miércoles, 5 de febrero de 2025

Un Obispo confundido acerca de la infalibilidad pontificia (1/2)

Resulta verdaderamente sorprendente que el emérito arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, quien cursó su formación filosófico-teológica durante los últimos años del Concilio Vaticano II y primeros del inmediato postconcilio, se manifieste hoy impregnado de ideas del tal manera pasadistas que vienen a negar o relativizar las propias doctrinas nuevas del Concilio Vaticano II y sus directrices pastorales, pero no sólo eso, sino también olvidando la doctrina que sobre la infalibilidad pontificia ha sido enseñada por el primer Concilio del Vaticano, a fines del siglo XIX. [En la imagen: mons. Héctor Aguer, arzobispo emérito de La Plata].

"Confirma fratres tuos" (Lc 22,32)
"Ubi Petrus ibi Ecclesia" (san Ambrosio)
   
La desgraciada deriva de un Obispo argentino
   
----------No tiene sentido ni utilidad que en un blog como éste, dedicado a la reflexión teológica y filosófica, dirigido al esclarecimiento de la verdad católica, individuando los errores y equívocos contra ella, hagamos referencia a los discursos tendenciosos o ideologizados o corruptores de la fe católica que pueden brotar de la predicación de sacerdotes o laicos, con frecuencia publicistas que hoy abundan en la Internet, pero desconocidos por el gran público. Respecto a ellos, para expresar algo que los cualifique y los ponga en su lugar, sería suficiente con decir lo que frecuentemente digo, esto es, que el error doctrinal actualmente está sumamente difundido incluso en el mismo seno de la Iglesia, también y sobre todo en el clero.
----------Sin embargo, cuando tales errores son propuestos, sobre todo repetidamente y obstinadamente, por figuras públicas que han sido y siguen siendo conocidas en la Iglesia, y que actualmente escriben en periódicos de gran alcance o en conocidos portales en internet, entonces las exigencias parecen cambiar, y un sentido de responsabilidad invita a individuar el caso, para que el error no cunda.
----------Por ejemplo, en los últimos años, monseñor Héctor Rubén Aguer [n.1943] ha intervenido con numerosos artículos en la web, publicando discursos sin duda engañosos que, por un lado, vienen a relativizar el dogma de la infalibilidad pontificia en cuestiones doctrinales de fe y, por otro lado, olvidan el compromiso de obediencia al cual el fiel católico, laico o sacerdote, está sujeto a las decisiones pastorales o de gobierno del Papa (aunque esto no quita que pueda eventualmente mantenerse un disenso teórico hacia esas directrices pastorales del Papa, nunca a sus enseñanzas doctrinales). La cualificación de "engañosos" que doy a algunos de los artículos del emérito arzobispo de La Plata, está justificada por la ambigüedad con la que se presentan, a la vez afirmando y no afirmando, señalando al papa Francisco o evitando en algunos casos la mención del Santo Padre, pero haciendo siempre referencia directa o indirecta a su enseñanza o a sus directivas.
----------En los últimos años Aguer ha puesto de manifiesto una cada vez más marcada orientación pasadista (o "indietrista", como dice el Papa), tanto en ámbito doctrinal como pastoral-gubernativo-disciplinar, focalizando sus críticas en la palabra y la persona del papa Francisco. Aguer, con un estilo semejante al de un tribuno del pueblo del 1789 o de un vocero de la generación de 1968 que decreta justicia sumaria contra la patronal, parece ordenar más que sugerir al Santo Padre, que se exilie lejos del Vaticano y permanezca callado para siempre, motivando sus reclamos con argumentos capciosos e inconsistentes, que inevitablemente sugieren que la exasperación de Aguer contra el actual Romano Pontífice brota de raíces psicológicas o de una historia personal con Jorge Mario Bergoglio, sobre las cuales confieso mi completa ignorancia.
   
Mons. Aguer y su respuesta a la pregunta: ¿es infalible el Papa?
   
----------Me ha llamado la atención un texto recientemente escrito por mons. Aguer y que ha sido publicado hace mes y medio, el pasado 19 de diciembre de 2024, un artículo en el diario argentino La Prensa, titulado "¿Es infalible el Papa?", en el cual el emérito arzobispo de La Plata expone una errónea concepción de la infalibilidad pontificia, que recorta heréticamente el dogma católico en mérito, asemejándose su argumento al que utilizan desde hace décadas los lefebvrianos para sustraerse a la obediencia al Magisterio de los Papas del postconcilio y al del propio Concilio Vaticano II. Por cierto, mons. Aguer se declara obediente al Concilio Vaticano II, y en esto difiere de los lefebvrianos, aunque de hecho él acaba negando y rechazando no pocas de las nuevas doctrinas del Concilio y mostrándose reacio a sus directrices pastorales.
----------Siguiendo mi método habitual, paso a transcribir en letra cursiva y punto por punto, el texto completo del artículo de mons. Aguer, y a continuación añado en cada punto mi correspondiente respuesta, ya se trate de comentario aprobatorio o refutatorio, como mis correspondientes argumentos.
   
----------1. Comienza diciendo Aguer: "La pregunta expresada en el título tiene una respuesta afirmativa, y de valor dogmático. El Concilio Vaticano I definió el 18 de julio de 1870, mediante la Constitución Dogmática Pastor Aeternus, que el Sucesor de Pedro en la Cátedra Romana, goza del privilegio de la infalibilidad cuando determina que una verdad es un dogma de fe católica y declara que es su voluntad pronunciarse en esos términos.
----------Se trata de un magisterio extraordinario, que no se ejerce sino en contadas ocasiones. Hay un antecedente a la decisión del mencionado Concilio. El Papa Pío IX, en 1854, mediante la Bula Ineffabilis Deus, definió el dogma de la Inmaculada Concepción de María, que destinada a ser la Madre del Verbo Encarnado, fue preservada de la mancha del pecado original. De paso anotemos que cuatro años después, en 1858, María Santísima se apareció en Lourdes a la niña Bernadette Soubirous y declaró: 'Yo soy la Inmaculada Concepción'."
----------"La historia registra luego un único caso de definición dogmática: Pío XII, el 1° de noviembre de 1950, mediante la Constitución Apostólica Munificentissimus Deus, declaró que es una verdad de fe católica que la Virgen María, acabado el curso de su vida terrena, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial. Esta declaración la efectuó Pío XII ante una muchedumbre que llenaba la Plaza de San Pedro y se extendía por la Via della Conciliazione hasta el Tíber".
----------Respondo: Como lo he explicado repetidas veces en este blog, y también volveré a explicar brevemente a continuación, esta respuesta de mons. Aguer es errónea, no sólo teniendo en cuenta el Magisterio pontificio del postconcilio que trata acerca de la infalibilidad papal, sino que incluso es errónea según lo que afirma precisamente el propio Concilio Vaticano I, que es el citado por Aguer.
----------En primer lugar, digamos que es cierto que la infalibilidad pontificia, tal como resulta evidente de la Nota de la Ad Tuendam Fidem, no es la infalibilidad de la cual principalmente habla el Concilio Vaticano I promulgado bajo la autoridad del beato papa Pío IX. Este Concilio de fines del siglo XIX se refiere sobre todo a momentos raros y extraordinarios, en los cuales el Papa se preocupa especialmente por afirmar su autoridad, para subrayar la importancia de alguna determinada doctrina y para defenderla contra los errores.
----------Estas solemnes definiciones dogmáticas aumentan y consolidan una certeza que ya existía, aunque en medio de dudas y controversias. Sin embargo, esta infalibilidad no es propia solamente de estas definiciones solemnes, a propósito de las cuales el Papa declara que quiere definir.
----------De la carta Ad Tuendam Fidem y de su Nota anexa se deduce con evidencia que el Romano Pontífice es infalible, vale decir, dice la verdad, o sea, no se engaña y no puede engañar, también a niveles inferiores de autoridad, aunque el Papa no declare definir, siempre que enseñe como doctor, maestro y pastor de la Iglesia Universal en materia de fe o en materia necesariamente conexa con la fe.
----------De todos modos, vale aclarar que Ad tuendam Fidem y la Nota anexa del Dicasterio de la Fe en representación del Papa, no dicen nada que la Iglesia ya no conociera, porque el Concilio Vaticano I también expresa que la indefectibilidad del Papa como Maestro de la Fe no sólo abarca su magisterio extraordinario, sino también su magisterio ordinario. Declara solemnemente la Constitución dogmática Dei Filius, en su capítulo III sobre la Fe: "Deben creerse con fe divina y católica todas aquellas cosas que se contienen en la palabra de Dios escrita o tradicional, y son propuestas por la Iglesia para ser creídas como divinamente reveladas, ora por solemne juicio, ora por su ordinario y universal magisterio" (Denzinger 1792).
----------Dicho esto, está claro que hay muchos casos en los que el Papa, al menos en línea de principio, es falible, vale decir, se puede equivocar o puede cambiar de opinión o de directiva. En tales casos, ¿de cuales materias se trata? Se trata de materias jurídicas, disciplinarias, litúrgicas, administrativas, culturales y pastorales. ¿Por qué aquí se puede equivocar? Porque aquí se trata de calcular con prudencia todas las circunstancias, y puede suceder que un Papa, por sus límites humanos, intervenga con poca prudencia.
   
----------2. Sigue diciendo mons. Aguer: "La enseñanza papal se expresa habitualmente mediante su Magisterio Ordinario: encíclicas, mensajes, discursos, etc. No se debe confundir entonces esos dos órdenes de enseñanza y extender la infalibilidad a todo lo que el Pontífice enseña, por más importante que esto sea. Lamentablemente, el desconocimiento de esas realidades teológicas, ha llevado a veces a una especie de “papismo” que considera infalible en toda circunstancia a lo que el Sucesor de Pedro declara. La obediencia de fe de un cristiano corresponde diversamente y abarca en sentido amplio las expresiones del magisterio ordinario; pero hay que tener en cuenta que en ellas puede caber error".
----------Respondo: Por lo que he respondido al punto 1, queda manifiesto que este segundo pasaje del artículo de mons. Aguer también está viciado por el mismo error, ya refutado en mi primera respuesta. Por consiguiente, es necesario tener presente que en el Papa la diferencia entre su magisterio extraordinario y su magisterio ordinario no está dada por el hecho de que en el primer caso el Papa es infalible, es decir, dice la verdad, mientras que en el segundo caso se pudiera equivocar. Para nada.
----------Presuponiendo que en entrambos casos el Papa habla como Sucesor de Pedro (vale decir, habla ex cathedra Petri), como Doctor y Pastor Universal de la Iglesia en materia de fe o en materia conexa con la fe, no es admisible creer que en el segundo caso el Papa se pueda equivocar, porque vendría a menos, es decir, faltaría a aquella tarea que Cristo le ha confiado de confirmar a sus hermanos. Y si Cristo nos asegura que Él está con el Papa hasta el fin del mundo, ¿acaso es que Cristo se ha equivocado?
----------Por consiguiente, esto implica que el Papa es el único que tiene de nuestro Señor Jesucristo, en toda la Iglesia, una particularísima asistencia, dada solo a él, que le garantiza que nunca pecará contra la virtud de la fe, tanto en el magisterio extraordinario como en el ordinario, es decir, le garantiza no caer en la herejía, mientras que puede pecar en todas las demás virtudes, como todos nosotros.
----------Por ende, la diferencia entre los tres grados de autoridad (señalados por Ad tuendam fidem) no está en el hecho de que el Papa es infalible solo en el 1° grado, cuando define solemnemente un nuevo dogma, sino que consiste en tres grados: a. de contenido y b. de modalidad expositiva, la llamada explicitación del dogma.
----------a. Por cuanto respecta al contenido del 1° grado se trata de doctrinas inmediatamente y puramente de fe, como por ejemplo la Encarnación y la Santísima Trinidad. Estas verdades están de tal modo por encima de la razón que, si no hubieran sido reveladas por Cristo, nunca se habrían podido conocer.
----------En los otros dos grados señalados por el papa san Juan Pablo II, en cambio, siempre se trata de doctrinas de fe, que sin embargo son mediadas por la razón, de tal manera que si esta mediación no existiera vendrían a ser negadas las verdades de fe. Se refieren a doctrinas no siempre inmediatamente de fe, sino que están necesariamente conectadas con la fe de modo directo o de modo indirecto. Si por ejemplo fuera imposible demostrar que Cristo ha existido, es claro que se derrumba toda la fe.
----------Otro ejemplo que se podría mencionar es el de la prohibición del aborto o de la pedofilia o de la sodomía, las cuales son verdades de ética natural, pero que el Papa las enseña no como lo haría un profesor de moral, sino como Papa y por tanto infaliblemente. Aquí estamos en el 2° grado.
----------Si, en cambio, se trata de verdades deducidas racionalmente de verdades de razón a su vez conexas con la fe, entonces estamos en el 3° grado, pero también aquí el Papa no se equivoca. Por ejemplo: quien usa un anticonceptivo corrompe el proceso generativo (3° grado); pero quien corrompe el proceso generativo peca contra la generación (2° grado); pero quien peca contra la generación peca contra el VI Mandamiento (1° grado).
----------b. Por cuanto respecto a la modalidad expositiva, debemos tener presente que esta graduatoria o clasificación señalada en la carta Ad tuendam fidem, se refiere, además de al contenido, también al método expositivo, por el cual el Papa puede elevar de grado una verdad precedentemente de grado inferior. Por ejemplo, que María sea Inmaculada siempre ha sido creído por los fieles. Entonces, ¿qué ha sucedido con el dogma de la Inmaculada? Que esta verdad, inicialmente en el 3° grado ha pasado al 1° grado. Naturalmente no es que haya cambiado el contenido. ¿Qué es lo que ha cambiado entonces? La particular importancia que el Papa, por razones pastorales, da a esa determinada verdad que promueve de grado.
   
¿En qué ámbito el Papa es falible?
   
----------3. Sigue diciendo mons. Aguer en su artículo: "Es difícilmente evitable todo error si el Papa habla mucho y ante oyentes muy diversos: peregrinos, visitantes circunstanciales en audiencias personales, declaraciones periodísticas, por ejemplo. Estas situaciones no constituyen magisterio; el ejercicio del magisterio ordinario incluye la intención de enseñar, de comunicar la verdad de la fe o del orden natural."
----------Respondo: Para comentar este tercer pasaje, presupongo que el lector ya está suficientemente advertido de que cuando mons. Aguer habla aquí de "error", el ex arzobispo de La Plata se está equivocando, puesto que ya sabemos que se está refiriendo también a errores doctrinales del Papa en su magisterio ordinario, lo cual ya sabemos que es dogmáticamente imposible, por lo antes explicado.
----------Ahora bien, como ya hemos dicho que el Papa es falible y puede cometer errores en ámbitos por fuera de su Magisterio ordinario y extraordinario, entonces podríamos concordar en este aspecto substancialmente con lo expresado por mons. Aguer. Pues efectivamente, yo también tengo la impresión de que los Papas, empezando por el papa san Paulo VI y en un continuo crescendo, hablan demasiado, y en el demasiado hablar fácilmente se equivocan (pero repito: ¡en el ámbito en el que se pueden equivocar!, no en su magisterio extraordinario ni en su magisterio ordinario, como ya ha quedado claro).
----------El criterio a tener presente es el que ya he dicho: el Papa es infalible todas las veces que como Sucesor de Pedro, Maestro y Pastor Universal de la Iglesia, enseña a toda la Iglesia en materia de fe o en materia conexa con la fe, como por ejemplo los Documentos Oficiales Personales o de la Curia Romana o bien las Homilías, las Audiencias Generales o también en la ocasión de Viajes Apostólicos.
----------Habiendo dicho esto, algún lector podría pensar que el excesivo número de contactos casi cotidianos que mantiene el papa Francisco con todo tipo de personas, con las correlativas declaraciones y discursos, podrían ser de discutible utilidad o peligrosos o incluso dañinos para el oficio docente del Papa. Pero aquí debemos ser equilibrados en nuestro juicio. Creo que la abundancia de los contactos puede servir para hacer accesible a todos la figura del Papa, de tal modo que haga a todos sentirse contenidos y acogidos por la Iglesia, y dando así al Papa la posibilidad de decir una buena palabra, incluso a no-creyentes o a fieles de otras religiones, a fin de establecer una base de entendimiento sobre la cual un mañana estas personas podrán ser iluminadas por la fe. Y por lo demás, es altamente meritorio que a su edad y en su precario estado de salud, el Santo Padre siga manteniendo la agotadora agenda de trabajo que lleva cotidianamente adelante.
   
----------4. Dice Aguer: "Los errores manifestados por Francisco proceden de su disgusto a la Tradición, que lo lleva a maltratar a los tradicionalistas, a perseguir a obispos y sacerdotes, a cancelar algunos. Un procedimiento habitual es intervenir indirectamente en las diócesis nombrando a progresistas coadjutores de los respectivos obispos. En numerosos casos se manifiesta crítico de los presbíteros, a los que parece despreciar, tildándolos de 'indietristas' porque aman y siguen la Tradición. Este desprecio contrasta con el amor a los sacerdotes manifestado por los Papas precedentes, San Juan Pablo II y Benedicto XVI".
----------Respondo: Para responder a este pasaje del artículo sub examine, ante todo hay que hacer también las mismas advertencias indicadas en la respuesta anterior, pues ya he dicho que cuando mons. Aguer habla de "errores manifestados por Francisco", se está refiriendo no sólo a eventuales errores en el ámbito de lo pastoral-gubernativo-disciplinar, lo cual es legítimo decirlo, porque el Papa en este ámbito se puede equivocar, sino que también mons. Aguer se está refiriendo a errores en el campo de lo doctrinal, lo cual, como he explicado, es dogmáticamente imposible. Esta grave confusión de mons. Aguer, como he dicho en mi respuesta a los dos primeros puntos, se deriva de su erróneo concepto de infalibilidad pontificia.
----------Habiendo aclarado eso, puedo decir que en lo que yo no estoy del todo de acuerdo con el papa Francisco es su manera de enfocar el progreso y la renovación iniciados por el Concilio Vaticano II, una manera que parece acercarse demasiado a posiciones rahnerianas.
----------Por cuanto respecta a la Tradición, recordemos que ella es una fuente de la divina Revelación junto con la Sagrada Escritura. Por lo tanto, no es pensable ni concebible que un Papa vaya en contra de la Tradición, como parece sugerir mons. Aguer en su artículo.
----------Quizás el papa Francisco podría ser más comprensivo con respecto a ciertas tradiciones eclesiales. Aquí alguien podría estar pensando que hablo del rito preconciliar de la Misa Romana, pero no es así. Yo sé que hoy existen teólogos y liturgistas, a los que aprecio, que serían más favorables a la posición que sobre este punto había asumido el papa Benedicto XVI. No es mi caso. Mi opinión es que el motu proprio Summorum pontificum sufría de graves aporías no sólo de orden pastoral sino también de orden teológico. Sobre este punto remito al lector interesado a los numerosos artículos que he escrito sobre este tema publicados en este blog. Considero a Traditionis custodes un necesario remedio, adoptado por el papa Francisco y prácticamente la unanimidad del Colegio Episcopal para poner fin a graves desviaciones heréticas y cismáticas.
----------También tengo la impresión de que el Papa sea un poco demasiado indulgente hacia los modernistas y un poco demasiado severo hacia los filolefevrianos. Para obtener un acuerdo entre los dos partidos sería necesario que él estuviera verdaderamente super partes, como conviene al Padre común, que debe obtener la concordia entre sus hijos. Oremos al Señor por esta intención.
----------Por cuanto respecta al progresismo, yo no daría a este término el significado negativo que le da mons. Aguer, porque el progreso es también necesario en la Iglesia. Me parece que es mejor hablar lisa y llanamente de modernismo, sin confundirlo con el sano progresismo. Aquellos a los que el papa llama indietristas, no son los fieles a la Tradición, porque, como he dicho, es imposible que un Papa persiga la Tradición, sino que son aquellos que entienden de una manera equivocada la Tradición oponiéndola a los progresos realizados por el Concilio Vaticano II. Por consiguiente, ¿quiénes son los indietristas? Lo dice la palabra: aquellos que en lugar de avanzar vuelven hacia atrás, a posiciones preconciliares superadas, lo cual no significa que hoy no existan valores que estaban vigentes en el pasado que deberían ser recuperados, como por ejemplo la teología escolástica, algunos temas doctrinales como por ejemplo el que se refiere al infierno, la predestinación y el valor de los méritos o algunas prácticas litúrgicas como las rogativas.

88 comentarios:

  1. Será así, tal vez en este momento ¡soy yo la que no puedo entender! Paciencia, yo de todos modos creo en Dios Padre , en Jesucristo y en el Espíritu Santo.

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    1. Estimada María,
      como católica, tu fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, y en todo lo que Dios nos ha revelado por medio de su Hijo, está mediada por tu Fe en la Iglesia, porque es la Iglesia católica la que te ha enseñado esa Fe en la que crees. Y en esa Fe en la que crees incluye la Fe en la veracidad del Papa, en todo aquello que de Fe nos enseña, tanto en su magisterio ordinario como en su magisterio extraordinario.

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  2. Esperemos que sea así, Padre Filemón. Pero sinceramente estoy muy triste, pues muchas expresiones del papa Francisco, durante estos años, me han causado mucha perturbación.

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    1. Estimado Lucas,
      nuestra Fe católica no coexiste con las dudas, no puede coexistir con ellas. Por eso no dejes de pedirle a tu ángel custodio que cuide tu Fe, que la haga más robusta y más iluminada.
      Si me permites un consejo: recurre al Catecismo de la Iglesia Católica. Es todo lo que hoy necesita saber un católico. No hace falta conseguir o comprar ningún libro. Encuentras el Catecismo en el siguiente enlace:
      https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html
      Si todavía no lo has leído, o no lo has leído por completo, o no lo has leído con tranquilidad y voluntad de aprender, entonces déjame darte otro consejo: reserva un tiempo cada día, media hora o una hora, para leerlo de corrido, hasta finalizarlo.

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  3. Qué tristeza es que también los Obispos nos hagan presenciar estas luchas teológicas y nos veamos en medio de un camino entre el yunque y el martillo. Si tenemos que seguir así, estamos fritos.

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    1. El señor Jesús nos liberará

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    2. Estimadas Tiziana y Natalia,
      como católicas, no deben tener dudas de que el Papa Francisco es el Pastor Universal de la Iglesia. Esta convicción permite relativizar los contrastes teológicos, poniéndolos en segundo orden.
      Por otra parte, ustedes deben distinguir lo que es doctrina infalible del Magisterio de la Iglesia, y lo que son las opiniones teológicas, discutibles. En mi artículo he puesto en claro lo que se ubica en un ámbito y en el otro.

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    3. Comprendo, padre Filemón. Reflexionaré, y ya le responderé.

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    4. El amor que tengo al Señor y a su Iglesia y a este Papa que yo estimo grande y profético, más allá de alguna imperfección aquí y allá ( y quien no la tiene) yo amándolo, ni siquiera lo sufro. De hecho, estoy en paz. Perdón por no darme suficientemente a entender...

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    5. Estimado Roberto,
      te has explicado perfectamente bien. He comprendido lo que has querido decir. Que Dios bendiga tu amor hacia Él, hacia su Iglesia y hacia el Vicario de Cristo. Veo que sabes amar al Papa como lo que es: el representante de Cristo entre nosotros, para guiarnos hacia el paraíso del Cielo. Los aspectos humanos, las debilidades y pecados humanos del Papa, merecen simplemente cerrar un ojo.

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  4. Si tiene tanta vocación de corregir a sucesores de los apóstoles, Filemon, por qué no dice una palabrita sobre la adhesión de la diócesis de Msndoza a la marcha gay del sábado pasado? O es fuerte con los débiles y débil con los fuertes?

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    1. Estimado Edmundo,
      tomo ocasión de su intervención para informarle que tengo en preparación una nota, quizás breve, comentando la excelente decisión del Arzobispo de Mendoza, aclarando los muy justificados motivos de la participación de la Iglesia en Mendoza a la Marcha Antifascista del pasado sábado, y también para poner en su lugar a interpretaciones que son tendenciosas, como la suya, que la reducen a una marcha "gay", con tono homofóbico. De modo que le sugiero que siga este blog en los próximos días o en la próxima semana, y tendrá conocimiento.
      A la vez, no puedo menos que notar una tonalidad animadversa en su comentario. Si sigue mi blog notará que su acusación no corresponde. ¿Acaso usted considera a los rahnerianos, los schillebexianos, los küngianos, "débiles" actualmente en la Iglesia? Por lo demás, repase en mi blog las ocasiones en que he sabido criticar al Papa, repetidas veces. Claro que, a diferencia de los modernistas rahnerianos o de los indietristas filo-lefebvrianos, yo sé distinguir en qué ámbitos el Papa puede ser criticado y en cuáles no, sin caer a su vez en herejía, como los rahnerianos y los lefebvrianos.
      Espero de todo corazón que usted no integre ninguno de los colectivos que acabo de mencionar.

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    2. Estimado padre Filemón, cumpliendo con tu pedido, permito que el habitual "paseador de perros" pasee por esta vereda sin bolsita y dejando su caquita por todas partes. A tu pedido, querido tío, pero conste que no estoy de acuerdo con semejante energúmeno. Este habla de "degenerados gay", y creeme: sabe perfectamente de qué se trata, desde dentro...

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    3. Estimado Edmundo,
      entiendo que usted quiere indicarme la agenda que debo seguir en este blog. Le agradezco, pero no necesito ningún secretario.
      Confirmo la primera impresión que usted me ha dado en su primera intervención: usted no sabe distinguir entre: 1. defensa de la moral cristiana, y 2. pecado de homofobia. Evidentemente cae en lo segundo. Examínese.
      Por cuanto respecta al estilo de su mensaje, vuelvo a notar una animadversión hacia mí, de la cual quiero evitar crearme suposiciones de donde proviene. Trate usted de moderar su estilo, con un mayor respeto por quien le permite dialogar en este foro, tal como yo lo trato a usted con respeto.

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    4. Estimado Paolo,
      no te preocupes, sé perfectamente de quien se trata.
      Elimina sus comentarios sólo cuando se exceda el límite de la irrespetuosidad.

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    5. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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    6. Estimado Edmundo,
      ya le indiqué que si usted quiere intervenir en este foro lo debe hacer con respeto, también le he indicado el carácter homofóbico de su comentario anterior, y le pedí que lo reflexionara. Le remito a lo que he publicado en este mismo blog sobre ese tema en artículos anteriores.
      Si usted desea comentar algo respecto al tema de este artículo, es decir, acerca del correcto concepto de la infalibilidad pontificia, y lo hace con e debido respeto, su comentario será publicado.

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  5. Bueno, lo que yo puedo decir es que me he cansado de tratar de interpretar, entender, discernir, justificar, disculpar... Lamento los pontificados anteriores.

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    1. Estimada Marianela,
      yo la comprendo. Es como llevar la cruz. Pero le hago presente que la tarea de intentar comprender al Papa no es tiempo perdido, aunque requiera un esfuerzo. Pero vale la pena, porque es el Vicario de Cristo. También él tiene una cruz pesada que llevar, porque tiene muchos enemigos.

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    2. Y yo rezo por él todos los días. Pero la claridad tanto en la doctrina como en la.pastoral, que de la doctrina deriva, es fundamental. Confundir a los fieles, desorientarlos pretendiendo también que sepan comprender, interpretar y excusar banalidades e intemperancias...aunque con toda la paciencia y buena voluntad, después de todos estos años de su pontificado, .... Me parece demasiado. Me refugio en el magisterio límpido y firme de san Juan Pablo II y de mi siempre amado Benedicto XVI.

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    3. Estimada Marianela,
      la referencia a los Papas precedentes está bien. Solo que usted necesita tener la paciencia y la buena voluntad para encontrar en el papa Francisco esas enseñanzas y dejar de lado aquellos puntos que le parecen en contraste.

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    4. El punto es que no debería haber conflictos en el magisterio, porque, como usted dijo, está inspirado y guiado por el Espíritu Santo, que es infalible y nunca contradictorio.

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    5. Estimada Marianela,
      los contrastes dependen de la humanidad del Papa.

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    6. Estimado padre, gracias por sus aclaraciones. Sin embargo, nosotros los fieles, que con dificultad y gran fatiga, contra una sociedad cada vez más pagana y anticristiana tratamos de no abandonar o traicionar la fe recibida de la Iglesia, deberíamos tener en el Papa la referencia segura y luminosa, en su magisterio la ayuda indispensable que nos confirma y tranquiliza. En cambio, lo digo con dolor, no sucede eso con Francisco. Rezamos por él y seguimos tratando de entender tantas rarezas que a veces rozan lo absurdo. ¡Que el Señor nos ayude!

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    7. Estimada Marianela,
      su fe y su devoción al Papa seguramente le atraerán del Señor la gracia de comprender estas cosas con mayor serenidad y paz. Pídalo insistentemente en sus oraciones. La certeza de lo que le estoy diciendo está en nuestra fe en las palabras de Nuestro Señor Jesucristo, que nos aseguró que en Pedro y sus Sucesores nosotros, toda la Iglesia, encontraríamos la Roca en la que fundamentar nuestra Fe. ¿Acaso puede usted pensar que Cristo nos haya mentido, que nos haya engañado? ¡Imposible!

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    8. Disculpe Marianela: tal vez el buen Dios quiere decirle que deje de usar su cerebro para tratar de entender. Probablemente no es adecuado para este tipo de actividades. También porque solo un imbécil cree que los Papas anteriores no obligaron a algún esfuerzo para entender. Piense (si puede) en el buen lío que ha creado el super Benedicto con su "papa emérito" años atrás, "papa emérito" del cual nadie ha entendido todavía un carajo. Las dudas que puede hacernos nacer Bergoglio son cuentitos en comparación con aquello.

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    9. Estimado Luis,
      su crítica es totalmente exagerada. El Santo Padre normalmente enseña la sana doctrina, solo que de vez en cuando tiene alguna expresión equívoca o se deja escapar alguna frase imprudente, que eventualmente corrige en otras ocasiones. Además, existen eventualmente temas evangélicos, de los cuales no habla.

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    10. Estimado padre Filemón, creo que es conveniente eliminar de su página los comentarios vulgares y ofensivos que denotan incapacidad de argumentación correcta y respetuosa. ¡Gracias!

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    11. Estimado Marianela,
      eso ya lo venimos haciendo, a fin de eliminar intervenciones inoportunas u ofensivas, especialmente si se trata de ofensas al Santo Padre.

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  6. Querido padre Filemón de la Trinidad: Usted es perfecto en su explicación lógica, pero le ruego que se dé cuenta de que el Papa cuando habla erróneamente siempre está vestido como un Papa y por lo tanto sus palabras son escuchadas como las del Papa no como si fuera un común mortal.
    La mayoría de los católicos son ignorantes y por lo tanto cuando el Papa dice tonterías, se aceptan como verdades de fe.

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    1. Estimado Vicente,
      como ya he explicado en mi artículo, hay que examinar cuidadosamente las cosas que dice el Papa. Si usamos el criterio correcto de juicio, inspirado en la fe, nos daremos cuenta que habitualmente desempeña su servicio de Maestro de la fe, a veces también de manera excelente, mientras que algunas veces dice frases que nos parecen en contraste. Bueno, esas frases hay que dejarlas caer.

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    2. Vicente: tanto más que cuando se da cuenta de haber dado escándalo, podría corregir lo que ha dicho, cuando alguien difunde entrevistas falsificadas podría hacer públicas sus verdaderas palabras y su verdadero pensamiento... Pero no lo hace... El por qué no lo entiendo...

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    3. Serena: ya sabe cómo suele decirse: "O es o se hace"...
      Por lo tanto, o es tan estúpido, de lo cual dudo, o es tan inteligente como para hacer que otros digan lo que él quiere decir, pero dado que incurriría en graves problemas no le dice abiertamente.

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    4. Vicente: sí, pero... es un obispo vestido de blanco

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    5. Vicente: no soy ignorante y amo inmensamente al Papa Francisco. Podría juzgar como ignorante a quien no piensa como yo... pero no lo hago, porque yo soy católica y sigo la palabra de Dios y no juzgo...

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    6. Estimada María Serena,
      si no interviene en el asunto, en otras ocasiones, volviendo al mismo tema, aparece más claro.

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    7. Estimado Vicente,
      no nos preocupemos por estas actitudes. Atengámonos a lo que dice personalmente.

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    8. Vicente: Papa nunca debería decir tonterías. Tonterías tras tonterías y estamos en la realidad en que nos encontramos: la Iglesia ha perdido toda autoridad.

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    9. Estimado Padre, le entiendo porque usted es un gran teólogo y desde lo alto de su cultura puede distinguir con tranquilidad cuando Su Santidad se expresa como Papa y cuando habla a título personal.
      Ahora, por favor, póngase en nuestros zapatos, en los zapatos de aquellos que por celo y amor a Cristo intentan explicar, muy indignamente, la Sagrada Escritura y se ven obligados a decir a las personas que el Papa, repito, el Papa, no cualquiera, en ese momento determinado hablaba a título personal y dijo una tontería.
      Se convierte en una situación paradójica donde nosotros, simples mortales, debemos corregir a Su Santidad, ¿qué efecto cree usted que podemos obtener?
      Los daños queridos Padre Filemón son incalculables, la gente está totalmente confundida y se están alejando de la Verdad siguiendo una ideología falsa de una religión universal y de un Dios que salva a todos independientemente de todo lo que hacen y profesan.

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    10. Patricia: no me parece haber dicho que usted es ignorante y ni siquiera ha expresado juicios, aunque ignorar no es una ofensa ni un juicio, porque yo también lo soy en muchas cosas, sino que son muchas cosas más las que ignoro que las que conozco.

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    11. Estimada Soledad,
      usted es demasiado exigente con el Papa, porque usted debe pensar que, si bien él tiene este don de la infalibilidad, tal don actúa junto con su limitada humanidad, por lo cual esta humanidad a veces puede actuar por cuenta propia.

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    12. Estimado Vicente,
      también cualquier laico preparado es capaz de distinguir en las enseñanzas del Papa lo que viene del Espíritu Santo de lo que está ligado a su pobre humanidad.
      Un criterio muy simple es el Catecismo de la Iglesia Católica. Las frases del Papa no rastreables en el Catecismo, no son para ser tomadas en consideración.

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    13. Estimado padre: usted es demasiado bueno, yo que soy mala veo cuánta diferencia entre la seguridad que infundieron los dos papados anteriores, y cuanta confusión este último... No hay más certezas, hemos caído en el relativismo, y además estamos divididos en facciones,... No se preocupe, yo también como usted (pero no a su nivel) intento de abogar por la causa de este extraño pontífice, para salvar lo salvable y no tirar al niño con el agua sucia, pero cada dos por tres sale un escándalo, una noticia embarazosa, una frase original que nos hace avergonzarnos de nuestro pastor. Empiezo a creer que, como dicen muchos, hemos tenido el Papa que nos merecemos...

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    14. Padre: "...que vuestro discurso sea, SÍ SÍ,..NO NO,..el resto viene del diablo! " - ¡No tiene sentido andar con rodeos,..clasificar, mezclar, atenuar, tachar,..discursos distorsionados, erróneos! Este es el momento de elegir: o la Verdadera LUZ, o el crepúsculo. y orar - mucho por todos los Pastores,.., este SI!!

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    15. Precisamente, querido Padre, “algunos” o mejor dicho muy pocos, se ven continuamente obligados a explicar los errores papales pero ¿todo esto le parece normal?
      Entre otras cosas, a este pequeño número también se le acusa de ser retrógrado, intransigente, despiadado, fariseo, etc.

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    16. Vicente: El Papa Francisco, años atrás, ha instituido en la Diócesis de Roma el Fondo “Jesús Divino Obrero” para apoyar a todos los afectados por la crisis derivada de la pandemia del Coronavirus, con una asignación inicial de 1 millón de euros a Cáritas diocesana...

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    17. Eso es una cosa excelente, Patricia, pero ¿qué tiene que ver eso con los problemas doctrinales y de Fe?

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    18. Vicente: aprende a ser dulce y a no pensar siempre mal...la fe también es esto. Buen día.

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    19. Intento ser dulce, Patricia, y nunca pienso mal de nadie, baso mis pensamientos en hechos.
      Esta es una obra altamente meritoria pero ante Dios debemos procurar ser perfectos, no es que yo lo sea pero gracias a Dios no soy el Papa, si uno hace buenas obras no es que pueda hacer compensación.
      Hice 10 cosas malas y luego hice 12 cosas buenas. Estoy adelante.
      No funciona así.
      Cualquier mal que hagas, especialmente si causa daño a personas inocentes, se queda allí.

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    20. No haces el mal, luego Jesús lo ve y lo juzga solo él

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    21. Estimada Patricia,
      esa noticia que usted hace conocer, y que yo no conocía, me da mucha alegría.

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    22. Estimado Vicente,
      en mi artículo no me limitaba a considerar su magisterio, sino que hacía referencia también a su pastoral.

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    23. No juzgo a nadie, sino que hago las debidas constataciones y pido respuestas a los que saben más que yo como el padre Filemón de a Trinidad.

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  7. ... más bien lo veo como un papa claudicante... Ps: no es un juicio, sino una constatación. Oremos por él...

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    1. Estimado Alejandro,
      no quisiera interpretarte mal, pero temo que es difícil evitar reprocharte por la cualificación de "claudicante" que has usado. Y efectivamente, no es una mera constatación, sino que es un juicio de tu parte. Por lo cual, me gustaría que me expresaras en cuáles expresiones has interpretado al Papa como "claudicante", y así podré ayudarte a mirar las cosas de un modo católico.

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  8. Como había pedido oraciones Benedicto XVI para no huir delante de los lobos, oremos también por el Papa Francisco, su cruz se está volviendo cada vez más pesada. ✝️🙏🙏🙏

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    1. Estimado Edmundo,
      ya le indiqué que si usted quiere intervenir en este foro lo debe hacer con respeto, también le he indicado el carácter homofóbico de su comentario anterior, y le pedí que lo reflexionara. Le remito a lo que he publicado en este mismo blog sobre ese tema en artículos anteriores.
      Si usted desea comentar algo respecto al tema de este artículo, es decir, acerca del correcto concepto de la infalibilidad pontificia, y lo hace con e debido respeto, su comentario será publicado.

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    1. Estimado Edmundo,
      ya le indiqué que si usted quiere intervenir en este foro lo debe hacer con respeto, también le he indicado el carácter homofóbico de su comentario anterior, y le pedí que lo reflexionara. Le remito a lo que he publicado en este mismo blog sobre ese tema en artículos anteriores.
      Si usted desea comentar algo respecto al tema de este artículo, es decir, acerca del correcto concepto de la infalibilidad pontificia, y lo hace con e debido respeto, su comentario será publicado.

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  11. Sergio Villaflores5 de febrero de 2025, 15:12

    Estimado padre Filemón. Leo en la Constitución dogmática Pastor Aeternus, Cap 4, del Concilio Vaticano I:
    "El Romano Pontífice, cuando habla ex cathedra, esto es, cuando en el ejercicio de su oficio de pastor y maestro de todos los cristianos, en virtud de su suprema autoridad apostólica, define una doctrina de fe o costumbres como que debe ser sostenida por toda la Iglesia, posee, por la asistencia divina que le fue prometida en el bienaventurado Pedro, aquella infalibilidad de la que el divino Redentor quiso que gozara su Iglesia en la definición de la doctrina de fe y costumbres. Por esto, dichas definiciones del Romano Pontífice son en sí mismas, y no por el consentimiento de la Iglesia, irreformables." (Denzinger 3074).
    Entiendo que aquí se habla del magisterio extraordinario, solamente.

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    1. Estimado Sergio,
      valoro tu interés por conocer con precisión cuál es el alcance de la doctrina dogmática de la Iglesia en determinados temas, y tu esfuerzo por indagar la cuestión en los textos originales. Y haces bien.
      Pero lo que te sugiero con respecto al estudio de la doctrina de la Iglesia es que antes que consultar a cualquier teólogo que hable del tema de tu interés, consultes, leas, releas, indagues, reflexiones y saques tus conclusiones directamente de los textos fundamentales oficiales de la Iglesia.
      Respecto a este tema, puedes consultar en la página de Santa Sede, el apartado que se titula: TEXTOS FUNDAMENTALES. Lo encuentras en el enlace:
      https://www.vatican.va/archive/index_sp.htm
      Respecto al tema que debatimos en el presente artículo, la propia Sede Apostólica te brinda el acceso a los textos más importantes del Concilio Vaticano I:
      https://www.vatican.va/archive/hist_councils/i-vatican-council/index_sp.htm
      (aunque solamente en latín y en lengua italiana).
      Pues bien, como has advertido por mi artículo, sobre el tema de la infalibilidad pontificia no sólo trata la constitución Pastor aeternus, sino también la constitución Dei Filius, de la cual he extractado el texto que he citado en mi artículo, donde está solemnemente definido que el Papa es infalibles, es decir, dice la verdad, no sólo en su magisterio extraordinario, sino también ordinario:
      "Deben creerse con fe divina y católica todas aquellas cosas que se contienen en la palabra de Dios escrita o tradicional, y son propuestas por la Iglesia para ser creídas como divinamente reveladas, ora por solemne juicio, ora por su ordinario y universal magisterio" (Denzinger 1792).

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  12. Estimado padre Filemón: No sabía que Aguer escribía en La Prensa. Leí el artículo (confuso en algunas partes), bastante más moderado que otras veces en sus críticas al Papa para lo que habitualmente escribe Aguer, quien no le ha ahorrado graves acusaciones a Francisco, que le hubieran merecido un buen tirón de orejas (que es evidente que el Papa ha querido ahorrarle).
    Pero me ha sorprendido el desconocimiento de Aguer del magisterio, del dogma de la infalibilidad, tal cual ha sido establecido por el Vaticano I. Sorprendente, por lo muy cercano o más bien idéntico a lo que dicen los lefebvrianos.
    Por otra parte, estoy de acuerdo con lo que usted dice: Aguer suele citar el Vaticano II, pero de ahí a obedecerlo, hay en él un buen trecho...

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    1. Ernesto: sería totalmente irrisorio pensar que la función del Papa como Maestro de la Fe se haya ejercido por última vez en el siglo XIX... cuando Pío IX definió el dogma de la Inmaculada... o en 1950 cuando Pío XII definió a María asunta al cielo... ¿Para qué estaría el Papa en la Iglesia, entonces?... ¡Desde hace setenta y cinco años la hubieramos pasado sin problemas en la Iglesia sin el Papa!, ... Pero no es así... Ahora bien, yo no me sorprendería tanto de este error o esta ignorancia del obispo Aguer... porque no sé cuantos obispos hubieran respondido correctamente a la pregunta acerca de qué es la infalibilidad papal... Me sospecho que no pocos hubieran respondido lo mismo que Aguer...

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    2. Querido Ernesto,
      concuerdo substancialmente con tus palabras.

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    3. Estimada Rosa Luisa,
      concuerdo con los términos de su intervención. Incluso también soy de su mismo parecer en cuanto a que es muy probable que la misma confusión que padece mons. Aguer acerca del dogma de la infalibilidad pontificia también la padezcan otros obispos.

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    4. Lo que usted llama confusión no es más que la doctrina mayoritaria sobre la infalibilidad papal. Lo que usted dice nadie lo sostiene. Es un constructo suyo.

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    5. Edmundo: ¿vos entendés el idioma español? ¿O en la burbuja pasadista en la que vivís te enseñan a leer "extraordinario" donde dice "ordinario"?
      Entonces, leé el Concilio Vaticano I, pero antes salí de la burbuja:
      "Deben creerse con fe divina y católica todas aquellas cosas que se contienen en la palabra de Dios escrita o tradicional, y son propuestas por la Iglesia para ser creídas como divinamente reveladas, ora por solemne juicio, ora por su ordinario y universal magisterio" (Constitución dogmática Dei Filius, en su capítulo III sobre la Fe: Denzinger 1792).

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    6. Querido Edmundo, quisiera que me respondiera tan sólo a una pregunta... ¿por qué Ud. cuando el Concilio Vaticano I dice "ordinario y universal magisterio" (denzinger 1792) entiende que dice "magisterio extraordinario"?

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    7. Serafín Savelloni6 de febrero de 2025, 8:36

      Estimada Rosa, en el caso que el Sr. Edmundo no quiera reconocer su confusión o error, que salta a la vista dada la evidencia del citado texto del Concilio Vaticano I, una evidencia que enceguece los ojos, entonces, no creo que el Sr Edmundo le vaya a responder a su pregunta... porque bueno, y para des-dramatizar el tema y decirlo un poco jocosamente... resultaría algo parecido a aquel caso, no me acuerdo en donde ocurrió, de aquel niño que tiempo atrás salió en los diarios porque les decía a sus padres que "él se percibía un delfín".
      Bueno, es más o menos así.
      El Sr. Edmundo está en todo su derecho a decirnos que donde el Vaticano I dice "magisterio universal y ordinario", él percibe que dice "magisterio extraordinario". Claro que él no tiene derecho a imponernos a nosotros tal mentira o confusión o error de su parte.
      Dicho todo cordialmente, y con la mayor misericordia!

      p. Serafín Savelloni

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    8. No, no entienden lo que dice el texto. Claro que hay que creer con fe católica las verdades que la Iglesia propone como divinamente reveladas. Eso no lo discute nadie ortodoxo. Por ejemplo, la maldad de la anticoncepcion o de la homosexualidad. Que sea definido en el Magisterio ordinario o extraordinario no cambia la cosa. Lo decisivo es que se proponga como cuestión definitiva, divinamente revelada, a ser enseñada como verdad católica a los fieles. Esto está en todos los autores ortodoxos, nadie sostiene que todo lo que dice un Papa o un Conciloo sea infalible, eso es un disparate que fue sostenido por algunos ultramontanos en el Vaticano I y rebatido por el cardenal Newman y el obispo Dupanloup. Hay miles de ejemplos.

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    9. Es un caso claro de gnosticismo. El maestro gnóstico, poseedor del saber esotérico que es inaccesible para el vulgo, dice: "No, no entienden lo que dice el texto".
      Sra. Rosa Luisa: efectivamente, Edmundo dice que donde dice "magisterio ordinario" debe leerse "extraordinario".
      Padre Serafín: efectivamente, es lo que él percibe, es como el chico que se percibía un delfín...

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    10. Mi esperanza era que así como demostró ser impulsivo y rápido para ser maleducado e irrespetuoso... sus impulsos también le llevarían a Edmundo a reconsiderar lo que es evidente... pero... me equivoqué...

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    11. Vergara: hay gnósticos modernistas y gnósticos pasadistas. Éste es de los segundos.

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    12. Estimado Edmundo,
      si usted lee mis artículos con atención, verá que yo no sostengo en absoluto que "todo lo que dice un Papa o un Concilio es infalible". Estas cosas nunca las he dicho, pero en las enseñanzas de la Iglesia siempre he distinguido las enseñanzas doctrinales o dogmáticas, que tocan materia de fe o próximas a la fe, de las enseñanzas pastorales, que conciernen a materias jurídicas, disciplinarias o litúrgicas. Siempre he dicho que la infalibilidad se refiere solo al primer tipo de enseñanza y no al segundo.

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    13. Estimado Edmundo,
      conversando con otros lectores Ud. ha intentado negar la evidencia de lo que expresamente y solemnemente dice el Concilio Vaticano I (particularmente en el texto por usted citado: Dz. 1792).
      Efectivamente, como han expresado algunos lectores, quizás también sin el debido respecto hacia usted, usted está percibiendo algo que está equivocado, por lo que no puede pretender que los demás perciban lo mismo que usted, que es un error. Los lectores están leyendo lo evidente, y usted lo niega, por motivos muy comprensibles.
      Ahora bien, desde hace ya tiempo en mis escritos he explicado muchas veces qué es lo que significa el atributo "infalible" cuando la Iglesia habla de infalibilidad pontifica. A mis escritos lo remito a usted. Infalible significa que no puede equivocarse, es decir que dice una verdad que no pasa y no puede ser cambiada.
      Entonces, el criterio de la infalibilidad en este sentido no está dado solamente por el I grado, del cual habla el Vaticano I, donde el término "infalible" recurre expresamente, sino que el criterio de la infalibilidad o de la veracidad o inmutabilidad está simplemente dado, como he dicho muchas veces, desde la consideración de la materia tratada, que debe ser materia de fe o conectada o próxima a la fe, es decir una verdad de razón sin la cual la fe sería imposible.
      El número del Denzinger donde se encuentra la definición de la infalibilidad pontificia es el 3074.
      El número 3011 (1792) recoge el texto indicado por usted, que se encuentra en la Constitución Dogmática Dei Filius del Concilio Vaticano I, de 24 de abril de 1870, capítulo III, La fe: "Por tanto, se debe creer con fe divina y católica todas aquellas cosas que están contenidas en la palabra de Dios, escrita o transmitida por tradición, y que son propuestas por la Iglesia, bien mediante solemne definición, bien con el magisterio ordinario y universal, como divinamente inspiradas, y por lo tanto a creer."
      https://www.vatican.va/archive/hist_councils/i-vatican-council/documents/vat-i_const_18700424_dei-filius_it.html

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  13. ¡Viva el Papa Francisco! Buen día para todos!

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    1. Paseador de perros: no tenés cura, pero quien sabe...sigo rezando por vos. La gracia logra imposibles para el hombre... Si el padre Filemón quiere volverte a responder a todas las objeciones que planteás (que ya te las respondió otras veces), entonces publicaré tu comentario, pero recortando tus insultos... Una pregunta: ¿vos tuviste padre, madre, alguna familia, o naciste en un repollo y te criaron en la jungla? Porque, por lo que parece, de educación... ni lo más mínimo.

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    2. Efectivamente: Edmundo García/Ludovicus/Paseador de perros/.... ¿querés que agregue tu nombre verdadero?...
      Dejémoslo ahí, no te haré propaganda.
      Ya de dije que tus comentarios fueron respondidos TODOS. Pero, si el padre Filemón quiere, te los responderá de vuelta. Lo que te censuro son tus insultos ¿O acaso querés que publiquemos tus puteadas?
      Efectivamente, como dije, no tuviste familia. Naciste de un repollo en la jungla. Por la educación..., capáz que estás a tiempo... fijate si a tus... todavía te admiten en un jardín de infantes...

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    3. Edmundo: ¿qué parte de "magisterio ordinario y universal" no entiende en el texto del Denzinger 1792, que es infalible y debe ser creído por todo católico?... LEA EL TEXTO...

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    4. Estimada Rosa Luisa,
      agradezco su frecuente empeño por intervenir en este foro, y la veo en particular comprometida en participar cuando se trata de lectores que muestran repetir sus errores, obstinándose en proclamarlos, no sólo incapaces de reconocer su falta de verdad, sino también exasperados porque los demás no se avienen a sus falacias.
      Le agradezco, nuevamente, pero la invito a no perder la calma. Tenga en cuanta que no somos nosotros los que convertimos los corazones, sino que es el Señor, y su Espíritu el que da la gracia de la conversión y de la Luz a quien está en el error.
      Como dice usted, todo está evidentemente expuesto en el Concilio Vaticano I, y está a la vista de cualquier honesto lector. Pero la honestidad no siempre está presente en todos. Paciencia. Sólo somos instrumentos del Señor. A nosotros nos corresponde sólo sembrar, trabajar... Él es quien cosecha.

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  15. Les pongo varios ejemplos, antiguos y modernos. Juan XXII enseñó en sus homilías un grave error. Que nadie diga que lo afirmó como doctor privado, lo enseñó nada menos que en su capilla papal. Sólo que no manifestó que fuera doctrina definitiva, divinamente revelada, que debía ser tenida por la Iglesia universal. Ergo no es doctrina infalible. El Concilio de Florecía señaló que la ordenación de los obispos se realizaba por la entrega del cáliz en la consagracion, lo que fue rebatido por Pio Xii. No pasa nada, no fue enseñando como doctrina definitiva. Dos ejemplos modernos, Juan Xxiii y Benedicto XVI sostienen en sendas enciclicas la conveniencia de una autoridad universal o gobierno mundial. Pues bien cualquier fiel.puede discrepar, no es doctrina divinamente revelada ni los Papas dicen que se debe tomar como decisión definitiva por la Iglesia Universal. Otro ejemplo, la Summorum Pontificum además de disposiciones prudenciales tiene declaraciones doctrinales, contrarias a declaraciones doctrinales de la Traditionis Custodium.pero como ninguno pretende enseñar verdades divinamente reveladas ni ser tenidas como definitivas, sub iudicium lis est. Ejemplo final, Juan Xxiii declaró su apoyo a los subsidios al agro europeo en su enciclica. Nefasta doctrina, produjo grandes calamidades a los agricultores del tercer mundo que no pudieron colocar sus productos en Europa. Pero a ningún loco se le ocurrió que fuera doctrina infalible, por más enciclica que fuera o por más Magisterio que pareciera.
    La verdad no deja de sorprenderme en este foro el fundamentalismo que hay con las declaraciones papales, cuando su autor no duda en decir que la biblia, por ejemplo cuando dice que Dios hablo con Abraham, esta equivocada, que Abraham se lo creyó.

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    1. Estimado Edmundo,
      los casos que usted me propone no invalidan los criterios de juicio que yo le he proporcionado para distinguir cuando un Papa es infalible y cuando es fallible.
      Por cuanto respecta a la infalibilidad pontificia, reitero que de la carta Ad Tuendam Fidem se deduce que la infalibilidad doctrinal del Papa no solo resulta del grado I, en el cual el Papa quiere definir, sino que se recaba de la consideración de la materia de fe o próxima a la fe, que es objeto de su enseñanza a la Iglesia, como Sucesor de Pedro. Puede consultar al respecto:
      https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_1998_professio-fidei_it.html
      La acusación que usted me hace de considerar infalibles ciertas enseñanzas pontificias, que no lo son, es totalmente falsa e indemostrada. Los casos que usted me cita no tienen nada que ver con cuanto le he dicho sobre los criterios de distinción.
      Por cuanto respecta al comentario sobre el sacrificio de Abraham, yo no digo absolutamente que la Biblia esté equivocada -¡Dios me libre y guarde de ello!- sino que me he detenido largamente, en varias publicaciones y a menudo tanto en mi artículo como en la discusión con mis lectores, para demostrar que el uso de la moderna exégesis histórico-crítica lleva a concluir que Abraham se equivocó en buena fe al creer que Dios quisiera el asesinato de su hijo, y a tal punto es esto cierto que Dios manifiesta a Abraham su verdadera voluntad por medio del ángel, prohibiéndole realizar un sacrificio humano, cosa que por lo demás la misma Biblia prohíbe severamente.
      Por lo tanto, hago la precisión de que el error de Abraham no tiene nada que ver con la revelación bíblica, sino que se trata simplemente un hecho relacionado con la mentalidad de los tiempos de Abraham y con la mentalidad del hagiógrafo.
      Le recuerdo también la función importantísima desempeñada en la Escritura por los santos ángeles, como ministros de Dios, para dar a conocer su verdadera voluntad desengañando también a hombres santos, que se equivocan en buena fe.

      Más allá de mi respuesta, y habiendo conocido por el administrador del blog, mi sobrino Pablo Fitzimons, la existencia de comentarios suyos que han sido eliminados por las causas previstas en este foro, me temo que si no logra usted cambiar sus modos expresivos, sus comentarios no serán publicados, y si no los borra Pablo -como a veces sucede- los borraré yo, como también ha sucedido
      Sus faltas de consideración hacia los demás lectores o hacia mí, confirman mi decesisión de escribir este blog bajo pseudónimo. Imagínese qué es lo que sucedería con personas carentes de la mínima educación, como es su caso, que si por haber simplemente indicado mi edad, me consideran un incapaz irresponsable, imagínese de qué serían capaces de decir si me conocieran detalladamente. Afortunadamente el hecho de que no se me conozca, obliga a mis lectores a focalizarse no en mi persona, sino en lo que escribo.
      Por lo demás, veo que usted reitera ideas y opiniones a las cuales ya le he respondido, o he respondido a ellas respondiendo a otros lectores, o he respondido a ellas en mis artículos. En adelante, entonces, antes de publicar algún comentario, trate de revisar en el blog para encontrar si he tratado o no del tema al que usted se refiera. De esta manera, si lo hace, evite repetir preguntas y objeciones a las que ya he dado respuesta.

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  16. Estimado padre Filemón,... veo que, por un lado... usted persigue a Obispos de recta doctrina, como monseñor Aguer... pero por otro lado no dice una sola palabra acerca de otra cosa de obispos, como el ex obispo de San Rafael, Domínguez... ¿De éste no dice nada?...

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    1. Estimada Dulcinea,
      veo que usted no es lectora habitual de mi blog, y si lo es, entonces sospecho, con sospechas bien fundadas, que usted a veces no sólo no lee serenamente todos mis artículos, sino que ni siquiera ha leído el título y la explicación de mi blog.
      Mi blog no tiene nada que ver con el chismorreo y tampoco sobre las cuestiones disciplinares de la Iglesia. Como usted puede ver en la portada del blog, se trata de un blog de filosofía y teología católicas, análisis de la actualidad eclesial y de cuestiones de la cultura católica y del diálogo con el mundo.
      En segundo lugar, por tanto, yo no persigo a nadie, a ningún Obispo, y no pongo en duda en ningún Obispo, y tampoco en ningún Obispo argentino, su recta fe subjetiva, pues ése es un ámbito reservado a Dios y al propio sujeto.
      De lo que yo trato es de la fe objetiva manifestada por miembros de la Iglesia, es decir, la expresada en su predicación o en sus escritos, y, llegado el caso, la examino, evalúo, y critico en base al Magisterio de la Iglesia, quedando siempre mis evaluaciones sometidas a lo que el Magisterio indique.
      Por consiguiente, no tengo nada que decir acerca de la recta fe subjetiva de mons. Aguer, pues ese ámbito está reservado a él y a Dios. Como usted puede fácilmente advertir si se dispone a leer mi artículo, lo que de mons. Aguer evalúo es su fe objetiva, la que él ha expresado en el artículo de mons. Aguer que he abordado. Y mi conclusión es que en lo enseñado por Aguer hay aspectos que se oponen al Magisterio de la Iglesia.

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