miércoles, 15 de octubre de 2025

¿El Jubileo de las organizaciones homosexuales en San Pedro? Entre la misericordia pastoral y la verdad doctrinal (2/3)

¿Cómo distinguir entre la cercanía pastoral a los pecadores y la aprobación del pecado? ¿Qué valor tienen las palabras privadas de un Papa frente a los documentos magisteriales que custodian la fe? ¿No es tarea de los laicos educar la mirada para no confundir la prudencia pastoral con un cambio doctrinal imposible? ¿Puede un Papa equivocarse en la prudencia sin errar jamás en la fe? ¿No es más urgente que nunca enseñar a los católicos a discernir entre opiniones contingentes y doctrina perenne? ¿Cómo vivir la comunión eclesial sin ingenuidad ni sospecha, sino con fidelidad lúcida y caridad firme? [En la imagen: "Jubileo", fragmento de una acuarela sobre papel, 2025, obra de P.F., colección privada].

----------A continuación transcribo el siguiente email de mis interlocutores tras mi anterior respuesta:
   
------------Querido Padre Filemón: Permítame precisar algunos puntos respecto a su respuesta. Comparto plenamente la importancia de distinguir siempre cuándo el Papa se pronuncia a nivel magisterial, respecto a cuándo habla como doctor privado. No puedo, sin embargo, dejar de plantearme la pregunta: ¿qué nos ha comunicado, desde hace poco más de un mes hasta hoy, el Santo Padre sobre el pecado de sodomía? La primera respuesta es que ciertamente, a nivel magisterial, no ha producido ninguna afirmación de tolerancia para tal pecado, y por lo tanto ha permanecido plenamente en la ortodoxia. Sobre esto, estamos perfectamente de acuerdo. Dicho esto, sin embargo, no puedo ocultarme una serie de gestos realizados por el Papa León XIV, que aun no siendo magisteriales, representan una comunicación fuerte a los católicos de todo el mundo. Permítame una vez más resumirlos:
------------1. El Papa ha encontrado en audiencia privada al jesuita, conocido propugnador de la sodomía para homosexuales, James Martin y, después de aquel encuentro: a. El Vaticano se limita a difundir fotos del Papa sonriente junto a J. Martin. b. J. Martin declara públicamente que el Papa lo ha animado a proseguir en su apostolado. c. El Vaticano no desmiente las susodichas declaraciones de Martin.
------------2. A distancia de cuatro meses del inicio del pontificado del Papa León, se desarrolla una escandalosa peregrinación jubilar, guiada por asociaciones LGBT/homosexualistas como La Tienda Jonatán, semejante, por ciertos aspectos, a un Gay Pride, donde: los participantes entran como amantes (del mismo sexo) que se tienen de la mano; en lugar de usar la cruz jubilar de todos los demás grupos, utilizan una pintada con los colores del arcoíris, símbolo universal de homosexuales que no quieren ciertamente elegir la vía de la castidad; algunos de ellos llevan incluso inscripciones obscenas que ensalzan “romper las reglas”, usando un término que alude precisamente al acto sodomítico. Ninguno de los responsables eclesiales y de los sacerdotes presentes en el evento los detiene o les pide un atuendo y un comportamiento más adecuados.
------------3. El obispo vicepresidente de la CEI que celebra la Santa Misa, se cuida bien en la homilía de recordar que la Iglesia acoge a quienes sienten atracción por el mismo sexo, salvo que para acceder a la Santa Eucaristía así como para lucrar la indulgencia jubilar es necesario confesarse si se ha cometido el pecado sodomítico y prometer no hacerlo más. El mismo obispo declara que, después de una audiencia privada con el Santo Padre, fue animado por este a proceder, pero sin ninguna preocupación, por parte del Papa, de hacer distinguir la acogida del pecador de la acogida del pecado; es más, el obispo refiere que el Papa le habría dicho: «usted vaya a celebrar el Jubileo organizado por la Tienda de Jonatán y por las otras asociaciones que se ocupan de hermanos y hermanas», dejando por tanto implícitamente pensar que el Papa aprueba el modo en que tales organizaciones homosexualistas “se ocupan de hermanos y hermanas”. El Vaticano no desmiente las declaraciones del obispo.
------------4. A pesar de que se difunde rápidamente el eco del escándalo ocurrido bajo los muros sagrados, a pesar del desconcierto y de la indignación que desde muchas voces de la cristiandad se expresan, entre ellas el cardenal Müller y el obispo Schneider, el Papa no considera oportuno comunicar públicamente ni siquiera una palabra de pesar sobre lo sucedido.
------------5. Se publican videos con fragmentos de la entrevista al Papa que se convertirá en un libro. A la pregunta sobre las cuestiones llamadas LGBT, el Papa no considera oportuno repetir la enseñanza del Catecismo de la Iglesia Católica según la cual los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados y no pueden nunca ser aprobados. El Santo Padre, después de haber dicho «a un cierto punto, las personas querrán que la doctrina de la Iglesia cambie», no afirma (como se esperaría del sucesor de Pedro llamado a confirmarnos en la fe) que la doctrina sobre la sexualidad no puede cambiar sino que es definitiva porque, como usted ha dicho justamente, Padre Filemón, está conectada a la Revelación. El Papa añade en cambio que hay que cambiar las actitudes antes que la doctrina, y que es “altamente improbable” que esta pueda cambiar al menos en el presente, y por lo tanto, como consecuencia lógica, que no es imposible que en el futuro pueda cambiar.
------------6. El Papa León XIV nombra presidente de la Academia Pontificia de las Bellas Artes a Cristiana Perella, la cual ha repetidamente curado muestras de arte con contenidos eróticos y homoeróticos, y apoyado explícitamente las instancias de los movimientos LGBT.
------------Ahora yo le pregunto, Padre Filemón, sinceramente, según usted, una persona que siente atracción hacia el mismo sexo y quiere ser católico, en este último mes en que han sucedido los hechos que he enumerado del punto 1 al 6, ¿qué habrá comprendido que la Iglesia, y en particular su autoridad suprema, le está diciendo sobre los actos carnales homosexuales? ¿Y nosotros, en esta situación, qué deberíamos hacer? ¿Mirar solo a los pronunciamientos magisteriales del Papa, y puesto que estos recaen en la ortodoxia, alegrarnos de ello, y fingir que si el Papa como doctor privado puede haberse equivocado, esto no es un gran problema para la Iglesia, aunque tales errores no queden en lo privado sino que se divulguen, es más, mejor para nosotros evitar hablar de ello?
   
----------Mi Respuesta. Estimados amigos, respondo por orden:
----------1) Yo quisiera de una vez por todas aclarar cuál es la posición precisa del padre James Martin acerca de este tema. Hace ya bastante tiempo que oigo que se le acusa de legitimar la sodomía. Sabiendo del favor del cual ha gozado de parte del papa Francisco, la acusación me parece poco creíble. La idea que me he hecho de él es que, si acaso, sea demasiado indulgente.
----------Veo que también ustedes aceptan la mencionada acusación al padre Martin. Pero ustedes comprenden que este asunto es muy serio, por lo cual yo quisiera que ustedes me citasen las palabras precisas del padre James Martin, que están en la base de su acusación.
----------2) Mi impresión es que aquel grupo de homosexuales que entraron por la Puerta Santa, por lo que puedo entender, fuese un grupo compuesto de personas orientadas de modo diverso. Mirando las fotografías ciertamente he notado a algunos que me han parecido en actitud de burla.
----------Sin embargo, ¿quién les dice a ustedes que entre ellos no haya habido alguno que se haya confesado previamente? Además, es posible que haya habido también alguno que, aun sin querer confesarse, haya querido expresar un gesto de respeto por el lugar sagrado.
----------Indudablemente un homosexual verdaderamente creyente, que quiere ganar la indulgencia jubilar, no se pone así en evidencia, sino que como cualquier otro penitente se mezcla con todos los demás.
----------Tengamos además presente que desde hace ya decenios la Iglesia nos ha venido ofreciendo sabias indicaciones en lo que respecta al cuidado pastoral de las personas homosexuales. Un documento de este género fue publicado por la CDF ya en 1986, dirigido a los Obispos. Por lo que he entendido, el padre James Martin pretende insertarse en el cauce de esta orientación de la Iglesia.
----------3)  Dado que sabemos bien que el Santo Padre es el primero entre nosotros en saber que la sodomía es pecado, cuando aprobó que mons. Savino celebrase una Misa para el jubileo de los homosexuales, está claro que ni siquiera le pasó por la mente aprobar ese pecado, sino que quiso animar a este obispo a estar cristianamente cercano a estas personas, ya sea para dar un testimonio de caridad, ya también para exhortar a aquellos que estuvieran apegados a este pecado o incluso quisieran legitimarlo, a comprometerse con espíritu de penitencia a hacer lo posible por liberarse de este pecado.
----------4) La fotografía de la entrada de los homosexuales a la Basílica de San Pedro ciertamente nos muestra a algunos en clara actitud de desafío contra la ley moral. Ahora bien, ustedes deben tener presente que el Santo Padre es el Pastor Universal de la Iglesia. Hechos escandalosos como los que han ocurrido en San Pedro suceden por centenares cada día, y en todo el mundo. Ahora bien, díganme ustedes cómo hace un Papa para seguir todos estos hechos y comentarlos.
----------Por lo tanto, si el Papa ha callado, ello depende simplemente del hecho de evitar discriminaciones al señalar hechos escandalosos, cosa inevitable porque no puede cada día hablar de hechos de este género. Por otra parte, eligiendo uno y callando otro, suscitaría quejas porque ha callado un determinado hecho.
----------La protesta, en todo caso, nos corresponde hacerla a nosotros los fieles comunes, laicos o sacerdotes, pues nuestra competencia ocupa un radio de intervención mucho menor que la que ocupa la del Papa. El Papa tiene cosas mucho más importantes de las que ocuparse.
----------5) Aquella expresión “altamente improbable” en un primer momento me había turbado también a mí. Pero reflexionando mejor he pensado que el Papa, con esa expresión, haya querido decir, casi ironizando, que nunca sucederá que la Iglesia cambie sobre la doctrina. En efecto, es absolutamente impensable que sobre este punto la Iglesia pueda cambiar. Por otra parte, un Papa, hablando a privados y no como Maestro de la fe, puede permitirse expresiones semejantes, que ciertamente no usaría en un documento oficial.
----------6) Como les he dicho precedentemente, la pastoral pontificia posconciliar ha abandonado aquella actitud de severidad que los Papas se podían permitir en otros tiempos, antes del Concilio. ¿Qué quiero decir? Que, por ejemplo, en tiempos de san Pío X los herejes en la Iglesia eran muy pocos. Existían, sí, los modernistas, pero la generalidad de la fe de los católicos era ortodoxa.
----------Hoy tenemos todavía muchas personas de valor, las cuales sin embargo a menudo están contaminadas por la herejía. ¿Qué puede hacer un Papa en esta situación? Está claro que el Romano Pontífice rechaza siempre la herejía. Pero por otra parte, debiendo él gobernar la Iglesia, está obligado a mirar en las personas lo positivo, aun si estas personas no son del todo ortodoxas.
----------Un caso como el que citan ustedes, de la señora Perella, es frecuente. Es posible que en el campo de su competencia el Papa no haya encontrado una experta mejor que ella. Ustedes quizá me dirán que en realidad pueden existir católicos mejores que la señora Perella. Pero si el Papa ha hecho esta elección, es señal de que ha considerado idónea a esta persona, a pesar de sus defectos.
----------Con la referencia que ustedes hacen a la diferencia entre documentos magisteriales y conversaciones con privados, ustedes tocan un tema muy delicado. De hecho, sobre todo a partir de san Juan Pablo II, los Papas han comenzado a multiplicar los discursos del segundo tipo y a disminuir las enseñanzas doctrinales. Personalmente no me parece lo más prudente, y ya he dedicado varios artículos a hablar de la nocividad de las entrevistas papales (esto, naturalmente, en mi modesta opinión).
----------A este punto se nos impone a nosotros los católicos el deber de una obra educativa. Es verdad que mucha gente da importancia más a las opiniones de un Papa que a sus enseñanzas doctrinales. Lo que entonces debemos hacer es enseñar a los católicos, que quieren estar en comunión con la Iglesia y con el Papa, a prestar atención a los documentos oficiales, porque es en estos donde nosotros encontramos el camino de la salvación, y a considerar con libertad de juicio los discursos hechos a privados.
----------El Papa en los discursos o coloquios con personas particulares no puede equivocarse en la doctrina, justamente porque no se trata de enseñanzas doctrinales. La doctrina está presupuesta en los discursos y documentos magisteriales. Las expresiones del Papa a personas particulares tienen una función meramente pastoral o bien con ellas el Papa expresa sus opiniones personales o da indicaciones concretas, quizá también discutibles, sobre cuestiones contingentes, como por ejemplo la relación entre religión y política o también justamente cuando se trata de determinar la pastoral hacia los homosexuales.
----------En los discursos hechos a particulares no está en cuestión la verdad de fe. El Papa aquí la da por descontada. Un Papa prohíbe y prohibirá siempre el pecado de sodomía, porque es falso que la sodomía sea un bien y un Papa no podrá nunca enseñar la falsedad en el campo de la fe.
----------Como ya les he dicho y repetido, los discursos hechos a privados no hacen otra cosa que traducir las exigencias de la moral en la concreción del obrar cotidiano, según el cambiar de las circunstancias y la diversidad de las personas, siempre con la posibilidad de equivocarse, no desde el punto de vista doctrinal, sino solo en el campo del juicio prudencial. Un Papa puede pecar en la prudencia, pero no en la fe.
   
----------A su vez, mis interlocutores replicaron con nuevos emails:
   
------------Querido Padre Filemón, le proporciono algunos datos sobre James Martin. Como es sabido, él, además de redactor jefe de la revista de los jesuitas americanos America, es el fundador de Outreach, que es la asociación y también el portal, específicamente y enteramente, dedicado a la llamada pastoral LGBT. En un artículo del mismo Martin en Outreach, él niega explícitamente que la Biblia condene las relaciones homosexuales, diciendo: «como han subrayado muchos estudiosos del Antiguo y del Nuevo Testamento, el uso de los llamados “pasajes de castigo” en la Biblia es altamente problemático, puesto que las lecturas estaban pensadas para un contexto completamente distinto (similar a los pasajes bíblicos sobre la esclavitud) y, además, hay muchas otras prescripciones e instrucciones bíblicas (como la lapidación de las mujeres por adulterio) que ya no seguimos. El uso de los “pasajes de castigo” es casi siempre altamente selectivo y casi siempre utilizado contra las personas LGBTQ, en lugar de aquellos que son llamados “textos de acogida”». Entre los llamados “textos de acogida” de la Biblia, que abrirían benévolamente a la homosexualidad, se cita a Amós.
------------En el ámbito de Outreach, del cual Martin es uno de los fundadores y en el que él mismo escribe, le señalo la siguiente página realmente interesante: aquíque es definida como “La guía de Outreach sobre Biblia y homosexualidad”, que remite a una nutrida serie de artículos de varios estudiosos. Todos estos artículos, repito todos, están destinados a demoler el hecho de que la Escritura condene los actos homosexuales. Así, para estos autores, entre los cuales el mismo Martin: la condena del Levítico debe contextualizarse históricamente y hoy ya no tiene valor; los habitantes de Sodoma no son castigados por la codicia de abusar carnalmente de otros hombres, sino por ser inhóspitos; las cartas de san Pablo deben ser completamente reinterpretadas y no tienen nada que ver con las modernas parejas homo-afectivas, etc. El objetivo de tal “recurso” de Outreach, por lo tanto, es que aquel o aquella que siente atracción por una persona del mismo sexo, y quiere ser católico, pero se siente culpable al secundar tal inclinación, sea tranquilizado con el hecho de que la Palabra de Dios no habría nunca condenado los actos homosexuales, sino que habría sido simplemente mal interpretada por la Iglesia hasta ahora. Y este es un aspecto fundamental del llamado “apostolado LGBT” que Martin, por medio de Outreach, fundada por él y en la cual colabora activamente, persigue: manipular la Sagrada Escritura en clave homosexualista. Y puesto que es insostenible que, tanto el Papa Francisco como el Papa León XIV, estuvieran al margen de todo esto, los alientos que ambos pontífices han hecho llegar al P. J. Martin para que prosiguiera en su empeño, ¿cómo podemos no considerarlos errores en el plano pastoral (donde no hay infalibilidad)?
------------En este otro artículo, (aquí) Martin ve en el mes de junio un “providencial” acercamiento entre el mes del Gay Pride y el mes del Sagrado Corazón, llegando a decir, en conclusión, que las dos celebraciones –el Mes del Sagrado Corazón y el Mes del Orgullo– no solo no están en conflicto, sino que son profundamente complementarias. Una nos muestra cómo Jesús ha amado. La otra nos muestra a quién Jesús nos llama a amar, es decir, para las personas atraídas por individuos del mismo sexo, a estos últimos, el amor gay:
------------En este artículo publicado por La Nuova Bussola Quotidiana (aquí), se recogen algunas intervenciones de Martin, entre ellas: a) En una entrevista del 29 de agosto de 2017 con Brandon Ambrosino (un hombre ligado a un compañero del mismo sexo), el padre Martin afirmaba que los homosexuales no estaban sujetos a la enseñanza de la Iglesia sobre la castidad, porque esta enseñanza no había sido “recibida” por la comunidad LGBT: «Para que una enseñanza sea realmente autoritativa se espera que sea recibida por el pueblo de Dios, por los fieles. La enseñanza según la cual la gente LGBT debe ser casta toda la vida no ha sido recibida». La consecuencia lógica de estas palabras es que las personas LGBT, no estando, según Martin, llamadas a practicar la castidad, pueden también practicar los actos homosexuales. b) El 5 de septiembre de 2017, en un simposio en la Universidad de Fordham, el padre Martin hablaba del “matrimonio” entre personas del mismo sexo como de “un acto de amor”, y sostenía que la Iglesia debería “mostrar reverencia”. Además, Martin llegaba a definir como “homófobos” y de “mentalidad estrecha” a los católicos que adherían a la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad. Esto obviamente comprendería también a aquellos católicos homosexuales que heroicamente buscan mantenerse castos. c) El 29 de agosto, en una entrevista en la Universidad de Villanova, el padre Martin decía a un homosexual practicante, que iba a misa: «Espero que en una decena de años puedas besar a tu pareja. ¿Por qué no? ¿Qué hay de terrible?». En la misma entrevista el padre Martin sostenía que las personas que habían abandonado el estilo de vida homosexual están “en conflicto” consigo mismas, y que sus vidas “no están integradas”. d) En julio de 2024 J. Martin celebró una misa en Nueva York, mostrando la bandera arcoíris sobre el altar y una imagen de la Virgen envuelta en tal enseña. En diciembre de 2023, cuando el Papa Francisco publicó la declaración Fiducia supplicans, Martin escribió este artículo: aquí, en el cual dice que antes de la publicación de Fiducia supplicans, «las personas LGBTQ, sus amigos y familiares consideraban que la atención dirigida a tales relaciones como pecaminosas ignoraba o rechazaba su experiencia de relaciones homosexuales amorosas, comprometidas y altruistas». Pero ¿por qué, cabría preguntarse, una relación homosexual puede no ser pecaminosa? Sí, pero solo si fuese vivida en castidad. Ahora bien, pensar que los lectores LGBT a los que Outreach se dirige, pretendan vivir sus relaciones en castidad, significa negarse a aceptar la realidad... En la continuación del artículo, Martin escribe: «acogí con favor esta nueva declaración y la considero una respuesta pastoral muy necesaria a las parejas católicas del mismo sexo, unidas por relaciones amorosas, comprometidas y altruistas, que desean la presencia y la ayuda de Dios en sus vidas». Por lo tanto, la bendición para parejas homosexuales aprobada por Fiducia supplicans es entendida por Martin, no ciertamente para invocar la ayuda de nuestro Señor para cambiar de vida y abandonar las relaciones sodomíticas, sino para proseguir la propia relación homosexual considerando tener en ello la aprobación de Dios («la presencia y la ayuda de Dios en sus vidas»). Obviamente, en el artículo de Martin no hay ninguna invitación a la castidad.
------------El 12 de octubre de 2018 Martin escribió un artículo para America, en el que sostiene que la Iglesia debe aceptar que las parejas del mismo sexo sean familia: aquíEse mismo año, en vista de la publicación de la versión italiana de su libro Building a Bridge, Martin fue entrevistado por el Corriere della Sera. A la pregunta del entrevistador Gian Guido Vecchi: «El Catecismo habla de “inclinación objetivamente desordenada”. Usted escribe que la expresión “aparece como una crueldad gratuita”», Martin responde: «Muchas personas LGBT me han referido que esta frase hiere profundamente. Ciertamente, debemos entender que es una terminología teológica con un significado preciso que proviene de la filosofía tomista. Pero para una persona LGBT quiere decir que una parte esencial de sí —aquella que ama, incluso si con un amor nunca expresado sexualmente— está desordenada». Por lo tanto, Martin en su libro abiertamente critica el Catecismo de la Iglesia Católica sobre el tema de la homosexualidad, tachándolo de “crueldad gratuita”, porque “hiere profundamente” a quien ama a una persona del mismo sexo. En realidad, la expresión “inclinación objetivamente desordenada” es más bien respetuosa, incluso delicada hacia las personas atraídas por individuos del mismo sexo; podría haber dicho “inclinación perversa”, “inclinación contra natura”, “inclinación depravada” y habría sido aún más doloroso oírla atribuida. Y además aquí estamos delante de la lógica binaria: si la inclinación homosexual no es “desordenada” como sostiene Martin, se sigue necesariamente que es “ordenada” y, por tanto, lícito secundarla hasta incluso en los actos carnales homosexuales. Tertium non datur (aquí).
------------En 2019, Martin criticó el rechazo público de la Sagrada Comunión a una mujer que había contraído un matrimonio civil con otra mujer, en la diócesis de Grand Rapids, con las siguientes palabras: «En conjunto, el único ámbito que parece tener importancia en estos casos es la moralidad sexual, y la única moralidad sexual que parece tener importancia es la de la persona LGBT. Se trata de un claro ataque a un grupo específico de personas sobre una cuestión específica de moralidad». Por lo tanto, para Martin, el pecador público, en este caso conviviente desde hace tiempo con persona del mismo sexo, no por parentesco o amistad, en cuanto civilmente “casado”, debe poder acceder a la Sagrada Comunión (aquí). Siempre en 2019 Martin criticó el documento de la Congregación para la Educación Católica Macho y hembra los creó, sosteniendo que tal documento de la Congregación habría quedado fosilizado en la distinción binaria sexual (varón-mujer), mientras que hoy, en base a la ciencia, se debería considerar conformes a la naturaleza también a “hombres y mujeres atraídos por el mismo sexo” (aquí).
------------Es evidente que el padre James Martin no es un estúpido ni un ingenuo, y además está dotado de la preparación y, permítame, de la astucia del jesuita... por lo tanto es obvio que no encontraremos nunca una declaración explícita suya en la que él afirme que “los homosexuales tienen derecho a practicar la relación carnal entre ellos”, pero esto no significa que debamos dejarnos engañar por él. En realidad, su apostolado empuja hacia la completa normalización de la homosexualidad en la Iglesia, y está ciertamente muy lejos del documento de 1986 publicado por la CDF sobre la atención pastoral a las personas homosexuales (basta confrontar cuanto escribe el padre Martin con el texto del documento de la CDF).
------------Paso a las otras cosas que usted me escribe. Sobre la peregrinación jubilar LGBT, usted me pregunta: «¿quién le dice que entre ellos no haya habido alguno que se haya confesado?». Pero yo no he afirmado que “todos no se han confesado”, quizá se le ha escapado, Padre Filemón, que he escrito “al menos para una parte de los participantes”. Usted escribe: «algunos que me han parecido en actitud de burla». ¿Todo aquí? ¿Este es el máximo de la indignación que usted logra manifestar delante de aquel espectáculo? Lea en cambio lo que ha declarado el obispo Athanasius Schneider.

5 comentarios:

  1. Estimado padre Filemón: leer las palabras de sus interlocutores... realmente me impresionó. Parece como si hubieran usado algún tipo de microscopio electrónico, solo que en lugar de examinar legítimamente pruebas forenses han examinado en los mínimos detalles los supuestos errores del Papa y de la Curia Vaticana... y han analizado el ADN pecaminoso de las personas homosexuales.... realmente increíble... en este punto me han venido a la mente las palabras del Señor en el Evangelio según San Lucas cuando se lanza contra la presunción de los fariseos llamándolos raza de víboras.... y eso es todo lo que digo.

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  2. Bueno... yo estoy en contra independientemente de los "Jubileos de..." (jóvenes, trabajadores, seminaristas, religiosos...). El Jubileo es uno. Uno se preinscribe on line y cuando los asientos están agotados, cerrado.

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  3. Más que de indulgencia, yo hablaría de condescendencia, en muchos casos, lo que lleva también a pensar que son ellos mismos, a su vez.

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  4. Querido Padre Filemón: excelente y equilibrada su repuesta. Gracias.

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