplada por autores recientes, muy doctos.
Es un asunto espinoso.
Y además, querido Padre, basta de etiquetar a nuestros prójimos... ¿pasadistas?... no me parece adecuado...
Estimado padre Alfredo,
Eliminarefectivamente sé que existen pronunciamientos de la Iglesia que no son irreformables y de ello habla precisamente la declaración de la CDF Donum Veritatis de 1990. Pero este documento precisa que no se trata de materia de fe, sino solo de "temas contingentes". En cambio, me refiero solo a aquellas materias que afectan directa o indirectamente a la fe y a las cuales se refiere la Nota doctrinal de la CDF agregada a la carta Ad Tuendam Fidem de 1998.
Por cuanto respecta a la cuestión del Papa herético, sé que todavía viene hecha hoy en día, como por ejemplo por el padre jesuita Ghirlanda. Sin embargo, creo que se trata de un discurso peligroso y que la Iglesia nunca lo ha aprobado, porque existe el riesgo de poner en duda el ministerio petrino. Lo que se puede decir es que un Papa puede carecer de prudencia en el tratar de doctrina por el hecho de un mal control del lenguaje. O hay que tener cuidado de no dar demasiada importancia a las frases que él expresa ya sea como doctor privado o de manera improvisada.
Por cuanto respecta al pasadismo, no es una etiqueta, sino que por desgracia es una realidad de la que la Iglesia está sufriendo desde hace sesenta años.
Estimadísimo Padre, la posibilidad de un Papa herético es contemplada por muchos autores probados. Es algo que nos estremece, que no queremos y que esperamos que no sea posible.
EliminarAdemás, hoy es difícil distinguir la herejía desde un punto de vista moral (el juicio de Dios y de la conciencia sobre una declaración contraria a la fe) y canónico (el delito de herejía, con la contumacia y, en el caso del Papa, la imposibilidad de encontrar a alguien que pueda declararlo hereje o acusarlo (Prima sedes a nemine iudicatur).
Sin embargo, no creo que haya argumentos decisivos para excluir esta posibilidad: su muy respetable opinión no es definitiva, dados también los autores probados disidentes.
Sin embargo, por desgracia, es cierto que ha habido Papas que han favorecido la herejía, y esto es quizá más grave que una herejía concebida pero no difundida.
Es el caso del Papa Honorio I, a quien defendí de la acusación de herejía, pero que ciertamente la favoreció, según San Alfonso y Rohrbacher.
En cuanto al padre Lanzetta, creo que es injusto acusarlo de indietrismo o pasadismo: estamos en una época terrible, en la que, pasando entre Escila y Caribdis, es muy difícil mantenerse equidistante de las rocas opuestas.
Sin embargo, estoy de acuerdo en que la influencia del último Gherardini fue perjudicial para los Franciscanos de la Inmaculada.
Estimado padre Alfredo,
Eliminarcomparto tu conclusión respecto a la actitud que hay que tener hacia el Papa actual. Sin embargo, creo que en estos días lo que hay que hacer es sobre todo rezar por el Santo Padre, para que se ponga con total disponibilidad en las manos de Dios.
La cuestión importante, que permanece abierta y que tú propones, es si un Papa puede ser herético. Como ya te he dicho, yo también sé que muchos autores apoyan esta tesis, pero sobre este punto, como ya te he dicho, la Iglesia nunca ha aprobado su posición. Por otra parte el can. 1404 del CIC excluye categóricamente la posibilidad de llamar al Papa a juicio.
Este punto es muy delicado, porque, aun admitiendo una sola excepción a la infalibilidad pontificia, tú entiendes que se abre una brecha por medio de la cual se puede invalidar todo el Magisterio de la Iglesia. Entonces, ¿dónde terminaría esa fe que nosotros los católicos debemos tener en el hecho de que Cristo prometió a Pedro asistirlo hasta el fin del mundo?
El dominico Marin Sola ha explicado bien el desarrollo homogéneo del dogma:
Eliminara la luz de Santo Tomás, sin contradicción y sin ningún enunciado del que derive necesariamente una herejía.
Lumen Gentium 25 hablando del magisterio ordinario al que se debe obediencia ofrece criterios objetivos (reiteración de la enseñanza, tenor del documento)
Por lo tanto, la hipótesis de un Papa que favorece la herejía deja espacios para salvaguardar la indefectibilidad de la Iglesia.
Además un Papa no herético o difícilmente juzgable como hereje, si deja la puerta abierta a herejes e inmorales, tal vez sea peor que un Papa claramente hereje (estoy hablando en general).
He venido celebrando la S. Misa para el Papa desde los primerísimos días de su enfermedad.
Estimado padre Alfredo,
Eliminarcomo sabrás, el papa San León II en el 682 resolvió la cuestión sobre el papa Honorio diciendo que "no apagó la llama del dogma herético al nacer, como conviene a la autoridad apostólica, sino que con su negligencia la aumentó" (Denz. 560). En cuanto a la comparación entre negligencia y herejía, como ya te he dicho, esta comparación no se plantea tampoco, porque es imposible que un Papa sea hereje.
Para mí en el acto práctico ¡sólo un Antipapa puede ser hereje!
EliminarUno no canónicamente elegido. El Papa canónicamente elegido no puede ser herético en la práctica.
Estimadísimo Padre, de hecho en mi artículo sobre el caso de Honorio I, he defendido a dicho Papa de la acusación de herejía; sin embargo cuatro Concilios lo han condenado por haberla favorecido. De modo que no es que la "negligencia" sea una cosa de poca importancia, sino que costó el martirio de S. Máximo.
EliminarUsted sostiene que las hipótesis sobre el Papa herético nunca han sido aprobadas; pero nunca han sido condenadas y han sido propuestas por santos doctores, luminarias de la teología.
Repito: espero que no sea posible un Papa formalmente hereje, pero no estoy seguro de que no pueda suceder en alguna forma.
Y, por desgracia, un Papa que deja difundir herejías, que pone herejes en cátedras universitarias y los promueve a prestigiosas sedes episcopales, que los crea cardenales es quizás peor que un Papa herético.
Estimada Ana María,
Eliminaren línea de principio estoy totalmente de acuerdo. Le recuerdo, sin embargo, que el papa Francisco ha sido canónicamente y legítimamente elegido.
Pero ¿y si siglos después es señalado como antipapa?
EliminarEstimado padre Alfredo,
Eliminarme alegro de haber madrugado este miércoles de ceniza y tener tiempo para conversar con amigos. Es una suerte el haberlos encontrado.
Respecto a tu comentario: digamos que el Magisterio de la Iglesia nunca ha condenado formalmente la tesis de la posibilidad del Papa hereje. Sin embargo, tenemos dos documentos muy importantes al respecto. Uno fue el retiro que la Congregación para la Doctrina de la Fe hizo en su tiempo del cargo de profesor católico a Hans Küng, quien en un famoso libro negó el dogma de la infalibilidad. Y en segundo lugar, la Nota de la CDF a la carta Ad Tuendam Fidem de 1998, donde se dice que la infalibilidad pertenece no solo al grado I, propio de las definiciones solemnes, sino también a los otros dos grados inferiores, propios del Ministerio Petrino ordinario, donde no se trata directamente de fe, sino de materia racional, que tiene relación con la fe.
Queriendo añadir otro elemento importante, puedo citar el can. 1404 del CIC, donde se declara que el Papa no puede ser juzgado por nadie. El discernimiento que hay que hacer es entre las proposiciones del Papa, donde está implicado, ya sea implícita o explícitamente, el Magisterio, y donde él habla de varias maneras fuera del Magisterio.
Estimada Ana María,
Eliminarsi no tuviéramos la certeza de cuáles son todos los Papas legítimos e igualmente no supiéramos cuáles son los antipapas, la Iglesia ya no sería capaz de reconocer la Sucesión Apostólica. Ahora bien, esto es imposible. Sobre esto la Iglesia es iluminada por Cristo, el cual ha garantizado a Pedro y a sus sucesores ser la luz del mundo hasta el fin de los tiempos. De hecho, en cualquier anuario pontificio encontrará la lista exacta de los Papas, incluido el papa Francisco, sobre los cuales, por lo tanto, la Iglesia nunca podrá dudar.
Ciertamente la infalibilidad se extiende más allá de lo formalmente definido, pero más allá de los tres grados de los que habla la nota explicativa hay mucho más que un Papa puede decir y favorecer, con palabras ambiguas, con el comportamiento y con los nombramientos.
EliminarPondré un ejemplo: la no negación a Scalfari que sostenía que el Papa habría supuesto la aniquilación de los reprobados; el Papa aquí no es herético porque no dijo oficialmente nada, pero el silencio puede favorecer la herejía.
Por lo demás, si en cada flatus vocis el Papa gozara de la infalibilidad, ¿para qué servirían las condiciones indicadas por Pastor aeternus?
Por desgracia, el exceso de papismo favorece el sedevacantismo.
Su razonamiento es el siguiente: "el Papa es siempre infalible, aquí se ha equivocado claramente, por lo tanto no es Papa".
Creo que la solución no es defender lo indefendible (con juegos de palabras análogos aunque contrarios como el Card Fernández), sino con: "Querido sedevacantista, un Papa puede equivocarse en todos aquellos casos en los que la nota teológica de su afirmación no requiere el asentimiento interno de fe", así que un mal Papa sigue siendo Papa.
Estimado padre Alfredo,
Eliminaryo también he dicho muchas veces que un Papa en tantos discursos que puede hacer, sin poner en juego su Magisterio, ciertamente puede decir cosas incorrectas o discutibles. Precisamente recientemente he citado la declaración Donum Veritatis de la CDF de 1990, donde se dice que el Magisterio de la Iglesia, cuando trata de temas contingentes, no es infalible y puede ser reformado. Sin embargo el punto es siempre ese y es que cuando el Papa, como Doctor de la fe, enseña a la Iglesia algo que sea materia de fe o conectada con la fe no puede equivocarse. Lo importante entonces es saber cada vez, vez por vez, cuando el Papa habla como Papa y cuando habla como simple hombre.
"atrapados en el pasado" 😂
ResponderEliminarNo hay nada de que reírse, cualquiera puede equivocarse, cualquiera ... hay que rezar por estas personas que, como Lanzetta creen ser portadores de verdad olvidando que la Verdad es Cristo.
EliminarLos franciscanos de la Inmaculada eran demasiado católicos.
ResponderEliminarEstimado Andrés,
Eliminarel catolicismo es un valor tan precioso y difícil de realizar, que no hay ningún riesgo de ser demasiado católicos, porque en ser fiel a Cristo no hay ninguna medida.
Digamos más bien que los Franciscanos de la Inmaculada no eran católicos de la manera en que lo exigía la reforma conciliar. Así que digamos que no eran lo suficientemente católicos.
Estimado padre, no eran lo suficientemente cato-protestantes.
EliminarLanzetta es uno de los sacerdotes más equilibrados y preparados, siempre lo escucho con gran placer. La rigidez la encuentro mucho en cambio en el pontífice, que es totalmente intolerante hacia quien osa permanecer fiel a la doctrina y a la Misa de siempre.
ResponderEliminarRoxi: El Papa es el Vicario de Cristo, quien ama a Cristo ama también al Papa.
EliminarEstimada Roxi,
Eliminarlo que comprendo y me conmueve en el padre Serafino Lanzetta es su evidente sufrimiento por la conducta del Papa, de quien no comprende su enseñanza. Está claro que Serafino desearía poder obedecer al Papa, pero se siente profundamente turbado y escandalizado. Sin embargo, hay que decir objetivamente que la distinción que él hace entre la fe subjetiva del Papa y la fe objetiva de la Iglesia es falsa, porque, como he dicho en mi artículo, la fe de la Iglesia está dirigida por el Papa, de modo que la fe del Papa no es otra cosa que la fe de la Iglesia. Imaginar una fe de la Iglesia, que sea una regla de la fe del Papa, significa poner a la Iglesia por encima del Papa, lo cual es evidentemente contrario a la voluntad de Cristo. Es cierto que el Papa fue demasiado severo en su intervención con respecto a los Franciscanos de la Inmaculada, pero, en honor a la verdad, tampoco ellos estaban en plena comunión con la Iglesia renovada por el Concilio.
Rosa Luisa: Si el Papa niega a Cristo, se puede amar su destino y rezar por su alma, pero no se está obligado a seguirlo.
EliminarEstimada Roxi,
Eliminar¿sabe quién decía esa frase? Lutero. Entonces, ¿es usted católica o luterana?
Este Papa es luterano y usted lo sigue y lo defiende... de hecho en un solo pontificado ha conseguido destruir el papado... ¿Pero cómo no se da cuenta usted del mal que Francisco ha hecho a la Iglesia?
EliminarEstimada Roxi,
Eliminartú misma te darás cuenta que es innecesaria mi respuesta a tu blasfema intervención. Vale la respuesta que te dí antes.
Padre, reitero mi afirmación. Este Papa es luterano y usted lo defiende... de hecho en un solo pontificado ha conseguido destruir el papado... ¿Cómo no se da cuenta usted del mal que Francisco ha hecho a la Iglesia?
EliminarEstimada Roxi,
Eliminarsi he entendido bien, usted se considera católica, mientras que el Papa sería hereje. ¿Está hablando en serio?
En todo caso puedo concederle que en algunas circunstancias al Papa le ha faltado prudencia en la práctica del ecumenismo, que es una obra muy difícil de llevar a cabo.
Estimado Padre,
Eliminarme doy cuenta de que en este modo de comunicación es muy difícil enumerar todas las herejías cometidas por este Pontífice, me sorprende mucho que usted no lo sepa, pero no es difícil de encontrar son muchos los que hablan... Yo puedo decirle que para mí este pontificado ha sido un período de sufrimiento ofrecido porque estoy segura de que habrá servido para sacar a la luz tanto mal oculto . Este es un Papa que ha hecho tanto daño a la Iglesia, un Papa político y globalista fiel a una determinada agenda, pero al mismo tiempo ha dado una conciencia a los fieles y despertado muchos corazones dormidos, yo estoy muy esperanzada para el futuro . Rezo todos los días por su conversión, tiene una gran responsabilidad ante Dios 🙏
Estimada Roxi,
Eliminarquien lee mis escritos sabe muy bien que yo en muchas ocasiones no he ahorrado al Papa todas las críticas que pueden ser legítimas hacer por parte de un buen católico y de un fiel hijo de la Iglesia. Yo me guardo bien de ser un adulador y no tengo miedo de sufrir por mis condiciones de fe. Al mismo tiempo evito cuidadosamente la instrumentalización que los modernistas hacen de ciertos gestos del Papa, los cuales, mal interpretados, podrían parecer modernistas.
Pero usted debería darse cuenta de que acusar al Papa de herejía es un insulto intolerable sobre todo por parte de quien se considera católico. Deje que los herejes acusen al Papa de herejía.
Me pregunto si usted sabe realmente lo que es la herejía y si usted sabe realmente en qué consiste la autoridad doctrinal del Papa. Le invito a leer lo que he escrito en mi blog sobre estos temas.
Es una dura batalla la de los cristianos... : peligros de todo tipo, mentiras disfrazadas de verdades, demonios disfrazados de ángeles de luz... Ciertamente hay miedo, un miedo tremendo pero si sabemos, o mejor, si encontramos a Cristo..., vemos concretamente que Él lucha por nosotros y con nosotros , Él el Cordero Inmolado, Aquel que venció la muerte... entonces nos lanzamos a la lucha y el miedo desaparece.
ResponderEliminarEstimada Rosa Luisa,
Eliminarestoy plenamente de acuerdo.
Estimado padre..., como siempre, usted se distingue por la tranquilidad y la caridad hacia quien comete errores... yo todavía no puedo, o mejor, quizás por mi soberbia no acepto esta Gracia del buen Dios.... Le digo una cosa: lo más terrible de la herejía es la inmovilidad de la mente, la obstinación en las propias ideas.... el intelecto se fossiliza, se detiene se refugia en las tinieblas.... tiene miedo de la luz de Cristo....
ResponderEliminarEstimada Rosa Luisa,
Eliminarciertamente, la herejía crea miedo y provoca indignación. Sin embargo, usted entiende que si nos detenemos en estos sentimientos, corremos el riesgo de perder la esperanza en el arrepentimiento y la conversión de aquellos que son víctimas de la herejía. Lo que más impresiona es la persistencia de errores contra Cristo que duran siglos y milenios. Pensemos en la oposición de los judíos, que dura desde hace 2.000 años. Pensemos en la oposición de Mahoma, que dura desde hace catorce siglos. Pensemos en la oposición de Constantinopla a Roma, que dura desde hace 1.000 años. Pensemos en la oposición de Lutero que dura desde hace seis siglos. Pensemos en la oposición de Moscú a Roma, que dura desde hace seis siglos. Pensemos en la oposición de la masonería, que dura desde hace cuatro siglos. Pensemos en la oposición del marxismo, que dura desde hace dos siglos. Sin embargo los teólogos, los apologistas y los predicadores católicos ¡cuánto se han esforzado en todo este tiempo! ¿Y qué han conseguido? Es un gran misterio que nos dice cómo Dios nos deja libres, si queremos seguir nuestro camino, en lugar del suyo.
Permítame padre, pero si tambiénn ustedes, los doctos, están divididos sobre el Papa Francisco, ¿qué cree que podemos ver nosotros los pequeños sin escuchar la discusión? Y la Iglesia se ha dividido literalmente (geográficamente) en dos, a causa primero de su encíclica Amoris Laetitia, luego con la bendición a las parejas homosexuales (hemos comprendido que ambas cosas deberían "entenderse de la manera correcta") después de una serie de episodios torpes y embarazosos como corolario. Dándonos cuenta del lío que se ha hecho, si nos fijamos, el Papa Francisco comenzó a hablar solo contra la guerra en general (y quien no puede estar contra la guerra en general) casi para subir en el agrado, luego la de Ucrania pero se equivocó también allí diciendo que una guerra nunca es justa (¿no es justo defenderse? ¿Justo él que dice que daría un puñetazo a alguien que ofenda a su mamá?). Ha extendido el discurso contra la industria de armamentos con la habitual crítica a la industria bélica (justo lamento, pero hecho a ciegas), precisamente en un momento en que Europa se ve obligada a rearmarse para fines defensivos y disuasorios. Quien ha leído su último libro autobiográfico (¿pero qué necesidad había de otro libro de éstos?) dice que le escribe admitiendo haber cometido muchos errores cuando, demasiado joven, estaba a la cabeza de los jesuitas en Argentina. En resumen, la imagen es completa. Uno se pregunta si el error no fue nombrarlo a cargos tan importantes hasta hoy. Evidentemente, sin embargo, todo viene de Dios y su designio nos será claro algún día.
ResponderEliminarEstimado Alejandro,
Eliminarsobre los defectos del papa Francisco podría estar de acuerdo también yo. Pero, ¿qué sacamos de esta simple lista de sus límites humanos reales o supuestos? El grave riesgo es no tener en cuenta que el papa Francisco es, a fin de cuentas, nuestro guía hacia el Reino de Dios.
Por lo tanto, si queremos cuidar los intereses de nuestra alma, es a esta función del Papa que debemos mirar. No digo que se deban ignorar sus defectos, pero no hay que ponerlos en primer plano, como hace usted, olvidando el valor determinante del servicio que el Papa realiza en favor de nuestra salvación.
Me parece que Lanzetta, sin embargo, vislumbra la posibilidad del 'papa herético' pero no la refiere al presente, o mejor dicho, no la considera explicitada. Razón por la cual toma distancias de sedevacantistas, renuncias inválidas , defectos de consenso (Viganò) etc. que imperan desde hace varios años.
ResponderEliminarUsted dice que "en la Universidad de Lugano se doctoró en teología bajo la dirección de Manfred Hauke"
Bueno, no creo que esto pueda ser un argumento en contra (tal vez es un demérito para los medjugorjanos..) sobre todo teniendo en cuenta que entretanto al pontificado se ha adscrito a Fernández
Estimado Fernando,
Eliminarcomo me parece haber aclarado en mi artículo, el padre Lanzetta no acusa formalmente al Papa de herejía, pero si nosotros leemos atentamente lo que dice, se entiende bien que él lo acusa de esto.
Por cuanto respecta a su tesis con Hauke, su grave defecto es que Lanzetta en esta tesis sostiene que el Concilio fue solo pastoral. Es la tesis habitual de los filo-lefebvrianos, quienes, para poder criticar las doctrinas del Concilio, sostienen que el Concilio, para avalar su tesis modernista habría hecho pasar por pastorales las tesis doctrinales.
Sin embargo, Benedicto XVI ha dicho con toda claridad que el Concilio no fue solo pastoral, sino también doctrinal, por lo cual no está permitido rechazar como modernistas sus doctrinas.
Estimado padre Filemón,
ResponderEliminardeseo someter a su atención el caso del Papa Liberio (muerto en el 366), reinante en la época de la máxima expansión de la herejía arriana.
El historiador bizantino Filostorgio relata que el Papa Liberio pudo volver del exilio impuesto por el emperador Constancio II y reasentarse en Roma solamente cuando, sobre la consustancialidad del Padre y del Hijo, convino en suscribir una fórmula de compromiso, elaborada después del verano del 357 por los obispos de la corte. Ahora bien, cualquiera que haya sido esa fórmula, no siendo la aceptación total de la consustancialidad sino un compromiso, podemos considerarla como una herejía.
Por lo demás, un doctor de la Iglesia como San Jerónimo, que también en sus escritos repite a menudo la frase "Dios ha fundado la Iglesia sobre Pedro" (Ep. 41,2), no duda en su Crónica, para afirmar que Liberio "vencido por el tedio del exilio, después de haber suscrito la herejía volvió a Roma en triunfo".
Y también otros dos santos doctores de la Iglesia afirmaron que Liberio había caído en herejía: san Atanasio, quien escribió: "Liberio, después de haber sido exiliado, regresó después de dos años, y por miedo a la muerte con la cual fue amenazado, firmó" (Hist. Ar., XLI); y san Hilario de Poitiers, que en una obra del 360, escribió: "Yo no sé cuál ha sido la mayor impiedad, si su exilio o su restauración" (Contra Const., II).
Ahora bien, me parece difícil sostener que tres santos doctores de la Iglesia, contemporáneos al Papa Liberio, se hayan dejado llevar por una acusación tan grave con respecto al pontífice, si no hubieran estado seguros. Entre otras cosas, el Papa Liberio será el primer Papa que, a diferencia de todos sus predecesores, no será beatificado.
Y luego me pregunto: afirmar que, ocasionalmente, es decir en una sola pronunciación específica (excepto en el máximo grado magisterial), un Papa puede haber caído en herejía, no significa decir que ese Papa sea herético "in toto", o bien obstinadamente hereje, y esta tesis fue apoyada por san Roberto Bellarmino y el teólogo Francisco Suárez.
Estimado Bruno,
Eliminarpor cuanto respecta a la historia del papa Liberio, nosotros no poseemos el documento, que el papa Liberio firmó. La protesta de san Jerónimo, san Atanasio y san Hilario no nos permite dar claridad al hecho, y aunque lo acusaran de herejía, con todo respeto por estos santos, no estamos justificados en considerar con certeza que el Papa haya sido verdaderamente hereje, porque no poseemos el documento en base al cual esos santos lo acusaron.
Por cuanto respecta a la eventualidad del papa herético, sé que muchos canonistas y también teólogos han sostenido esta posibilidad, pero la Iglesia nunca ha aprobado esta hipótesis. Y además debemos recordar el can. 1404 del Código de Derecho Canónico, que dice que el Sumo Pontífice no puede ser juzgado por nadie.
Pienso que el canon 1404 del Código de Derecho Canónico "Prima Sedes a nemine iudicatur" prohíbe que el Romano Pontífice pueda ser convocado a juicio, es decir, como imputado (juicio contencioso ordinario) o como parte acusada (imputado; en un juicio penal) o como parte resistente (en un juicio administrativo), es decir, en último análisis, prohíbe que pueda ser sometido a cualquier tribunal eclesiástico o no eclesiástico, incluso si todos los miembros del Colegio Cardenalicio, por unanimidad, estuvieran convencidos de que el Papa hubiera errado en un punto doctrinal. Y esto es pacífico, desde el momento que nuestro Señor no ha indicado ninguna otra autoridad humana que pueda someter a juicio la persona del sucesor de Pedro.
EliminarPero esto no significa que el canon 1404 del CDC prohíba el poder formular un juicio, en el significado común del verbo juzgar (por tanto no someter al juicio de un tribunal) las declaraciones individuales del Pontífice.
Al fin y al cabo, ¿cómo habría sido posible la corrección fraterna de San Pablo hacia San Pedro si aquél no hubiera juzgado ciertas palabras, ciertas posiciones tomadas por éste? Para poder escribir:
"…Yo le resistí [a Pedro] cara a cara, porque se equivocaba" (Gal 2,11), san Pablo no podía, sobre esa cuestión concreta, limitarse a someterse a la autoridad magisterial del Papa, pues de lo contrario habría tenido que permanecer en silencio…
En cambio, San Pablo, ciertamente valiéndose de su personal inspiración divina así como del don de la razón, tuvo que someter determinadas afirmaciones/posiciones del Papa a algo que sólo podía ser "superior" al Papa mismo, es decir, a los Evangelios iluminados por la Tradición apostólica, es decir, por la Iglesia.
Y el primer Pontífice aceptó la corrección, podríamos decir... de la Iglesia en la persona de San Pablo. En este sentido creo que podemos aceptar la afirmación del Padre Serafino de que "la fe del Papa está regulada por la fe de la Iglesia".
Estimado Bruno,
Eliminarla reprensión hecha por San Pablo a San Pedro no fue de carácter doctrinal, sino de carácter moral, es decir, Pablo quiso llamar a San Pedro a una actitud de lealtad y valentía, porque consideró hipócrita su comportamiento con ocasión de la cuestión de los alimentos prohibidos.
Desde el punto de vista doctrinal, Pablo nos da un ejemplo de perfecta sujeción a Pedro.
Por cuanto respecta a la posición del padre Lanzetta, no puede ser comparada con el reproche de Pablo a Pedro, porque el padre Serafino pretende poder acusar al Papa de haberse construido una fe subjetiva en desacuerdo con la verdadera fe de la Iglesia.
Ahora bien, la hipótesis del padre Serafino demuestra que él no entiende que es el Papa y no la Iglesia en última instancia el que debe establecer cuál es la verdadera fe.
Padre Filemón, usted escribió:
ResponderEliminar"En realidad la fe del Papa no está regulada por la fe de la Iglesia, sino al contrario. Es la fe de la Iglesia la que está regulada por la fe del Papa".
Pero no se puede dejar de notar que en el Symbolum apostolorum, está escrito:
"Credo in [...] sanctam Ecclesiam Catholicam", y en el Symbolum Nicaenum Costantinopolitanum fruto de los dos primeros concilios ecuménicos (325 y 381), se afirma: "Credo [... ] Et unam, sanctam, catholicam et apostolicam Ecclesiam."
Por lo tanto, desde las antiguas formulaciones del Credo, de la profesión de fe católica, la Iglesia, inspirada por el Espíritu Santo, no ha considerado enfatizar el papel de Pedro "antes", por así decirlo... de la Iglesia: en definitiva oramos y profesamos "creo en la Iglesia" y no "creo en el Papa".
El primer capítulo de la Lumen Gentium se titula "El misterio de la Iglesia". Y comenta el cardenal Robert Sarah: "es misterio porque su Fundador no es Pedro -un hombre- sino Jesucristo, el Hombre-Dios. Jesús fundó la Iglesia sobre los Apóstoles, en particular sobre la roca, sobre Pedro. Pero el fundador es Él, Cristo. La Iglesia, pues, no pertenece a Pedro. [...] La Iglesia es de Cristo" (R. Sarah, G.L. Muller, Creo la Iglesia, 2017).
Estimado Bruno,
Eliminarcuando en el Credo hablamos de la Iglesia, nos referimos a la Iglesia como misterio de fe. Está claro que la Iglesia es infalible en el creer y, por tanto, en este sentido se puede y se debe hablar de una fe de la Iglesia que se expresa precisamente en la doctrina de la Iglesia.
Pero hay que recordar que Cristo ha ordenado a Pedro confirmar a los hermanos en la fe. En este sentido el Papa es la guía de la Iglesia en la fe, por lo que la Iglesia es sí infalible en el creer, pero en cuanto guiada por el Papa.
Los artículos del Credo no son todos los artículos de la fe, sino solo los principales. La autoridad del Papa en el Credo está implícita cuando expresamos nuestra fe en la Iglesia como guía en la verdad y como misterio de fe.
Está claro que la Iglesia no es una comunidad que pertenezca al Papa, así como una familia pertenece al jefe de familia, ya que el propio Papa, como simple fiel, es miembro de la Iglesia y sumiso a la doctrina de la Iglesia. Sin embargo, el Papa a su vez ha recibido de Cristo el encargo de guiar a la Iglesia tanto en doctrina como en disciplina. Eso no quita lo que dijo el Card. Sarah, más bien digamos que lo confirma en cuanto el Papa es guía de la Iglesia precisamente como Vicario de Cristo.
Por eso el Papa no puede hacer de la Iglesia todo lo que quiere, sino que está obligado a hacer solo la voluntad de Dios. En cambio, en el campo de la doctrina, el Papa goza de tal asistencia que le permite no caer nunca en error.
Padre Filemón, he leído con gran interés este artículo suyo, como leo siempre todo lo que usted escribe.
ResponderEliminarUsted sabe que lo considero uno de mis primeros maestros, si no el primero, y estoy de acuerdo en el 99 por ciento de todas sus expresiones, incluso las meramente discutibles, y esto es para mí un consuelo y una alegría, porque ver que estoy de acuerdo incluso con lo meramente discutible, es para mí una señal de que mi fe y mi comprensión de la fe deben estar bien ordenadas, coincidiendo con una persona docta y santa como usted.
Todo esto no quita el hecho de que mantengo una diferencia con usted en un punto. Y esto usted ya lo sabe porque ya os lo he dicho. Y lo vuelvo a decir aquí porque este artículo lo amerita.
Se trata de la decisión pastoral de Benedicto XVI con Summorum Pontificum, que a usted le parece en cierto modo correcta y a mí equivocada.
En este artículo, Usted reconoce haber advertido en los Franciscanos de la Inmaculada un desordenado y reprobable apego por el Vetus Ordo y en el Padre Lanzetta, además, un rechazo del Concilio Vaticano II. Creo que ambos rechazos están lógicamente conectados, porque el Novus Ordo Missae precisamente ha venido a reformar, corregir, mejorar y sustituir las viejas modalidades del Rito Romano, para hacerlo adecuado no sólo al mundo de hoy, sino también adecuado a la nueva inteligencia que la Iglesia ha venido logrando de la fe, desde hace cinco siglos o más.
Entiendo que a los grupos de fieles católicos pasadistas, a modo de gradual curación de su enfermedad espiritual, se les puede permitir de tanto en tanto, digámoslo así, una "visita al museo", y la celebración esporádica de alguna Misa vetus ordo... ¡Pero no en domingo y todos los domingos! Porque entonces surge inevitablemente lo que viene anexo: el pasadismo, vale decir, el rechazo del Concilio Vaticano II.
En Santiago de Chile ha vuelto a instaurarse la Misa dominical según el Misal de 1962 en una capilla... Me temo que para algunos... la enfermedad del Papa sea ocasión para volver a las viejas andadas...
Querido Ernesto,
Eliminarme da la impresión que, o bien no conoces todos mis artículos (que son varios) respecto a la valoración tanto de Summorum Pontificum como de Traditiones custodes, o bien no has entendido cuál es mi postura.
Por eso puedo decirte que, hoy por hoy, estoy perfectamente de acuerdo con tus expresiones, perfectamente de acuerdo en la imposibilidad de la coexistencia del Misal actual y del Misal de 1962, como lex orandi eclesialis, de paralelo valor.
Ahora bien, en lo que a mi respecta, con el paso del tiempo he matizado un poco mi posición respecto al motu proprio Summorum pontificum.
Cuando Benedicto XVI amplió el permiso de la celebración del VO, la cosa me pareció en línea de principio pastoralmente positiva en el sentido de que mostraba en el Papa Benedicto tanto una señal de respeto por esta antigua modalidad del Rito Romano como por las exigencias espirituales de los tradicionalistas (califiquémoslos así, de modo genérico).
Pero el mío no fue un juicio positivo sin reservas, porque en más de una ocasión tuve la oportunidad de expresar mi opinión de que la de Benedicto fuera una liberalización excesiva, dictada por una excesiva confianza en los católicos filolefebvrianos (de ellos hablo, y no de los cismáticos lefebvrianos), quienes, por desgracia, se han aprovechado de manera desleal y han instrumentalizado el permiso del Papa para insistir en su oposición a la reforma conciliar.
En este punto el papa Francisco, consciente de la maniobra deshonesta, ha intervenido con plena lógica y abundancia de motivos, aunque con severidad, a mi juicio quizás incluso una severidad excesiva.
En cualquier caso, el papa Francisco ha hecho bien al convocar a todos los católicos en torno a la actual modalidad del Rito Romano, que es un signo eminente de unidad espiritual y de comunión eclesial.
De acuerdo, estimado Padre. Se ve que comprendí mal su postura. Yo tampoco desconozco las buenas intenciones de Benedicto XVI con su motu proprio. Pero lo que resalto es la imprudencia de la medida. Creo que no era tan difícil prever la manipulación que harían de semejante permiso los filo-lefebvrianos. La medida del Papa Francisco con Traditionis custodes me parece excelente. Sólo que, en mi opinión, llegó demorada. Debió haberlo hecho de inmediato, en 2013.
EliminarEstimado Padre, el error del Papa Francisco es el descrito por el dominico padre Bellon (a quien me permito involucrar en esta discusión), de cuyas expresiones aquí le informo:
ResponderEliminar"Cuando se dice: 'Dios perdona a todos, a todos, a todos' se entiende que Dios está siempre abierto al perdón. De hecho, Dios es amor. Su amor divino llega a todos los corazones y los impulsa a arrepentirse y recibir el perdón. Pero si el corazón permanece cerrado, el perdón de Dios no entra. Por eso dijo Jesús: 'Ni vuestro Padre os perdonará vuestros pecados' (Mt 6,5). DECIR SIMPLEMENTE QUE DIOS PERDONA A TODOS, A TODOS, A TODOS ES AMBIGUO Y PUEDE ENGAÑAR A MUCHOS HACIENDO PENSAR QUE DIOS PERDONA INCLUSO SI NO SE ARREPIENTEN Y CONVIERTEN”. (el énfasis es mío).
Es esta ambigüedad pública del Papa Francisco la que causa escándalo. De todos modos, no entiendo por qué estaría mal no mostrarlo públicamente. Ya hay muchos episodios parecidos. Es cierto que el Papa Francisco no es un hereje, pero aun así lleva a la gente al error. Prueba de ello es que muchas parejas homosexuales han comprendido que pueden recibir la bendición, es decir, la aprobación de la Iglesia, para su unión, sin arrepentirse ni cambiar su camino.
Otro episodio. El Papa Francisco, al decir en la TV que ESPERA que el infierno esté vacío, ya se ha extraviado como pastor del rebaño. Esa no es una frase pequeña, de poca importancia, no, discúlpeme. Conduce al error en lugar de aclarar cómo son realmente las cosas. La pequeña Jacinta ni siquiera sabía lo que era el infierno, pero lo vio y luego fue descrito por Lucía. Me pregunto, ¿cómo va el Papa Francisco a Fátima si sólo cree en su propio camino? ¿Lo hace por “deber” y ya está?
En conclusión, Padre, usted tiene razón cuando dice que un Papa no puede ser hereje, pero también tienen razón quienes se oponen a estas afirmaciones del Papa Francisco que no aclaran ni confirman a los pequeños en su fe. Para un Papa esto no es algo aceptable. También le pido disculpas al Papa Francisco por mi franqueza (lo digo no sin dolor).
Estimado Anónimo,
Eliminarya conocemos todos estos defectos del Papa. Solo los astutos y los laxistas los utilizan a su favor para justificar su relajamiento. Por eso yo, si fuera usted, no me detendría más en estas cosas, sino que es mejor considerar la situación presente del Santo Padre.
Por otra parte, he notado que, en estos poco más de diez años de Pontificado, él se ha corregido en algunos puntos; pero, aunque es Papa, sigue siendo siempre un hombre pecador y de esto él tiene conciencia, de la cual ha dado testimonio claro pidiéndonos muchas veces que rezáramos por él.
Por otro lado, si nos dejamos perturbar por estas cosas, corremos el riesgo de disminuir nuestra estima por él como guía para nuestra salvación, lo que evidentemente sería todo en nuestro detrimento.
Añado también una cosa que siempre he hecho y que en mi opinión hace bien, es decir un esfuerzo continuo para interpretar bien ciertas frases ambiguas o de doble sentido, insertándolas en el contexto.
Creo también que en este momento lo mejor es que Francisco se prepare bien para presentarse ante el tribunal de Cristo. En cuanto a nosotros, es bueno terminar con estos discursos y rezar por él.
Estimado padre Filemón,
ResponderEliminarSiempre sobre el tema de la infalibilidad, en su reciente artículo titulado: ¿Son infalibles las declaraciones del Dicasterio de la Fe
(en https://linumfumigans.blogspot.com/2025/02/son-infalibles-las-declaraciones-del.html)
encuentro el siguiente punto problemático.
De hecho, usted dice:
"Cualquier Obispo o cualquier Iglesia local pueden caer en la herejía. El Obispo de Roma nunca puede equivocarse al decirnos cuál es el verdadero Evangelio y qué es lo que ha enseñado verdaderamente Cristo."
Pero luego concluye:
"La Iglesia es infalible en la interpretación del dato revelado, pero la exégesis bíblica es una simple ciencia humana fallible, donde incluso un Papa puede equivocarse."
Perdóneme, pero tendría que objetar: pero si el Papa puede equivocarse en la exégesis bíblica, entonces también en la exégesis de los Evangelios, ¿cómo es posible que simultáneamente "nunca pueda equivocarse al decirnos cuál es el verdadero Evangelio"?
Estimado Bruno,
Eliminarhay que distinguir la exégesis bíblica, que es una simple ciencia humana confiada a los biblistas, de la interpretación del dato revelado hecha por el Magisterio de la Iglesia. La exégesis bíblica es una interpretación del texto bíblico hecha con los instrumentos hermenéuticos que son propios de un período histórico dado y que con el progreso de la ciencia están en continua mejora con la consecuencia que, debido a esta mejora, los exegetas cambian su interpretación porque se dan cuenta de que están equivocados. El campo propio de la exégesis no son tanto los datos de fe, sino más bien las formas expresivas con que se nos comunican los datos de fe. En cambio, la competencia del Magisterio se refiere a los mismos datos de fe.
Pondré dos ejemplos. El primero, del cual he hablado largamente, es el famoso sacrificio de Abraham, donde a primera vista parece que Dios realmente había ordenado a Abraham matar al hijo. Pero la exégesis moderna se dio cuenta de que en realidad fue Abraham quien creyó de buena fe esta cosa, tanto es así que la verdadera voluntad de Dios se manifiesta a través del ángel que le prohíbe matar.
El segundo ejemplo puede ser el famoso milagro del sol en el libro de Josué. Fue Galileo quien se dio cuenta de que el sol gira alrededor de la tierra y no al revés.
Ahora bien, en cuanto al pensamiento de los Papas debemos tener presente que también ellos comparten el modo de hacer exégesis propio de su tiempo. Esta actividad no los compromete en su ministerio infalible, como intérpretes del dato revelado, que es esa materia de fe o cercana a la fe sobre la cual el Papa, como Sucesor de Pedro, nos es Maestro infalible en todos los niveles de su autoridad.
¿Qué es la exégesis? Ciertamente también es interpretación del dato revelado, pero no como tal, sino en cuanto está mediado por una cierta forma expresiva que hay que conocer bien para distinguir esta forma expresiva, de por sí cambiante, de las verdades de fe, que ella nos quiere mediar.
Como he dicho la exégesis es una ciencia humana como tal donde cualquiera es falible, incluso el Papa que hace exégesis.
Doy un nuevo ejemplo: el de la inferioridad de la mujer respecto al hombre. Es una tesis frecuente en el Antiguo Testamento relacionada con el castigo por el pecado original. Hasta la época de Pío XII los exegetas creyeron que esta inferioridad era un dato natural. Pero la profundización de la dignidad de la mujer, según la revelación, en la época de Pío XII llevó a los exegetas a la clara conciencia de la igual dignidad del hombre y de la mujer.
Hasta Pío XII la Iglesia nunca se había pronunciado sobre la tesis de la inferioridad de la mujer, pero cuando intervino con Pío XII afirmó la igualdad de dignidad. Aquí tenemos un claro ejemplo de cómo la exégesis es falible, mientras que la interpretación pontificia del dato revelado es infalible.
Estimado Padre:
ResponderEliminarLeyendo el capítulo 21 del evangelio de Juan, nos encontramos con la orden de nuestro Señor a Pedro para que se ocupe de los hijos de Dios, confirmando su fe. Esta exhortación se vale de la célebre metáfora del pastor llamado a apacentar sus ovejas: «[...] le dijo: "Pastorea mis corderos". [...] le dijo: "Pastorea mis ovejas". [...] Jesús le respondió: "Pastorea mis ovejas" » (Jn 21, 15-17).
Tres veces, Jesús repite el mismo mandamiento. Es lícito preguntarse: ¿por qué? ¿por qué tres veces?
Ciertamente la triple investidura de guiar al pueblo de Dios, que da seguimiento a la triple pregunta y respuesta sobre el amor de Pedro por Jesús, recuerda la triple negación de Pedro.
La Biblia de Jerusalén nos dice además que la triple repetición era típica, en el ambiente semítico, para consagrar, solemnizar un compromiso, un contrato.
Pero estas interpretaciones sobre la triplicidad del mando, ¿podemos considerarlas completamente exhaustivas?
¿O es posible que el Señor, con esa insistencia, haya querido comunicarnos también otra cosa?
Si, sobre la base de la promesa de la divina asistencia, que se convertirá en dogma de infalibilidad, Pedro (y sus sucesores) nunca podrán equivocarse en confirmar en la fe al pueblo de Dios, ¿qué necesidad había de reafirmar tres veces este mandato, cuyo cumplimiento no depende de la voluntad del hombre, sino que es garantizado por Dios mismo?
¿Y si, por el contrario, con esa triple repetición de la misma exhortación a Pedro, el Señor también nos hubiera querido comunicar que... no siempre será evidente que Pedro logre cumplirla? ¿Y que sean llamados, los obispos in primis, a vigilar?
Excluyo, sin embargo, de esta hipótesis interpretativa las definiciones solemnes del máximo grado magisterial.
Estimado Bruno,
Eliminarbuenos días también para usted en este Miércoles de Ceniza, y le deseo un santo inicio de esta Cuaresma.
Con gusto respondo a sus preguntas.
Hay que tener presente que Dios en su bondad y en su poder puede mover la voluntad del hombre no solo impidiendo la libertad del acto, sino precisamente causando la libertad de este acto.
Ahora bien, cuando Cristo instituye a Pedro como su Vicario para confirmar a los hermanos en la fe nos demuestra que asiste a Pedro como Maestro de la fe de tal manera que, cuando se trata de una cuestión de fe, Cristo mueve la voluntad del Papa a pronunciarse en favor de la verdad.
Este acto del Papa sigue siendo siempre un acto libre y meritorio, que sin embargo es movido por la voluntad divina y por esto la voluntad del Papa, si Dios la mueve, nunca puede desobedecer a Dios, por lo cual el Papa es infalible en enseñarnos la verdad de fe. Este es el carisma propio del ministerio petrino.
Por eso hay que decir que no son los Obispos los que vigilan sobre el Papa, sino que es el Papa quien debe vigilar sobre los Obispos, por lo que una observación que se puede hacer a un Papa es no ser plenamente fiel a este deber.
Para decirlo todo en una palabra: el Papa es infalible en la doctrina a todos los niveles de autoridad y puede pecar en la moral o pastoral.
Estimado Padre Filemón,
ResponderEliminarPor favor, comente las siguientes frases de "Credo. Compendio de la fe católica" (2023, Fe y Cultura), escrito por el obispo Athanasius Schneider:
«I, 659. ¿Qué enseñanzas del magisterio exigen solamente conformarse con obsequio religioso (obsequium religiosum)?
Todos los actos del llamado magisterio auténtico o, simplemente, ordinario, diario del Papa, así como todas las enseñanzas no definitivas o pastorales de los concilios eclesiásticos. Cuando las enseñanzas de este nivel tienen una dimensión universal, siguen siendo no definitivas y reformables, cuando falta la intención explícita de definir algo de manera infalible o proponerlo como enseñanza definitiva.
I, 660 y. ¿Enseñanzas o mandatos no infalibles y no definitivos de un Papa o de un concilio pueden ser posteriormente reformulados para mayor claridad, o incluso corregidos?
Sí. Estas enseñanzas pueden ser reformadas posteriormente por un acto infalible del magisterio. Órdenes emitidas sobre una base prudencial, como la recomendación de una cruzada emitida por el IV Concilio de Letrán o la orden para que los judíos en territorios católicos vistan ropa distintiva, pueden ser corregidos por un cambio en las leyes o por la negativa a aplicar tales medidas. [...]
I, 672. ¿El Papa es infalible, es decir no susceptible de enseñar errores?
El Papa, en el ámbito de su ministerio diario, que normalmente no es infalible, está asistido por múltiples gracias en su obra de enseñanza de la verdad de Cristo. Cuando en cambio enseña ex cathedra (desde el trono), ejerce el carisma de la infalibilidad de la Iglesia y es preservado inmune del error en esa enseñanza (Cfr. Concilio Vaticano I, Dei Filius e Pastor Aeternus).
Estimado Bruno,
Eliminaren referencia al texto de Schneider I,659, hago presente según la Nota explicativa de la CDF al Ad Tuendam Fidem, que el Papa expresa su intención de definir en materia de fe solo en el máximo grado de su autoridad, es decir, cuando el Papa solemnemente define un nuevo dogma. Pero la Nota enumera otros dos grados inferiores de autoridad, en los cuales, aunque el Papa no dice que quiera definir o enseñar algo definitivo, sin embargo, al tratarse de materia de fe, enseña la verdad y no puede equivocarse.
Esta doctrina es confirmada por los cann. 749 - 752 del CIC.
Respecto al texto de Schneider, I,660, hay que distinguir siempre el ámbito de la doctrina del ámbito de la pastoral. En el campo doctrinal la declaración Donum Veritatis de la CDF de 1990 dice que el Magisterio puede emitir documentos reformables o revisables en materia contingente.
EliminarEn cambio, cuando se trata de materia de fe o cercana a la fe, la Nota de la CDF de 1998 enseña que en los tres grados de autoridad, tratándose siempre de materia de fe, el Papa no puede equivocarse, aunque no declare querer definir o decir algo definitivo.
Por el contrario, cuando un Papa o un Concilio entran en materia canónica o pastoral o litúrgica o disciplinaria, no están garantizados por la infalibilidad, tal como Mons. Schneider señala correctamente y como por lo demás la historia del Papado nos lo demuestra con muchos ejemplos.
Respecto al texto de Schneider I,672, ya he dicho varias veces en mis escritos (1) que la llamada enseñanza ex cathedra significa simplemente "desde la cátedra de Pedro", es decir el Papa como Sucesor de Pedro.
EliminarAhora bien, el Concilio Vaticano I, cuando habla de esta enseñanza ex cathedra se refiere solamente al I grado de autoridad doctrinal del Papa, es decir, cuando pretende definir explícitamente en materia de fe.
En efecto, la Carta Apostólica Ad Tuendam Fidem y la Nota de la CDF nos enseñan que existen tres grados de autoridad doctrinal del Papa, lo cual es como decir que el Papa puede enseñar ex cathedra según tres grados, en cada uno de los cuales, tratándose de materia de fe, nos enseña siempre la verdad.
(1) Por cuanto respecta al concepto de "ex cathedra" remito a mi artículo:
https://linumfumigans.blogspot.com/2024/10/los-grados-de-autoridad-del-magisterio.html
Prosigo con el texto de Su Excelencia Mons. Schneider:
ResponderEliminarI, 678. ¿Qué hay de aquellos Papas que en el pasado enseñaron errores?
Ningún Papa ha enseñado nunca, ni podrá enseñar jamás, un error con pronunciación ex cathedra. Sin embargo, como todo obispo, un Papa puede oponer resistencia a la Gracia de su oficio y enseñar errores doctrinales en sus afirmaciones cotidianas, ordinarias y no definitivas, es decir, fuera de pronunciamientos ex cathedra.
I, 679. ¿Ha habido casos en la historia de los papas que han enseñado o promovido errores doctrinales?
Sí. Aunque estos casos fueron muy raros, incluyen a Honorio I, quien escribió cartas que contenían afirmaciones erróneas acerca de las dos voluntades de Jesucristo y que, después de su muerte, fue condenado como hereje por el III Concilio de Constantinopla. Además, el Papa Juan XXII enseñó que la visión beatifica de Dios es asegurada a los santos solo después del Juicio final, siendo ampliamente condenado por teólogos fuera de la corte papal antes de rechazar su error en el momento de su muerte. Su posición fue corregida póstumamente por su sucesor, Benedicto XII. En nuestros días, el Papa Francisco ha firmado públicamente un documento que afirma: "El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son una sabia voluntad divina, con la cual Dios creó a los seres humanos" (Doc. sobre la fraternidad humana para la paz mundial y la convivencia común, 4/02/2019). También enseñó que la pena de muerte "es en sí contraria al Evangelio" (Discurso a los participantes en el encuentro promovido por el Consejo Pontificio para la promoción de la nueva evangelización. 11/10/2017).
I, 684. ¿Por qué Cristo, en lugar de hacer un Papa siempre infalible, lo hizo infalible solo en circunstancias claramente determinadas?
Para evitar que los cristianos divinizaran al Papa y le tributaran la misma fe y obediencia que se debe solo al Hombre-Dios Jesucristo, que es "jefe sobre todas las cosas" (Ef 1,22)».
Con respecto al texto de Schneider I,678, parece que Mons. Schneider, con la llamada enseñanza "ex cathedra", quiere decir solo el grado de la autoridad doctrinal del Papa, pero, como ya he dicho y repetido, "ex cathedra" significa simplemente el Papa como Maestro de la Fe en los tres grados de su autoridad doctrinal.
EliminarParece que Mons. Schneider admita que el Papa puede equivocarse cuando trata de materia de fe por vía ordinaria y sin querer definir, es decir en los dos grados inferiores de su autoridad, lo que contrasta con lo explicado en la Nota doctrinal de la CDF al Ad Tuendam Fidem de 1998.
Con respecto al texto de Schneider I,679, hago las siguientes observaciones:
EliminarComo se sabe el Papa San León II en 682 resolvió la cuestión sobre el Papa Honorio diciendo que "no apagó la llama del dogma herético al nacer como conviene a la autoridad apostólica, sino que con su negligencia la aumentó" (Denz. 560).
En cuanto al Papa Juan XXII, se expresó como doctor privado y luego a punto de morir se arrepintió, mostrando en ese momento su verdadera autoridad pontificia. La cuestión era tan seria que el Papa siguiente, Benedicto XII, consideró su deber definir dogmaticamente la doctrina de la visión beatífica que ocurre inmediatamente después de la muerte.
En cuanto al juicio favorable del Papa Francisco respecto a la pluralidad de las religiones, no entra en la cuestión de fondo de la oposición entre lo verdadero y lo falso, porque desde este punto de vista está claro que la única religión totalmente verdadera es la cristiana.
En cambio el Papa se refiere a esa diversidad de aspectos, que se sitúa en el plano del bien y de la verdad y que toca diversos valores, como el modo de rezar, de hacer los sacrificios, la espiritualidad, la literatura y el arte sagrado. Aquí estamos ante una gran riqueza de valores y la posibilidad de intercambios culturales recíprocos.
Respecto al texto de Schneider I,684:
EliminarEn el conjunto del discurso estoy de acuerdo. Lo que quisiera destacar es que el Papa no siempre es infalible cuando no ejerce su autoridad doctrinal y habla o como doctor privado o como simple pastor.
Pero quisiera reiterar, como ya he dicho varias veces, que él nunca se equivoca no solo en el I grado, sino también en el II y el III grado de autoridad, según lo dicho en la Nota de la CDF a Ad Tuendam Fidem.
Disculpe, padre Filemón,
ResponderEliminarde sus comentarios, en particular de las afirmaciones del obispo Schneider, me parece que el argumento fundamental que lo ha llevado a extender la infalibilidad papal, en materia doctrinal, a todos los grados del magisterio ordinario también, reside en la "Nota doctrinal ilustrativa de la fórmula conclusiva de la Profesión de Fe", emitida por la CDF el 29 de junio de 1998.
Ahora bien, la Carta Apostólica en forma de Motu proprio de san Juan Pablo II «Ad tuendam fidem», termina con las siguientes palabras: "Ordenamos que sea válido y ratificado todo lo que Nos, con la presente Carta Apostólica dada en forma de Motu Proprio, hemos decretado, y prescribimos que sea introducido en la legislación universal de la Iglesia Católica, en el Código de Derecho Canónico y en el Código de Cánones de las Iglesias Orientales respectivamente, como ha sido arriba expuesto, sin que obste nada en contrario. Dado en Roma, junto a San Pedro, el 18 de mayo de 1998, año vigésimo de Nuestro Pontificado".
No puede haber pues ninguna duda de que san Juan Pablo II invocó la infalibilidad para este pronunciamiento magisterial, es decir, para la Carta Apostólica «Ad tuendam fidem».
Por el contrario, la nota emitida por la CDF aproximadamente un mes después, concluye con las firmas del prefecto cardenal Ratzinger, y del arzobispo Bertone, pero está desprovista de la aprobación del Pontífice. Por lo tanto, por mucho que apreciemos al entonces cardenal Ratzinger, no podemos considerar la Nota como un documento infalible o definitivo. De ello se deduce que sigue siendo lícita, al menos a nivel de hipótesis teológica, una interpretación más restrictiva de la infalibilidad pontificia, como la de Mons. Schneider, del Padre Serafino Lanzetta y de otros.
Estimado Bruno,
Eliminarla Nota doctrinal de la CDF, que sigue a la Ad Tuendam Fidem, participa evidentemente de la infalibilidad del Documento Pontificio en cuanto representa la autoridad del Papa, aunque se trata de un documento redactado por un organismo, que de por sí no es infalible, pero lo deviene en el momento en que con el consenso del Papa explica lo que el Papa ha querido decir en su Documento precedente a la Nota de la CDF.
Por cuanto respecta a los Documentos del Santo Oficio, de la CDF y del DDF, ellos nunca reportan una declaración explícita del Papa, con la cual el Papa declare aprobar el Documento. En la Iglesia no existe esta práctica y no es ni siquiera necesaria, porque todos saben que esos organismos no hacen más que explicar lo que ha dicho el Papa y no tendría sentido suponer el caso de que hayan dado una explicación falsa, porque estos Documentos, antes de ser publicados son revisados por el Papa, quien en caso de que su pensamiento no haya sido bien interpretado los corrige de modo que expliquen realmente lo que había querido decir.
Efectivamente existen circunstancias en las cuales el Papa al pie del Documento declara conocerlo y aprobarlo, pero entonces se trata solo de los Documentos de los Concilios Ecuménicos, como por ejemplo los mismos Hechos de los Apóstoles narran lo que sucedió en el Concilio de Jerusalén, donde para confirmar las decisiones tomadas por el Concilio encontramos la declaración de los Apóstoles, que aprueban los Documentos y citan también al Espíritu Santo.
Añado que los tres grados de autoridad ya fueron implícitamente establecidos en esta Declaración del Concilio Vaticano I: "Se deben creer con fe divina y católica todas aquellas cosas que están contenidas en la palabra de Dios, escrita o transmitida por tradición, y que son propuestas por la Iglesia, o con solemne definición, o con el magisterio ordinario y universal, como divinamente inspiradas, y por lo tanto deben creerse" (Dei Filius, Concilio Vaticano I).
Hago presente finalmente que la doctrina de los tres grados de autoridad, en los cuales el Papa es siempre veraz y no puede equivocarse, es la doctrina tradicional que se puede encontrar también en el libro del Padre Sisto Cartechini S.J. "De la Opinión al Dogma. Valor de las notas teológicas" (edición de La Civiltà Cattolica, Roma, 1953).
Por tanto, la mencionada distinción entre el Magisterio solemne y el Magisterio simple, así como entre el Magisterio extraordinario y el Magisterio ordinario, es conforme a la Tradición de la Iglesia.
Que los grados de autoridad son tres, lo sabemos con certeza por el Magisterio de la Iglesia solo a partir de la Ad Tuendam Fidem. En este sentido podemos decir que la Nota de la CDF es una novedad, pero como ya he dicho y explicado se trata solo de una ilustración, autorizada por el Papa, de lo que el propio Papa ha dicho en Ad Tuendam Fidem.
En cuanto al número de grados, aparte de lo que la Iglesia ha definido en los documentos citados, existe entre los teólogos una discusión que les lleva a suponer un mayor número de grados. Y aquí tenemos una variedad de opiniones que está sujeta a discusión.
Estimado padre Filemón,
Eliminarle agradezco los detalles y las profundizaciones que ha querido reservar a mis comentarios.
Pero tengo otra perplejidad, con respecto a esta afirmación suya:
"En cuanto a los Documentos del Santo Oficio, de la CDF y del DDF, nunca mencionan una declaración explícita del Papa, con la cual el Papa declare aprobar el Documento".
Pondré dos ejemplos:
1) El Responsum de la CDF a un dubium sobre la bendición de las uniones de personas del mismo sexo (https://press.vatican.va/content/salastampa/it/bollettino/pubblico/2021/03/15/0157/00330.html#ita), emitido el 22 de febrero de 2021, poco antes de las firmas del entonces prefecto cardenal Ladaria y del arzobispo Morandi, reporta esta frase:
"El Sumo Pontífice Francisco, en el curso de una Audiencia concedida al abajo firmante Secretario de esta Congregación, ha sido informado y ha dado su asentimiento a la publicación del mencionado Responsum ad dubium, con adjunta Nota explicativa".
2) La declaración "Fiducia supplicans" sobre el sentido pastoral de las bendiciones (https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_ddf_doc_20231218_fiducia-supplicans_it.html), emitida por el DDF el 18 de diciembre de 2023, recoge desde su introducción:
"La Declaración ha sido finalmente sometida al examen del Santo Padre, que la ha aprobado con su firma." , y después de las firmas del prefecto cardenal Fernández y de Mons. Mateo, la frase: "Ex Audientia Die 18 diciembre 2023. Francesco".
Estimado Bruno,
Eliminarlos ejemplos que me usted me reporta no se refieren a la doctrina, sino a la pastoral y en particular a la disciplina de los Sacramentos.
Es necesario distinguir la estructura literaria de los Documentos que tocan la doctrina de la fe de aquellos que son respuestas o intervenciones del Papa que contienen directrices de carácter disciplinar o pastoral.
Usted me ha reportado dos ejemplos de este segundo tipo. La aposición final del consenso obtenido del Papa, con el consiguiente permiso para la publicación, normalmente la hace la Curia Romana sólo a este segundo tipo de Documentos, mientras que normalmente, hasta donde yo sé, el Papa no refrenda los Documentos que, incluso si son publicados por el DDF, tratan de materias de fe o cercanas a la fe, y por tanto se refieren a los tres grados de autoridad doctrinal.
Por cuanto respecta a la preparación de los documentos doctrinales del DDF, como ya he dicho, surgen de un intercambio de opiniones entre el Papa y el Dicasterio, intercambio que queda documentado en los archivos del Dicasterio.
El resultado final no es por tanto una decisión autónoma del Dicasterio, sino que es evidentemente un Documento, aprobado por el Papa, aunque su aprobación no esté indicada al pie.
No quisiera parecer pedante, pero me pregunto: ¿la modificación del Catecismo en el número 2267, por el que se declara que "la pena de muerte es inadmisible porque atenta contra la inviolabilidad y dignidad de la persona", impacta sobre la Doctrina o no?
EliminarLa "CARTA A LOS OBISPOS SOBRE LA NUEVA REDACCIÓN DEL N. 2267 DEL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA SOBRE LA PENA DE MUERTE", emitida por la CDF el 1 de agosto de 2018, recoge ante todo las firmas: "El Sumo Pontífice Francisco, en la Audiencia concedida al abajo firmante Secretario el 28 de junio de 2018, ha aprobado la presente Carta, decidida por la Sesión Ordinaria de esta Congregación el 13 de junio de 2018, y ha ordenado su publicación."
Y la Carta "Placuit Deo a los Obispos de la Iglesia Católica sobre algunos aspectos de la salvación cristiana", emitida por la CDF el 22 de febrero de 2018, tocando el tema de la salvación, ¿cómo puede no tener carácter doctrinal?
Sin embargo, también dice en el fondo:
"El Sumo Pontífice Francisco, en fecha 16 de febrero de 2018, ha aprobado esta Carta, decidida en la Sesión Plenaria de esta Congregación el 24 de enero de 2018, y ha ordenado su publicación".
Estimado Bruno,
Eliminarla cuestión de la pena de muerte, tal como ha sido planteada en la ocasión que usted me ha recordado, no es una cuestión doctrinal, sino eminentemente práctica, porque allí el problema es si hoy por hoy es bueno o malo mantener la pena de muerte, y el Papa considera que en línea de máxima, o sea, en principio, es necesario abolirla.
Ciertamente en esta cuestión hay una referencia a la dignidad de la persona humana. Y este es ciertamente un tema de carácter doctrinal. Ahora bien, la abolición de la pena de muerte nace de un conocimiento más profundo de la dignidad de la persona en relación con el bien común, es decir la Iglesia sobre todo con el reciente Concilio ha comprendido mejor la importancia no solo de la vida espiritual de la persona, pero también de su vida física, y además ha comprendido mejor la grandeza de la misericordia divina, la cual convierte los corazones y puede dar posibilidad al criminal para arrepentirse y expiar su culpa, mientras que está claro que con la pena de muerte el reo no tiene esta posibilidad.
Por cuanto respecta a la carta de la CDF que usted ha citado, ella ciertamente tiene un carácter doctrinal ya que nos remite a algunos aspectos de la cristología. A este respecto, tomo nota sin más de la presencia de la referencia al Papa en la parte inferior del documento.
En efecto, cuando he dicho que el Papa no firma los Documentos de la CDF, me refería a una práctica tradicional, a una costumbre tradicional, que deja siempre libre al Papa para firmar a su discreción, cuando lo considere oportuno. Sin embargo tenga presente que haya o no haya la contrafirma, si un documento del DDF es de carácter doctrinal (repito: tenga o no tenga la firma del Papa) participa siempre, como le he dicho, de la infalibilidad del Magisterio pontificio.
Además, el hecho de que el documento esté dirigido a los Obispos, demuestra claramente que aquí la doctrina tiene una resultante pastoral. En cambio, cuando el Papa o el DDF tratan de temas exclusivamente doctrinales, que interesan a la Iglesia entera, entonces el Documento está dirigido a todos los fieles. San Juan XXIII adoptó también la costumbre de dirigirse a todos los hombres de buena voluntad y, por tanto, también a los no creyentes en buena fe.
Estimado Padre: con respecto a lo que la Iglesia (el Papa a su cabeza) enseña como materia de fe y costumbres, y que el pueblo fiel debe aceptar como de valor dogmático, yo encuentro, sin embargo, que no son pocos los que en escritos o videos de actualidad hablan solo de unos cuarenta o cuarenta y cuatro dogmas de la Iglesia. Pero tengo la impresión de que, a través de lo que usted dice en este artículo y en sus respuestas a los comentarios de otros lectores, los dogmas no son solo cuarenta y cuatro. ¿Es así? ¿O es que la palabra 'dogma de la Iglesia católica' puede tener diferentes significados?
ResponderEliminarEstimado Sergio,
Eliminaren mi larga actividad de teólogo, nunca he oído hablar de 44 dogmas. ¿Usted de dónde sacó esta información?
Estimado padre Filemón,
Eliminarhay muchos sitios en internet que hablan de 44 dogmas:
https://cautivoestrella.org/it/dogmi-della-chiesa-cattolica/
https://www.youtube.com/watch?v=kxT827tFuuE&t=4s
Estimado Sergio,
Eliminarconocer cuántos son los dogmas no es posible, porque para algunas proposiciones que tocan la fe, la cosa no está clara, tanto es así que también nosotros, los teólogos, discutimos entre nosotros si una determinada proposición es o no es un dogma.
Queriendo definir en sentido estricto qué es un dogma, deberíamos decir que es la enseñanza pontificia o eclesial de primer grado, en el cual un Papa o un Concilio declaran ser de fe o dado revelado o que debe creerse una determinada proposición en materia de fe, que viene propuesta a toda la Iglesia como objeto de fe divina.
Si tomamos la palabra dogma en este sentido, los dogmas son muy pocos y puede encontrarlos en la serie de artículos que he publicado, titulada "Las verdades de fe", que puede revisar en este enlace: https://linumfumigans.blogspot.com/2024/05/las-verdades-de-la-fe.html
Si por el contrario con la palabra dogma nos referimos a las enseñanzas doctrinales de segundoy de tercer grados o incluso a las enseñanzas sobre las cuales no está claro si entran o no entran en esta clasificación, entonces las discusiones entre teólogos a este respecto pueden ser útiles en cuanto aclaran a qué nivel de autoridad puede pertenecer alguna enseñanza de la Iglesia.